Panzer, detrás del mito (VI): mirando hacia atrás

[Urogallo]

¿Duración de las misiones? Si no recuerdo mal, el mismo menciona que muchas veces regresaba de sus misiones y cogía el Fw190.

En la wiki pone que Carlos Haya realizó 300 servicios en 19 meses.

19x30 = 570 dias. Una misión cada dos días, como mucho...

Pues no es un buen ejemplo...

[APV]

Me parece que exagera, salvo lo que contabilice como misión, porque hubo casos en que con los soviéticos al lado tuvo que despegar volar un par de kilómetros atacar y volver a por munición.
Ciertamente los 516 carros de combate que se apunta parecen excesivos, pero aún unas decenas o un centenar hacían rentable a un avión anticuado, y se trataban de experten para esa escuadrilla.

Por otro lado, respecto a ocultarse o emboscarse el carro para eludir al avión, pues con matices. Si el carro está emboscado (normalmente en defensiva) también lo está para otro carro y más para un cazacarros cuyo papel es defensivo y no ofensivo.
Precisamente Rudel indica que ellos iban por los carros en movimiento sobre todo cuando una ofensiva enemiga penetraba el frente, actuando como una unidad de intervención a petición de tal o cual mando, pues así los carros se separaban de su artillería antiaérea que era un grave peligro.

[LSanzSal]

El problema para los soviéticos en esas operaciones era el corto alcance de su caza, incluso el P-39 (que los aliados consideraban de "patas cortas") tenía autonomía mayor. Pero eso ya entra en el hilo del pobre rendimiento de aviones como el P-47 en la URSS.

Saludos

[Japa]

DESPILFARRANDO

La Panzerwaffe multiplicó por 8 su fuerza en los años de la guerra, sin contar con los batallones pesados o las brigadas independientes. Varias divisiones de vieron ser reconstruidas tras su destrucción, algunas en más de una ocasión. Si le sumamos los reemplazos para cubrir bajas, digamos, normales, nos encontramos con que más de 600000 soldados alemanes pasaron por el arma acorazada entre 1939 y 1945. Se trata de una ingente cantidad de personal, con unos requerimientos de adiestramiento bastante elevados así que es lícito preguntarse si este capital humano fue bien administrado.

Hasta el invierno de 1941 podemos considerar que la política de personal para las divisiones acorazadas fue bastante razonable. La duplicación de divisiones se hizo con bastante lógica, dado que permitió disponer con rapidez de unidades con un nivel de adiestramiento alto. Disponiendo de una razonable proporción de veteranos el resto de la plantilla (a su vez, veteranos soldados de infantería) se integraba rápidamente y aprovechaba bien la experiencia de los primeros, como se vio en el excelente desempeño de las divisiones desdobladas en Barbarroja.

El problema arranca con el desastroso invierno del 41. Las PzDiv quedaron reducidas al esqueleto en los campos de Rusia y plantearse nuevos desdoblamientos era inviable. En ese estado de cosas lo razonable habría sido proceder primero a una restauración antes de aumentar el número de divisiones, pero no fue así. No sólo se procedió a formar 6 nuevas unidades entre el 41 y el 42 sino que se dio prioridad en hombres y equipamiento a la constitución de las PzGrDiv de las SS. No habría mucho que objetar a estas agrupaciones en sí ya que demostraron un excelente desempeño en combate, salvo por que lo hicieron demasiado tarde: la espantosa campaña del 42 fue librada exclusivamente con divisiones de la wermatch, y éstas apenas recibieron refuerzos mientras sus parientes ricas se llevaban lo mejor de lo mejor sin intervenir en el frente hasta el contraataque de Kharkov, ya en 1943.

[APV]

Como esto está algo parado.

¿Se va a sacar la versión final del conjunto en Pdf o publicada?

[Japa]

A partir de ahí la tendencia ya no cambió, es más, se agravó, ya que se optó por la constitución de unidades de élite partiendo de cero, como las divisiones Goering, HitlerJugend o PanzerLehr a base de encuadrar en ellas sólo personal selecto, despojando al resto de unidades de oficiales, instructores, suboficiales y tropa que, en condiciones normales, habrían sido nuevos suboficiales y no mera carne de cañón. Por mucho que la fantasía de los aficionados a los panzer se recaliente con sus nombres, la formación de esas agrupaciones debilitó el conjunto de la PanzerWaffe.
Sucede lo mismo, y de forma aún más sangrante, con la constitución de las PanzerBrigade que combatieron en 1944. Aquí el desperdicio fue total ya que se encuadró y envió al combate como si fueran soldados de élite a tropas casi sin adiestrar.
En ambos casos, al despilfarro humano se sumó el despilfarro material. Las flamantes nuevas unidades fueron equipadas de modo acorde a lo que se esperaba de ellas, dándoles prioridad en todos los nuevos equipamientos mientras en algunas PzDIv sin recursos, carristas veteranos eran utilizados como infantería por falta de vehículos acorazados.

EN resumen, tanto la política alemana de equipamiento como la de reemplazos fueron inadecuadas, y supusieron una absurda dilapidación de recursos escasos y valiosos.

[Japa]

(Sí, estoy cerrando por fin, ha sido un año extrano)

[Japa]

ERRORES DE BASE

Sin embargo los errores que más lastraron a las fuerzas acorazadas germanas fueron doctrinales.

Pese a que, a nivel táctico, las ideas desarrolladas por Guderian en los años 30 dieron resultados espectaculares durante las primeras fases de la guerra, esa brillantez era engañosa. La doctrina acorazada alemana era correcta y supuso una verdadera revolución al enfrentarla a las obsoletas ideas de los militares aliados, pero a su manera estaba tan limitada como las concepciones de sus enemigos. Los panzer podían ganar una batalla sin dificultades, pero sólo a nivel táctico: no había un pensamiento estratégico tras la victoria.

Francia o Polonia fueron vencidas sin dificultades porque no tenían la capacidad de recuperarse tras la derrota en el campo de batalla. Ahí la maestría táctica alemana se tradujo en victoria estratégica de forma automática. Sin embargo Gran Bretaña pudo sobrevivir con un ejercito desarmado tras Dunkerke, porque el Canal les dio la posibilidad de volver a luchar. En África las victorias de Rommel no significaron nada, ya que el dominio del mar garantizaba a los británicos el tiempo y los medios para seguir luchando. Y en la URSS, las increíbles victorias de los veranos del 41 y el 42 nunca se tradujeron en una batalla decisiva por que no había ningún objetivo real tras ellas.

Las victorias aliadas, siendo mucho menos espectaculares, se tradujeron en resultados estratégicos, sobre todo en el frente del Este, ya que el Ejército Rojo planteaba sus operaciones pensando en lo que seguiría a la batalla, siendo ésta un medio para la victoria y no un fin en sí misma. Por el contrario, los panzer nacieron para romper el frente, envolver al enemigo y aniquilarle. Y lo hacían muy bien. Pero nadie pensé en lo que vendría después.

Podemos ver un caso similar en los combates librados por el único ejército que, paradójicamente, asumió las lecciones acorazadas de los alemanes: la Tshal, el ejército de Israel. Las asombrosas victorias de la guerra de los Seis Días dejaron a sus enemigos sin capacidad de combatir, pero Tel Aviv no fue capaz aprovechar su victoria en términos estratégicos, que en su caso hubieran significado negociaciones con los vencidos, usando sus conquistas como moneda de cambio. Al contrario, el gobierno hebreo creyó que esas conquistas bastaban para garantizar su seguridad, un terrible error que pudo costarle la propia existencia a Israel cuando la guerra se reanudó en 1973 y sus tropas fueron derrotadas. Por fortuna, y al revés que los nazis, los israelíes lograron recuperarse de la derrota, ya que sus adversarios igualmente fueron incapaces de ir más allá de sus triunfos iniciales.

[Japa]

Las PzDIv nacieron para romper el frente, envolver al enemigo y aniquilarle. Y lo hacían muy bien. Pero nadie pensé en lo que vendría después.

Sin embargo, puede que el error más decisivo de todos fuera, precisamente, el único que la PanzerWaffe no podía enmendar, ya que no era suyo.

En los años decisivos de la formación de la LuftWaffe, Goering y sus acólitos siguieron los preceptos doctrinales de Guilio Douhet. Este autor, entre otras cosas, preconizaba que la superioridad aérea se conseguía destruyendo los aeródromos y la industria aeronáutica del enemigo, relegando a los cazas a la misión de escoltar a los bombarderos. Por ello los planificadores, como Erns Udet, la mano derecha del ReichsMarshall, consideraron que el arma de caza era secundaria, y no se le dio importancia hasta que fue demasiado tarde.

Una serie de factores políticos llevaron a despreciar igualmente el desarrollo de verdaderos bombarderos estratégicos, grandes cuatrimotores capaces de atacar el corazón industrial del enemigo, centrando todo el esfuerzo aéreo en el apoyo en el campo de batalla y la retaguardia inmediata, es decir, en garantizar (de nuevo) la victoria tactica. Cuando esto no bastó para conseguir la derrota británica, la LuftWaffe simplemente no tuvo capacidad para destruir la industria británica y, cuando los cazas de la RAF ganaron el espacio aéreo sobre los panzer en África, tampoco había suficientes cazas para disputarles el cielo. La misma falta de cazas supuso que el bombardeo estratégico aliado casi acogotó a la industria alemana antes de Normandía, e hizo imposible cualquier atisbo de ofensiva acorazada en Francia en 1944.

¿Recordamos la promesa de 1000 cazas a reacción sobre normandía? Los carristas germanos hubieran dado lo que fuera por ver aunque solo fuera un caza alemán de cuando en cuando. En el este se logró sostener la situación durante un poco más de tiempo, por las tremendas bajas sufridas por la aviación soviética al comienzo de la guerra, pero en el verano del 43 el cielo se volvió rojo, y ya nunca cambió de color.

Sin cazas, los panzer no sólo no podían combatir. Ni siquiera podían desplazarse sin ser descubiertos y sufrir ataque tras ataque. Con las lineas logísticas sometidas siempre a bombardeo no era posible recibir suministros o reemplazos. Sin apoyo aéreo no era posible quebrar las defensas del enemigo y sin observación tampoco era posible conocer sus movimientos. Y con la industria aplastada, día sí, día también, desde el aire, llegó un momento en que la gasolina o los repuestos eran un tesoro.

Los Panzer fueron vencidos, finalmente, desde el aire. Su derrota no se fraguó durante la guerra, en los estados mayores enemigos, sino 10 años atrás, en los despachos de Goering y sus subordinados.

[Japa]

LA SOMBRA MÁS NEGRA

No es posible completar una historia de la PanzerWaffe sin mencionar la parte más sucia de esa historia. Hemos mencionado de pasada algunos de los crímenes en que se vieron envueltas las tropas acorazadas, como la miserable actuación de la división Das Reich en Francia o las ejecuciones de prisioneros por parte de las tropas de Peiper en las Ardenas. Puede dar la impresión de que sólo los carristas de la Orden Negra estuvieron implicados en desmanes, pero es una imagen falsa.

Las matanzas en Italia, Francia y los Paises Bajos llaman mucho la atención porque hasta las fases finales de la guerra la población de Europa occidental no sufrió demasiado bajo el régimen alemán. Después de todo sus habitantes, salvo los judíos y los gitanos, tenían un lugar en el futuro soñado por los nazis. Igualmente destacan las ejecuciones de prisioneros aliados porque son la excepción, no la regla. En el frente occidental, salvo excepciones puntuales, se aplicaron las normas de la convencion de Ginebra. Sin embargo esos actos, puntuales al oeste de Alemania, eran lo cotidiano en Europa Oriental.

Cuando las tropas de Hausser retomaron Jarkov en 1943 masacraron a miles de heridos soviéticos hospitalizados en la zona. Las atrocidades cometidas en la retaguardia oriental multiplican por mil la matanza de Odadour. Regiones enteras fueron devastadas, pueblos enteros barridos de la faz de la tierra como represalia por los ataques partisanos. Y nadie protestó, como sí hizo Rommel en el caso francés, porque los eslavos no eran sino ganado para los ocupantes.

Eso se aplicaba a cualquier desmán cometido por soldados alemanes. No había consecuencias disciplinarias para el saqueo, el asesinato, el maltrato o las violaciones, salvo que algún mando puntilloso quisiera castigar a un soldado por ensuciar su pureza aria con una mujer de raza inferior, en cuyo caso bastaba con matar a la victima para solucionar el problema. Y, dado que podían hacer lo que quisieran, impunemente, los alemanes lo hicieron todo. Absolutamente todo. Y no los miembros de las unidades de exterminio, o las tropas Waffen: todos. La leyenda de la Wermatch de las manos blancas hace mucho que se fue por el desagüe.

[Japa]

Hay que decir, no obstante, que en general las tropas acorazadas no participaron demasiado en los desmanes. No porque tuvieran una mayor humanidad, sino porque, siendo tropas mecanizadas, no eran empleadas como unidades de guarnición en el frente, ni se encargaban de tareas de seguridad en retaguardia. Otra cosa es en el campo de batalla, ya que, por ejemplo, participaron activamente en la deportación masiva de la población ucraniana durante la huida hacia el Dnieper, y la ejecución de prisioneros estaba a la orden del día.

Lo mismo puede aplicarse a las tropas panzer de las Waffen, y multiplicado, ya que unidades como la Totenkopf, formada con guardias de campos de concentración, se enorgullecían de su ferocidad . Aún así, estas divisiones mantuvieron, en general, un comportamiento más disciplinado que otras tropas de las SS, que, sobre todo en los dos años finales de la guerra, se comportaban como bandas de saqueadores uniformados.

Donde no hay paliativos es en el comportamiento moral de los mandos. Hemos visto nombres gloriosos en estas páginas, pero la mayoría están cubiertos de basura y sólo la llegada de la Guerra Fría y la necesidad de enterrar rápidamente el pasado de los generales germanos ha llevado a esconder sus crímenes. No los de los mandos intermedios, que combatieron con dignidad (hay casos de corrupción muy evidentes, como el del general Von Feuchtinger, pero no son la norma) sino los grandes nombres como Guderian, Kluge, Manstein... que fueron cómplices indisimulados del nazismo y sacaron un jugoso rendimiento a su pleitesía frente a Hitler. Y no sólo en cuanto a prestigio, honores e influencia, sino en forma de gabelas de todo tipo, incluyendo contundentes sumas de dinero.

Guderian dejó bien probada su bajeza moral en 1944, tras el atentado de junio, exigiendo castigos ejemplares, apoyando la persecución de los militares desafectos al régimen y aplaudiendo ostentosamente la farsa judicial y las ejecuciones vergonzantes, ajenas a la legislación civil y militar de Alemania. Por comparación, hombres como Dietrich, que nunca renegaron de su ideario nazi, demostraron mucha más dignidad y entereza.

Todos esos gerifaltes firmaron, apoyaron y distribuyeron la infame Orden de Comisarios de 1941, y ni uno sólo de ellos presentó la más mínima objeción, ni les tembló la mano a la hora de ordenar represalias y destrucción cuando la guerra ya estaba más que perdida. Y, pese a su supuesto valor, ninguno de ellos tuvo la entereza necesaria para acortar la guerra, aparejando meses de dolor y miseria al pueblo que decían defender.

El mariscal Model, al menos, tuvo la suficiente dignidad como para morir junto con su ejército. Sus colegas prefirieron fingirse sordos, ciegos y mudos, como si hubiera habido dos guerras y ellos no se hubieran percatado más que de la mitad.

[Japa]

No quisiera despedir esta narración sin añadir una valoración estrictamente personal. Como tal, es rebatible.

Las hazañas de los carristas germanos y sus jefes son asombrosas. Su habilidad, voluntad y valor les llevaron tan cerca de la victoria que sólo sus hazañas al tratar de frenar la marea que aplastó Alemania pueden hacer palidecer los laureles de sus días de gloria. En los momentos de mayor adversidad sacaron lo mejor de sí mismos y se sobrepusieron a situaciones que habrían puesto de rodillas a ejércitos mucho más numerosos y mejor pertrechados.

Sus cabalgadas, del Atlántico al Cáucaso, de De Libia a Egipto, fascinan a cualquier lector desapasionado. Sus máquinas cautivan la imaginación y sus nombres resuenan a medio siglo de distancia.

Toda esa gloria militar, empero, se sustenta sobre un charco de heces.

Los panzer no fueron a la guerra para salvar a Alemania de ningún peligro, sino para esclavizar al resto de Europa. Sí, en los últimos años, fueron el último escudo de su pueblo contra la venganza de sus enemigos, pero esa venganza era más que legítima. Ni una sola nación agredió a Alemania: todas fueron agredidas y, salvo Gran Bretaña, todas fueron pisoteadas.

No habia ningún motivo real para la guerra: Europa fue convertida en un cementerio por el solo capricho de un hombre, y los carristas, al igual que todos los soldados alemanes, aplaudieron a ese hombre y confiaron ciegamente en sus promesas.

La PanzerWaffe no juró lealtad hasta la muerte a Alemania, ni al pueblo alemán, ni a las leyes alemanas. Juraron por el nombre de Adolf Hitler, arrasaron y destruyeron en nombre de Adolf Hitler y, hasta el final, cumplieron las órdenes de un miserable que ni siquiera consideraba a su pueblo digno de sobrevivirle.

Nadie forzó a los militares alemanes a prestar ese juramento. Lo hicieron por propia iniciativa, un regalo de absoluta sumisión. Ese juramento lo ensucia todo, y les hace cómplices, quieran o no, de sus crímenes. De todos sus crímenes. Convierte su lucha en una triste farsa y reduce sus proclamas de honor a palabras vacías.

[Lutzow]

Un solo pero:

Sí, en los últimos años, fueron el último escudo de su pueblo contra la venganza de sus enemigos, pero esa venganza era más que legítima

La venganza nunca es legítima, la brutalidad del Ejército soviético no desmerece la del Heer, y los civiles de Prusia, Silesia o Berlín no merecieron las penalidades sufridas...

Por lo demás me alegra ver concluido este magnífico trabajo, que algún día espero ver publicado y poseer en mi biblioteca...

Saludos.

[Tosk]

Excelente trabajo Japa, me sumo a las palabras de Lutzow...este trabajo merece ser publicado algún día, y tener un lugar privilegiado en mi biblioteca.

No he comentado los hilos, porque al igual que en el también excelente trabajo de Lee sobre la GCA, soy un "simple aprendiz" en estos temas, pero créeme que he seguido estos hilos desde el inicio, con mucho placer.

Un abrazo, amigo.

[Eriol]

Hola!

Creo recordar que sí hubo algunos mandos que se negaron a llevar a cabo la ordeen de los comisarios ¿no? Me suena que alguien del HeeresGruppe Sud...

Saludos

[Japa]

Manstein y Guderian no se opusieron, y son los dos nombres más notables de la panzerwaffe.

[APV]

Y, dado que podían hacer lo que quisieran, impunemente, los alemanes lo hicieron todo. Absolutamente todo.

El hecho es que a medida que el frente oriental llegaba a las fronteras del Reich tuvieron que expresamente decirles a las tropas que estaban en Alemania y que no podían comportarse allí como lo habían hecho en Rusia.

Excelente trabajo Japa, me sumo a las palabras de Lutzow...este trabajo merece ser publicado algún día, y tener un lugar privilegiado en mi biblioteca.

Totalmente de acuerdo.

Al menos en PDF.

[Urogallo]

Respecto a lo del cañón del Hetzer, recordar que lo mismo pasó con el Sherman Firefly, y la solución fue diseñar una versión del cañón de 17 libras con un cierre modificado. Es absurdo que se diseñe uan pléyade de vehículos para las funciones más variopintas, y luego no se modifique el diseño de un arma que adema´s se va a construir en una serie grande (2.400 Hetzer en año y medio, que no está nada mal para lo que era la producción alemana).

Pero lo dicho, el derroche era la clave alemana. Eso, y la incomunicación entre departamentos y empresas.

Saludos

Que triste (Para la historia de la ingeniería). Porque el Hetzer era un producto curioso, y bastante bien acabado. La silueta era considerablemente baja.



¡Que hilo tan descorazonador!

Mirad como se baten en retirada los Panthers tras las amargas evidencias expuestas por Japa.

[Japa]

Ahora a preparar el manuscrito, a ver si logramos verlo en papel (cruzo dedos)

[LSanzSal]

Pregunta tonta ¿Y limitarse a la edición electrónica? Sé que estás relacionado con el mundo editorial, y de eso sabrás como mil veces más que yo. Pero por lo menos en mi casa es que si entran más libros, salgo yo, y nos hemos pasado con armas y bagajes al libro electrónico. Aviso que en casa debemos ser de los raros que pagamos. Pero también los precios suelen ser mucho más razonables.

La pena es que hay mucha obra que no se encuentra en ese formato y, como digo, en casa ya supone todo un problema meter libros. Supongo que como mi caso habrá bastantes otros.

En todo caso, ya sabes que conmigo tendrás un cliente.

Saludos

[Japa]

Bueno, esa opcion, afortunadamente, no es costosa. Una vez veamos la viabilidad en papel, prepararé un formato para la red.

[Felix_Feito]

Como va la cosa? tendremos la suerte de tener en las manos esto que llevamos años aplaudiendo en nuestras pantallas?

[Japa]

Como ya he comentado en otro hilo, el libro está en maquinas. EN cuanto sepa algo os avisaré