Tirador escribió:Yo creo que esta situación habría que encuadrarle dentro del auge de los nacionalismos que recorre Europa. Frente a la globalización y la política común, se recuperan el discurso en todos los países de "los de aquí y lo nuestro primero". Entiendo perfectamente que cualquier británico, más o menos ilustrado, pueda haber votado por "lo suyo" en contra de "los del continente". Después de todo, es un resumen de lo que ha sido la historia de Inglaterra.
Tampoco creo que sea tan sencillo. Los escoceses y los irlandeses también son nacionalistas a su manera, y de ningún modo quieren dejar la UE (y lo mismo los españoles, los portugueses, los alemanes, ...). Si los ingleses y galeses quieren ir por otro lado, es por una cultura particular y por unas demandas sociales concretas, que bien ha explicado Antigono, y que en parte son compartidas por euroescépticos de todos los países, especialmente Francia. Hay una especie de desconexión entre los políticos de la UE y los ciudadanos, que a veces se comenta de pasada en algún artículo, pero que nadie se atreve a afrontar. Es un poco como el cambio climático: todos sabemos que el planeta se va a la mierda, pero no hay narices de cambiar lo que haya que cambiar para evitarlo. Luego todo son lamentos, conferencias o sesudos artículos en algún diario, en el que se pone a caldo a los negacionistas del cambio climático.
En la UE igual: sabemos que no está funcionando, que se ha perdido el norte y la conexión emocional con la gente, pero en el fondo no se hace nada para cambiar esa imagen gris y burocrática de las instituciones, que además muchos vemos como estructuras vendidas a los intereses de grandes corporaciones (como se vio por ejemplo con el tema de la oscura negociación del TTIP), y sobre todo, sin liderazgos políticos que animen a ver un futuro de una Europa más fuerte y unida a medio plazo.
En este contexto, entiendo al votante de Johnson. Pese a que yo no habría votado lo mismo, pero le entiendo, no como algunos que se limitan a decir que los ingleses están locos. No lo están, tienen sus razones. Igual que otros tenemos otras para actuar de otra manera.
Mirándolo por el lado bueno, quizás esto ayude a que algunos se pongan las pilas y se cambie algo en la UE misma, que falta hace. Porque si resulta que al final el objetivo era simplemente que algunas empresas se beneficiasen de la circulación de mercancías y trabajadores, para eso nos podíamos haber quedado en la Comunidad Europea del Carbón y el Acero de los años 50, y sería al menos más honesto.
Ὦ ξεῖν’, ἀγγέλλειν Λακεδαιμονίοις ὅτι τῇδε κείμεθα, τοῖς κείνων ῥήμασι πειθόμενοι
Oh, extranjero, informa a Esparta que aquí yacemos todavía, obedientes a sus leyes.