Creo que aquí ya queda muy poco que decir. Tan sólo, algunos detalles:
- Sobre el StuG-III. Conviene señalar que su nacimiento fue más por cuestiones políticas que tácticas: es decir, que Guderain quería reservarse toda la producción de carros de combate, y la infantería necesitaba “algo”. Si ese “algo” se parecía a un tanque, pasaría a las unidades acorazadas, y no a la infantería. La solución, que no fuese un tanque. Afortunadamente para los alemanes resultó un vehículo excelente, con gran capacidad de crecimiento.
Pero recordemos que otros ejércitos aplicaron otras soluciones. Los ingleses mantuvieron los carros Cruiser e Infantry, y estos últimos, en teoría, tenían el mismo papel que los autopropulsados alemanes. Otra cosa que, como los StuG, muchas veces efectuaban el papel de carros de combate y no el de vehículos de apoyo.
Estados Unidos hizo lo que los ricos: lo mejor. Las unidades de infantería tenían asignadas para apoyo unidades de carros de combate Sherman, y se diseñó una versión de este carro con obús de 105 mm que supongo que en combate contracarro sería mediocre, pero como arma de apoyo, temible. Y no resultaría tan malo cuando se diseñaron versiones similares de los carros siguientes (del M26) para efectuar precisamente esa misión.
Habría que cuestionarse muchos aspectos, tales como el precio del vehículo, etcétera, pero sería curioso saber si la infantería preferiría verse apoyada por StuG-III o por M4/105. Estamos hablando de un vehículo de apoyo y no de un cazacarro.
- Recientemente vi por ahí un boceto muy curioso del “Jagdsherman”, un vehículo hipotético (pues nunca llegó ni a planearse, es uan fantasía en un foro) con un diseño parecido al Jagdpanther, y con cañón de 90 mm. Siempre me ha llamado la atención la poca atención del ejército norteamericano (y el británico) a vehículos de este tipo, que eran una solución de emergencia relativamente fácil de implementar. De hecho los británicos acabaron fabricando el cazacarros más raro que uno pueda imaginarse, el Archer (chasis Valentine con un cañón de 17 libras, disparando hacia atrás). Pero cuando llegó supongo que verían pocos tanques, si vieron alguno.
El M3 no era mal vehículo para una conversión, dada la disposición del motor y la cámara de combate. Hubiese sido una posibilidad de llevar al frente cuanto antes al cañón de 90 mm M3.
Y lo que me parece curioso es que no se intentase construir algún vehículo de emergencia basándose en el chasis del Lee, en la línea del M7 Priest o del M12. Algunos de los M12 construidos se usaron con bastante buen resultado en Francia como vehículo de apoyo directo, a pesar de la escasa protección. Un vehículo de ese tipo, con un cañón de 114 mm o un obús de 155 mm en casamata, o incluso el antiaéreo de 120 mm (si cabía) hubiese resultado interesante.
En todo esto los estadounidenses probablemente pecaron de lo contrario que los alemanes: para simplificar la producción se intentó introducir las menores modificaciones posibles. Es una buena política pero, a la vista de los problemas del M4 ya en 1943… USA tenía más capacidad para dedicarse a hacer experimentos, incluso construir series cortas de carros. Por ejemplo, del tanque T23 se produjeron 250 unidades más bastante prototipos, y es el perfecto desconocido. De haber llevado la Balkankreuz tendría un hilo propio en todo slos foros.
El T20E3, muy parecido al T23
Y no era por carecer de diseñadores. Vehículos como el M7 llevaron un esfuerzo desproporcionado para los magros resultados. Creo que parte del esfuerzo dedicado a esos trastos podría haberse usado en adaptar un cañón pesado en el chasis de un Sherman, con la ventaja de afectar poco a la producción. El tipo del Liberator que acertó con su bomba a McNair igual hizo un favor al US Army.
- Respecto a la relación entre victorias y pérdidas de los cazacarros (se han citado el StuG-III y el Jagdpanther, pero podría añadirse el M18) estamos en lo de siempre. Por una parte, los éxitos se tiende a sobredimensionarlos. Algunas unidades de M18 cuentan resultados sorprendentes para un vehículo vulnerable a todo lo que pase de un fusil.
Además muchos de los carros “destruidos” tienen realmente daños más o menos graves que los dejan fuera de combate pero que no impiden la posterior reparación y vuelta al combate: si el carro no se incendia es frecuente que pueda recuperarse, y a veces puede hacerse incluso tras incendios (uno de los M26 perdidos en Alemania sufrió un incendio de municiones, y a pesar de ellos se consideró “recuperable” pero dada la situación bélica, se prefirió canibalizarlo). Al contrario, los StuG-III y los Jagdpanther destruidos frecuentemente eran pérdidas totales.
Hay que recordar que esos vehículos (excluyendo al M18) combatieron a la defensiva. Eso siempre da ventaja al defensor (obvio). En las pocas veces que fueron los alemanes los que contraatacaron, se encontraron con problemas parecidos: multitud de cañones (un seis libras no podría destruir un Tiger, pero podía averiarlo), lanzagranadas, infantería con todo tipo de armas, etcétera. Por eso siempre hay que relativizar los éxitos de un vehículo usado a la defensiva. Y hay que considerar que en esa situación las pérdidas frecuentemente son totales (hay que abandonar el vehículo): en la guerra acorazada quien se queda con el campo de batalla consigue un premio “en especie”.
Bueno, ya me he extendido demasiado. Un saludo