Prosigue la lucha cuerpo a cuerpo en el flanco derecho entre los mosqueteros y los húsares alados, con ventaja para los últimos, pues han logrado fragmentar a sus adversarios (1).
Respecto al otro escuadrón polaco, antes de poder efectuar su ataque de flanco fue embestido por el costado, como ya se temía. Los ataques por el flanco o la retaguardia son especialmente devastadores. Nuestra unidad no ha podido soportarlo y huye en desorden (2); lo indica una bandera blanca deshilachada sobre la misma.
Por lo demás el intercambio de disparos continúa, lo que ha desorganizado a otros jinetes austriacos (3).
En el centro una unidad de jenízaros, incapaz de soportar el castigo, emprende la fuga (1).
Recordaremos que en el extremo izquierdo uno de nuestros escuadrones había llegado hasta la línea contraria en persecución del enemigo. Tamaña imprudencia se ha pagado cara y ya lo tenemos de vuelta, en desbandada y perseguido por dos unidades turcas (2).
