El Gran Capitán

Beltranejo escribió: ↑22 Oct 2020
Soldados estadounidenses del 35 de Voluntarios de Infantería sometiendo a un presunto insurgente filipino a la cura del agua.
Como puede apreciarse, los primos yankis han tenido desde muy atrás afición por la "coacción" dura, y ningún rubor de mostrarlo.
La "cura del agua" se practica abriendo la boca de la víctima a la fuerza y obligándole a tragar una gran cantidad de agua (a veces se usa orina) que se vierte de un embudo para evitar ahogarle. En la actualidad, algunos países todavía utilizan variaciones de esta forma de tortura, bajo el nombre de waterboarding. A continuación se muestra un relato de primera mano que describe su uso en la guerra entre Filipinas y Estados Unidos.
"Un reportero del New York Evening Post (8 de abril de 1902) dio algunos detalles desgarradores. El nativo, dijo, es arrojado al suelo, con los brazos y las piernas inmovilizados y la cabeza parcialmente levantada" para hacer que el agua entre es más fácil ". Si el preso trata de mantener la boca cerrada, se le pellizca la nariz para cortar el aire y obligarlo a abrir la boca, o se le introduce una vara de bambú en la abertura. De esta manera el agua es constantemente vertida, uno, dos, tres, cuatro, cinco galones (1 galón:3,78litros), hasta que el cuerpo se convierte en "un objeto espantoso de contemplar". En esta condición, por supuesto, el habla es imposible, por lo que el agua se exprime de la víctima, a veces de forma natural, ya veces —como le dijo un joven soldado con una sonrisa al corresponsal— "saltamos sobre ellos para sacarla rápido".Uno o dos de esos tratamientos y el prisionero habla o muere ".

Buscaglia escribió: ↑22 Oct 2020 pero con dos límites vigilados por un escribano forense: que el límite fuesen ocho litros de agua y que, si perdías el sentido tres veces sin confesar, salías libre.

JackHicks236 escribió: ↑22 Oct 2020

Buscaglia escribió: ↑22 Oct 2020 pero con dos límites vigilados por un escribano forense: que el límite fuesen ocho litros de agua y que, si perdías el sentido tres veces sin confesar, salías libre.

Qué detalle por su parte...