Ahora nos adentraremos un poco en las piezas expuestas en el museo militar de Viena pertenecientes al periodo de la primera guerra mundial, en esta época desaparecieron prácticamente todas las inscripciones y la heráldica en los cañones, solo pervivieron las estrictamente técnicas, pero al comienzo de las hostilidades aún se mantenían algunas, por ejemplo, en esta pieza perteneciente al reino de Montenegro:
Se trata de un cañón de montaña Krupp, de 7,5 cm, fundido en el año 1855.
Algunos apuntes muy breves sobre el reino de Montenegro, durante la conquista turca, estos le permitieron cierta autonomía, poniendo al frente a un obispo ortodoxo, al cual, al tener prohibido el matrimonio, ahorraba el problema a los otomanos de que se creara una dinastía que alentara sublevaciones, pero esto derivó en que la jefatura del estado entonces pasaba de tío a sobrino, sistema curioso que se mantuvo por siglos en el país. En la primera mitad del siglo XIX lograron la independencia de Turquía, aprovechando la guerra Ruso Turca, y se terminó con la teocracia, constituyéndose en un principado. En 1910 se proclamó como Reino, siendo su primer y único monarca Nicolás I, quien era príncipe desde 1860, cuando sucedió a su tío Danilo II, que había sido asesinado. De este rey es el monograma que vemos grabado en esta pieza; en el alfabeto cirílico serbio Nicolás empieza por H: николас:
Banderas del Reino de Montenegro:
Nicolás I tuvo una buena reputación como militar, al obtener éxitos contra los turcos, fue nombrado Mariscal de campo en el ejército ruso, honor nunca conferido antes a un extranjero, excepto el Duque de Wellington. Al estallar la primera guerra mundial, de inmediato acudió en ayuda de Serbia, pero no pudo impedir la ocupación de su país por los austriacos desde 1916 a 1918.Al terminar la guerra, y proclamarse la Yugoslavia Federal, se exilió y murió pocos años después.
En 1914, el ejército montenegrino estaba equipado con una artillería muy variada y de diferente procedencia: cañones modernos de tiro rápido rusos; viejas piezas italianas; y estos cañones de montaña Krupp, ya obsoletos para entonces, pero que había sido un modelo muy exitoso en su época y exportado a numerosos países, con cierre deslizante y desprovisto de sistema hidráulico para absorber el retroceso, que era soportado todo por la cureña.