Los fusileros de Piłsudski en la calle Oleandry en Cracovia, poco antes de abandonar Galitzia para cruzar la frontera hacia el Reino de Polonia, agosto de 1914.
Cuando estalló la Gran Guerra, los polacos estaban divididos no sólo entre tres Estados. La mayoría de los polacos vivía sometida al zar; los polacos de Galitzia eran los que gozaban de mayor autogobierno; por últimos los polacos en Prusia eran los más ricos y mejor organizados, también para resistir a los prusianos. Los factores de división eran numerosos: político (anti-rusos, pro-eslavos; conservadores, liberales, y socialistas), económico, legislativo, religioso… Los principales factores de unión eran una lengua desarrollada, el sentimiento nacional, las tradiciones y la Iglesia católica.
En 1914, por primera vez las tres potencias que habían realizado las Particiones estaban en guerra entre ellas. Numerosos polacos comprendieron que tenían la ocasión de liberarse, aunque pagando un precio de sangre.
Entre los patriotas más activos, destacó Józef Piłsudski (1867-1935), nacido como súbdito del zar en una familia noble luego arruinada. Socialista, republicano y anti-ruso, su fanatismo le llevó a atacar a sus propios correligionarios socialistas. Huyó a Austria en 1908 y, con permiso de Viena, formó una unidad de voluntarios con adiestramiento militar (unos 10.000 fusileros), que se comprometieron a combatir a los rusos en caso de guerra. Sin embargo, cuando en agosto de 1914 Pilsudski penetró en la Polonia rusa, los campesinos no se le unieron.