¿Cómo Financió Hitler su Guerra?
Publicado: 14 Dic 2019
Todos hemos visto imágenes de las campañas británicas o estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial en la que el Gobierno pide (casi suplica) a sus ciudadanos que estos adquieran bonos del gobierno con el fin de financiar el coste de la guerra.
No obstante, nadie ha visto ninguna imagen similar en lo relativo a Alemania, y eso es así porque sencillamente no existió un esfuerzo en tal sentido, pues el sistema de financiación de la Alemania Nazi fue radicalmente distinto, merced a su diferente concepción de la ecoomía y la influencia que la política ejercía sobre esta.
Cuando los nazis llegan al poder en el año 1933 lo hacen, entre otras cosas, con una concpción extremadamente negativa del sector bancario y los mercados de capitales, los cuales según su ideología estaban dominados por una élite judia contraria a Alemania.
Muchos sectores del NSDAP eran partidarios de la nacionalización de la banca en manos privadas (la cual había tenido que ser rescatada en 1931 por el Gobierno de Bruning) y su asimilación dentro de las Sparkassen o Cajas de Ahorro, creando de esa forma un sistema pleno de banca pública.
Entre 1933 y 1934 una comisión a tal respecto fue creada en el seno del Recihsbank, no obstante las tesis nacionalizadadoras fueron desechadas merced a la influencia de Hjalmar Schacht, Presidente del Recihsbank.
La nueva Ley de Crédito Alemana de 1934 salvo a los bancos privados alemanes de su nacionalización (entre los que destacaban Deutsche Bank, Commerzbank y dresden Bank), no obstante se concedieron enormes poderes de supervisión al Reichsbank.
Si bien en el seno nazi existían, como hemos visto, discrepancias en torno a la banca, no las había en relación al mercado de capitales, el cual debía quedar bajo control absoluto del Estado, con el fin de que el capital fuese asignado sólo a aquellos sectores económicos que el Estado deseaba impulsar, esto es la industria armamentística, la pesada y todas otras aquellas industrias y sectores indirectamente relacionadas.
Para ello se tomaron dos medidas fundamentales en 1934 y 1935.
-Se limitaron legalmente los dividendos de las empresas al 6%, debiendo el exceso ser invertido en bonos del gobienro. El objetivo de esta medida era desincentivar la adquisición de acciones.
-Posteriomente se tomo una medida aún más drástica, y simplemente se estableció un comité especial conjunto del Recihsbank y el Ministerio de Economía que debía examinar cualquier nueva emisión de capital, comprobando si esta se ajustaba a los intereses del Estado. Esto significo la exclusión práctica de las empresas privadas del mercado de capitales (excepto las del armamento o relacionadas) y que los Bonos del Estado se convirtiensen en lo único en lo que se podía invertir.
Una vez monopolizado el mercado de capitales (en el perido 1933-1938, el Estado absorbe 17.000 de los 19.000 millones de marcos del mismo), el Estado pudo financiar la enorme expansión del gasto público que se desarrolló en la segunda mitad de los años 30, el cual aumentó exponencialmente a partir de 1936 con la aprobación del Plan Cuatrienal.
A tal efecto, y con el fin declarado de prepara al país para la guerra, se toman varias decisiones de marcado carácter autárquico:
-Se decide usar el mineral de hierro alemán, netamente pobre, en vez del importado sueco, como base para la industria del acero, a pesar de que no es rentable económicamente. Tras aplicar presión sobre la industria privada del sector, se expropian los yacimientos localizados en la zona de Salzgitter y se pone en marcha la compañía estatal Recishwerke, que con el tiempo se convertirá en la mayor corporación del mundo.
-Se promueve mediante enormes subsidios la producción por parte de IG Farben de petróleo y caucho (Buna) sintéticos, a pesar de que su coste es mucho más alto que el de mercado.
-Se crea la compañía automovilística Volkswagen, construyendose una gigantesca planta de producción en el actual Wolfsburgo, para producir coches a un precio de adquisición de menos de 1.000 marcos, de nuevo sin tener en cuenta las pérdidas.
Todo esto crea un enorme déficit, el cual el Estado alemán tiene muy dificl enjuagar, y se suceden los acontecimientos:
-En el Otoño de 1938 el Estado alemán fracasa a la hora de colocar en el mercado más bonos, pues este ha quedado prácticamente saturado de los mismos.
-Esto se intenta paliar forzando a los bancos y aseguradoras a comprar esos bonos. Además, desde el Reichsbank se decreta la prohibición de conceder hipotecas, con el fin de capar el consumo privado.
Sin embargo esto no es suficiente, y en Enero de 1939 Hjalmar Schacht y otros cuatro directores del Reichsbank envian una carta a Hitler en el que le piden limitar el gasto, pues el nivel que ha alcanzado el mismo ya no es asumible.
Hitler responde despidiendo a los autores de la carta y, coloca al Reichsbank directamente bajo su control, sin independencia alguna.
Su solución a la crisis pasa simplemente por activar la máquina de imprimir dinero sin control, con lo cual se produce una repetición de la situación de 1923. No obstante, a diferencia de aquel momento el giganstesco aumento de la masa monetaria no lleva a una hiperinflación, ya que se establecen unos severos controles de precios para evitarla (a algunos usuarios venezolanos esto les puede sonar de algo….).
No obstante, lo único que se ha conseguido es un parche o un compás de espera porque la situación es insostenible. La inflación es contenida con firmeza, pero esto no evita que la presa se rompa por alguna parte (en Venezuela esto se hace a través del mercado negro, en la Alemania de la época eso no era posible y se produce a través de la llamada “inflación reprimida”, esto es un decenso sideral de la calidad de los productos).
La situación de Alemania es desesperada, y lo único que se puede hacer es….empezar una guerra. Se espera que con los rapiñas recolectadas de los países ocupados se pueda enjuagar el enorme déficit. No osbtante, al poco tiempo el gobierno alemán se da cuenta de que eso no va a ser suficiente, pues el robo es un sistema muy poco eficiente para cubir gastos.
Y Hitler no está dispuesto a acudir de nuevo al mercado de capitales a pedir a sus ciudadanos que compren bonos gubermanetales para evitar el llamado “plebiscito financiero”, pues corre el riesgo de que una serie de posibles reveses militares muestren que el pueblo no confía en la acción del gobierno mediante el rechazo a adquirir los mismos.
Así que se decide iniciar el sistema de la llamada “financiación silenciosa” o “Geräuschlose Finanzierung“. En vez de pedir a los alemanes que comprasen bonos, el Gobierno fue directamente a los bancos y cogió el dinero prestado sin preguntar. Tal cual. Se promovió el ahorro de los ciudadanos, además de que el sistema de racionamientos restó de utilidad real al dinero, pues los ciudadanos alemanes no podían hacer con el prácticamente otra cosa que acumularlo en el banco.
Es con este sistema con el que finalmente se logra cuadrar las cuentas y financiar los años de guerra, hasta que a mediados de 1944, con el signo de la guerra marcado, todo se viene abajo y la gente empieza a retirar masivamente el dinero de los bancos, situación que no es evitada por el Gobierno alemán mediante una congelación o corralito como diriamos actualmente para no dar precisamente una imagen de que las autoridades consideran que la guerra esta perdida.
Lo único que queda es volver a ordenar al Reichsbank la impresión de dinero a gran escala (se imprime más dinero en el último año de existencia del régimen nazi que en los once anteriores) desatandose esta vez sin control un proceso hiperinflacionario desbocado que durará hasta Mayo de 1945.
Existen multitud de fuentes sobre este interesante apartado de la Historia, tan influyente en las guerras como las batallas, no obstante en su mayoría no se pueden obtenr en español.
No osbtante, yo reocmeindo dos:
-Wages of Destruction“ de Adam Tooze.
-Nazi Dictatorship and Deutsche Bank“, de Harold James.
Saludos.
No obstante, nadie ha visto ninguna imagen similar en lo relativo a Alemania, y eso es así porque sencillamente no existió un esfuerzo en tal sentido, pues el sistema de financiación de la Alemania Nazi fue radicalmente distinto, merced a su diferente concepción de la ecoomía y la influencia que la política ejercía sobre esta.
Cuando los nazis llegan al poder en el año 1933 lo hacen, entre otras cosas, con una concpción extremadamente negativa del sector bancario y los mercados de capitales, los cuales según su ideología estaban dominados por una élite judia contraria a Alemania.
Muchos sectores del NSDAP eran partidarios de la nacionalización de la banca en manos privadas (la cual había tenido que ser rescatada en 1931 por el Gobierno de Bruning) y su asimilación dentro de las Sparkassen o Cajas de Ahorro, creando de esa forma un sistema pleno de banca pública.
Entre 1933 y 1934 una comisión a tal respecto fue creada en el seno del Recihsbank, no obstante las tesis nacionalizadadoras fueron desechadas merced a la influencia de Hjalmar Schacht, Presidente del Recihsbank.
La nueva Ley de Crédito Alemana de 1934 salvo a los bancos privados alemanes de su nacionalización (entre los que destacaban Deutsche Bank, Commerzbank y dresden Bank), no obstante se concedieron enormes poderes de supervisión al Reichsbank.
Si bien en el seno nazi existían, como hemos visto, discrepancias en torno a la banca, no las había en relación al mercado de capitales, el cual debía quedar bajo control absoluto del Estado, con el fin de que el capital fuese asignado sólo a aquellos sectores económicos que el Estado deseaba impulsar, esto es la industria armamentística, la pesada y todas otras aquellas industrias y sectores indirectamente relacionadas.
Para ello se tomaron dos medidas fundamentales en 1934 y 1935.
-Se limitaron legalmente los dividendos de las empresas al 6%, debiendo el exceso ser invertido en bonos del gobienro. El objetivo de esta medida era desincentivar la adquisición de acciones.
-Posteriomente se tomo una medida aún más drástica, y simplemente se estableció un comité especial conjunto del Recihsbank y el Ministerio de Economía que debía examinar cualquier nueva emisión de capital, comprobando si esta se ajustaba a los intereses del Estado. Esto significo la exclusión práctica de las empresas privadas del mercado de capitales (excepto las del armamento o relacionadas) y que los Bonos del Estado se convirtiensen en lo único en lo que se podía invertir.
Una vez monopolizado el mercado de capitales (en el perido 1933-1938, el Estado absorbe 17.000 de los 19.000 millones de marcos del mismo), el Estado pudo financiar la enorme expansión del gasto público que se desarrolló en la segunda mitad de los años 30, el cual aumentó exponencialmente a partir de 1936 con la aprobación del Plan Cuatrienal.
A tal efecto, y con el fin declarado de prepara al país para la guerra, se toman varias decisiones de marcado carácter autárquico:
-Se decide usar el mineral de hierro alemán, netamente pobre, en vez del importado sueco, como base para la industria del acero, a pesar de que no es rentable económicamente. Tras aplicar presión sobre la industria privada del sector, se expropian los yacimientos localizados en la zona de Salzgitter y se pone en marcha la compañía estatal Recishwerke, que con el tiempo se convertirá en la mayor corporación del mundo.
-Se promueve mediante enormes subsidios la producción por parte de IG Farben de petróleo y caucho (Buna) sintéticos, a pesar de que su coste es mucho más alto que el de mercado.
-Se crea la compañía automovilística Volkswagen, construyendose una gigantesca planta de producción en el actual Wolfsburgo, para producir coches a un precio de adquisición de menos de 1.000 marcos, de nuevo sin tener en cuenta las pérdidas.
Todo esto crea un enorme déficit, el cual el Estado alemán tiene muy dificl enjuagar, y se suceden los acontecimientos:
-En el Otoño de 1938 el Estado alemán fracasa a la hora de colocar en el mercado más bonos, pues este ha quedado prácticamente saturado de los mismos.
-Esto se intenta paliar forzando a los bancos y aseguradoras a comprar esos bonos. Además, desde el Reichsbank se decreta la prohibición de conceder hipotecas, con el fin de capar el consumo privado.
Sin embargo esto no es suficiente, y en Enero de 1939 Hjalmar Schacht y otros cuatro directores del Reichsbank envian una carta a Hitler en el que le piden limitar el gasto, pues el nivel que ha alcanzado el mismo ya no es asumible.
Hitler responde despidiendo a los autores de la carta y, coloca al Reichsbank directamente bajo su control, sin independencia alguna.
Su solución a la crisis pasa simplemente por activar la máquina de imprimir dinero sin control, con lo cual se produce una repetición de la situación de 1923. No obstante, a diferencia de aquel momento el giganstesco aumento de la masa monetaria no lleva a una hiperinflación, ya que se establecen unos severos controles de precios para evitarla (a algunos usuarios venezolanos esto les puede sonar de algo….).
No obstante, lo único que se ha conseguido es un parche o un compás de espera porque la situación es insostenible. La inflación es contenida con firmeza, pero esto no evita que la presa se rompa por alguna parte (en Venezuela esto se hace a través del mercado negro, en la Alemania de la época eso no era posible y se produce a través de la llamada “inflación reprimida”, esto es un decenso sideral de la calidad de los productos).
La situación de Alemania es desesperada, y lo único que se puede hacer es….empezar una guerra. Se espera que con los rapiñas recolectadas de los países ocupados se pueda enjuagar el enorme déficit. No osbtante, al poco tiempo el gobierno alemán se da cuenta de que eso no va a ser suficiente, pues el robo es un sistema muy poco eficiente para cubir gastos.
Y Hitler no está dispuesto a acudir de nuevo al mercado de capitales a pedir a sus ciudadanos que compren bonos gubermanetales para evitar el llamado “plebiscito financiero”, pues corre el riesgo de que una serie de posibles reveses militares muestren que el pueblo no confía en la acción del gobierno mediante el rechazo a adquirir los mismos.
Así que se decide iniciar el sistema de la llamada “financiación silenciosa” o “Geräuschlose Finanzierung“. En vez de pedir a los alemanes que comprasen bonos, el Gobierno fue directamente a los bancos y cogió el dinero prestado sin preguntar. Tal cual. Se promovió el ahorro de los ciudadanos, además de que el sistema de racionamientos restó de utilidad real al dinero, pues los ciudadanos alemanes no podían hacer con el prácticamente otra cosa que acumularlo en el banco.
Es con este sistema con el que finalmente se logra cuadrar las cuentas y financiar los años de guerra, hasta que a mediados de 1944, con el signo de la guerra marcado, todo se viene abajo y la gente empieza a retirar masivamente el dinero de los bancos, situación que no es evitada por el Gobierno alemán mediante una congelación o corralito como diriamos actualmente para no dar precisamente una imagen de que las autoridades consideran que la guerra esta perdida.
Lo único que queda es volver a ordenar al Reichsbank la impresión de dinero a gran escala (se imprime más dinero en el último año de existencia del régimen nazi que en los once anteriores) desatandose esta vez sin control un proceso hiperinflacionario desbocado que durará hasta Mayo de 1945.
Existen multitud de fuentes sobre este interesante apartado de la Historia, tan influyente en las guerras como las batallas, no obstante en su mayoría no se pueden obtenr en español.
No osbtante, yo reocmeindo dos:
-Wages of Destruction“ de Adam Tooze.
-Nazi Dictatorship and Deutsche Bank“, de Harold James.
Saludos.