Y aqui os dejo el articulo " La Clave esta en Pando" nombrado en uno de los videos.
Un articulo interesante sobre Pando y Maximo Gomez:
http://www.revistaedusoc.rimed.cu/i[....]-art%C3%ADculos/misi%C3%B3n-secreta
Misión secreta.
Autores: Lic. Mayda Pérez García y Lic. Ángel Cabrera Sánchez.
Mayda Pérez García (Ciego de Ávila, 1955) con E-mail:
archimayda@fica.inf.cu Licenciada en Educación, Especialidad de Historia, Profesora Titular Adjunto e Investigador Agregado. Secretaria del Consejo Científico de Historia Regional Avileña. Directora del Archivo Histórico Provincial de Ciego de Ávila. Ha pasado numerosos cursos de postgrado en Historia de Cuba y Archivística. Coautora de obras como El Brigadier, Historia Local de Ciego de Ávila: Siglo XV a 1898, Historia Local de la provincia de Ciego de Ávila 1898-1970. Ha publicado diversos artículos como resultado de sus investigaciones en varias revistas. Ha participado en eventos científicos nacionales e internacionales.
Ángel Cabrera Sánchez (Ciego de Ávila 1954) con E-mail:
archivo@fica.inf.cu Licenciado en Educación, Especialidad de Historia, Profesor Titular Adjunto e Investigador Auxiliar. Representa como experto a la provincia de Ciego de Ávila en el Grupo de Estudios Regionales de Cuba. Presidente del Consejo Científico de Historia Regional Avileña y de la obra científica Historia de la provincia de Ciego de Ávila. Fue decano de la Facultad de Humanidades de la UNICA e historiador de la ciudad de Ciego de Ávila. Coautor de obras como El Brigadier, Historia Local de Ciego de Ávila: Siglo XV a 1898, Historia Local de la provincia de Ciego de Ávila 1898-1970. Ha publicado diversos artículos como resultado de sus investigaciones en varias revistas. Ha participado en eventos científicos nacionales e internacionales. Actualmente trabaja en el Archivo Histórico Provincial de Ciego de Ávila.
Resumen:
Demuestra documentalmente el último intento del colonialismo español por impedir --mediante maniobras políticas secretas-- el triunfo de las armas independentistas cubanas a fines de 1897 e inicios de 1898, el que tuvo por escenario la región de la Trocha Militar de Júcaro a Morón y que fracasó totalmente por la intransigencia revolucionaria del Mayor General Máximo Gómez Báez, Jefe del Ejército Libertador de la República de Cuba en Armas y de los oficiales que junto a él combatían como el Brigadier José Gómez Cardoso, principal exponente del mambisado avileño y el capitán Manuel La Hera.
Abstract
The paper, based on documents, shows the last attempt of Spanish colonialism to avoid, by means of secret political actions, the triumph of Cuban independentist movements at the end of 1897 and the beginning of 1898. It took place at Júcaro-Morón fortress line and its total failure was due to the revolutionary straightforward position of General Mayor Máximo Gómez Báez, chief of the liberator army of the Republic of Cuba, and the officials who together with him fought, as well as Brigadier José Gómez Cardoso, principal exponent of the mambises from Ciego de Ávila province and Captain Manuel La Hera for the independence of Cuba.
Ciego de Ávila fue el escenario principal de una importante misión secreta del alto mando colonialista español a fines de 1897 e inicios de 1898.
Los éxitos de las armas independentistas cubanas y el estrepitoso fracaso del tristemente célebre general español Valeriano Weyler y Nicolau --marqués de Tenerife, artífice del perfeccionamiento y la refortificación de la Trocha Militar de Júcaro a Morón y genocida del pueblo cubano con la inhumana Reconcentración-- habían obligado a los grupos de poder de la España colonial, aún aferrados a su idea de mantener bajo su dominio y explotación la Perla de las Antillas, a recurrir a nuevas medidas: la sustitución de Weyler como Gobernador y Capitán General de la Isla por el general Ramón Blanco y Erenas, marqués de Peña Alta y la aprobación del régimen autonómico para Cuba a partir del 1o de enero de 1898.
Instrucciones a Blanco.
El nuevo Capitán General recibió a través del Ministro de Ultramar, con fecha 17 de octubre de 1897, la puntualización de su misión tanto en lo político como en lo militar:
"No parece posible ni racional terminarla (la guerra) inmediatamente en toda la Isla. Sería ya extraordinaria reducirla al departamento oriental, pacificando de una manera efectiva el resto del territorio, en terminar que desde la Trocha de Júcaro a Morón hasta Pinar del Río vuelva la Isla a su vida ordinaria (...) la acción de los autonomistas se ha de ejercer en el Camagüey con mayor eficacia y energía que en las otras provincias (...) estas instrucciones se resumen en dos ideas: primera la identificación de la acción política con la militar, reunidas ambas en VE (Vuestra Excelencia), de tal manera, que mientras la primera por su rapidez y energía desconcierte y reduzca al enemigo; la segunda aproveche sus éxitos para lograr la pacificación y restaurar la riqueza".[1] (Nota de los autores, en adelante N. A.)
El Generalísimo en acción.
Mientras tanto, el Generalísimo Máximo Gómez Báez con la activa participación de destacados oficiales, entre ellos avileños como el general José Gómez Cardoso, los coroneles Simón Reyes y Nicolás Hernández y el capitán Manuel La Hera, se movía continuamente imponiendo la efectividad de su táctica de guerra irregular en los territorios avileño y espirituano como parte de su famosa Campaña de la Reforma, realizada a lo largo de ese año 1897. Desde enero hasta el 18 de abril del año siguiente el General en Jefe tuvo más de cincuenta campamentos en un reducido espacio del territorio avileño. [2]
Ciego de Ávila: pieza clave.
El general Ramón Blanco en su propósito de obtener la capitulación de las fuerzas cubanas concibió un plan cuya figura principal a trabajar era el mayor general Máximo Gómez Báez, General en Jefe del Ejército Libertador de la República de Cuba en Armas, quien ya el 13 de noviembre de ese año 1897 había lanzado una proclama contra la autonomía y en ese mismo mes le había escrito a Blanco que España reconociera la República de Cuba o "De lo contrario, fuego y sangre nos manda nuestro honor y decoro (...)".[3]
Conociendo la zona de operaciones de Gómez el plan de Blanco tuvo como centro el entonces poblado de Ciego de Ávila, importante plaza fortificada, sede de la Comandancia General de la Trocha Militar de Júcaro a Morón.
Tan importante misión secreta fue asignada por el Capitán General personalmente a su segundo al mando, el general José M. Pando Sánchez, jefe del Estado Mayor General del Ejército de Operaciones en Cuba.
Pando en acción.
Muy astutamente el general Pando, quien en persona se trasladó hasta Ciego de Ávila en varias oportunidades --en una de las cuales permaneció en ese lugar del 25 al 30 de enero de 1898-- utilizó a civiles de la zona para que trataran de establecer contacto con los jefes mambises, principalmente con Máximo Gómez y pusieran en su conocimiento los propósitos españoles de iniciar conversaciones con ellos, pero no sobre la base de la independencia.
Entre los civiles empleados se conoce que estuvieron José Manuel Gutiérrez, Rosa Ortega, Inés de la Cruz y Joaquín Veloso, a todos los cuales les fueron confeccionados pases manuscritos para que pudieran transitar sin dificultad alguna por los territorios ocupados por las tropas españolas, incluso los de los tres primeros fueron firmados por Pando como General Jefe del Estado Mayor General, fechados en Ciego de Ávila el 2 de diciembre de 1897. [4]
En la misión secreta tuvo participación la jefatura de la División de la Trocha, tal como lo hace pensar el pase manuscrito otorgado a nombre de Joaquín Veloso, fechado en Ciego de Ávila el 22 de diciembre de 1897, firmado por Miguel Juravo, capitán del Estado Mayor de la referida unidad militar y oficializado con el cuño de la misma.
Clave para comunicaciones.
Otro paso muy importante para la misión de Pando fue el poder disponer por éste de una clave secreta que le garantizara las comunicaciones mediante heliógrafos, tanto con sus subordinados como con su superior, el general Blanco.
La clave en cuestión fue la siguiente:
• Todos marchan para arriba (significaba que las negociaciones marchaban muy bien).
• Puede usted venir aquí (significaba que el interesado entraba en tratos o estaba decidido a hacerlo).
• Venga usted con su compañero (significaba que el interesado quería ver también al general Pando).
• Mande venir a su compañero (significaba que el interesado deseaba entenderse sólo con Pando).
• La gente está quieta por hoy (significaba que nada había bueno ni malo y que se seguía en el trabajo).
• La gente va para abajo (significaba que no se podía conseguir nada).
En la clave además estaba previsto que se aclarara cuando el texto se refería al oeste o al este de la Trocha o a sus dos lados. Así aparecía en ella lo siguiente: "Nota: puesto al heliograma la letra R. será retaguardia y la V. será vanguardia y las dos las dos bandas".
Un siniestro personaje
Cipriano Suárez Salcedo, español radicado en la localidad de Ciego de Ávila, en la que había sido alcalde hasta 1895 y en cuyo expediente al servicio del colonialismo español estaba la solicitud –en tiempos de la Tregua Fecunda-- de cancelar el derecho al voto a varios patriotas avileños, entre ellos José Gómez Cardoso, Justo Sánchez Peralta y José Amador y Pío Cervantes, tuvo activa participación en tan delicada misión secreta, tal como lo indica una nota del 5 de febrero de 1898 a él enviada desde Júcaro por el comandante español López Sopeña, el mismo cuyo pie de firma, con la aclaración de Comandante Ayudante, aparece en los mensajes oficiales que en clave y con carácter urgente fueron enviados a fines de 1897 e inicios de 1898 desde Ciego de Ávila al general Ruiz en Arroyo Blanco.
Nada de conversaciones
Desde el campo insurrecto el Generalísimo estaba muy atento para hacer fracasar el meticuloso plan del Capitán General español.
El ilustre internacionalista dominicano en carta del 10 de enero de 1898 enviada al general mambí Javier de la Vega, con su peculiar estilo le expresó: "Por dos ocasiones y distintos conductos he recibido avisitos, mandaditos de Pando para una conferencia y yo lo estoy dejando á ver si se atreve y le sucede lo mismo que á Rius en la Habana." [sic] [5]
Al mes siguiente, en carta al mismo destinatario, el Generalísimo a la vez que le comentó sobre el estado de las fuerzas mambisas en la zona que operaba, le definió en pocas palabras su concepto del enemigo en esa fecha: "Por estas comarcas como en las de todo el Departamento gosamos [sic] de inmejorable situación. Las fuerzas se reponen, su organización es buena y tienen el mejor espíritu y disposición para la resistencia ventajosa de un enemigo ya flojo y cansado". [6]
Justicia independentista
Luego de analizar con detenimiento lo perjudicial que para la causa independentista resultaban las maniobras que realizaba el alto mando político-militar español el Generalísimo tomó la decisión, tal como era costumbre en correspondencia con su firmeza de principios e intransigencia política, de cortarlas de raíz, en esta ocasión mediante la orden de fusilamiento de todo aquel que, tras ser advertido el mando español, se presentara en el campo insurrecto enviado por aquel con propuestas indecorosas.
En la mañana del 29 de marzo de 1898 se cumplió con firmeza la orden en tierras avileñas al oeste de la Trocha: fue fusilado el mensajero enviado por el alto mando enemigo.
El teniente coronel Leopoldo del Calvo, en ese entonces Jefe de Comunicaciones del 4to. Cuerpo del Ejército Libertador al oeste de la Trocha en el parte de ese día 29 al General en Jefe, le informó:
"General: le participo que el pacífico de Ciego de Ávila, Narciso Menéndez, que con pliegos que contenían proposiciones indecorosas para nuestro honor como cubanos y revolucionarios, ha sido ejecutado en la mañana de hoy, quedando cumplida la justicia de nuestra causa y con ella su orden expresa de fecha de ayer. Lo que le comunico en cumplimiento de mi deber, uniendo mi aplauso a la medida que corta de raíz toda esperanza de componendas a nuestros enemigos." [7]
Tres días después el Generalísimo conocedor del notable efecto político que traería la radical medida, favorable en las filas de los independentistas y de sus amigos en todo el mundo por la decisión de independencia que simbolizaba y electrizante en las filas de los colonialistas españoles y sus cómplices, los traidores cubanos de las guerrillas y de las filas autonomistas, ordenó a Leopoldo del Calvo, el que valiéndose de su red de agentes secretos podía contribuir decisivamente a divulgar con veracidad lo sucedido: "Establezca, como jefe autorizado relaciones con el Mundo(sic) en provecho de Cuba. / Todo lo de Blanco y Pando, el ajusticiado, su carta de Usted cumpliendo mis órdenes, todo eso lo mando publicar. Que lo sepa todo el Mundo (sic), pues sólo el crimen trabaja en la sombra."[8]
Una vez más, de manera incuestionable, quedaba en la práctica demostrada la intransigencia del pueblo cubano de Independencia o Muerte, la misma que hoy mantiene toda su vigencia expresada en el Juramento de Baraguá.
Notas y referencias
1.- Archivo Histórico de Madrid: Fondo Ultramar, legajo 5007. Fotocopia facilitada a Ángel Cabrera Sánchez por el Dr. Manuel López en febrero de 1998. (En Archivo personal de Ángel Cabrera).
2.- Ver de Ángel Cabrera Sánchez y Mayda Pérez García: "El '98 en Ciego de Ávila: balance para una reflexión". En revista Siga la marcha, Sancti Spíritus, No. 12-13, 1999, pp. 40-41.
3.- Bernabé Boza: Mi diario de la guerra, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2001, tomo II, p.186.
4.- Se agradece la colaboración de Álvaro Armengol Vera, nuestro amigo y maestro en los vericuetos de la Historia Avileña, por poner a nuestra disposición la valiosa documentación original que posee en su Archivo personal.
5.- Archivo del Museo Ignacio Agramonte de Camagüey: Fondo 3er. Cuerpo del Ejército Libertador, legajo 18, expediente 81, No. 420. Todo parece indicar que el Generalísimo se refiere al caso del teniente coronel Joaquín Ruiz, ayudante de Ramón Blanco, General en Jefe del Ejército Español, el que por decisión del consejo de guerra al que fue sometido resultó fusilado por llevar al campo insurrecto la indecorosa propuesta de paz sin independencia. Al frente de las fuerzas mambisas que ejecutaron el patriótico proceder estaba el coronel Néstor Aranguren [para ampliar puede consultarse el ya referido libro de Bernabé Boza, pp.201-204].
6.- Ibídem, No. 442.
7.- Archivo Nacional de Cuba: Fondo Máximo Gómez, legajo 12, expediente 1763.
8.- Ibídem: Fondo Donativos y Remisiones, caja 263, No.2.