En el museo no tiene ningún cartel ni información de ningún tipo. Investigando un poco, he descubierto que se trata de un cañón de montaña de 7,5 cm de calibre:
Aquí unos datos sobre la pieza, provenientes del trabajo de Enrico Finazzer, “Il cannone da 7 cm Bronzo Retrocarica da montagna”. Las fotos son de este trabajo, y la pieza se encuentra en el Museo Nazionale Storico degli Alpini del Dos Trento
“Producido por el Arsenale de Turín fue adoptado en 1881 para reemplazar el viejo cañón de 1/3 5 lb. Al principio, la nueva boca de fuego, que pesaba poco menos de 100 kg con el cierre, se colocó en la cureña modelo 1844 del material anterior, especialmente modificada. No fue sino hasta 1883 que fue reemplazado por una nueva estructura metálica en la cola (no sé si se llama así, por favor corregidme si me equivoco), con un peso de 147 kg, incluidas las ruedas. Como corresponde a material de montaña, que se suponía que tenía que seguir pistas muy estrechas y colocarse en lugares inaccesibles, el ancho era muy pequeño, solo 71 cm. Las dos ruedas de madera de doce radios con llantas de metal tenían un diámetro de 956 mm. El peso de la batería no alcanzó los 250 kg, lo que la convirtió en una pieza ligera y manejable.
Al ser de retrocarga, con cierre de cuña, el nuevo cañón marcó un indudable paso adelante en comparación con el modelo anterior, que todavía era cargado por la boca; permitiendo una velocidad de disparo más rápida, hasta ocho disparos por minuto; la elevación de + 19 ° a - 13 °; mejoraba considerablemente también el alcance, que ahora alcanzó los 3.000 metros con granada y 2.600 metros con metralla (shrapnel). Los 7 Br. Ret. Montagna se podían dividir en tres cargas: la mula de transporte del tubo, la mula de transporte de la cureña y la mula de transporte de las ruedas con además una caja de municiones o una caja de herramientas; otras tres mulas estaban destinadas al transporte de más municiones, a razón de dos cajas por animal. Además, después de acaloradas discusiones sobre si adoptar o no esta modalidad, también fue adaptado al remolque por animales. Permaneció en servicio entre 1880 y 1901, cuando fue reemplazado por el cañón 70A de acero, el 7 Br. Ret. Montagna no pudo medirse en los campos de batalla europeos (aunque en otros sitios he leído que si que participó en la WWI), pero pasó por la primera fase de la epopeya colonial de la Italia de los Saboya en Eritrea, y luego estuvo armando durante varios años también baterías de montaña coloniales servidas por artilleros italianos y eritreos.
Estos cañones participaron en los eventos posteriores, vinculados a la desafortunada guerra con Abisinia, que llevaron a la notoriamente grave derrota de Adua. En el choque del Amba Alagi, en diciembre de 1895, el batallón eritreo del mayor Giuseppe Toselli pudo contar con dos secciones de artillería de montaña indígena, que lograron mantener a raya a los guerreros etíopes hasta que se agotaron las municiones: en ese momento quedó sellado el destino del destacamento italiano y se perdieron las secciones de montaña
Ocho baterías de montaña más una sección, tomaron parte en la batalla de Adua el 1 de marzo de 1896, un total de 44 cañones Br. Ret. Montaña. Durante la batalla, las baterías de montaña se comportaron de la mejor manera, pero el curso desigual que asumieron los acontecimientos no permitió una explotación óptima del potencial de la artillería, a menudo llamada a actuar desde posiciones inadecuadas y expuesta a la fusilería enemiga, y al final del día la superioridad numérica abrumadora de los abisinios se impuso: las piezas se perdieron en su totalidad, a menudo inutilizadas por los sirvientes para que no cayeran en manos enemigas, y el 75% de los artilleros perecieron
Las últimas operaciones que vieron la participación del 7 Br. Ret. de montaña fueron en el siguiente abril, cuando dos secciones de artillería de montaña indígenas participaron en las operaciones para la liberación de Cassala, asediada por los derviches, y a principios de mayo, con ocasión de la liberación de Adigrat, también asediada durante dos meses por fuerzas abisinias; estos episodios terminaron efectivamente la guerra, que luego terminó oficialmente el siguiente octubre con la firma de paz de Addis Abeba”
Lo que no he podido determinar de ninguna manera es cómo este cañón llegó a Santiago de Cuba, porque al ser pieza de montaña no creo que estuviese a bordo de ningún buque, ni creo que perteneciese a las huestes norteamericanas, queda la posibilidad de que fuese traído por las expediciones insurrectas, pero al estar en ese periodo en servicio en el ejército italiano, me parece poco probable que los mambises pudiesen hacerse con él, les era más fácil adquirir piezas norteamericanas, como en efecto hacían.