A ver, en estos 10 años van a ocurrir más cambios que en los 60 anteriores. Pero a corto y medio plazo, el protagonista no será la munición sin vaina. De hecho, a menos que encuentren soluciones hoy desconocidas, no será adoptada como munición para armamento militar individual y de escuadra.
Es evidente que una munición caseless presenta ventajas teóricas importantes respecto al peso y al volumen de la munición, por no hablar del coste. Sin embargo, presenta barreras hoy por hoy insalvables.
La primera barrera es térmica. Los geniales diseñadores de HK y Dynamit Nobel no tuvieron en cuenta casi hasta el final que la vaina, en la etapa de expulsión, se lleva consigo una parte no despreciable de gases residuales y aisla la recámara de parte del calor de la combustión. En un diseño caseless, el calor se va a acumular mucho más rápidamente que en el caso de munición con vaina.
Sin embargo, el peor problema es el de la integridad estructural de la munición sin vaina. Es a día de hoy imposible construir un cartucho sin vaina con la resistencia estructural que tiene una vaina de latón, acero o polímero. En los proceedings de small arms de NDIA 15 y 16 (no los tengo delante ahora mismo), Jim Schatz (
http://www.forgottenweapons.com/wp-cont ... l-Arms.pdf) muestra fotos de las pruebas del programa ACR de los 80. Yo era un creyente en esta munición hasta que los leí, porque muestran el problemón que supone la ruptura del bloque dentro de la recámara. En algunos casos, algo así se podría solucionar por la ventana de inspección. En otros, sólo se soluciona con trabajo de armeros, o incluso en ciertos casos partes importantes del arma no son recuperables
Hay que recordar que llevamos 60 años de experimentación con este tipo de munición. 60 años en los que no se ha logrado superar el problema de la resistencia estructural de los bloques de propelente sin vainas que les protejan.
No es seguro siquiera que el programa CTSAS llegue a buen puerto. Es una solución mucho menos arriesgada, y de hecho el programa previo LSAT llegó a una demostración previa completa. Sin embargo, no es evidente cómo se puede lograr un buen diseño de acción para carabina, dada las particularidades de la munición telescópica. Es probable que se logre, pero faltan más de 5 años y, de pronto, urge un cambio parcial, como demuestra el programa de urgencia para dotar de carabinas en 7,62x51 al Army. No para selectos, sino para el resto de componentes de la escuadra. Como sabéis, el problema de esta década es que la protección de nivel IV se ha generalizado a tal velocidad que nuestra munición actual es insuficiente para penetrarla sin recurrir al tungsteno.
Muy probablemente se adoptará un diseño de polímero para las vainas, ya sea convencional o telescópico. Queda por ver si se va a buscar un nuevo calibre con un coeficiente balístico mejorado (.260 Remington, .264 USA, .264 creedmoor), siempre en torno al 6.5mm y a 3000J de energía en boca, o si volvemos un pasito patrás a lo que alimentaba el viejo chopo. Esperemos que no, pero siendo realistas hay que asumir que el equipo del soldado no es una prioridad desde hace mucho, mucho tiempo.
Algunos detalles más:
* La cadencia en ráfaga del G11 era de 600rpm. Eso encaja con estudios de hace décadas que demuestran que un tirador va a adaptarse mejor a los armónicos que genera un arma a 600rpm o a 1200rpm que a cadencias intermedias.
* Las ráfagas a muy alta velocidad no pueden impactar en el mismo punto. Es literalmente imposible a más de unos pocos metros, y el concepto no era ése. El concepto es que 2 ó 3 balas, según diseño, salieran por la boca del cañón antes de que el retroceso afecte al tirador. Eso lograría un patrón de dispersión predecible y apoyaría que el infante lograra impactos en condiciones difíciles, o varios impactos para los tiradores más avanzados en ciertas situaciones. El problema es que tanto el G11 como el nikonov tenían tal complejidad en el diseño de la acción que la hacía de difícil mantenimiento en campo y mucho, mucho más caras.
* Debido a las ráfagas de alta velocidad, la complejidad es muy superior a las armas a las que iban a reemplazar. Sólo esto ya les condenaba al fracaso, porque un arma de mecánica compleja es inaceptable para uso militar.
* Las versiones de arma de escuadra y de pistola del diseño G11 nunca alcanzaron un diseño completamente funcional
queda para otros mensajes los detalles de CTSAS
Saludos a todos