Guerra contra la Confederacion Peru-Boliviana (1837-1839)

Historia Militar de todas las épocas en las que directamente ha intervenido dichos países. Hasta el 2006.

Moderador: Miguel Villalba

Lord Almirante

Guerra contra la Confederacion Peru-Boliviana (1837-1839)

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Tambien conocida como la Primera Guerra del Pacifico.

Como nación independiente, nuestro país se vio amenazado por la Confederación Perú-Boliviana. El Presidente de Bolivia, General Andrés de Santa Cruz se alió con Perú, adoptó el título de Protector de la Confederación. Tenía en sus planes incorporar a Chile, sin embargo, el gobierno chileno exigió la disolución de la Confederación y, al no obtener una respuesta satisfactoria, le declaró la guerra en enero de 1837.

Las explicaciones principales de este conflicto son:

* La rivalidad comercial entre Chile y Perú.
* El no pago a Chile de un empréstito hecho a Perú, en tiempos de la Independencia.
* El amparo clandestino por parte de Andrés de Santa Cruz a dos barcos comandados por Ramón Freire, que se dirigieron a Chile para derrocar al gobierno de Prieto y Portales. Este intento fracasó y Portales ordenó dar un golpe a la escuadra de la Confederación, cuyos barcos cayeron en poder de Chile.

Muerte de Portales

El encargado de preparar una expedición hacia Perú para disolver a la Confederación fue Manuel Blanco Encalada. Portales se dirigió a Quillota para inspeccionar los preparativos, pero -en el camino- fue tomado prisionero por oficiales descontentos con su política y llevado a Valparaíso. Blanco Encalada detuvo a las fuerzas amotinadas y logró desbandarlas. En medio de la confusión, el ministro Portales fue fusilado.

Este suceso conmovió al país. Además, Blanco Encalada fracasó en su expedición y firmó el Tratado de Paucarpata, que reconoció a la Confederación y comprometió a Chile a devolver los barcos capturados. El gobierno chileno desaprobó el tratado y ordenó una segunda expedición más numerosa, bajo las órdenes del general Manuel Bulnes. Éste derrotó definitivamente a los confederados, en la Batalla de Yungay, el 20 de enero de 1839.

En 1838, el general chileno Manuel Bulnes Prieto, al mando de un ejército de seis mil hombres, emprendió la contienda. La singularidad en esta ocasión, además del notable incremento de tropas disponibles, era la presencia del general peruano Agustín Gamarra y otros exiliados peruanos en las filas de la expedición, lo cual le confería el carácter de contienda civil peruana.

El 21 de agosto de 1838 tuvo lugar el Combate de Portada de Guías, que permitió la ocupación de Lima por el ejército chileno, comandado por Bulnes. En la capital peruana se convocó un cabildo abierto que proclamó como presidente provisional del Perú al general Gamarra.

A este primer éxito bélico chileno le sucedieron en enero de 1839 el Combate Naval de Casma, en donde los corsarios franceses que luchaban al lado de la Confederación fueron derrotados por Robert Simpson. Posteriormente el ejército de Santa Cruz fue completamente derrotado en la Batalla de Yungay, el 20 de enero de 1839. En esta batalla las tropas de la Confederación esperaban resistir la ofensiva de Bulnes parapetadas en el cerro Pan de Azúcar. Tras el combate, el general chileno Manuel Bulnes fue nombrado Gran Mariscal de Ancash por el general peruano Agustín Gamarra.

La derrota peruano-boliviana significó la desintegración de la Confederación y el exilio de Santa Cruz a Guayaquil, Ecuador. Sin embargo, Gamarra prosiguió la contienda contra Bolivia. La derrota del ejército peruano en Ingaví en 1841 hizo que las tropas bolivianas del general José Ballivián ocuparan el territorio peruano hasta Arica. No obstante, ambos contendientes se avinieron a firmar una paz en 1842, previa mediación del Ministro Plenipotenciario peruano José Antonio de Lavalle.

Consecuencias del triunfo

* La disolución de la Confederación Perú-Boliviana.
* Asegurar la supremacía comercial y militar de Chile en el Pacífico Sur.
* Consolidación de la Independencia y contribución a la unidad nacional.

Mapa de la Confederacion Peru Boliviana
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Bandera de la Confederacion
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Organizacion Territorial
La confederación estaba formada por tres estados:

* Nor-Peruano, que comprendía los territorios desde la frontera con Colombia y Ecuador y los antiguos departamentos de Libertad, Amazonas, Lima y Junín. Su capital quedó establecida en la ciudad de Lima
* Sud-Peruano, que comprendía los territorios de los antiguos departamentos de Arequipa, Cusco, Ayacucho y Puno, hasta la frontera sur con Bolivia. La capital quedó establecida en la ciudad de Tacna.
* Bolivia.

Monumento al "Roto" chileno, en la Plaza Yungay de Santiago
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Última edición por Lord Almirante el 18 Oct 2005, editado 1 vez en total.


Lord Almirante

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Batalla de Yungay (20 de Enero de 1839)

Los bolivianos, aunque nacidos en serranías semejantes a las peruanas, tienen que detenerse en Carhuaz, mucho más resentidos que los chilenos, en aquellas jornadas en que “se dormía y se comía mal y se caminaba siempre en medio de la lluvia”.

Bulnes se establece cerca de Tarar y el 13 de Enero, Santa Cruz ocupa el pueblo de Yungay. A todo esto los víveres comienzan a escasear en el campo chileno y no habiendo donde obtenerlos, los generales peruanos aconsejan que se continúe la retirada, estimada como empresa temeraria atacar a Santa Cruz en el sitio casi inexpugnable que a elegido y que fortifica apresuradamente.

Secretamente Bulnes y Cruz deciden dirimir una situación que se prolonga demasiado, y en la madrugada del 20 de Enero él ejercito se pone en marcha sobre Yungay. Separa a los 2 ejércitos un llano poco largo, encerrado entre el río Santa y la Cordillera y en cuyo fondo se destacan como en avanzada los cerros empinados de Ancachs, Punyan y Pan de Azúcar detrás de cuales se esconde la barranca profunda del estero de Ancachs. Sigue después una plazoleta de 350 metros de ancho por 600 de largo y a continuación las trincheras bolivianas. El caserío de Yungay cierra el cuadro.

Cerca de 600 hombres defienden el Punyan y el Pan de Azúcar. Como Santa Cruz considera inatacables esas alturas, su guarnición esta destinada únicamente a cortar la retirada de los chilenos cuando inicien el combate.

Sin embargo Bulnes comienza por los cerros que son la llave de la victoria.

En pocos momentos el Aconcagua al mando de don Pedro Silva toma a la bayoneta el Punyan, que es el de más fácil acceso, y a las 9 de la mañana una columna de 400 hombres al mando de don Jerónimo Valenzuela emprende el asalto del Pan de Azúcar, bajo un sol abrasador y una lluvia de balas y peñascos que ruedan arrastrando cuanto encuentran a su paso.

Sucesivamente caen muertos el comandante Valenzuela y el Mayor Andrés Olivares que le sucede en el mando. Las compañías siguen la ascensión a la voz de sus capitanes y por los senderos que cada uno se labra en aquellos flancos cortados casi a pico. Son las 10 de la mañana la compañía del Carampangue donde va la sargento Candelaria, ya no tiene mas jefe que un sargento segundo. Otras están reducidas a la mitad pero han llegado a la cumbre y el sargento Alegría clava en ella la bandera chilena tras un duelo a la bayoneta donde quedan mas de 500 bolivianos muertos con su jefe, el general Quiroz.

Al mismo tiempo la batalla comienza en el plano. El 4 de Bolivia a salido en socorro de la guarnición del Pan de Azúcar y Bulnes envía contra él al Colchagua de Urriola, este ocultado tras unos matorrales lo deja acercarse hasta dispararle una descarga que le tiende un tercio de su gente. El 4 vacila un instante pero enseguida carga sobre el Colchagua haciéndolo retroceder. El Portales se lanza entonces en su auxilio y el 4 huye precipitándose a la barranca del Ancachs, confundido con sus perseguidores. Tras de estos siguen los demás cuerpos y la batalla se hace general en el llano que media entre el estero y Yungay. Los chilenos a campo abierto y los bolivianos tras sus trincheras de piedra y barro. Sin embargo esta desventaja se suple con los estragos que la artillería de Matucana siembra en las filas bolivianas.

A las 2 y media de la tarde el 3 de Bolivia salta sus trincheras y carga a la bayoneta sobre el Portales que diezmada y rendido de cansancio comienza a batirse en retirada quebrantando a toda la línea chilena con su ejemplo.

Dando por segura la derrota de los chilenos la caballería boliviana parte a cortar a los batallones en retirada y la infantería deja sus parapetos para aplastarlos en campo raso.

En este momento de angustia Bulnes pasa el río Ancachs a la cabeza del Valparaíso, del Santiago y la mitad del Huaylas y con ellos detiene a los bolivianos vencedores el tiempo suficiente para que recobren aliento los vencidos.

Corre al lugar en que la caballería contempla desesperada aquel preludio de derrota y poniéndose a su frente se arroja de un salto a la barranca de Ancachs para flanquear por la izquierda la línea boliviana. No concluye de organizarse en la orilla opuesta el primer escuadrón de Caballería que salva la barranca, cuando el coronel Baquedano se lanza a la carga contra toda la mole de la caballería boliviana. Se cuenta que el Gral. Cruz no pudiendo impedir ese acto de heroica desesperación se cubre la cara para no ver el sacrificio de esos hombres.

El escuadrón es destrozado, pero, Baquedano, herido retrocede pero para cargar de nuevo con 5 escuadrones. En esta carga Baquedano arroja la caballería boliviana sobre las líneas de su infantería.

En una tercera carga de la caballería en maza, Baquedano parte las filas de esa infantería y enfurecidos los caballos como los hombres van a estrellarse a las reservas de Santa Cruz.

Vueltos a sus trincheras los bolivianos intentan aun resistir en ellas, pero son dispersados a la bayoneta en una carga final. Allí quedan de los bolivianos 2 generales y 1400 hombres muertos: 3 generales, 9 coroneles, 155 oficiales, y 1600 soldados prisioneros, 7 banderas, toda su artillería, 2500 fusiles, todo el material de su ejercito y hasta la correspondencia privada de Santa Cruz.

Bulnes cuenta 1300 muertos, en el mismo campo de batalla, el presidente Gamarra del Perú confiere a Bulnes él titulo de Gran Mariscal de Ancachs.

Santa Cruz con un puñado de acompañantes andando 100 leguas en 4 días es el primero que lleva a Lima entrando furtivamente la noticia de su propio desastre.

Desconfiando de su seguridad personal en Lima el dictador viaja a Arequipa de donde lo expulsa un motín popular. Refugiado en el consulado ingles de Islay, un buque de guerra de la misma nación desembarca 50 hombres para conducirlo a bordo, e impedir que caiga en manos de sus perseguidores.

En Lima Bulnes es recibido con entusiasta admiración, Gamarra instala su gobierno aplaudido por todos, y Bolivia se declara en paz con Chile agradeciendo la destrucción del protectorado.

En Chile se celebra la victoria de Yungay con una alegría proporcional a las angustias que ocasiona esa larga campaña. Entre otros honores se decreta la creación de un barrio con el nombre de Yungay y la erección de un Arco de triunfo en memoria del ejercito vencedor.

Por toda recompensa, Bulnes pide al Presidente Prieto que reincorpore a los militares dados de baja en 1830 y reinstituya a don Bernardo O’Higgins el titulo y honores de Capitán General lo que es acordado por decreto de 8 de agosto de 1839.

El 19 de Noviembre, Bulnes hace su entrada triunfal en las calles de Santiago.
Lord Almirante

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Argentina contra la Confederacion Peru-Boliviana

Desarrollo de la guerra

Respecto de la dimensión estrictamente militar del conflicto, se pueden distinguir dos períodos diferentes:

a) Un período inicial, donde el balance de las operaciones militares resultó claramente desfavorable para las provincias del noroeste argentino, que contaban con escasos recursos y no obtuvieron la ayuda esperada ni de las otras provincias de la Confederación ni del propio gobierno de Rosas. Los ejércitos de la Confederación Peruano-Boliviana cruzaron la frontera y ocuparon exitosamente las localidades de Cochinoca, Iruya y Santa Victoria. Asimismo, como sabemos, las fuerzas de Santa Cruz obligaron al ejército chileno a firmar el Tratado de Paucarpata el 17 de noviembre de 1837, y derrotaron a las fuerzas de la Confederación Argentina en las batallas de Iruya y de Cuyambuyo (conocida como batalla de Montenegro por los bolivianos), el 11 y 24 de junio de 1838. En esta primera etapa la delicada situación económica de las provincias norteñas, encargadas de costear la guerra contra Bolivia, fue notoriamente agravada por las consecuencias del bloqueo francés.

b) Una segunda etapa en la que el balance de la guerra se inclinó a favor de las fuerzas chilenas, dado que (como sabemos) el ejército trasandino derrotó definitivamente a las fuerzas de Santa Cruz en la batalla de Yungay el 20 de enero de 1839. Esta derrota liquidó el sueño de una Confederación Peruano-Boliviana y motivó la caída de Santa Cruz en Bolivia, transformando en una victoria de Rosas y de los federales del Norte argentino lo que hasta ese momento había sido, si no una derrota, por lo menos una frustración sin visos de resolución.

Como se dijo anteriormente, las provincias norteñas debieron sobrellevar el peso de la guerra contra la Confederación Peruano-Boliviana sin contar con los suficientes recursos para enfrentar a las fuerzas del régimen de Santa Cruz. Ilustra este hecho la carta de Rosas del 30 de abril de 1837 en respuesta a una anterior de Alejandro Heredia del 15 de febrero de 1837, en que éste afirmaba que el peso de la guerra no debía ser sobrellevado exclusivamente por las provincias del noroeste sino que debía ser compartido por las demás, incluyendo las del Litoral. Rosas explicaba en ella el motivo por el cual resultaría muy difícil a las provincias litorales contribuir en la guerra:

Por lo que respecta a las Provs. litorales de Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes, yo no dudo que cooperaran con empeño a tan justa como importante empresa, bien que si las cosas de la Banda Oriental no mejoraran de aspecto y llegan a tomar el muy terrible que ya se deja percibir, no haran poco en guardarse y defenderse por si solas sin pedir auxilio a las demas, porque crea U. que el orizonte Oriental me da mas que recelar, que el de Bolivia. Por estos lados litorales hay muchos Santa Cruces, y pocas Cruces Santas, porque estamos rodeados por todas partes de gente non Sancta, que como buitres estan acechando los momentos de darnos el picoton para sacarnos los ojos y devorarnos despues completamente (1).

La respuesta de Rosas mostraba además que tanto el jefe de la Confederación Argentina como los gobernadores del Litoral tenían sus mentes puestas en la guerra oriental y no en el Norte, con lo que se confirmaba la escasa conexión entre las provincias del noroeste, por un lado, y las de Buenos Aires y el Litoral por el otro, estando estas últimas más conectadas con la Banda Oriental que con la Puna jujeña. Ante los numerosos reclamos del tucumano en relación a la falta de cooperación del resto de las provincias confederadas, el dictador porteño aseguró que estas últimas cooperarían, "pero para no prometernos ni exigir de ellas mas de lo que es justo, es preciso poner en el caso de cada una, no mirando las cosas de afuera sino como se mirarian de adentro si uno mismo estubiese á la cabeza de ella" (2).

Además de la falta de apoyo material por parte de Buenos Aires y el Litoral, las provincias norteñas debieron soportar la contrariedad de llevar solas una guerra quizá mal conducida por Heredia, quien como ya se dijo sufrió a manos de las fuerzas bolivianas dos derrotas sucesivas en junio de 1838. En parte, el fracaso militar debe atribuirse al hecho de que cuando Rosas declaró formalmente la guerra a Santa Cruz, ya las provincias norteñas integrantes del Protectorado de Heredia revelaban debilidades internas que conspiraban contra la conformación de un aparato bélico adecuado para enfrentar a las fuerzas bolivianas. Los primeros síntomas de debilidad se manifestaron en Catamarca, en las desinteligencias entre el comandante general Juan Eusebio Balboa apoyado por las milicias de Belén, y el propio gobernador Cubas, acusado por Balboa y los suyos de estar vinculado a los "unitarios catamarqueños". Esta disputa no resultaba nada cómoda para Alejandro Heredia quien no confiaba en el grupo de Balboa pues éste tenía contactos con el comandante de La Rioja, brigadier general Tomás Brizuela, quien inspiraba recelo en Heredia.

Por otra parte, el gobernador tucumano tampoco confiaba en su colega catamarqueño Cubas, porque aunque éste no le había dado motivos de sospecha, tampoco era un hombre de su elección personal. Para colmo, un miembro clave del gabinete de Cubas era cuestionado desde Buenos Aires, lo que incidió negativamente sobre el gobernador catamarqueño. La situación catamarqueña fue una causa importante en la demora del general en jefe del Ejército Confederado de Operaciones en iniciar la marcha hacia la frontera para enfrentar a las fuerzas de Santa Cruz.
Otro factor que demostró la falta de una estrategia unificada frente a las fuerzas bolivianas fue la presencia de ópticas discordantes respecto de la situación norteña que se reflejó en la correspondencia intercambiada entre Rosas y Alejandro Heredia. Rosas criticó especialmente la benevolencia de Heredia hacia algunos "unitarios" del interior emigrados a Bolivia. Como se desprende de esta carta, el dictador porteño intentó sin mucho resultado inculcar al gobernador tucumano su ortodoxia federal:

Hago a usted esta indicación porque noto que en sus oficios y proclamas no resuena tanto como es preciso la voz y Causa Santa de la Federación, y que por ejemplo al decir todo argentino, los buenos argentinos, todo patriota, los buenos patriotas no dice usted todo Argentino Federal, los buenos Argentinos Federales, todo Patriota Federal, los buenos Patriotas Federales, sobre lo que se yo que se fija mucho la atención por Federales y unitarios, aqui y en casi todas las provincias de la República, porque aquellos no tienen por buen argentino, ni por buen patriota, como no deben tenerlo, al que hoy día no es Federal, y estos para encubrirse de que son unitarios, y haciendo desprecio de la clasificación de Federal, usan de esas voces desnudas, buen argentino, buen patriota, las que por lo mismo si antes tenian entre nosotros una significación noble, hoy la tiene muy ambigua y sospechosa (3).

También el gobernador de Santiago del Estero, Felipe Ibarra, en plena guerra contra Santa Cruz, criticó la política flexible del tucumano respecto de los "unitarios" en términos bastante similares a los del dictador porteño. Aunque en tono relativamente amistoso, en una carta de octubre de 1837 Ibarra recriminaba a Heredia diciéndole:

Ya debemos estar cansados de conoser la tactica de los unitarios que no se reduce á otra cosa que enredar, malquistar y calumniar á todos los gefes de la Federacion cuando no pueden desfogar su zaña de otro modo. (...) Este es un estado vastante triste, y aun mas triste será si tu llegases á dar alguna importancia a los cuentos de bocas mordases que no se dirigen á otra cosa que á entorpeser y resfriar nuestra amistad en perjuicio de los pueblos que presidimos. Yo estoy persuadido que la menor desavenencia entre nosotros solo será util para nuestros comunes enemigos, que lo son igualmente de nuestro pais. Reflexciona pues cuanto debemos estar alerta y castigar seberamente en vez de dar oidos á cuanto picaros intenten de cualquier modo que sea devilitar la unión de estas provincias que dependen casi unicamente de la buena armonia de sus gefes (4).

Si bien estas disidencias entre el gobernador de Tucumán, y los de Buenos Aires y Santiago del Estero no llegaron a mayores, contribuyeron a agudizar las tensiones preexistentes y a desacreditar a Heredia, quien además de recibir permanentes reprimendas por parte del dictador porteño, no logró obtener el suficiente respaldo financiero de Buenos Aires. Para colmo, existía desunión dentro del mismo Ejército Confederado. Como advertía Heredia a Rosas:

(el ejército) está creado sobre volcanes que había formado el tirano Santa Cruz, y sostenido sobre hogueras que se alimentan con todo género de combustibles, que pueden muy bien calcularse desde que se saben las astutas maquinaciones del tirano y los escasos recursos que se han proporcionado desde que se declarró la guerra (5).

A la ausencia de éxitos militares se añadieron en esta primera etapa de la guerra los problemas derivados de las deserciones y la desmoralización en los lugares fronterizos, vinculados a la escasa vocación de los sectores populares de las provincias norteñas a hacer la guerra a sus vecinos, con quienes mantenían lazos comerciales y de todo tipo que la guerra afectaba. Por ejemplo, hacia noviembre de 1837 el batallón jujeño "Defensores" tenía 76 desertores (más del 50% de su total) entre sargentos, cabos y soldados puneños, más algunos bolivianos. Miguel Angel Vergara señala al respecto:

En la Puna la situación moral era desastrosa. A pesar de las prohibiciones terminantes, sus vecinos se dedicaban al contrabando; vendían caballos y naranjas de Orán y compraban coca y otras especies a los enemigos. A tal punto llegaron las desconfianzas de los jefes argentinos respecto al espíritu de los puneños, que fue necesario separar de su puesto al comandante de Yavi don Fernando Arancibia. Ese espíritu antipatriótico manifestóse más, si cabe, en la mala voluntad que demostraban aquellas gentes cuando se las llamaba a constituir los escuadrones que defenderían el suelo argentino. Era una gravísima preocupación para los jefes la manifiesta adhesión de muchos puneños a Bolivia y su desprecio por la guerra. (...). En realidad, la vida militar que se pretendía imponer a aquellos hombres ya olvidados de la disciplina y entregados a la vida pastoril y agrícola, era extremadamente dura y sacrificada. Puede contemplarse a través de los documentos el afán militarista de algunos campamentos de La Quebrada. Los hombres mal vestidos y mal alimentados (porque eso fue un oprobio de nuestros soldados) debían ejercitarse en las maniobras de las armas todo el día, con el pensamiento de que en sus ranchos miserables, sufrían sus mujeres y sus hijos todas las privaciones que su ausencia les proporcionaba. De allí las deserciones infinitas de las filas argentinas (6).

Vale agregar que como contrapartida, también se registraron deserciones de bolivianos hacia las filas de la Confederación Argentina. Tal el caso, por ejemplo, de los soldados de las guarniciones de Iruya y Cochinoca, que preferían pasarse de bando antes que luchar contra las provincias norteñas, lo que demuestra una vez más la artificialidad de la frontera. Por otra parte, es interesante observar cómo la prosa de Vergara citada arriba refleja la ingenua creencia de que pueda haber tal cosa como "patriotismo" cuando no existen lazos auténticos que justifiquen este sentimiento. En realidad, que un puneño desertara para no matar a sus primos del otro lado de la artificial frontera, y que un tarijeño desertara para no matar jujeños, era el noble reflejo del único "patriotismo" posible en esas circunstancias, patriotismo que no podía responder a Buenos Aires y ni siquiera a Tucumán, sino a los vecinos, socios comerciales y parientes.


La falta de respaldo del gobierno de Rosas a las fuerzas de Heredia hizo que éstas quedaran en situación vulnerable. En los primeros meses de 1838, los bolivianos con un ejército magníficamente armado, bajaban por la Quebrada de Humahuaca mientras las fuerzas de Heredia retrocedían por no contar con los recursos necesarios. La situación militar erosionó el prestigio local de Heredia, y su debilitamiento se vislumbró en manifestaciones sediciosas en la misma Tucumán, a través de un conato revolucionario encabezado por el comandante del regimiento Nº 9, Alejo Córdoba, en enero de 1838. Un mes después hubo un conato en Catamarca, cuando ingresó en su territorio el ex comandante Rentería con una partida de 50 hombres, que desalojó al nuevo jefe militar.
La mencionada vulnerabilidad militar llevó a que los gobiernos de las provincias norteñas comenzaran a oponerse a la prolongación de la guerra. Ejemplo de ello fueron las palabras del gobernador delegado de Salta, Evaristo de Uriburu, al gobernador tucumano, insistiéndole en mayo sobre la necesidad de poner término a la guerra a través de tres cartas. En la correspondiente al 11 de mayo de 1838, le decía que:

En Tucumán están muy indignados con la conducta del señor Rosas por el abandono que á echo de nosotros: aquí no deja de sentirse el mismo disgusto, que como le dije a usted personalmente que algunos se havian animado á manifestármelo...

Cinco días después, el gobernador delegado salteño reiteraba su deseo de terminar la guerra ante Heredia con las siguientes palabras:

Los pueblos todos de la Republica decean la paz, y la necesitan, y muy particularmente estas provincias a quienes les hemos sacado la piel. Save Ud. que la guerra que hemos sostenido no á sido muy popular, y entre los milagros que hemos écho son el de sin querer haver écho coperar á todos tal ves contra su boluntad" (7).

Finalmente, y en un explícito reconocimiento respecto de la imposibilidad de seguir adelante en la guerra contra el régimen boliviano, Alejandro Heredia, quien inicialmente había mostrado signos de un enorme entusiasmo en llevar a cabo la guerra contra Santa Cruz, reconoció ante Rosas la triste realidad del fracaso de su proyecto de invadir a Bolivia:

El infrascripto general en gefe reitera nuevamente al exelentisimo gobernador de Buenos Aires Encargado por la Republica de las relaciones exteriores que el Ejercito de Operaciones sin mas recursos que los que tiene, y sin que todas las provincias tomen una parte activa en la honrosa lucha en que está empeñada aquella contribuyendo con un contingente de tropas que engrosen las filas de este, es materialmente imposible y contra todo calculo militar el poder invadir Bolivia, sino esponiendose á un contraste que comprometa el honor nacional y envuelva á las provincias del Norte a una ruina espantosa, debiendo ser estas donde el enemigo ejecute todo genero de venganzas por haber sido ellas y el Ejercito Confederado exclusivamente los que contubieron en abril ultimo todo su poder… (8).

En consecuencia, Heredia resolvió en el mes de agosto de 1838 regresar a Tucumán. Heredia no sólo retrocedió sino que dispuso la fragmentación del ejército y el licenciamiento de la tropa a sus respectivas provincias de origen. Esto permitió a Santa Cruz fortalecer su posición frente a los chilenos en la costa norte, replegando las fuerzas que se encontraban en el sur de Bolivia.
Otro elemento que caracterizó el transcurso de la guerra contra la Confederación Peruano-Boliviana fue la combinación de actividades de espionaje y venta de ganado a Bolivia por parte de sectores pudientes de la sociedad jujeña. Tal fue el caso, entre otros, de hombres como Mariano Sosa, Sebastián Condori, Juan de Dios Vargas, José María Calisaya, Rufino Flores -alcalde de Cochinoca-, Hilario Condori, Anselmo Estopiñán, Crispín Flores, Leonardo Gutiérrez y Julián Ramos, quienes eran agentes de los bolivianos: les vendían ganado y les suministraban noticias. Casi todos los vecinos del departamento jujeño de Cerro del Chañi vendían sus ganados a Bolivia y se ponían a las órdenes de las fuerzas de este Estado para servir de bomberos con el objetivo de realizar espionajes. Vale destacar que el mismo general Braun, jefe de las fuerzas bolivianas, y su segundo, general Medina Celi, fueron a Chañi en busca de ganado y adhesiones. Inclusive se registró el caso de "agentes dobles" como José Gregorio Abendaño, quien anduvo vendiendo información de uno y otro lado de la frontera hasta que el gobernador de Jujuy, Pedro Alemán, lo atrapó el 24 de mayo de 1838 (9).

NOTAS
Archivo General de la Nación, Secretaría de Rosas, 5. 28. 10. 5, en E.M. Barba, "Las relaciones exteriores..." op. cit., p. 222.

Juan Manuel de Rosas a Alejandro Heredia, 6 de junio de 1837, en N. L. Pavoni, op. cit., p. 206.

Juan Manuel de Rosas a Alejandro Heredia, 10 de mayo de 1837, en ibid., pp. 216-217.

Felipe Ibarra a Alejandro Heredia, Santiago del Estero, 2 de octubre de 1837, Archivo Histórico del Tucumán, Sección Administrativa, Año 1837, v. 48, fs. 214 r.-215 r, en ibid., p. 241.

Alejandro Heredia al gobernador de Buneos Aires, Huacalera, 17 de enero de 1838, en C. Basile, op. cit., tomo II, apéndice, Nº 48, p. 130.

M. A. Vergara, op. cit., pp. 146-148.

Archivo Histórico de Tucumán, Sección Administrativa, Año 1838, v. 51. fs. 195 r.-196 v. y fs. 224 r.-225 v., en N. L. Pavoni, op. cit., pp. 245-246.

El general en Jefe del Ejército al Gobernador de Buenos Aires, cuartel general en Jujuy, 21 de agosto de 1838, en C. Basile, op. cit., tomo II, apéndice, Nº 76, pp. 206-209.
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Elvis
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Mensaje por Elvis »

Buen informe... conocia de estas invasiones esporadicas de las fuerzas bolivianas, pero no llegaron a guerra contra Argentina. Y finalmente, no están por acá...
Elvis... the King.
Andino

Re: Guerra contra la Confederacion Peru-Boliviana (1837-1839

Mensaje por Andino »

Lord Almirante escribió:Tambien conocida como la Primera Guerra del Pacifico.

Como nación independiente, nuestro país se vio amenazado por la Confederación Perú-Boliviana. El Presidente de Bolivia, General Andrés de Santa Cruz se alió con Perú, adoptó el título de Protector de la Confederación. Tenía en sus planes incorporar a Chile, sin embargo, el gobierno chileno exigió la disolución de la Confederación y, al no obtener una respuesta satisfactoria, le declaró la guerra en enero de 1837.

Las explicaciones principales de este conflicto son:

* La rivalidad comercial entre Chile y Perú.
* El no pago a Chile de un empréstito hecho a Perú, en tiempos de la Independencia.
* El amparo clandestino por parte de Andrés de Santa Cruz a dos barcos comandados por Ramón Freire, que se dirigieron a Chile para derrocar al gobierno de Prieto y Portales. Este intento fracasó y Portales ordenó dar un golpe a la escuadra de la Confederación, cuyos barcos cayeron en poder de Chile.


Ha de ser muy entretenido e interesante, saber la documentación exacta, de cómo se pensaba que CHILE seria anexada por la Confederación??!!, o de cómo se sintió en peligro??!! Y cual fue justificación contundente para hacerle la guerra a la Confederación.


Por que mientes....??!!, si CHILE antes de declararle la Guerra a la CONFEDERACION, se apodero primero de sus barcos, SIN PREVIA DECLARACION DE GUERRA....!!!


"Queriendo imponerse a Santa Cruz y privarlo de su escuadra, Portales envió dos buques al Perú, a cargo de Victorino Garrido, español de nacimiento que, de simple comerciante, había llegado, mezclándose en la política chilena, a ser coronel y desempeñando diversos cargos públicos.


Hombre muy estimado por su sagacidad, Garrido correspondió a la misión que se le confiaba.


Apresó de sorpresa en el Callao los buques de la marina peruana; luego entró en negociaciones con Santa Cruz, el cual dejó los buques en su poder de acuerdo con un tratado que firmaron, y regresó a Valparaíso victorioso [...]. Sin embargo, Portales no se conformó con este éxito, y al llegar Garrido a Santiago desaprobó el tratado, fundándose en que Santa Cruz no había dado las explicaciones que debía al gobierno de Chile y hecho, en cambio, al encargado de negocios Lavalle un gravísimo ultraje con la prisión en que durante unos cuantos minutos lo retuvo.



"El golpe de audacia de Garrido sobre la escuadra peruana rompía prácticamente las hostilidades e inhabilitaba al gobierno no ya para pedir, sino hasta para esperar explicación alguna. La guerra parecía inminente. Además, había en Santiago varios emigrados políticos del Perú, que profesaban un odio acervo a Santa Cruz, y hacían creer a Portales que apenas llegase allá el ejército chileno, una revolución formidable estallaría contra la autoridad del protector, la que, según ellos, consideraba la nación peruana como la más odiosa tiranía.


"El gobierno pidió entonces al Congreso la autorización para declarar la guerra y le fue concedida unánimemente. Mariano Egaña se trasladó al Perú seguido de unos cuantos buques de la armada nacional, con instrucciones para exigir de Santa Cruz: satisfacción por las ofensas hechas a Lavalle; disolución de la Confederación Perú-Boliviana; reconocimiento de las cuentas pendientes derivadas del empréstito con que Chile había antes favorecido a esa nación y del costo de la expedición libertadora; pago de indemnización por los perjuicios que había causado la expedición de Freire a Chile; y limitación de los armamentos navales del Perú. Tan exorbitantes pretensiones no podían ser consideradas, ni mucho menos aceptadas, como efectivamente no lo fueron. Egaña, en cumplimiento de sus instrucciones, formuló sin más demora la declaración de guerra. Era en noviembre de 1836.


"Esta declaración creó al gobierno una situación excepcional, pues se le otorgaron facultades extraordinarias ilimitadas; se declaró la república entera en estado de sitio y se le dieron atribuciones para dirigir la guerra como estimase conveniente. Fue ese, en realidad, el momento más solemne en la vida de Portales, y él supo afrontarlo. Su actividad y su empeño por llevar la guerra al Perú fueron múltiples e imponderables. Pero, en el interior, la oposición a su política se hizo notar con el descubrimiento de algunas conspiraciones". (Luis Galdames, Op. Cit., pág. 179)




Piratas chilenos en acción.

"Al mando de 80 marinos vestidos de negros, armados de machetes y distribuidos en doce botes, cuyos remos habían sido forrados con trapos y sacos para evitar hicieran ruido al bogar, abordó primeramente la 'Santa Cruz' por sorpresa, encerrando la tripulación de ese barco insignia, levando anclas y remolcada por sus mismos botes, consiguió sacarla afuera de la bahía. Inmediatamente después regresaron para abordar el 'Arequipeño', que capturaron tan rápidamente, que su tripulación no alcanzó a oponer resistencia. Continuaron con la captura de la 'Peruviana', con la misma habilidad utilizada para con los barcos anteriores. Hazaña audaz en la que no se disparó ni un solo tiro, sin bajas ni heridos, logrando reducir apreciablemente el poder naval del Protector y aumentar en tres unidades la escuadra chilena. Se cumplieron, en esta forma, las instrucciones de Portales, de 'respetar las vidas de las dotaciones peruanas', lo que destaca la habilidad y audacia de aquel oficial de la Armada de la estrella solitaria". (Carlos Mac Kenney Hooper, Episodios Navales Chilenos, págs. 15 y 16. Citado por Jorge Garfias Villarreal, en su libro El General Manuel Bulnes Prieto, General del Ejército de Chile, Gran mariscal de Ancash y Presidente de la República, Colección Biblioteca Militar: Santiago de Chile, 1987, pág. 97)


Chile quería a toda costa la guerra con la Confederación Perú-Boliviana.


"Al firmar el acuerdo con Santa Cruz, Garrido creyó haber evitado una guerra después de apoderarse de la escuadra peruana, que privaba a la Confederación del dominio del mar; pero no captó la intención del Gobierno de Chile, en el sentido que su hazaña del Callao debía provocar que los aliados declararan la guerra. El Coronel no se había limitado a capturar los buques y traerlos a Valparaíso, sino que comprometió al país con un pacto que favorecía al Protector, dándole tiempo para prepararse para el conflicto". (Jorge Garfias V., Op. cit., pág. 101)
Lord Almirante

Mensaje por Lord Almirante »

No fueron tomados por sorpresa, Fueron Tomados al Abordaje, tras que se supo que Santa Cruz, financio al General Chileno Freire, exiliado en Peru, para que derrocase el Gobierno Chileno......ESO ES UNA DECLARACION DE GUERRA.

La expedición del General Ramón Freire Serrano había producido una situación tan tensa en las relaciones entre los países, que la guerra era inminente.



La expedición del General Freire era una provocación indesmentible del Mariscal Andrés de Santa Cruz, que Chile no podía permitir.



Pero, el desequilibrio de fuerzas era demasiado grande.



Para ello el Ministro Diego Portales Palazuelos ideó un audaz plan para desbaratar las intenciones de la Confederación.



Mientras enviaba a la fragata "Monteagudo" a someter al General Freire en Chiloé, simultáneamente ordenó el 13 de agosto de 1836, zarpar al bergantín "Aquiles" y a la goleta "Colo Colo" para apoderarse de los buques peruanos que se encontraban surtos en El Callao.



Entregó el mando de esta empresa al Coronel Victorino Garrido, en calidad de comisionado del Gobierno de Chile.



El Comandante del "Aquiles"era el Capitán de Fragata Pedro Angulo Novoa, conocido por su pericia y valentía.



La "Colo Colo"fue enviada a Arica e Islay para apoderarse de los buques y embarcaciones allí existentes.



El "Aquiles"navegó directamente a El Callao, siendo retrasado por un temporal que lo desarboló, pudiendo recalar a ese puerto sólo el 21 de agosto de 1836.



En El Callao, al amparo de los fuertes, permanecían al ancla las naves de la Confederación: la barca "Santa Cruz", los bergantines "Arequipeño" y "Fundador" y la goleta "Peruviana".



A la medianoche de ese día, el Comandante Pedro Angulo al mando de cinco botes, se apoderó consecutivamente de la "Santa Cruz", "Arequipeña" y ""Peruviana".



El bergantín "Fundador" estaba desarbolado y sin su cubierta, por lo que no era una presa rentable.



Los buques capturados fueron llevados fuera de la bahía para amarinarlos, para su llevada a Chile.



La cólera del Mariscal Andrés de Santa Cruz lo llevó a detener al Encargado de Negocios de Chile, pero luego recapacitando sobre su inmunidad diplomática, lo dejó en libertad y le concedió un pasaporte para dejar el país.



La firme actitud de Victorino Garrido llevó a la firma de un tratado en el que se establecía que Chile no capturaría ningún otro buque de la Confederación, se comprometía a retirarse de las costas peruanas en el plazo de diez días y podía mantener los buques apresados hasta que se llegase a una arreglo definitivo.



Además, las partes se comprometían en no aumentar sus fuerzas navales durante el plazo de cuatro meses y el Encargado de Negocios podía volver a Lima.



El 2 de septiembre, la flotilla zarpó de El Callao rumbo a Valparaíso, donde recaló el 23 del mismo mes.
Última edición por Lord Almirante el 03 Nov 2005, editado 1 vez en total.
Lord Almirante

Mensaje por Lord Almirante »

Luego Santa Cruz, contrato mercenarios FRANCESES, quienes atacaron a la Flota Chilena, del Almirante Simpsons y tras un rudo Combate en que fue tomado al ABORDAJE uno de los Buques Peruano-Franceses, tras lo cual la flotilla escapo CON BANDERA FRANCESA.

En 1879 el 40% de la tripulacion peruana del Monitor Huascar, era de origen BRITANICO.
La flotilla del corsario Juan Blanchet llegó a El Callao el 15 de diciembre de 1838, siendo recibido con gran regocijo por su victoriosa incursión que le había restado un buque a la Escuadra chilena y dos transportes de su aparato logístico.



El gobierno del Mariscal Andrés de Santa Cruz hizo halagüeñas promesas de entregar un suculento botín para las próximas presas, por lo que las fuerzas de Blanchet se aprestaron entusiastamente para una segunda incursión.



En los primeros días de 1839, la flotilla al mando de Juan Blanchet zarpaba de El Callao con la corbeta "Edmond", el bergantín "Arequipeño", la barca "Mejicana" y la goleta "Perú".



El Comandante Carlos García del Postigo Bulnes, por orden del General Manuel Bulnes Prieto se había reunido con Robert Winthrop Simpson en Santa, agregando así la corbeta "Libertad" y la corbeta "Socabaya" a la Escuadra.



Se hizo necesaria una gran cantidad de leña para los buques, de las que había gran cantidad en el puerto de Casma, perteneciente al Estado del Perú.



Por ello García del Postigo ordenó a la división de Robert Wintrop Simpson que zarpara con un transporte a ese puerto y con instrucciones de tomar las medidas de precaución para evitar una sorpresa.



El 10 de enero de 1839 fondeaban en Casma la corbeta "Confederación", la corbeta "Valparaíso", la barca "Santa Cruz" y el transporte "Isabella".



Por precaución se desembarcó un piquete de soldados del Regimiento Carampangue, quienes tenían la misión de vigilar la bahía desde la altura.



El día 12 a mediodía, mientras se faenaba la leña, los vigías anunciaron la presencia de cuatro velas que venían desde el sur. Simpson avisado de la presencia de esos cuatro buques ordenó el reembarco de la tripulación que estaba trabajando en tierra, aprestándose para el combate.



A las 16:30 horas el bergantín "Arequipeño", entró en la bahía y después de reconocer a buques chilenos, salió para reunirse con el resto de su flotilla.



Los buques chilenos estaban fondeados con un ancla y en una disposición de un triángulo isósceles. La corbeta "Confederación" ,ocupaba el vértice más occidental, la corbeta "Valparaíso" el vértice norte y la barca "Santa Cruz", el vértice sur. El transporte "Isabella" se encontraba al interior del puerto protegida por esta disposición táctica.



La corbeta "Edmond" y el bergantín "Arequipeño", se dirigieron sobre la corbeta "Confederación" para atacarla, una por cada banda.



La barca "Mejicana" y la goleta "Perú" llegaron a la cuadra de la corbeta "Valparaíso", rompiendo el fuego contra ella y sobre la corbeta "Confederación".



La corbeta "Edmond" y el bergantín "Arequipeño", maniobraron para lograr un abordaje sobre la corbeta "Confederación", pero cometieron el error de ir a excesiva velocidad, por lo que el segundo se estrelló violentamente contra la proa de la nave chilena, destrozándole el bauprés y enredando su jarcia con la de su adversaria.



La corbeta "Edmond" chocó contra el costado de babor de la misma nave rompiéndole la cabullería del palo trinquete y enredándose con el buque de Robert Winthrop Simpson.



Durante una hora ambos buques enemigos hicieron esfuerzos sobrehumanos para abordar el buque chileno, pero sus defensores opusieron tan tenaz resistencia, que ni un solo atacante logró pisar su cubierta, mientras la artillería disparaba a quemarropa y el fuego de fusilería era intensísimo.



Entre las muchas bajas estuvo el propio corsario Blanchet.



La corbeta "Edmond", sin su jefe logró después de muchos esfuerzos, desembarazarse de la corbeta "Confederación", pero no pudiendo maniobrar bien, se fue a estrellar sobre la barca "Santa Cruz" enredándose con ella e iniciándose otro combate a quemarropa, hasta que como mejor pudo salió de la bahía, a pesar de las numerosas descargas, tanto de la corbeta "Confederación", como de la corbeta "Valparaíso", reuniéndose con sus otros dos buques.



Mientras tanto, el bergantín "Arequipeño", quedaba en poder del Comandante Simpson, constatándose la muerte del jefe de la flotilla corsaria, Juan Blanchet y del Comandante de la nave, Enrique Silvester.



El Comandante Simpson debido a las averías sufridas por sus buques y por la proximidad de la noche se vio en la imposibilidad de perseguir a la flotilla enemiga.



Con la captura del bergantín "Arequipeño," la Escuadra chilena reivindicó el honor comprometido indirectamente.



Los buques confederados se pusieron bajo la protección de las baterías de El Callao, no teniendo ninguna intervención durante el resto de la guerra y obteniendo Chile de esta manera el dominio el mar.



Quedaban aseguradas las comunicaciones marítimas entre la República y sus fuerzas en campaña y la aptitud del Ejército de movilizarse libremente por el mar y tener en todo momento el apoyo de la Marina.



El 20 de enero de 1839, el General Manuel Bulnes Prieto obtiene el triunfo en la batalla de Yungay, destruyendo el poder militar del Mariscal Santa Cruz, quien abandona a sus tropas y huye a Lima.



Posteriormente, siguió a Arequipa donde se impuso de un pronunciamiento en su contra en Bolivia, por lo que huyó a Guayaquil.



El Mariscal José Agustín Gamarra asumió el mando del Perú, independizándose de la Confederación Perú-boliviana.
Saludos
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Elvis
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Mensaje por Elvis »

Lord Almirante escribio: "En 1879 el 40% de la tripulacion peruana del Monitor Huascar, era de origen BRITANICO".
Esa fué una de las razones por las que el Huascar se rindio y no terminó de autohundirse, los ingleses no querían seguir peleando y no obedecieron las ordenes de no rendir el buque.
Elvis... the King.
Lord Almirante

Mensaje por Lord Almirante »

Pues no, cuando el Huascar fue abordado, estaba a 2 pies de cubrir las calderas, los marinos chilenos cerraron las valvulas, justo a tiempo.

saludos
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Elvis
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Mensaje por Elvis »

Lo que digo lo afirmo porque en el libro "Hidalgos del Mar" de tu compatriota Jorge Inostrosa, dice en la pag 134/135 que los marinos ingleses, en medio de la batalla, abandonando las piezas de artillería, gritaron: "nos van a matar a todos, no tenemos por que dejarnos matar, somos ingleses", acto seguido corieron hacia el palo de mesana donde se hallaba la bandera peruana y la arriaron con lo cualel Comandante Latorre a bordo del "Cochrane", se alegró de la rendicion... por poco tiempo, ya que la bandera fué nuevamente izada por el Teniente Palacios. tras este acto, Latorre ordenó hundirlo a cañonazos, como merecia, con su bandera al tope. A los pocos minutos, los dos buques chilenso que estaban disparando (ambos) al munitor, casi colisionan tras una serie de maniobras. A las 10:55, el Huascar estaba en pesimas condiciones, con agueros que perforaron el casco (6) y con 69 muertos a bordo, muchos heridos, incluido el Teniente Palacios caido junto al palo de mesana. "saltando sobre las drizas de la bandera, varios de los ingleses rindieron el barco" (pag 135), "el teniente Palacios, estaba caido y solo atinó a gritar hacia la sala de maquinas una ultima orden: Abrir las valvulas! y hundir la nave, morir con honra." Al poco tiempo, ayudados por los ingleses, embarcan el Teniente Juan Simpson y guarnicion armada. "mientras los tripulantes ingleses lo rodeaban, implorandole que no los degollaran, pues habían oido decir que los chilenos asesinaban a sus prisioneros, el Tte. Palacios volvió a hacer un ultimo intento de honrar la memoria de Grau hundiendo su barco. Arrastrándose por la escotilla bajó a l santabárbara y aplicó una mecha encendida. Cuando los ingenieros chilenos bajaron a cerrar las valvulas, que ya inundaban la cala, lo encontraron tumbado en un pasillo" El mismo, al encontrarse frente a Simpson, casi seguro de su victoria, le informa de la mecha en la polvora... tras lo cual los ingleses: "vamos a volar por los aires - exclamaron aterrados los artilleros- a los botes, a los botes". El valiente Simpson dijo: "quietos todos" y se quedó imperterrito a esperar la explosion... un minuto pasó y nada, Palacios debió aceptar su derrota. Simpson caballerosamente lo hizo trasladar al Cochrane a fin de ser correctamente atendido de sus graves heridas.
me parece que, mas allá de la gallarda actutud de chilenos y peruanos en la Guerra naval del Pacifico, estos muchachos ingleses demostraron lo de siempre... que los mercenarios solo sirven a un amo... a si mismos... y que a falta de dinero, bien está la cobardía. NO hace falta que defiendas lo indefendible... nadie ataca a Chile ni a Perú... solo dije que los ingleses mercenarios del Huascar tomaron parte importante en la captura del mismo.
Saludos
Elvis... the King.
Lord Almirante

Mensaje por Lord Almirante »

Jorge Inoztroza, es un ESCRITOR DE NOVELAS HISTORICAS, ese libro es un extracto de su mayor exito, y tambien del Libro mas vendido en la Historia de Chile (Harri Potter, no le llega a los talones) su libro es "ADIOS AL 7° DE LINEA".

Donde mezcla los hechos de la Guerra, con situaciones ficticias, como los dialogos que haces mencion.

Sin duda un gran escritor, su libro lo he leido muchas veces, pues mi padre me lo regalo a los 9 años (5 tomos)

Lo que debes consultar, son partes de Guerra o en su defecto, documentos de la Epoca.
En este estado y siendo de todo punto imposible ofender al enemigo resolví de acuerdo con los tres oficiales de guerra que quedábamos en combate, sumergir el buque antes que fuera presa del enemigo, y con tal intento mandé al alférez de fragata don Ricardo Herrera para que en persona comunicara al primer maquinista la orden de abrir válvulas, la cual fue ejecutada en el acto, habiendo sido para ello indispensable parar la máquina según el informe que acompaño de dicho maquinista.

Eran las 10. 10 a.m. cuando se suspendieron los fuegos del enemigo. El buque principiaba ya a hundirse por la popa y hubiéramos conseguido su completa sumersión si la circunstancia de haber detenido el movimiento de la máquina no hubiera dado a lugar a que llegaran al costado las embarcaciones arriadas por los buques enemigos, a cuya tripulación no nos fue posible rechazar por haber sido inutilizadas todas las armas que teníamos disponibles.

Una vez a bordo los oficiales que las conducían obligaron a los maquinistas revólver en mano, a cerrar las válvulas cuando ya teníamos cuatro pies de agua en la sentina y esperábamos hundirnos de un momento a otro; procedieron activamente a apagar varios incendios que aún continuaban y nos obligaron a pasar a bordo de los blindados junto con los heridos.

Parte de Pedro Garezón, último Comandante del Huáscar
http://www.laguerradelpacifico.cl/Campa ... ngamos.htm

Otro parte
http://www.laguerradelpacifico.cl/Campa ... ngamos.htm

Aqui, puedes leer los Telegramas de los chilenos, sobre el combate
http://www.laguerradelpacifico.cl/Campa ... ngamos.htm

AHORA ESTE ES EL DE MAYOR IMPORTANCIA
Relato del ingeniero 2° del Cochrane don José Antonio Romero

Un dato referido por el ingeniero 2° del Cochrane. José Antonio Romero y confirmado confirmado por sus compañeros y subalternos que presenciaron el hecho.
Al tomar posesión del Huáscar con los captores del Cochrane, el ingeniero antes citado, notó que el buque se hundía, inmediatamente de hacerse cargo de su puesto trató de encontrar la causa, que hacía irse llenando de agua al buque y se encuentra con que al ser tomado, los peruanos abrieron las válvulas de seguridad para que el Huáscar se fuera a pique. El ingeniero de Huáscar, que era un inglés, al ser interrogado por el ingeniero Romero sobre las llaves de la válvulas se negó a entregarlas, lo que hizo inmediatamente después de ser amenazado por el ingeniero Romero, quien revolver en mano le intimó
hacer la entrega o en caso contrario ahí mismo lo mataba. Después de obtener las llaves, sin confiarse de sus subalternos, el mismo trabajó con el agua a la cintura, por largas horas sin tomar un escanso, hasta ver completamente fuera de peligro al buque.

*Testimonios y Recuerdos de la Guerra del Pacífico de Oscar Pinochet de la Barra de Editorial del Pacífico.
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Elvis
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Mensaje por Elvis »

A ver... por lo que puedo inferir tu juego es solo defenestrar las fuentes que otros ponen, pero sigues sin decirme nada sobre el tema, que es simple, si los ingleses tomaron parte importante o no en la rendicion del Huascar... no me das elemento alguno para ello, sos inglés o chileno?, porque realmente estas emperrado en defender a los marinos ingleses sin que eso esté respaldado por funtes validas... aparte, no pido tu aceptacion a lo que digo... solo que, si tienes datos validos para aportar al respecto lo hagas.
Hasta ahora solo leo que lo que tu pones TIENE QUE SER cierto, y si alguien agrega una fuente que no es la tuya, es que esaFUENTE no tiene valor, POR ESTO O POR AQUELLO. TE EXPLICO, EN UN FORO SE DISCUTEN HECHOS O IDEAS...se escribe y tambien se lee. Espero que aportes algo al respecto de este tema, los mercenarios ingleses, sino no aportes nada.
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Lord Almirante

Mensaje por Lord Almirante »

Mira, te puse partes oficiales peruanos y chilenos del Combate Naval de Angamos, y ahi no aparece nada de lo que mencionas.......si tu no crees en los partes oficiales, pero SI en una Novela...entonces es tu problema, no el mio.
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Elvis
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Mensaje por Elvis »

Ok, ya veo que tipo de "historiador" eres.... jajaja.
si no te bancas poner datos que nieguen lo que digo, entonces no pongas nada... vamos a hacer un juego de logica.. si es que puedes... para que el Huascar dejó que lo abordaran los chilenos si habían abierto las válvulas??, ahh, me imagino: "vengan, así las cierran", me parece que estas menospreciando a los pocos peruanos que quedaben... aparte... a lo que voy, los ingleses (como tu pretender serlo.. aunque te comento, estás lejos, Chile puede estar admirada de Inglaterra pero estan a años luz) ya no tenian porque combatir, por ello rindieron al buque.
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Elvis
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Mensaje por Elvis »

Otra aclaracion... esa "guerra " de la que tu hablas con Bolivia invadiendo Argentina y demás... me parece que eso si es de novela. Te explico un par de cositas...en la epoca que mencionas, en nuestro apis había una sangrienta guerra civil entre unitarios y federales, Rosas solo era gobernador de Buenos Aires, no Presidente, ok? En 1831 los unitarios de Salta ofrecen su provincia a Bolivia. finalmente, Jujuy se independiza de Salta y Facundo Quiroga derrota y expulsa a los unitarios del norte. Se van a Bolivia, donde comienzan a reclutar tropas (mercenarios y expatriados) quedando A. Heredia como representante federal en el NOA (era gobernador de Tucuman). Francisco Javier Lopez, ex- gobernador de Tucuman y adversario de Heredia, apoyado por Santa Cruz, invade el norte con sus mercenarios, pero no como ejercito "oficial " de Bolivia, sino bajo banderas unitarias. Invade y llega a Tucuman, tras ser derrotado por Heredia, es capturado y fusilado.
Posteriormente, Santa Cruz sigue apoyando a los unitarios exiliados, Rosas encomienda a Heredia el combate a estas montoneras de invasores irregulares, tomando en cuenta que Rosas esaba ocupado en el conflicto con Francia (un pais un poco, solo un poco mas peligroso que Bolivia en esa epoca jeje). El tema es que estos invasores llegan a estar dando vueltas por las provincias del norte sin causar mucho revuelo y es cierto que finalmente, se retiran, no teniendo mucho que saquear ni ocupar... finalmente, tras ser derrotados en Yungay por Chile (que si tenía un gobierno nacional), desaparece la Confederacion.
A lo que voy es a que este ejercito, no combatió contra las fuerzas argentinas que estaban combatierndo a Francia. Solo contra algunos irregulares provinciales.
Elvis... the King.
Lord Almirante

Mensaje por Lord Almirante »

Bueno, veo que no conoces la historia de tu pais....te la recuerdo????
Año 1837
13 de febrero: La Confederación Argentina declaró rotas las relaciones con la Confederación Peruano-Boliviana.

8 de mayo: Rosas designó al General Alejandro Heredia como comandante del futuro ejército de operaciones y como jefe de Estado Mayor a su hermano, el General Felipe Heredia, gobernador de Salta.

19 de mayo: Declaración de guerra. La declaró la Confederación Argentina al "Gobierno del General Santa Cruz y sus seguidores".

Ejército de Santa Cruz

5.000 hombres, cuya masa se encontraba en Perú, donde se esperaba el desembarco de un ejército chileno.

1.000 hombres con 6 piezas de artillería, al mando del General Felipe Braun, en la frontera con la Argentina.

Ejército de la Confederación Argentina

Se inició con un total de 300 hombres en distintos puntos de la frontera, de los cuales 100 eran milicianos y 200, voluntarios sin instrucción. En tanto, se había pedido a las provincias que cada una organizara una compañía de 120 hombres y que la tuviera lista para marchar hacia el teatro de operaciones

La idea operativa era actuar ofensivamente en forma coordinada con la proyectada expedición chilena a Perú. Sin embargo, ello no pudo llevarse a cabo por falta de oportunidad y medios.

28 de agosto: Una columna boliviana de 100 hombres cruzó la frontera y por La Quiaca llegó a Cochinoca.

29 de agosto: Otra columna alcanzó Iruya. Ambas tomaron prisioneras a las pequeñas guarniciones argentinas.

11 de septiembre: Ocupación de Humahuaca por ambas columnas, que adelantaron fracciones hacia el sur.

12 de septiembre: Combate de Humahuaca o de la Herradura. El General Felipe Heredia atacó con 400 hombres (3 escuadrones y 1 compañía ) a las fracciones bolivianas y las obligó a retirarse.

13 de septiembre: Combate de Santa Bárbara (4 kilómetros al norte de Humahuaca). El General Heredia, con las mismas fuerzas, atacó a una tropa boliviana de efectivos equivalentes al mando del Teniente Coronel Campero, que se retiró. Las bajas bolivianas en estos encuentros fueron de 15 muertos y 10 prisioneros, en tanto que las argentinas alcanzaron 9 muertos y 8 heridos. Las fuerzas argentinas se retiraron a Salta.

La mala situación del ejército chileno, que había invadido Perú, obligó al Vicealmirante Manuel Blanco Encalada a firmar el Tratado de Paucarpata; quedaba así libre el ejército de Santa Cruz para operar sobre el noroeste argentino.

17 de noviembre: Capitulación del ejército chileno que había invadido al Perú.

11 de diciembre: Combate de Vicuñay (proximidades de Tres Cruces). Una compañía argentina derrotó a una agrupación boliviana al mando del comandante Colqui, quien cayó prisionero con 20 de sus hombres.

Año 1838

2 de enero: Combate de Rincón de las Casillas (3 kilómetros al sur de Negra Muerta). El Capitán Gutiérrez derrotó a una fracción boliviana con 16 hombres, de los cuales 10 cayeron prisioneros. A continuación, se ocupó Negra Muerta.

2 y 3 de enero: Dos fracciones bolivianas combatieron entre sí en Negra Muerta con la convicción de que atacaban a la fracción argentina que la había ocupado. Comprobada la confusión, toda la fuerza boliviana retrocedió a Iruya, habiendo sufrido pérdidas y fracasado en su misión de sorprender a la avanzada argentina.

Ofensiva argentina

La llevaron a cabo dos columnas, al mando de los Coroneles Gregorio Paz y Manuel Virto.

Columna Paz (1.000 hombres).

27 de abril: Partió de Humahuaca.

29 de abril/9 de mayo: Se libraron pequeñas acciones en Laguna Acambuco, Zapatera, San Diego y Pajonal.

Mediados de junio: Gregorio Paz llegó a Tarija, pero, en vista de la superioridad enemiga, se retiró.

24 de junio: Combate de Cayambuyo. La retaguardia de Paz (300 hombres) fue alcanzada por el enemigo, que la derrotó. De esta forma, Paz fracasó en el cumplimiento de su misión.

Columna Virto (1.500 hombres)

5 de junio: Partió desde San Andrés (60 kilómetros al este noreste de Humahuaca).

11 de junio: Los argentinos atacaron Iruya, pero fueron rechazados.

Retirada argentina

Ante el fracaso de su ofensiva, Heredia retiró las tropas, primero a Jujuy y luego a Tucumán, adonde llegó el 12 de agosto.

Año 1839
Fin de la guerra

Chile no aprobó el tratado suscripto por Blanco Encalada y mantuvo el estado de guerra con Santa Cruz.

20 de enero: En Yungay, Santa Cruz fue totalmente derrotado por un ejército chileno al mando del General Bulnes. Esta derrota, unida a levantamientos militares peruanos y bolivianos, significó el fin de la Confederación.

14 de febrero: El nuevo presidente boliviano, General Velasco, comunicó por nota al gobernador de Jujuy que se concluía la guerra.

26 de abril: Por decreto de esta fecha, Rosas también dio por terminadas las hostilidades.

La Confederación Argentina no logró el principal objetivo de esta guerra, la devolución de Tarija.

http://www.ejercito.mil.ar/dahe/histori ... livia.html


saludos
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Elvis
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Mensaje por Elvis »

No necesito que me recuerdes nada... lo que puse está claro, me gustaría que ejercites un poco la comnprension de texto y bajes un poco el copete, ok?, no te he agredido y espero de tu parte el mismo respeto.
Lo que pones no hace sino dar la derech a lo que digo: muchas fuerzas irregulares y provincianas en el norte, en que te molesta eso?, No voy a entrar en discosion con un forista "copy & paste", tu fuente es buena y lo que yo escribí fué extractado de varias, no copio y pego... si me dices en que se contradicen es otra cosa. Mientras...
De ultima... a que pais pertenecen hoy Jujuy, Salta Y Tucumán??, a Bolivia??, no, entonces, quedate piola. Y por favor sosega un poco tu exacerbado (y exagerado) nacionalismo, la verdad nunca es absoluta y hay que escuchar ambas campanas antes de tomar una postura extrema, un consejito, por tu bien, ya que por tu forma de escribir queda claro que sos muy, pero muy joven.
Saludos.
Elvis... the King.
Lord Almirante

Mensaje por Lord Almirante »

Primero...calmate, aqui nadie te ha faltado el respeto.

Segundo.....Las 2 informaciones que postee, son de fuentes de tu pais, y si bien es cierto que las copie y las pege, es por la sencilla razon, de que si te hubiera escrito yo, lo mismo, me habrias descalificado diciendo que no tenia idea o algo parecido....o no.

La idea es que veas que tu propio ejercito te contradice.

Los bolivianos, se pasearon por el norte de Argentina, eso esta claro. Entiendo que te moleste, siendo Bolivia el pais mas pobre de Sudamerica.

Y ser nacionalista no le encuentro nada de malo.

Estoy orgulloso de mi pais, y no me trago los mensajes de tipo "americanista" que hablan de unidad latinoamericana.

La gran mayoria de los chilenos, no queremos unirnos con los demas...para que????? que ventaja hay en ello???

Y no tiene nada que ver, que Jujuy, Salta y Tucuman sean argentinas, pues Bolivia no las reclamaba.

Al contrario Argentina entro a la Guerra porque reclamaba Tarija.

De quien es Tarija???? de Bolivia.

Mi forma de escribir, no es de ser "muy joven" como dices tu, es solo directa y franca, algo que a muchas personas, molesta, y lo entiendo, pero asi soy.

Y te voy a decir que esperaba mas de ti, que tus descalificaciones, de "escribe mal" "es joven"....aunque creo que la verdadera razon no la pusiste "es chileno"....o no.

saludos
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Elvis
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Mensaje por Elvis »

la verdad es que no, no me molestan los chilenos para nada, y me molestaría que un peruano, español o boliviano se comporte como tu... que realmente tienes problemas con Argentina... nunca negue que el ejercito que invadio el norte haya tenido oposicion,,, pasa que no era realmente un peligro... y eso quedó claro. No me molesta lo que pasó y estoy tranquilo. Argentina no era un estado nacional, solo una serie de provincias que no poseian gobierno central y que se hallaba separada por luchas intestinas.
Como otro comentario... no me interesa que chile se una al resto, no pueden aportar nada, me encanta que sean del libre comercio de USA y no de cualquier iniciativa latinoamericana, no nos hace falta, pero no desde un punto de vista xenofobo, sino que Argentina tiene mas aspectos en común con Brasil y el resto del Mercosur que con vchile, por una cuestion de sistemas industriales y economicos. No creas que son imprescindibles. Está claro que mi pais puede caer y levantarse solo, como lo ha hecho siempre y lo hace ahora, y ni las puñaladas por la espalda le quitan el carácter de lider junto (o un paso detras) del Brasil.
lamentablemente, tu pais, objetivamente hablando, está muy lejos de ello.
Elvis... the King.
Lord Almirante

Mensaje por Lord Almirante »

Pues tus compatriotas no piensan lo mismo

http://www.lanacion.com.ar/edicionimpre ... _id=753232

saludos
Qadesh

Mensaje por Qadesh »

Señores, por favor, calmen sus ánimos. Todos se lo agradeceremos y ustedes mismos se lo agradecerán mucho más.

Gracias, y saludos.
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jbismarck
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Re: Guerra contra la Confederacion Peru-Boliviana (1837-1839)

Mensaje por jbismarck »

que grandes patriotas fueron Juan Manuel de Rosas y Diego Portales.
lo que no me destruye me fortalece.........
el kumbanchero
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Re: Guerra contra la Confederacion Peru-Boliviana (1837-1839)

Mensaje por el kumbanchero »

Elvis escribió:Otra aclaracion... esa "guerra " de la que tu hablas con Bolivia invadiendo Argentina y demás... me parece que eso si es de novela. ... Francisco Javier Lopez, ex- gobernador de Tucuman y adversario de Heredia, apoyado por Santa Cruz, invade el norte con sus mercenarios, pero no como ejercito "oficial " de Bolivia, sino bajo banderas unitarias. Invade y llega a Tucuman, tras ser derrotado por Heredia, es capturado y fusilado.
Posteriormente, Santa Cruz sigue apoyando a los unitarios exiliados, Rosas encomienda a Heredia el combate a estas montoneras de invasores irregulares, tomando en cuenta que Rosas esaba ocupado en el conflicto con Francia (un pais un poco, solo un poco mas peligroso que Bolivia en esa epoca jeje). El tema es que estos invasores llegan a estar dando vueltas por las provincias del norte sin causar mucho revuelo y es cierto que finalmente, se retiran, no teniendo mucho que saquear ni ocupar... finalmente, tras ser derrotados en Yungay por Chile (que si tenía un gobierno nacional), desaparece la Confederacion.
A lo que voy es a que este ejercito, no combatió contra las fuerzas argentinas que estaban combatierndo a Francia. Solo contra algunos irregulares provinciales.

Elvis antes de que continues, vamos a tratar de ver quien habla novelas.!
Asi como hablas tratas de minimizar, hechos historicos indiscutibles, innegables. Para ello me voy a basar en la :
" Historia General de las Relaciones Exteriores de la Republica Argentina"
Aunque; en este tratado hay tambien omisiones notable, que entiendo son dificiles de digerir para un argentino :

Rosas , cansado de los bolivianos revoltosos, finalmente declara la guerra a Santa Cruz, despues de minimizar, ridiculizar y renunciar a los buenos oficios del "mediador ingles".
Una vez que inicia la guerra, abandona, deja que combatan solas las provincias del norte argentino?"
Defiendase el quien pueda,..?
Pero quien va a creer eso..?
Eso, es para decir que no fue una guerra de Bolivia contra la Republica argentina,
Si no; Bolivia contra dos provincias argentinas..???
Por favor.., mas seriedad...!!!!



Percepcion argentina sobre Bolivia Durante la Confederacion (1832-1839) :

Temeroso de las permanentes intrigas de los emigrados unitarios en connivencia con el gobierno de Santa Cruz, el 23 de abril de 1835 el gobernador Heredia escribió a Rosas diciendo que, por comunicaciones del cónsul argentino don Ambrosio Lezica, se había enterado de que en el gabinete de Bolivia se fraguaban planes contra la Confederación Argentina y que Tucumán era el blanco de sus tiros. Pedía auxilios, pues con los escasos recursos que tenía sólo podía neutralizar posibles trastornos en las provincias de Salta y Jujuy, pero no oponerse a las fuerzas de Santa Cruz si éste atacaba.

Rosas respondió el 30 de mayo, desestimando las apreciaciones de Heredia y menospreciando el poder de Bolivia.
Decía en su carta:

<<<...El gobierno de Bolivia és un poder tan debil, que una declaracion de guerra de (a) esta Republica seria bastante para hacerlo bambolear. Que estando (Santa Cruz) bien persuadido de esto mismo, cuida incesantemente de fomentar la discordia en Salta, de avivar la idea de reincorporacion á Bolivia, no porque la crea posible y permanente; sino porque envuelta de ese modo la provincia en perturbaciones politicas, y despedazada por si misma con las guerras civiles á que debe ser conducida en fuerza de la resistencia que encontrará este proyecto en lo general de la poblacion, y en los demas pueblos, priva á esta de los importantes recursos que esa misma provincia le proporcionaria para recobrar Tarija, que aquel gobierno la tiene usurpada, y ponerse en una actitud respetable para el Estado de Bolivia, y de mucha importancia para la de Salta..>>> (1).


Heredia señala a Rosas el 13 de julio de 1836:

( Heredia afirmaba que contaba con las simpatías de la población de Tarija y Chichas,)

Desde que las provincias de Jujui y Salta han entrado en un órden regular, los departamentos de Tarija y Chichas (ambos en Bolivia) envidian nuestra situación; y los chicheños que han sido arruinados en sus traficos de arrias para sostener el puerto de Cobija, ansian por un trastorno en Bolivia para volver á su antiguo exercicio de transportar los efectos que se introducían de esta República... (1)
Pero fundamentalmente Heredia confiaba en la capacidad de las fuerzas norteñas para hacer "desistir al presidente Santa Cruz de sus necias pretenciones"
Por cierto, esta confianza del tucumano para derrotar al gobierno boliviano partía del presupuesto de que contaría con el auxilio porteño.

El gobernador de Tucumán Alejandro Heredia que se manifestó entusiasmado en un primer momento a favor de la guerra.
El 21 de enero de 1837 Heredia escribía a Rosas:

<<< Creo que no se presentará jamás una mejor oportunidad pa recuperar el terrto de q.ignominiosamente se ha despojado a la Repuba Argent.a pa vengar los muy reiterados agravios é injurias q.l se le han hecho, para destruir de raiz las aspiraciones de los malvados unitarios y para revivir el Como qe por esta parte ha sido y es hostilizado abiertamente por el Gbno de Bolivia quien no contento con los reiterados ultrajes que siempre que se le ha presentado oportunidad ha hecho a la República Argentina hostilizando muy particularmente al partido Federal puso el 40% de dros. á los efectos de ultramar q. por esta parte se introdujesen a Bolivia; prohibiendo muy recientemente la introducción de ganados que puede decirse con exactitud es el único producto del país imponiendo también el 2% á la estraccn de metálico de aquella República >>> (4).


Poco antes de decidir el cierre de toda comunicación con Bolivia, Rosas escribía a Felipe Heredia :

( Hermano del gobernador tucumano Alejandro Heredia e impuesto por éste en la gobernación de Salta, estimulando el entusiasmo
de las provincias norteñas a favor del enfrentamiento con Santa Cruz. En esta carta del 28 de diciembre de 1836 Rosas alimentó la ambición de los gobernadores de Salta y Jujuy sosteniendo que los sacrificios de la guerra serían compensados apoderándose de la Villa de Potosí.)

<<<.. porque los Bolivianos no viven sino del tributo de los Indios y de lo que produce el Cerro y Casa de Moneda de Potosí...
y el apoderarse de aquella Villa me aseguran que no es una empresa de grandísima dificultad.>>>

Convencido de la existencia de la conexión entre los residentes antirrosistas en distintos países limítrofes, Rosas comenzó a otorgar mayor consideración a los reclamos de Alejandro Heredia. En marzo de 1836, el gobernador delegado de Tucumán solicitó a Buenos Aires un empréstito de $3.000 plata para solventar el erario provincial, agotado tras la campaña contra Javier López y las expediciones en Salta y Jujuy.
Rosas no sólo envió el capital solicitado, sino que asignó a Alejandro Heredia otros $ 100.000 sin cargo de devolución y le ofreció los artículos de guerra que pudiera "para estar prevenido por si llega el caso" (2).
---


* Rosas se encamina hacia la guerra

Rosas percibía el panorama político cambiante de las provincias de Salta y Jujuy, con sus permanentes enfrentamientos entre unitarios y federales, como un desafío a su autoridad personal. En consecuencia, la guerra contra la Confederación Peruano-Boliviana apareció como la única opción posible para el Restaurador Rosas. El enfrentamiento armado era necesario para garantizar la preservación de estas provincias del poder boliviano, y a la vez unificar políticamente desde Buenos Aires a un país más presente en los papeles que en la realidad. Eso no significa, por supuesto, que Rosas pudiera en la práctica invertir los recursos necesarios para librar por cuenta de la Confederación Argentina una guerra contra Santa Cruz, especialmente si consideramos la complicada situación que se le presentaba en otros ámbitos territoriales más próximos a Buenos Aires. A su vez, para las provincias del noroeste, Bolivia y Buenos Aires eran centros alternativos y opositores de gravitación, y si hemos de compararlos, quizá Bolivia fuera el más "natural" de ambos.

Comprendiendo Santa Cruz que el éxito de su política, cuyo eje era la materialización de una Confederación Peruano-Boliviana, peligraba con la guerra, se esforzó inútilmente en buscar un entendimiento con el gobierno de Rosas. El intento del presidente boliviano se inició con una nota del 27 de octubre de 1836 de su enviado, el general Mariano Armaza, pidiendo una entrevista con Rosas al ministro Felipe Arana. Arana tardó más de un mes en contestar, y cuando lo hizo, el 15 de diciembre, manifestó que las urgentes atenciones que ocupaban el tiempo del gobernador no le habían permitido hasta ese momento elevar a su conocimiento la carta del 27 (4).
Santa Cruz obró también para que Inglaterra ofreciera su mediación en el conflicto. El ministro inglés en Buenos Aires se dirigió a Rosas a través de un memorándum en donde señalaba su oposición a la decisión del encargado de relaciones exteriores de la Confederación Argentina de declarar la guerra a la Confederación Peruano-Boliviana, ya que en opinión de su gobierno, ningún país tenía derecho de intervenir en los asuntos internos de otros. El representante británico consideraba:

<<< perfectamente justo el acto de confederación celebrado entre Bolivia y Perú, estimándolo como una legítima aspiración de dos pueblos que contemplaban sus mutuos intereses al ser país mediterráneo el uno, y representar el otro un poder marítimo >>>
(...).

Terminaba el texto instando al gobierno de Rosas a reconsiderar con calma su posición y analizar las causas y probables consecuencias de la guerra. El representante británico ofrecía inclusive su mediación en caso de necesidad (2). Sin embargo, y como sabemos, las exigencias impuestas por Rosas para aceptar la mediación (libertad de acción a Perú para que decida o no su incorporación a Bolivia y la restitución de Tarija a la Confederación Argentina, garantías positivas para la seguridad e inmunidad de la Confederación Argentina y Bolivia, y la aprobación del gobierno de Chile de los resultados que se obtuviesen de la mediación británica) hicieron que el ministro británico decidiera suspender las negociaciones.

No obstante la importancia que tenía para el gobierno de Rosas la guerra contra Bolivia como un instrumento de cohesión política a nivel de la Confederación Argentina, Rosas tenía enemigos y problemas en muchos frentes, entre los que cabe mencionar las intrigas de los emigrados unitarios en la Banda Oriental y Chile, y el problema planteado a los intereses comerciales de Buenos Aires por el conflicto con Francia, que pronto conduciría al bloqueo francés. Debido a la presencia de estos múltiples conflictos, Rosas no podía distraer su atención ni sus recursos en la guerra que había decidido contra Bolivia. Por cierto, en una carta que envió al gobernador Heredia el 10 de enero de 1837, Rosas reconocía que no estaba en condiciones de enfrentar al general Santa Cruz:


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Reflexiones de Rosas a ultimo momento :

Sobre el modo de hacer efectivo el remedio de la fuerza en circunstancias como las presentes, en que la República no tiene, ni puede organizar de pronto un ejército de línea capaz de imponer temor y respeto al Presidente Santa Cruz, S.E. Sor. Gobernador de la provincia del Tucumán como protector de las de Salta, Jujuy y Catamarca, es quien debe tomar la dirección, poniéndose de acuerdo con los respectivos Gobernadores de las expresadas Provincias, pues el infrascripto colocado a una distancia inmensa de ellas, sin un conocimiento práctico del territorio en que se debe operar, ni de los elementos de acción con que puede contar para hacer entrar en su deber al Presidente Santa Cruz, no está en aptitud de presentar un plan de operaciones, sin exponerse a incurrir en grandes errores (3).

Si como el propio Rosas afirmaba, las fuerzas de la Confederación Argentina no estaban en condiciones de sostener operaciones en el Norte
contra los ejércitos bolivianos.

¿Por qué Rosas estaba decidido ir a la guerra contra el gobierno de Santa Cruz?

La obvia respuesta es que el gobernador de Buenos Aires calculaba que las fuerzas de Chile eran muy superiores a las de Santa Cruz, y que la alianza con el gobierno chileno destruiría el nido de conspiradores antirrosistas en que se había convertido Bolivia.
Para Chile la guerra contra la Confederación Peruano-Boliviana era decisiva : se discutía la supremacía comercial y el equilibrio de poder en el Pacífico. Para la Confederación Argentina, en cambio, esta guerra tenía más importancia para la política interna que económica y estratégica. Los perjuicios económicos sufridos por el gobierno de Rosas por culpa de Santa Cruz eran relativamente acotados, siendo el principal el impuesto del 40% sobre las mercaderías de ultramar introducidas a Bolivia desde las provincias argentinas. Estos perjuicios económicos no justificaban por sí mismos una guerra y en principio podían resolverse pacíficamente. Si finalmente Rosas se decidió a favor de la guerra, fue por sus implicancias frente a sus enemigos internos, y además porque la eventual derrota de Santa Cruz quizá le permitiría exigir la restitución de la provincia de Tarija.
Finalmente, y como consecuencia de estas consideraciones, Rosas resolvió que fuesen las provincias del Norte las que, en defensa de sus intereses inmediatos, llevaran el peso de las acciones bélicas. El gobernador de Tucumán Alejandro Heredia se manifestó entusiasmado en un primer momento a favor de la guerra. El 21 de enero de 1837 escribía a Rosas:

<<<.. Creo que no se presentará jamás una mejor oportunidad pa recuperar el terrto de q.ignominiosamente se ha despojado a la Repuba Argent.a pa vengar los muy reiterados agravios é injurias q.l se le han hecho, para destruir de raiz las aspiraciones de los malvados unitarios y para revivir el Como qe por esta parte ha sido y es hostilizado abiertamente por el Gbno de Bolivia quien no contento con los reiterados ultrajes que siempre que se le ha presentado oportunidad ha hecho a la República Argentina hostilizando muy particularmente al partido Federal puso el 40% de dros. á los efectos de ultramar q. por esta parte se introdujesen a Bolivia; prohibiendo muy recientemente la introducción de ganados que puede decirse con exactitud es el único producto del país imponiendo también el 2% á la estraccn de metálico de aquella Repúca >>> (6).

Poco antes de decidir el cierre de toda comunicación con Perú y Bolivia, Rosas escribía a Felipe Heredia, hermano del gobernador tucumano e impuesto por éste en la gobernación de Salta, estimulando el entusiasmo de las provincias norteñas a favor del enfrentamiento con Santa Cruz.
En esta carta del 28 de diciembre de 1836 Rosas alimentó la ambición de los gobernadores de Salta y Jujuy sosteniendo que los sacrificios de la guerra serían compensados apoderándose de la Villa de Potosí
,
Asimismo Rosas subrayaba de Bolivia:

<<< (Bolivia) nos debe millones de pesos que hemos insumido por su libertad e independencia en la guerra contra los Españoles: nos debe los inmensos esfuerzos y sacrificios forzosos y espontáneos que han hecho en su favor todos los habitantes de esta República; y nos debe la sangre argentina que se ha derramado en esta guerra, no pa quedar de peor condición para con ella de lo que estabamos antes sino para mejorar o cuando menos continuar en las relaciones comerciales como habíamos estado siempre. Estos pues deben ser los principales objetos de nuestras justas aspiraciones. Entienda que restituida Tarija, el Río Suypacha deberá dividir el territorio de ambas repúblicas; pero me parece que si podemos conseguir que la Villa de Tupiza y el pueblo de Santiago de Cotagaita queden dentro de nuestro territorio, será lo mejor y lo mas importante para dejar asegurada para siempre la paz y comercio libre entre ambos Estados, con todas las franquicias que llevo indicadas. A trueque de conseguir éste bien creo que podríamos condonarle los gastos hechos en la guerra de la Independencia y también los aprovechamientos que ha sacado deTarija en todo el tiempo que ha tenido usurpada. Mas para obtener todas estas cosas será preciso penetrar hasta la Capital de Bolivia, y tener por nuestro el Cerro de Potosí. Tan importante adquisición debe ser obra con exclusión de los Salteños y Jujeños >>> (5).

* El cierre de la frontera y la declaración de guerra a Bolivia

El 13 de febrero de 1837 el gobierno de Rosas declaró por decreto cerrada toda comunicación comercial, epistolar y de cualquier género entre los habitantes de la República Argentina, y los de Perú y Bolivia, y que "en consecuencia nadie podría pasar del territorio de la primera al de las segundas bajo pena de ser considerado como traidor a la patria". Esta medida no sólo generó disgusto en el pueblo boliviano que se veía privado de su pequeño comercio con las provincias del norte de la Confederación Argentina, sino que también provocó temor entre ambos bolivianos y jujeños respecto de eventuales acciones militares en su tierra.
Utilizando como pretexto las numerosas provocaciones de las fuerzas bolivianas en la frontera con las provincias del norte de la Confederación Argentina, y ajeno a la opinión de los pueblos de estas provincias (identificados con sus vecinos bolivianos y poco propensos a emprender la guerra al régimen de Santa Cruz), Rosas estuvo dispuesto a la opción bélica pues era una herramienta de cohesión política interna en su ininterrumpida lucha contra sus enemigos dentro y fuera del territorio de la Confederación Argentina. A su vez, Santa Cruz hizo un intento infructuoso por evitar la apertura de su frente sur, escribiendo una carta en la que le ofrecía su amistad y trataba de convencerlo de la total prescindencia del gobierno boliviano en la política interna de la Confederación Argentina. Sin embargo, el encargado de enviar este mensaje, general O'Brien, fue apresado e incomunicado por el gobierno de Buenos Aires.

Desarrollo de la Guerra

A la ausencia de éxitos militares argentinos, se añadieron en esta primera etapa de la guerra los problemas derivados de las deserciones y la desmoralización en los lugares fronterizos, vinculados a la escasa vocación de los sectores populares de las provincias norteñas a hacer la guerra a sus vecinos bolvianos, con quienes mantenían lazos comerciales y de todo tipo que la guerra afectaba. Por ejemplo, hacia noviembre de 1837 el batallón jujeño "Defensores" tenía 76 desertores (más del 50% de su total) entre sargentos, cabos y soldados puneños. Miguel Angel Vergara señala al respecto:

En la Puna la situación moral era desastrosa. A pesar de las prohibiciones terminantes, sus vecinos se dedicaban al contrabando; vendían caballos y naranjas de Orán y compraban coca y otras especies a los enemigos. A tal punto llegaron las desconfianzas de los jefes argentinos respecto al espíritu de los puneños, que fue necesario separar de su puesto al comandante de Yavi don Fernando Arancibia. Ese espíritu antipatriótico manifestóse más, si cabe, en la mala voluntad que demostraban aquellas gentes cuando se las llamaba a constituir los escuadrones que defenderían el suelo argentino. Era una gravísima preocupación para los jefes la manifiesta adhesión de muchos puneños a Bolivia y su desprecio por la guerra. (...). En realidad, la vida militar que se pretendía imponer a aquellos hombres ya olvidados de la disciplina y entregados a la vida pastoril y agrícola, era extremadamente dura y sacrificada. Puede contemplarse a través de los documentos el afán militarista de algunos campamentos de La Quebrada. Los hombres mal vestidos y mal alimentados (porque eso fue un oprobio de nuestros soldados) debían ejercitarse en las maniobras de las armas todo el día, con el pensamiento de que en sus ranchos miserables, sufrían sus mujeres y sus hijos todas las privaciones que su ausencia les proporcionaba. De allí las deserciones infinitas de las filas argentinas (6).

Vale agregar que como contrapartida, también se registraron deserciones de bolivianos hacia las filas de la Confederación Argentina. Tal el caso, por ejemplo, de los soldados de las guarniciones de Iruya y Cochinoca, que preferían pasarse de bando antes que luchar contra las provincias norteñas, lo que demuestra una vez más la artificialidad de la frontera. Por otra parte, es interesante observar cómo la prosa de Vergara citada arriba refleja la ingenua creencia de que pueda haber tal cosa como "patriotismo" cuando no existen lazos auténticos que justifiquen este sentimiento. En realidad, que un puneño desertara para no matar a sus primos del otro lado de la artificial frontera, y que un tarijeño desertara para no matar jujeños, era el noble reflejo del único "patriotismo" posible en esas circunstancias, patriotismo que no podía responder a Buenos Aires y ni siquiera a Tucumán, sino a los vecinos, socios comerciales y parientes.
La falta de respaldo del gobierno de Rosas a las fuerzas de Heredia hizo que éstas quedaran en situación vulnerable. En los primeros meses de 1838, los bolivianos con un ejército magníficamente armado, bajaban por la Quebrada de Humahuaca (norte argentino) mientras las fuerzas de Heredia retrocedían por no contar con los recursos necesarios. La situación militar erosionó el prestigio local de Heredia, y su debilitamiento se vislumbró en manifestaciones sediciosas en la misma Tucumán, a través de un conato revolucionario encabezado por el comandante del regimiento Nº 9, Alejo Córdoba, en enero de 1838. Un mes después hubo un conato en Catamarca, cuando ingresó en su territorio el ex comandante Rentería con una partida de 50 hombres, que desalojó al nuevo jefe militar.
La mencionada vulnerabilidad militar llevó a que los gobiernos de las provincias norteñas comenzaran a oponerse a la prolongación de la guerra. Ejemplo de ello fueron las palabras del gobernador delegado de Salta, Evaristo de Uriburu, al gobernador tucumano, insistiéndole en mayo sobre la necesidad de poner término a la guerra a través de tres cartas. En la correspondiente al 11 de mayo de 1838, le decía que:

En Tucumán están muy indignados con la conducta del señor Rosas por el abandono que á echo de nosotros: aquí no deja de sentirse el mismo disgusto, que como le dije a usted personalmente que algunos se havian animado á manifestármelo...

Cinco días después, el gobernador delegado salteño reiteraba su deseo de terminar la guerra ante Heredia con las siguientes palabras:

Los pueblos todos de la Republica decean la paz, y la necesitan, y muy particularmente estas provincias a quienes les hemos sacado la piel. Save Ud. que la guerra que hemos sostenido no á sido muy popular, y entre los milagros que hemos écho son el de sin querer haver écho coperar á todos tal ves contra su boluntad" (7).

Finalmente, y en un explícito reconocimiento respecto de la imposibilidad de seguir adelante en la guerra contra el régimen boliviano, Alejandro Heredia, quien inicialmente había mostrado signos de un enorme entusiasmo en llevar a cabo la guerra contra Santa Cruz, reconoció ante Rosas la triste realidad del fracaso de su proyecto de invadir a Bolivia:

El infrascripto general en gefe reitera nuevamente al exelentisimo gobernador de Buenos Aires Encargado por la Republica de las relaciones exteriores que el Ejercito de Operaciones sin mas recursos que los que tiene, y sin que todas las provincias tomen una parte activa en la honrosa lucha en que está empeñada aquella contribuyendo con un contingente de tropas que engrosen las filas de este, es materialmente imposible y contra todo calculo militar el poder invadir Bolivia, sino esponiendose á un contraste que comprometa el honor nacional y envuelva á las provincias del Norte a una ruina espantosa, debiendo ser estas donde el enemigo ejecute todo genero de venganzas por haber sido ellas y el Ejercito Confederado exclusivamente los que contubieron en abril ultimo todo su poder… (8).

En consecuencia, Heredia resolvió en el mes de agosto de 1838 regresar a Tucumán. Heredia no sólo retrocedió sino que dispuso la fragmentación del ejército y el licenciamiento de la tropa a sus respectivas provincias de origen. Esto permitió a Santa Cruz fortalecer su posición frente a los chilenos en la costa norte, replegando las fuerzas que se encontraban en el sur de Bolivia.
Otro elemento que caracterizó el transcurso de la guerra contra la Confederación Peruano-Boliviana fue la combinación de actividades de espionaje y venta de ganado a Bolivia por parte de sectores pudientes de la sociedad jujeña. Tal fue el caso, entre otros, de hombres como Mariano Sosa, Sebastián Condori, Juan de Dios Vargas, José María Calisaya, Rufino Flores -alcalde de Cochinoca-, Hilario Condori, Anselmo Estopiñán, Crispín Flores, Leonardo Gutiérrez y Julián Ramos, quienes eran agentes de los bolivianos: les vendían ganado y les suministraban noticias. Casi todos los vecinos del departamento jujeño de Cerro del Chañi vendían sus ganados a Bolivia y se ponían a las órdenes de las fuerzas de este Estado para servir de bomberos con el objetivo de realizar espionajes. Vale destacar que el mismo general Braun, jefe de las fuerzas bolivianas, y su segundo, general Medina Celi, fueron a Chañi en busca de ganado y adhesiones. Inclusive se registró el caso de "agentes dobles" como José Gregorio Abendaño, quien anduvo vendiendo información de uno y otro lado de la frontera hasta que el gobernador de Jujuy, Pedro Alemán, lo atrapó el 24 de mayo de 1838 (9).


* NOTAS


(1) Juan Manuel de Rosas al gobernador de Tucumán, Buenos Aires, 30 de mayo de 1835, R. Levene,
Historia del Derecho argentino, Buenos Aires, 1958, tomo XI, pp. 59-61.


(2) Oficio de Alejandro Heredia a Juan Manuel de Rosas, 13 de julio de 1836, en ibid., p. 172.
(3) C. Basile, op. cit., tomo I, pp. 110-111.

(4) La opinión de Rosas respecto del intento de negociación de Santa Cruz quedó reflejada en dos cartas enviadas a Rafael Atienza y a Pascual Echagüe. En la dirigida al último, Rosas tomaba a risa -por considerar a sus autores ineptos- el asunto de las credenciales otorgadas al enviado boliviano, general Armaza, que por segunda vez venían mal redactadas, acreditándolo para presentarse ante el gobierno de Buenos Aires, sin aclaración de que éste era el encargado de las relaciones exteriores de la Confederación Argentina. Según Rosas, la idea del gobierno boliviano para lograr sus objetivos había sido siempre no reconocer a un gobierno encargado de las relaciones exteriores y tratar con las provincias separadamente. Rosas sostenía que era gracioso que los bolivianos creyeran que podían engañar a su gobierno; le aclaraba a Echagüe que el general Armaza no sería reconocido y se le contestaría lo que correspondía. Por otra parte, Rosas admitía estar en conocimiento de la correspondencia entre Armaza y su gobierno. Ver Enrique M. Barba, "Las relaciones exteriores con los países americanos, Academia Nacional de la Historia, Ricardo Levene (comp.), Historia de la Nación Argentina (desde los orígenes hasta la organización definitiva en 1862), vol. VII, 2ª secc., Buenos Aires, El Ateneo, 1951, p. 218, nota 6.


(5) Archivo General de la Nación, Sección Farini, Leg. 19, citado en ibid., pp. 220-221.

(6) Archivo General de la Nación, Sección Farini, Leg. 19, citado en ibid., pp. 220-221.
Carta citada en E. M. Barba, "La guerra entre la Confederación Argentina y Bolivia. Sus antecedentes", en Academia Nacional de la Historia, II Congreso Internacional de Historia de América, tomo II, Buenos Aires, 1938, p. 47.


(7) Archivo Histórico de Tucumán, Sección Administrativa, Año 1838, v. 51. fs. 195 r.-196 v. y fs. 224 r.-225 v., en N. L. Pavoni, op. cit., pp. 245-246.


(8) El general en Jefe del Ejército al Gobernador de Buenos Aires, cuartel general en Jujuy, 21 de agosto de 1838, en C. Basile, op. cit., tomo II, apéndice, Nº 76, pp. 206-209.


(9)M. A. Vergara, op. cit., pp. 173-176 y 193-198.
Jorge Abastoflor
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Re: Guerra contra la Confederacion Peru-Boliviana (1837-1839)

Mensaje por Jorge Abastoflor »

Hola a todos,

Acerca de este tema me gustaría comentar algunos aspectos:

1. La Guerra entre Argentina y Bolivia existió y participaron tropas regulares con las banderas de los respectivos países en las numerosas batallas y combates que se sucedieron en la misma. Este es un evento que debería tener su propio espacio en Foro.
2. La victoria fue para Bolivia porque sus tropas permanecieron en Argentina a voluntad hasta que se hubieron normalizado las relaciones con Bolivia. Adicionalmente, es claro que la Argentina no consiguió los objetivos estratégicos por los cuales había comenzado el conflicto: la recuperación de Tarija y la incorporación de Chichas a su territorio. En aquel momento la Provincia de Chichas ocupaba el 75% de lo que es actualmente el Departamento de Potosí, lo que nos muestra que no era poco lo que querían los argentinos.
3. Después de la batalla de Montenegro, que es la última de importancia de la guerra, Otto Felipe Braun recibe el título de "Gran Mariscal de Montenegro". Como sello definitivo de la victoria.

El hecho de que Chile haya vencido porsteriormente en Yungay, destruyendo la Confederación Perú - Boliviana, ha llevado a muchos argentinos a creer que dicha victoria fue también la suya, nada más falso. Son dos guerras diferentes y sus resultados también son diferentes.

Saludos cordiales
"Solo para los muertos han acabado las guerras" (Platón)
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Danilo
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Re: Guerra contra la Confederacion Peru-Boliviana (1837-1839)

Mensaje por Danilo »

En mi criterio la deriva contiene un error de concepto. Es cierto que Rosas como encargado de los asuntos exteriores de la Confederación Argentina declara la guerra a Bolivia, pero el enfoque de algunos participantes supone que existía la República Argentina y que ésta entró en la guerra con motivos estratégicos, por ejemplo tomar posesión de provincias bolivianas. La fuente aportada por el forista El Kumbanchero precisamente presenta lo contrario, porque esa obra de largo aliento (tiene diez o más tomos), le destina los cinco o seis primeros tomos a demostrar (en mi opinión lo consigue) que hasta bien entrado el siglo XIX no existía una unidad política llamada Argentina (menos República Argentina) sino provincias apenas unidas con lazos débiles en una confederación de la cual el gobernador de Buenos Aires, D. Juan Manuel de Rosas, era por cuestiones prácticas su representante para el exterior, dicho con mayor detalle, en realidad según la provincia y la ocasión a tener en cuenta Rosas resultó un representante más nominal que efectivo, de hecho algunas provincias suscribieron por ellas mismas tratados con países vecinos. Este concepto representa la tesis principal de dicha obra para ese período, por lo tanto mal se hecho al no prestarle atención o no entender el punto de vista de los autores.

La mencionada guerra tiene por fondo la ligazón estrecha de la polítca interna de la provincias del noroeste argentino con la política interna boliviana. Nunca será suficiente enfatizada esta característica del siglo XIX. Me parece un error imaginar esa guerra como si se tratara de un conflicto entre dos estados consolidados del siglo XX.

Post Scriptum: copio de la obra de Escudé y Cisneros el capítulo introductorio (el resaltado es mío): "A comienzos del segundo gobierno de Rosas se observaban dos situaciones conflictivas que reflejaban una tendencia a la fragmentación del viejo orden político virreinal, y de creciente autonomía de las provincias del Interior respecto del poder de Buenos Aires, en tanto a la actitud asumida por el gobierno de la provincia de Mendoza (que negociaba por su cuenta un tratado de comercio con Chile) debía agregarse la acción desplegada por los emigrados unitarios provenientes de la provincia argentina de Salta en Bolivia, que procuraban la incorporación de esta provincia al Estado del Altiplano, con tal de no sujetarse a la autoridad de Buenos Aires encarnada en la figura de Rosas.
Este capítulo, que se centra en las vísperas de la guerra del gobierno de Rosas contra el gobierno boliviano del general Andrés Santa Cruz, explorará en profundidad las relaciones entre Bolivia y las provincias del noroeste argentino, especialmente en lo que concierne a la participación del gobierno de Santa Cruz en las luchas internas entre unitarios y federales en Salta y Jujuy, como parte de los antecedentes del conflicto. De tal manera, también comprenderemos mejor las razones por las que, como se dijo tantas veces, durante aquella época la Argentina no era ni un Estado ni una nación."
http://www.argentina-rree.com/3/3-046.htm
Todos los que hemos sido público alguna vez sabemos que este monstruo de múltiple cabeza, sabe muchas cosas que debiera ignorar e ignora muchas otras que debiera saber. ¿Quién sabe, por ejemplo, más mentiras que el público?.
Lucio V. Mansilla
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Danilo
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Re: Guerra contra la Confederacion Peru-Boliviana (1837-1839)

Mensaje por Danilo »

Danilo escribió:Es cierto que Rosas como encargado de los asuntos exteriores de la Confederación Argentina declara la guerra a Bolivia...
Corresponde decir: declara la guerra a la Confederación Peruano-Boliviana gobernada por el general Santa Cruz.

Como una muestra de cuan lábiles eran las nacionalidades en esa época, copio un fragmento del estudio de Escudé y Cisneros:
" Otro elemento que caracterizó el transcurso de la guerra contra la Confederación Peruano-Boliviana fue la combinación de actividades de espionaje y venta de ganado a Bolivia por parte de sectores pudientes de la sociedad jujeña. Tal fue el caso, entre otros, de hombres como Mariano Sosa, Sebastián Condori, Juan de Dios Vargas, José María Calisaya, Rufino Flores -alcalde de Cochinoca-, Hilario Condori, Anselmo Estopiñán, Crispín Flores, Leonardo Gutiérrez y Julián Ramos, quienes eran agentes de los bolivianos: les vendían ganado y les suministraban noticias. Casi todos los vecinos del departamento jujeño de Cerro del Chañi vendían sus ganados a Bolivia y se ponían a las órdenes de las fuerzas de este Estado para servir de bomberos con el objetivo de realizar espionajes. Vale destacar que el mismo general Braun, jefe de las fuerzas bolivianas, y su segundo, general Medina Celi, fueron a Chañi en busca de ganado y adhesiones. Inclusive se registró el caso de "agentes dobles" como José Gregorio Abendaño, quien anduvo vendiendo información de uno y otro lado de la frontera hasta que el gobernador de Jujuy, Pedro Alemán, lo atrapó el 24 de mayo de 1838."

Del mismo modo, debido a la artificialidad de las fronteras algunos soldados bolivianos desertaban hacia las filas de la Confederación Argentina. En la década de 1830 Santa Cruz, Rosas y el tucumano Heredia con una guerra procuraban alcanzar sus objetivos políticos (no necesariamente nacionales), y trataban de cohesionar a favor de sus fines la población de una región más ligada con sus vecinos inmediatos (p.e. los tarijeños y los jujeños) que con los gobiernos de La Paz o Tacna, de Buenos Aires o Tucumán.
Todos los que hemos sido público alguna vez sabemos que este monstruo de múltiple cabeza, sabe muchas cosas que debiera ignorar e ignora muchas otras que debiera saber. ¿Quién sabe, por ejemplo, más mentiras que el público?.
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Jorge Abastoflor
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Re: Guerra contra la Confederacion Peru-Boliviana (1837-1839)

Mensaje por Jorge Abastoflor »

Hola Danilo y amigos foreros,

Quisiera contribuir a la discusión con lo siguiente:

1. La idea de Escudé y Cisneros de que no existía unidad política y nacional en lo que hoy llamamos Argentina en dicho periodo se entiende plenamente. No obstante, es una realidad que se aplica a todos los países de Sudamérica después de las Guerras de Independencia.
2. Argentina ha optado por designar el año 1810 como fecha de su nacimiento, en consecuencia, todos los eventos posteriores a esta deben considerarse de su plena responsabilidad como Estado único e independiente.
3. Rosas, para todos los efectos, es el representante legal de la Confederación Argentina para asuntos internacionales; luego, su declaratoria de guerra es válida para todas las provincias. Adicionalmente, la simple comunidad de voluntades entre Rosas y Heredia en este tema refleja una intencionalidad política que no puede ser definida como unilateral o uniprovincial.
4. Al momento del conflicto Bolivia se encontraba confederada con el Perú; sin embargo, creo que no es ocioso mencionar que el peso de la guerra recayó enteramente sobre Bolivia.
5. La intención de incorporar Chichas y Tarija de parte de la Argentina se encuentra anotada en la propia obra de Escudé y Cisneros.

Saludos cordiales
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Danilo
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Re: Guerra contra la Confederacion Peru-Boliviana (1837-1839)

Mensaje por Danilo »

Jorge Abastoflor escribió:Hola Danilo y amigos foreros,

Quisiera contribuir a la discusión con lo siguiente:

1. La idea de Escudé y Cisneros de que no existía unidad política y nacional en lo que hoy llamamos Argentina en dicho periodo se entiende plenamente. No obstante, es una realidad que se aplica a todos los países de Sudamérica después de las Guerras de Independencia.
2. Argentina ha optado por designar el año 1810 como fecha de su nacimiento, en consecuencia, todos los eventos posteriores a esta deben considerarse de su plena responsabilidad como Estado único e independiente.
3. Rosas, para todos los efectos, es el representante legal de la Confederación Argentina para asuntos internacionales; luego, su declaratoria de guerra es válida para todas las provincias. Adicionalmente, la simple comunidad de voluntades entre Rosas y Heredia en este tema refleja una intencionalidad política que no puede ser definida como unilateral o uniprovincial.
4. Al momento del conflicto Bolivia se encontraba confederada con el Perú; sin embargo, creo que no es ocioso mencionar que el peso de la guerra recayó enteramente sobre Bolivia.
5. La intención de incorporar Chichas y Tarija de parte de la Argentina se encuentra anotada en la propia obra de Escudé y Cisneros.


Saludos cordiales
Jorge,

Su punto 2. contradice al 1., si no existía un estado único y central mal podemos hablar del estado argentino y/o nación argentina. Que se festeje hoy en día la Revolución de Mayo no genera un estado único y central en la década de 1830, ese el punto. La cuestión no pasa por asignar responsabilidades sino por comprender procesos históricos. Por otra parte, es erróneo "una realidad que se aplica a todos los países de Sudamérica después de las Guerras de Independencia.". De Chile podemos decir que sí existía tal estado central en la década de 1830, un hecho que mucho le ayudó a derrotar a la confederación gobernada por Santa Cruz.

3. La declaración de guerra para las provincias que no integran el NO (noroeste) fue nominal, no tuvieron ninguna participación. Pero no es mi intención dejar implícito que "Argentina" le hubiera ganado a Bolivia de contar con la participación activa de Santa Fe, etc. Para ser franco, los orgullos nacionales productos de guerras ganadas, empatadas o como se las quiera presentar, con todos sus héroes, me suelen provocar alguna sonrisa :) . Insito, me interesan los procesos históricos.

4. No viene al caso de mi participación en el tema, para mí no es el punto si Bolivia peleó sola o aliada a las principales potencias de la época. Mencioné la Confederación Peruano-Boliviana porque Santa Cruz ejercía el gobierno de dicha confederación.

5. Usted omite el apoyo del gobierno de Santa Cruz a los antirrosistas y antiheredistas que operaban desde las provincias bolivianas y, más aún, a los que vivían en las provincias del NO. La invasión tiene fondo esa estrecha relación entre las políticas internas, no disputas limítrofes que estaban en un segundo plano. En todo caso, me parece más consistente, ver cómo pretendía extender Heredia su influencia al puerto de Cobija, un punto tanto o más importante que los territorios de Chichas y Tarija para la economía del NO.

Termino aquí, no quiero entrar en polémicas absurdas de bolivianos versus argentinos. Hubiera jurado que en Sudamérica ya tenemos el fútbol para esos menesteres. Saludos al foro.
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Re: Guerra contra la Confederacion Peru-Boliviana (1837-1839)

Mensaje por Satur »

Horacio en el puente. Asombrosa resistencia. :dpm:
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LAO TSE.

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Re: Guerra contra la Confederacion Peru-Boliviana (1837-1839)

Mensaje por Jorge Abastoflor »

Danilo escribió: Jorge,

Su punto 2. contradice al 1., si no existía un estado único y central mal podemos hablar del estado argentino y/o nación argentina. Que se festeje hoy en día la Revolución de Mayo no genera un estado único y central en la década de 1830, ese el punto. La cuestión no pasa por asignar responsabilidades sino por comprender procesos históricos. Por otra parte, es erróneo "una realidad que se aplica a todos los países de Sudamérica después de las Guerras de Independencia.". De Chile podemos decir que sí existía tal estado central en la década de 1830, un hecho que mucho le ayudó a derrotar a la confederación gobernada por Santa Cruz.

3. La declaración de guerra para las provincias que no integran el NO (noroeste) fue nominal, no tuvieron ninguna participación. Pero no es mi intención dejar implícito que "Argentina" le hubiera ganado a Bolivia de contar con la participación activa de Santa Fe, etc. Para ser franco, los orgullos nacionales productos de guerras ganadas, empatadas o como se las quiera presentar, con todos sus héroes, me suelen provocar alguna sonrisa :) . Insito, me interesan los procesos históricos.

4. No viene al caso de mi participación en el tema, para mí no es el punto si Bolivia peleó sola o aliada a las principales potencias de la época. Mencioné la Confederación Peruano-Boliviana porque Santa Cruz ejercía el gobierno de dicha confederación.

5. Usted omite el apoyo del gobierno de Santa Cruz a los antirrosistas y antiheredistas que operaban desde las provincias bolivianas y, más aún, a los que vivían en las provincias del NO. La invasión tiene fondo esa estrecha relación entre las políticas internas, no disputas limítrofes que estaban en un segundo plano. En todo caso, me parece más consistente, ver cómo pretendía extender Heredia su influencia al puerto de Cobija, un punto tanto o más importante que los territorios de Chichas y Tarija para la economía del NO.

Termino aquí, no quiero entrar en polémicas absurdas de bolivianos versus argentinos. Hubiera jurado que en Sudamérica ya tenemos el fútbol para esos menesteres. Saludos al foro.
Hola Danilo y amigos del foro,

Tomo nota de su deseo de no entrar en polémica; no obstante, todo el punto de formar parte de un foro es el de polemizar, con el propósito de abrir puertas de análisis que no son accesibles sin un esfuerzo dialéctico. De modo que voy a continuar con el análisis, con la dispensa de Ud.

1. No hay contradicción. La existencia de un Estado es posible fuera del esquema "único" y "central" que Ud. menciona. Los estados que funcionan en lógicas diferentes a las antes mencionadas son: las Federaciones, las Confederaciones y, más contemporáneamente, los Estados Autonómicos. Argentina, en este período, es una Confederación o Estado Confederado. En conclusión, mantengo la idea de que la entidad estatal argentina debe ser responsable de sus actos internos y externos desde el año 1810.
2. Suena arcaico hablar de "orgullos nacionales" y de "todos sus héroes" a estas alturas. Sin embargo, un somero análisis de los contenidos de este sub-foro relativo a "España y Países Hispanohablantes" deja en evidencia que hay mucho de orgullo nacional en la mayor parte de las participaciones; es lo que lo hace interesante, en mi opinión. Además, el propio nombre del Foro -"El Gran Capitán"- se refiere a un gran héroe nacional de España.
3. No mencioné la política de Santa Cruz porque no me pareció que viniera al caso, pero ya que el tema se trae a colación daré mi opinión. Es completamente cierto que la injerencia de Santa Cruz en el norte argentino era muy evidente y nociva para la consolidación del Estado argentino; pero debo acotar que no creo que hubiese en el estadista boliviano el interés de anexar una o más provincias argentinas a Bolivia.

Saludos cordiales
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