Bahía de Cochinos o Playa Girón:

[Satur]

De acuerdo, Apátrida, perdona porque tenías razón. El Essex era demasiado pequeño para embarcar los F-4 Phantom y por eso usaba los Skyhawk como cazas. El Skyray de la foto fue el que me despistó.

[apatrida]

Muchas gracias a Hicks y a Satur por las explicaciones. Entonces podemos afirmar que el Skyhaws era un avion subsónico de ataque al suelo, en este caso a unidades navales, al estar embarcado, pero capaz de ser empleado como caza. Su armamento, velocidad y maniobrabilidad le permitirían batir sin ninguna dificultad al Sea Fury y al T33.
Y el Sea Fury, seria un caza de helice de postguerra, quiza similar a algun Lavoshkin ruso contemporaneo, utilizado años despues como avion de ataque al suelo al ser superado en velocidad por otros aviones posteriores. Siendo mas moderno que el antiguo B26 de la WWII no tendría difdicultad para derribarlos.
Algunas fuentes señalan que Somoza asignó seis (otros dicen que solo 4) P-51 Mustang, de la Fuerza Aérea Nicaragüense el dia D+2 (19-4-1961) para la defensa de la cabeza de playa de Giron contra la aviacion castrista. A estos aviones les borraron las insignias, situaron tanques extras de gasolina e instalaron municiones y rockets.
La escuadrilla estaba dirigida por el norteamericano Buck Pearson. El plan consistía en aterrizar en la pista de Girón y reabastecerse con los depósitos que habían ubicado allí.

Algunos dicen que la mision se suspendió porque estaba fuera del alcance de la autonomía de los aparatos. Otros dicen que se suspendió en ultimo minuto al conocerse la noticia de la derrota.

¿Creeis que era factible para los P51 enfrentarse a los Sea Fury y T33? Estarian operando al limite de su capacidad de combustible.

En internet he encontrado este esquema de pintura para los P51 de Nicaragua en esa epoca, no se si estaran correctos:


Asi lucirían si se hubiesen pintado como los aviones de las FAR, al igual que los B26. este avion esta en el museo de la aviacion en La Habana, al parecer los USA habian entregado muy pocos ejemplares de este avion a Cuba una vez finalizada la WWII, aunque este en concreto me parece que fue comprado por los rebeldes castristas cuando aun estaban en las montañas, por eso tiene una banda rojinegra.Para la fecha de la batalla de Giron todos estaban fuera de servicio por causas de mantenimiento:

[Hicks]

Y el Sea Fury, seria un caza de helice de postguerra, quiza similar a algun Lavoshkin ruso contemporaneo, utilizado años despues como avion de ataque al suelo al ser superado en velocidad por otros aviones posteriores. Siendo mas moderno que el antiguo B26 de la WWII no tendría difdicultad para derribarlos

Realmente casi son contemporaneos, el Sea Fury es el derivado naval del Fury que fue diseñado durante la 2GM para suceder al Tempest, aunque cuando por fin estuvo preparado Japón se rindio. La RAF cancelo el pedido, pero la Royal Navy se intereso por continuar el desarrollo del Sea Fury.

¿Creeis que era factible para los P51 enfrentarse a los Sea Fury y T33? Estarian operando al limite de su capacidad de combustible.

Me inclino a pensar a que el Mustang tendria alguna posibilidad frente a los cazas castristas, aunque dudo que consiguiesen la superioridad aerea. El limite de su autonomía seria un obstaculo bastante grave para desempeñar su función con plena libertad.
Tampoco olvidemos un factor que puede ser determinante como es el entrenamiento de los pilotos; y hay compañero desconozco la calidad de los pilotos nicaragüenses respecto a los cubanos.

[apatrida]

Creo que tienes razón y es imposible evaluar esta posibilidad sin conocer todas las variables (tal vez los pilotos fueran americanos o cubanos exiliados). De todas formas creo que desde un primer momento debió preveerse el apoyo a los bombarderos con este tipo de avión, no se si sería posible que algunos de estos cazas, (4 o 5 creo que serian suficientes) hubiesen despegado desde el Essex, o hubiesen hecho el viaje de 1200 km desde Happy Valley, Puerto Cabezas, Nicaragua, con tanques auxiliares, y despues operar desde la pista capturada en Giron. Hubiese sido una buena solucion para dominar el espacio aereo. Para esto se podría haber entrenado algunos pilotos con antelacion, al igual que se hizo con los de los B26. Hay algunos investigadores que han llegado a pensar en la posibilidad de cazas remolcados por los aviones de transporte, lanzados con catapultas desde barcos, o incluso con flotadores como los hidroaviones, tipo Kingfisher o algunos cazas japoneses de la WWII, pero yo es que no tengo ni idea si esto hubiese sido posible en el teatro d eoperaciones de Bahia de Cochinos, me inclino mas por la variante de los P51. En todo caso no se debió nunca mandar los bombarderos sin ninguna proteccion de cazas que garantizara el dominio del espacio aereo.

[Hicks]

Es el sino de los pilotos de bombarderos, atacar, atacar y atacar, aun cuando tengan todo en contra; la Brigada 2506 necesitaba apoyo aereo y aun sabiendo del riesgo, hubo que darselo.

De todas formas creo que desde un primer momento debió preveerse el apoyo a los bombarderos con este tipo de avión, no se si sería posible que algunos de estos cazas, (4 o 5 creo que serian suficientes) hubiesen despegado desde el Essex, o hubiesen hecho el viaje de 1200 km desde Happy Valley, Puerto Cabezas, Nicaragua, con tanques auxiliares, y despues operar desde la pista capturada en Giron. Hubiese sido una buena solucion para dominar el espacio aereo.

Desconozco las capacidades del Mustang para despegar de un portaaviones, aunque si en el 42 Dolittle despego del Hornet con unos B-25, no creo que fuese demasiado dificil poner en el aire unos Mustang. Los cazas con flotadores solo servirian para aumentar el palmares de los pilotos cubanos. Creo que la solución a falta de cazas deberia haber sido aumentar las dotaciones AA de buques y unidades desembarcadas. A fin de cuentas, los recursos de Castro no eran ilimitados, poco más de 10 aviones que podrian haber sufrido el desgaste de una defensa AA eficaz.

[apatrida]

Central Australia: Ya clareaba cuando en vuelo rasante, viniendo del sur, pasó sobre la carretera un B-26 disparando sus ametralladoras. De inmediato, los diferentes emplazamientos de Cuatro Bocas abrieron fuego, incluso cuando el avión, disparando todas sus armas, hizo un giro al pasar sobre el central, después de ametrallar el Puesto de Mando.
En su segundo ataque, el avión enemigo fue recibido con una atronadora y mortífera cortina de fuego por las antiaéreas que rodeaban el central. El avión, virtualmente acribillado, perdió altura rápidamente y realizó un aterrizaje de emergencia en medio de un campo de cañas nuevas, a un kilómetro aproximadamente al norte del central, cerca de un bohío.

Recreación posterior del ataque de los B26 sobre el C. Australia:


Breves instantes después, una fuerte explosión arrancó el motor derecho del B-26 que rodando violentamente golpeó y mató un buey de labranza cerca del bohío. Parecía imposible que con el avión, partido en dos y completamente en llamas toda su parte anterior, sobreviviera alguno de sus dos tripulantes. Al buscar, sin embargo, entre las ruinas humeantes y calcinadas, no se encontró resto alguno de los mismos. Solo en el lugar donde se encontraba la torreta inferior, en medio de un amasijo de metal y plástico se hallaron restos que por error hicieron creer se trataba de un cadáver calcinado. Así fue reportado oficialmente en el primer parte enviado al Estado Mayor General por el Puesto de Mando del Central Australia.
Los supuestos restos se recogieron por personal del convoy de Salud Pública y fueron enviados posteriormente a La Habana. Después se aclaró que no se trataba de evidencia humana. Por diferentes pruebas se tuvo la certeza de que realizado el aterrizaje de emergencia, y antes de la explosión e incendio del avión, sus dos pilotos tuvieron tiempo de escapar.
El comandante Fernández Mell, que dirigió la operación de búsqueda, orientó hacer el mayor esfuerzo por capturarlos vivos. No fue posible. Uno de los pilotos al ser descubierto, oculto cerca de la pequeña pista del central, disparó su revólver 38, cañón corto, siendo muerto de inmediato por una ráfaga de FAL. El otro, al ser descubierto, trató de lanzar una granada de mano, muriendo instantáneamente por varios impactos en el tórax y el ojo derecho.

Castro junto a los artilleros que derribaron el avión:






Fuente: Las Operaciones Aéreas de la CIA, periódico Granma
A Beach-Head Too Far? Time to Learn: Lessons from the Failed 1961 Bay of Pigs Amphibious Invasion of Cuba

[apatrida]

Pete Gray y Leo Francis Baker partieron hacia Girón (desde la base Happy Valley, Puerto Cabezas, Nicaragua), a más de mil doscientos kilómetros de distancia, la madrugada del 19 en sustitución de las tripulaciones de exiliados cubanos, tan agotadas como desmoralizadas, sin ganas de arriesgarse más. Los artilleros castristas vieron al B-26 que cruzaba de largo, de sur a norte, y regresaba en vuelo rasante bombardeando, escupiendo plomo por la proa. Fue alcanzado por las baterías antiaéreas.
Entrevista con el comandante castrista Oscar Fernández Mell: "La orden que habíamos dado era muy estricta: atraparlos vivos. Pero él estaba con una granada en la mano, y cuando nuestro hombre se le aparece levanta el brazo y ahí mismo, con una subametralladora, lo mata.” (este era Leo Baker)

Leo Francis Baker:



Continúa narrando la persecución de Ray.:"Con el agua hasta las rodillas", prosigue Fernández Mell, "yo decía que ese piloto no había podido llegar tan rápido. Pero en el momento en que volvíamos, uno le pisa una pierna. Estaba acostado en un bosquecito muy tupido, al lado de una palma real. Tenía un cuchillo y un revólver, y cuando va a disparar, el otro le tiró con el Fal (fusil de asalto belga), a un metro". Al escuchar la ráfaga que atravesó al piloto de Alabama, se acercó a gritos: "No le tire, no le tire, pero bueno... Cuando llegué allí todavía estaba vivo, pero agonizaba. Era imposible de salvarle, tenía parte del abdomen perforado. Lo recuerdo como si fuera ayer. Vestía un pantalón gris y un pullover (camiseta) blanco. Medio rubio. Lo cargamos en el jeep".
Jefe de operaciones entonces, Fernández cita dos razones para convencer que quiso detener a Ray vivo: "Primero, ética, moral. Yo no mato a un prisionero. Y por otra parte, era el americano que íbamos a presentar en la televisión. ¿Dicen que no vinieron? Pues mira, aquí está quien va a hablar".
Sin embargo los milicianos no sabían que estos aviones eran tripulados por norteamericanos cuando iniciaron la búsqueda. Los pilotos de la CIA no llevaban ninguna documentación, ni siquiera las etiquetas de las ropas eran norteamericanas. De hecho, en el caso de Leo Baker, que era moreno y de pelo y bigotes negros, los milicianos pensaron que era cubano, según dice el propio Fernández Mell:
“¿Por qué no lo guardamos? Pues porque el tipo era totalmente latinoamericano, chico"
Se refiere a que el cuerpo acribillado del otro aviador (Thomas Pete Ray) fue conducido al Instituto de Medicina Legal, y allí, embalsamado y mantenido helado. Juan Menéndez Tudela, de 75 años en la fecha de publicación del artículo, era el encargado de la morgue. Sabía que era un piloto yanqui, pero nunca preguntó por qué tenía que congelarlo. "Me dieron unas órdenes y las cumplí. Y las órdenes eran vigilar el cadáver y cuidarlo". Menéndez tenía un generador de repuesto, de fabricación soviética, para entrar al quite si se registraba un corte de energía. El cuerpo permaneció en la morgue cubana por casi 20 años. En cambio el cadáver de Leo Baker fue arrojado a una fosa común con el resto de los invasores muertos, todos cubanos.
La hija de Thomas Pete Ray, Janet Ray, quien tenía seis años en 1961, presentó en Noviembre de 2004 una demanda en los tribunales de Miami en virtud de una ley de 1996: la Ley de Antiterrorismo y Pena de Muerte Efectiva, que permite que víctimas de estados designados como terroristas, incluyendo a Cuba, planteen demandas por daños y perjuicios. Acusó a Castro de haber asesinado a su padre después de capturado. Según el documento, Ray sobrevivió al estrellarse y fue llevado a una instalación hospitalaria, donde le atendieron médicos cubanos por heridas superficiales, pero luego fue ejecutado "de un solo disparo en la sien". El cuerpo fue devuelto a Alabama en 1979, donde un forense, que testificó en el juicio, certificó que Pete Ray había sobrevivido a la caída del avión, tenía algunas heridas superficiales de bala y su muerte había sido producto de un balazo en la cabeza. El tribunal falló a favor de la demandante.

Thomas Pete Ray:



Fuente: Cubaencuentro
Artículo: Un testigo oculto en el congelador Juan Jesús Aznárez
El País, Lunes 28 diciembre 1998

[apatrida]

Dia D+2 (19-4-1961): Operaciones Terrestres: Para su descripción nos basaremos fundamentalmente en el libro “Girón: La batalla inevitable” de J. C. Rodríguez (libro publicado este año en Cuba):
Al amanecer de este día, las milicias comenzaron su avance en la dirección Covadonga San Blas bajo el mando de los comandantes Filiberto Olivera, Felix Duque, Evelio Saborit y Faustino Pérez, a la cual se une después un grupo mixto de artillería terrestre bajo el mando del comandante Pedro Miret. El batallón nº3 de la Brigada 2506 y los paracaidistas, apoyados por dos tanques, contraatacaron y lograron detenerlos (Jocuma). Fue capturado y conducido a Girón el comandante Félix Duque, cuando su chofer se desorientó y fue a dar a las filas enemigas. Los milicianos se retiraron y los obuses de 122mm comenzaron nuevamente a cañonear las posiciones enemigas. En estas circunstancias, el Bon, nº3 emprendió la retirada de forma desorganizada. Alejandro del Valle, jefe de los paracaidistas y comandante del frente en esa sección, destituyó al jefe del batallón, Noelio Montero, y lo sustituyó por Roberto San Román, Jefe del bon de armas pesadas (ametralladoras y cañones sin retroceso), hermano de “Pepe” San Román, comandante supremo de la Brigada.

Al Este de Covadonga, por la carretera proveniente de Yaguaramas que también convergía en el poblado de San Blas, los comunistas preparaban una fuerte ofensiva apoyada por 8 tanques, mas una compañía en camiones y la infantería detrás. Esta fuerza estaba comandada por los comandantes René de los Santos, Raúl Menéndez Tomasevich y el Capitán Emilio Aragonés. La hora del ataque se fijó para las 9:00.


En la dirección Playa Larga-Playa Girón iniciaron su avance el batallón 116 y el Batallón de la Policía. A la vanguardia iba una compañía con la misión de explorar y hacer contacto con el enemigo.

Granma: entrevista realizada al General de División (r) José Ramón Fernández (comandante del frente castrista en esa dirección) por Magali García Moré:

“La unidad que recibió la misión de atacar Playa Girón fue el batallón de la Policía Nacional Revolucionaria, al mando de los comandantes Efigenio Ameijeiras y Samuel Rodiles Planas, que llegó en la noche del 18, con la compañía ligera de combate del Batallón 116 a la vanguardia. Esas fueron las unidades que llevaron adelante la ofensiva final contra Playa Girón en la mañana del día 19.”
“Después de realizada la operación artillera (4 baterías obuses 122mm, 1 de morteros 120mm y 2 de cañones de 85mm), las unidades mencionadas, y en el orden referido, iniciaron su avance hacia Girón en la dirección Oeste-Este.
La defensa enemiga de Playa Girón la conformaban el batallón 6 y parte del batallón 3. Después de media mañana se sumó al combate el batallón 2, el mismo que se retiró de Playa Larga (estaba en la reserva). Nombraron a Oliva jefe de la defensa en esa dirección.
En los accesos inmediatos a Girón se libraron combates encarnizados durante varias horas, por el Batallón de la Policía Nacional Revolucionaria y la Compañía Ligera de Combate del Batallón 116. Cayeron decenas de compañeros en el intento de ocupar las posiciones de los mercenarios, que se ocultaban y buscaban protegerse en cuanto pliegue de terreno o roca encontraban, mientras que los nuestros avanzaban sin que el paraje les brindase protección alguna. Se luchó con denuedo, heroísmo y alto espíritu patriótico y a un costo de numerosas vidas…”

Mortero ruso de 120mm:

[apatrida]

En el libro “Girón: La batalla inevitable” de J. C. Rodríguez (libro publicado este año en Cuba) aparece un informe de Samuel Rodiles sobre este combate (2º al mando del Bon de la Policía):

La situación de los milicianos y policías que avanzaban sobre el diente perro, entre el mar, el terraplén de la carretera y la ciénaga no era nada fácil:

“…los compañeros milicianos, con poca experiencia en el combate, al avanzar por el flanco derecho, no se percataron que estaban a la altura de una trinchera de piedra enemiga, entre el terraplén y el mar. Allí nos mataron a varios compañeros milicianos, los dejaron acercarse y casi a bocajarro le dispararon… Después pudimos comprobar por qué en esa curva nos hicieron tantas bajas, y era que ellos tenían emplazados un tanque y piezas de artillería. Allí en un tramo de 500 – 600 metros de largo nos hicieron muchas bajas pues nosotros no podíamos hacer trincheras, no podíamos guarecernos. En total creo que tuvimos alrededor de 32 muertos y un centenar de heridos.”

Cayeron muchos en este fuego cruzado, la pregunta es ¿Por qué no avanzaron con los tanques desde el primer momento?

Milicianos y policías:


José San Román había enviado a Erneido Oliva con refuerzos del Bon 2 y otro tanque (en total habían aquí 2). Estaban en una buena posición sobre una curva de la costa que no permitía a los atacantes desplegar todo su poder de fuego. Los invasores se percataron que por dentro del monte avanzaba otra fuerza, y giraron parte de su flanco hacia allá, apoyado por uno de sus tanques. Entonces aparecieron varios T34, y los milicianos y policías se situaron detrás para avanzar. Los invasores concentraron su fuego sobre estos y mataron a muchos, entre ellos al capitán de la Policía Luis Artemio Carbó:


Testimonio de Efigenio Amejeiras, comandante del Bon de la Policía:

“Después de mandar el refuerzo, empiezo a arengar a la tropa, para levantar el ánimo. Estamos en medio de una gran balacera. Al llegar a nuestros tanques el enemigo nos ataca de flanco. Al fin logramos que un tanquista nos oiga en medio del fragor del combate y comience a disparar hacia las posiciones enemigas que nos hostigaban. El combate es cada vez más violento...”

Un proyectil perforó el blindaje del tanque T34 tras el cual se protegían policías y milicianos, tres tripulantes salieron con sus overoles envueltos en llamas. Uno de ellos, el conductor, había traído el tanque por carretera sobre sus esteras cerca de 300 km, no habían podido localizar medios de transporte adecuados, uno de sus compañeros le propuso relevarlo al percatarse de su cansancio, “Si he llegado hasta aquí, sigo...” fue su respuesta. Poco después moriría.
El segundo T34 que alcanzó la curva también fue abatido: “Nos pareció que un proyectil estalló en nuestras propias cabezas. Fui lanzado hacia atrás y me di un golpe tremendo… Una bola roja daba vueltas adentro del tanque (¿una bola de wolframio?). Uno de mis compañeros quedó con las vísceras fuera, desfigurado…” contó Roldan Anglada, tanquista.

Un cañón autopropulsado SAU-100 disparó e hizo impacto en el tanque M41 que tripulaba Alemán, 2º jefe de la compañía de tanques de la Brigada 2506, quien pereció junto a toda su tripulación. También cayeron abatidos los tiradores de ametralladoras de las torretas de los 3 camiones multipropósito M35A2 que Oliva había concentrado en la curva, junto a 6 bazookeros. Ordenó al jefe de los morteros Julio Díaz que concentrara el fuego sobre el terraplén del litoral. Adoptaba estas medidas porque sabía que si no detenía a los milicianos, estos romperían el frente y se adentrarían en el centro turístico de Girón, ultima posición de la Brigada. El pelotón de morteros de 81 mm disparaba con tal rapidez que las bocas de los morteros amenazaron con derretirse. Incluso ordenó un contraataque con la compañía G del 2º batallón, apoyada por el tanque que quedaba.


Camion M35A2 como el que equipaba a la Brigada 2506:


Mortero 81mm:


Testimonio de Efigenio Amejeiras, comandante del Bon de la Policía:

“Me entrevisto con Samuel y le digo: –Vamos a aguantar el fuego; si ellos no se aflojan y la cosa no se acaba hoy, vamos a ir esta noche a meternos en Playa Girón, todo el mundo de noche para adentro y vamos a ver qué pasa...
“Vamos a evitar que nos hagan más bajas en este dichoso camino –le digo a Rodiles–, que estamos chocando frontalmente con ellos, y aunque logremos tomar la posición nos pueden matar a 30 o 40 compañeros más. En otro ataque frontal les vamos a ocupar la posición.”
Después, a Ameijeiras le comunican que la aviación revolucionaria, bombardearía a Playa Girón, por lo cual debía procurarse que el Bon. de la Policia se alejara prudencialmente para evitar confusiones lamentables.

[apatrida]

Ese día al amanecer aterrizó un C54, pilotado por Manuel Navarro, en la pista de Girón, descargó rápidamente algunos suministros, y rescató a un piloto herido ( El 17 de Abril de 1961 (Dia D) el piloto castrista Alberto Fernández atacó el primer B-26 de la Brigada 2506 tripulado por Matías Farías y Eddie González, este avión se vio obligado a realizar un aterrizaje forzoso en la pista de Girón en el que se mató González, Farías logró sobrevivir, fue atendido por los médicos de la Brigada hasta el día D+2 que fue evacuado por este avión.)
Fue el único avión de la Brigada 2506 que aterrizó en Girón. Solo estuvo en tierra 10 minutos, aun así al despegar fue atacado por fuego antiaéreo.

Entrevista en el periodico oficial cubano Granma al coronel (r) VÍCTOR DREKE CRUZ:

“…por mi condición de capitán, asumiera la jefatura de dos compañías de milicianos: una perteneciente al Batallón 117 y la otra al Batallón 111, reforzada con compañeros de otras unidades….
El comandante de los Santos me había transmitido la orden del Comandante en Jefe de que por esa dirección en la cual avanzábamos teníamos que llegar a Playa Girón antes de las 6 de la tarde del 19 de abril.
Me comunicaron que el 18 desde por la tarde se iba a realizar una gran preparación artillera para ablandar las posiciones enemigas. Y así fue. ¡Nadie sabe cuántos cañonazos les tiraron nuestros artilleros a los mercenarios, pero fue durante toda la tarde, noche y madrugada del 18 de abril!
Más adelante me encontré con el comandante Víctor Bordón y con el capitán Emilio Aragonés, que avanzaban con una compañía de tanques en dirección a Playa Girón. Miré el reloj, y al calcular en un mapa la distancia, me percaté que a ese ritmo no tenía tiempo para estar a las 6 de la tarde en Girón y cumplir estrictamente la orden de nuestro Comandante en Jefe, y por la inexperiencia de aquellos primeros años tomé un yipi y decidí avanzar a toda velocidad delante de los tanques. (¡!!!???)
Pasé rápido por San Blas. Y ya cerca del Helechal los mercenarios atrincherados allí nos abrieron fuego y fui herido en el muslo y hombro derechos, y tenía esquirlas de granadas de mortero en la espalda.
El compañero Miranda (el chofer) me cubrió con su cuerpo y me arrastró hacia la cuneta, y aquello se convirtió en un verdadero infierno, pues los mercenarios nos disparaban, nosotros les disparábamos a ellos y los milicianos que venían detrás de nosotros también disparaban.
Miranda me subió a un vehículo bajo los proyectiles, y me trasladó hacia una posta médica en Yaguaramas, desde donde me remitieron en un carro de repartir leche hacia Santa Clara.
Recuerdo que mis acompañantes se preguntaban cómo yo estaba vivo si mi gorra con los grados de capitán estaba agujereada por el frente.
Yo estoy seguro que debe habérseme caído y en la tierra recibió esos impactos, pues de lo contrario no estaría haciendo este relato.
Y ahí comenzaron sustos más grandes que los del combate, pues además de las anteriores heridas, se llegó a pensar que tenía otra de mayor gravedad en un riñón a partir de una supuesta esquirla alojada en ese órgano y que se me debía operar de urgencia, y todo resultó que tenía el pedazo de metralla incrustado en el calzoncillo.
Me trasladaron a una clínica con más recursos, donde me atendió el doctor Lima Recio, especialista en rayos X, quien también ordenó hacerme otra placa, pero insistió en que me la hicieran sin pantalón ni calzoncillo, se comprobó felizmente el error.”

[APV]

¿Creeis que era factible para los P51 enfrentarse a los Sea Fury y T33? Estarian operando al limite de su capacidad de combustible.

Me inclino a pensar a que el Mustang tendria alguna posibilidad frente a los cazas castristas, aunque dudo que consiguiesen la superioridad aerea. El limite de su autonomía seria un obstaculo bastante grave para desempeñar su función con plena libertad.
Tampoco olvidemos un factor que puede ser determinante como es el entrenamiento de los pilotos; y hay compañero desconozco la calidad de los pilotos nicaragüenses respecto a los cubanos.

En realidad los P-51 tendrían autonomía más que suficiente si los dotaban de depositos adicionales pues entre Managua y La Habana hay unos 1.300 Km.

También habría que ver el estado operativo, porque en 1956 sólo 9 de ellos estaban operativos.

[apatrida]

También habría que ver el estado operativo, porque en 1956 sólo 9 de ellos estaban operativos.

Saludos:
¿Te refieres a la Fuerza Aérea Nicaragüense?
¿Crees que el P51 podía hacer frente con exito al Sea Fury y al T33?
Gracias por adelantado por tu colaboracion.

[apatrida]

Los participantes en ambos bandos en esta batalla de Bahía de Cochinos jugaron posteriormente papeles de primera línea dentro de sus respectivos bloques enfrentados durante la Guerra Fría. Por ejemplo el entonces capitán Victor Dreke, mencionado en el post anterior, pocos años después fue el 2º al mando de la tropa cubana del Che Guevara en el Congo, tal vez escogido por ser de raza negra, como la mayoría de los cubanos enviados allí.

En esta foto de izq a dcha Víctor Dreke, un médico cubano y el Che Guevara en el Congo:


Por la otra parte, en ese mismo teatro africano (Congo), combatieron miembros de Operación 40 como el mencionado anteriormente Félix Rodríguez y varios de los pilotos de Girón:
• CAPITAN JOAQUIN VARELA VIEYTES
Este piloto de la Fuerza Aérea Cubana tenía 28 años cuando fue entrenado en la U.S. Naval Academy en Pensacola. Participó en los vuelos de los B-26 Invaders de la CIA sobre las playas de Bahía de Cochinos. Logró sobrevivir a este desastre.
El Capitán Joaquín "Jack" Varela, luego fue comisionado por la CIA para comandar una misión para “estabilizar” el Congo en África. Fue uno de los pilotos cubanos asignados por la CIA para ayudar en la supresión de una revuelta en Katanga. Varela pasó alrededor de 2 semanas en Leopoldville antes de encabezar las operaciones aéreas de la CIA y junto a otros pilotos cubanos trabajó bajo la cobertura de la Congo Air Force. Varela voló en B-26 y T-28 en África y entrenó al personal. Sus aviónes en África eran conocidos como Makasi.
Otro piloto participante en Girón que también combatió contra los “simbas” en el Congo fue el Capitán René García.
Joaquin "Jack" Varela murió en Enero 21, 1992.
Fuente: MiamiHerald.com/obituaries.





Quizá algún compañero versado en estas campañas en África pueda ampliar sobre el tema.

Otro de los protagonistas mencionados anteriormente, el jefe del batallón de la Policía castrista en Bahía de Cochinos, Efigenio Amejeiras comandó en octubre de 1963, uno de los primeros experimentos militares castristas de envergadura en África, al intervenir con 3 batallones de infanteria motorizada y una brigada de 50 tanques en el conflicto fronterizo argelino marroquí, del lado argelino.

[APV]

Artículo con algunos datos adicionales de las acciones aéreas: http://www.acig.org/artman/publish/article_154.shtml

También habría que ver el estado operativo, porque en 1956 sólo 9 de ellos estaban operativos.

Saludos:
¿Te refieres a la Fuerza Aérea Nicaragüense?
¿Crees que el P51 podía hacer frente con exito al Sea Fury y al T33?
Gracias por adelantado por tu colaboracion.

Si me refería a los nicaragueses, bueno habían comprado un buen número de segunda mano (las cifras varian) pero no me parece que pudieran mantenerlos todos.

Dudo mucho que pudieran medirse a los más rápidos T-33, que aunque peor armado a fin de cuentas es un avión a reacción.
Frente a los Sea Fury la cosa estaría más equilibrada aunque hay que tener en cuenta que el P-51 es un avión de alta cota mientras el Sea Fury lo es de baja (es un avión navalizado y además es algo más moderno); en un combate en la zona de operaciones apoyando a las tropas de tierra o escoltando a los B-26 a baja altura (no es lo mismo que escoltar B-17 o B-29) me inclino más por el Sea Fury.

Más adecuado quizás hubieran sido los P-47 de Nicaragua pero creó que ya no estaban operativos.

[apatrida]

Bueno que alguna resistencia, mas que los B26, hubieran ofrecido (los P51). No se si por sus caracteristicas hubieran podido actuar como cazabombardero, operando desde la pista de Giron. Ademas, como dijo otro forista en este hilo, es un imperdonable exceso de confianza que no se previeran armas AA para las tropas terrestres.


Traduccion de parte del articulo dejado por APV:

Clandestine US Operations: Cuba, 1961, Bay of Pigs
By Tom Cooper
Sep 1, 2003

Las FAR también fueron rápidas para enviar algunos de sus cazas y bombarderos ligeros al área y estos aparecieron justo en el momento que los cinco C-46 y un único C-54 lanzaban 177 paracaidistas de la Brigada 2506, a unos siete kilómetros detrás de Playa Larga , con el fin de reforzar la cabeza de playa (lanzamiento nombre en clave era Operación Falcón). A medida que los transportes daban la vuelta un solo FAR B-26C - inicialmente identificado erróneamente como uno de los aviones contra-revolucionarios apareció cerca de un de las C-46, pero cuando abrió fuego, el piloto del C-46, el capitán Eddie Ferrer , volvió su transporte hacia el invasor, pasando casi de frente y luego se dirigió hacia los barcos de apoyo que estaban armados con cañones antiaéreos y por lo tanto pudieron ofrecerle algo de apoyo. El B-26 enemigo abandonó el área, su tripulación después afirmó erróneamente haber derribado C-46.

Mientras tanto, alrededor de las 0645hrs, el Sea Fury FAR "541", pilotado por el comandante Enrique Carrera Rolas, apareció en Playa Larga y encontró al mercante Houston, que estaba en el proceso de descarga. Carreras de inmediato atacó y causó una gran sorpresa con una salva de cohetes no guiados de manera muy precisa: El Houston fue golpeado fuertemente e incendiado. Pronto fue evidente que el barco no pudía ser recuperado. Tres horas más tarde varias Sea Fury FAR aparecieron en la escena y atacaron al Río Escondido - con la mayoría de las municiones de la Brigada 2506 - cerca de Girón, golpeándolo con varias salvas de cohetes y armas de fuego, causando una poderosa explosión. El ataque de los Sea Fury contra el Río Escondido fue presenciado por la tripulación de dos B-26Bs contra-revolucionarios - perteneciente a la sección "Chico" - que ahora apareció en la escena. El Invader "FAR 935", piloteado por el capitán Matías Farías (como "Chico 2"), con Eddie González como navegante, se colocó inmediatamente detrás del Sea Fury más cercano y se vio envuelto en una maniobra en la que los dos aviones giraban tratando de ponerse detrás del otro. Luego dos Sea Fury más aparecieron, uno a la derecha y otro a la izquierda del avión invasor, pero fue "identificado" como suyo. Uno de los aviones FAR se cree que era pilotado por el comandante Enrique Carrera Rolas, que luego dio media vuelta y partió hacia Varadero. El capitán Farías comenzó una persecución y atrapó al Sea Fury (mucho más rápido) sólo cuando Carrera-Rolas estaba en la configuración de aterrizaje: Farías atacó y logró algunos impactos, pero Carreras retractó el tren de aterrizaje y aceleró. Perturbado por la AAA comunista, Farías se dio la vuelta hacia la Bahía de Cochinos, donde tuvo un breve intercambio de disparos con un "original" B-26 Invader, el "FAR 903", piloteado por el Capitán Silva Tablada. Silva Tablada y su equipo (incluyendo Torres, Noa Jesús, y Garrinaga González) estaban en marcha hacia Bahía de Cochinos, y llegó justo en el momento en que las lanchas de desembarco regresaban a los barcos a por la próxima ola de tropas , así como municiones y suministros. Pero ahora, los artilleros a bordo de los barcos estaban alertas y preparados, y cuando el Invader se acercó encontró feroz oposición. El avión fue alcanzado por la AAA, perdió un ala, y cayó dando vueltas de campana en el agua. (tan cerca de los buques, que algunos fragmentos golpearon sus bordas)

Volviendo sobre la cabeza de puente, alrededor de 0700hrs, el capitán Farías fue entonces testigo de tres horas de combate intenso. Mientras que el otro B-26B de esta pareja regresó a Nicaragua, el se quedó en el área a solicitud de los comandantes en el terreno. Apoyó el desembarco en Playa Larga, y ametralló una columna en marcha comunista proveniente de Cienfuegos, antes de apoyar a los paracaidistas de la Brigada 2506 que participan en los combates entre Soplillar y Yaguaramas. Sobre las 0900hrs, Farías tenía claro que no habría suficiente combustible para regresar al Happy Valley, sino que más bien tenía que desviarse a Gran Caimán o Jamaica. Después de la conferencia con el comandante local, sin embargo, decidió aterrizar en la pequeña pista que ya estaba bajo el control de la Brigada 2506. Justo en el momento en que esta decisión fue tomada, otro Sea Fury FAR le atacó, pero falló al parecer. Volviéndose hacia la pista, Farías vió humo y entonces se dio cuenta de que el avión fue dañado: lo qué causó el problema sigue siendo desconocido (después de todo, Farías se mantuvo sobre el área durante casi cuatro horas y participó en varios combates), pero cuando se aprestaba a aterrizar en el pequeño aeródromo de Playa Girón, su Invader fue atacado también por el avión FAR T-33, pilotado por el teniente Alberto Fernández, y sufrió graves daños, mientras que su copiloto resultó muerto. Tirando hacia arriba, Farías trató de disparar a Fernández desde arriba, pero su motor de estribor dejó de funcionar y tenía que aterrizar. Gravemente herido durante el aterrizaje, Farías fue evacuado a Nicaragua dos días después.

La catástrofe en la Bahía de Cochinos

Poco antes de que Farías fuera al suelo, en torno a las 1000hrs otros 4 Invaders de los contrarrevolucionarios aparecieron en escena. Dos de ellos atacaron una columna cerca de Pálpite, causando una gran pérdida, pero los cazas enemigos entraron en la escena y momentos más tarde, las tripulaciones de los Invaders estaban luchando por su supervivencia, ya que - a pesar de su falta de experiencia - los pilotos enemigos volaron sus aviones FAR de una manera admirable.

A pesar de la intervención de varios A4D-2 Skyhawks de los EE.UU. del portaviones USS Essex (CV-9), que trató de interponerse entre los aviones FAR y contrarrevolucionarios, los Sea Fury y T-33 no podían ser detenidos. El B-26 "Paloma 1", piloteado por el capitán Raúl Vianell, y el navegante Demetrio Pérez, fue derribado por el T-33 tripulado por FAR capitán Álvaro Prendes. El B-26 "León 2", piloteado por el capitán Crispín García, y el navegante Juan González, fue derribado, probablemente por el Sea Fury "541", pilotado por el comandante Enrique Carrera-Rolas. Luego también llegó el fin para el resto del vuelo "Puma", ya que ambos B-26 que pertenecian a esta sección fueron atacados: "Puma 1", piloteado por el Capitán José Crespo con el navegador de Lorenzo Pérez-Lorenzo, fue gravemente dañado por el Sea Fury pilotado por el teniente Douglas Rudd. El Invader cayó al mar cerca de la costa de Nicaragua, y la tripulación murió. "Puma 2" no tuvo mejor suerte: fue derribado por el T-33A "703", piloteado por el Teniente Rafael del Pino, y la tripulación - el capitán Osvaldo Piedra y el navegante José Fernández - murieron.

Después de estas pérdidas la mayor parte del resto de pilotos contrarrevolucionarios, desmoralizados y frustrados, se negó a volar misiones de combate adicionales en la zona. Del mismo modo, los EE.UU. estaban seguros de que no apoyaría la invasión, contra Castro ... Por lo tanto, la situación de las tropas en la cabeza de playa en la Bahía de Cochinos se deterioraba rápidamente. Sólo Eduardo Ferrer, que ya voló uno de los C-46 que lanzó a los paracaidistas en la misma mañana, se ofreció a volar ahora otro transporte en el área de combate, con el fin de entregar suministros. Su avión fue escoltado por dos B-26Bs, pero se volvieron demasiado pronto: poco después, fue interceptado por un solo T-33 y lo obligó a abortar la misión.



En tales condiciones, no había otra posibilidad, que enviar instructores de EE.UU. para volar misiones de combate con B-26 sobre Bahía de Cochinos el 18 de abril. Este ataque fue un éxito, y ningún avión se perdió. En respuesta, la FAR envió su último B-26C operacional - de dos ejemplares con que contaba originalmente- a la batalla, tripulado por el chileno Jacques Lagas. Pero, mientras sobrevolaba las posiciones comunistas el avión fue alcanzado por las defensas de tierra y dañado (fuego amigo), y luego sufrió también una falla mecánica. Lagas aterrizó sin problemas, pero este fue el último vuelo de un B-26 Invaders "original" de Cuba.

El mismo día algunos aviones del USS Essex - con todas sus marcas eliminadas - fueron enviados de reconocimiento a la zona, así como un único USAF C-130 Hércules de transporte, que partió de la base AB Kelly, en Texas, para dejar caer algunos suministros en la noche. Debido a diferentes factores, el Hércules nunca llegó a Girón. Mientras tanto, la situación en tierra de la Brigada 2506, se convirtió en crítica. Los dos últimos barcos en buen estado, Atlántico y Caribe, habían abandonado la zona sin efectuar la descarga de su carga, y las tropas estaban muy corta de munición.

Por la mañana del 19 de abril, un último ataque por aire se se propuso, pero los pilotos cubanos contrarrevolucionarios, que accedieron a volar, sólo si están cubiertos por los Skyhawks del USS Essex. Después que esta petición fue rechazada por Washington, sin embargo, de nuevo los asesores EE.UU. se mostraron listos para despegar. Así que fue que los pilotos de EE.UU. William Goodwin, Thomas W. Ray, Shamburger Riley, y Joe Shannon, junto con el piloto cubano Gonzalo Herrera, tripularon los cinco B-26Bs preparados para esta misión. Los atacantes despegaron de Happy Valley a las 0330hrs, y al acercarse a la costa cubana, incluso vieron a cuatro Skyhawks del escuadron VA-34. Sin embargo, los combatientes de USN sólo estaban en un vuelo de reconocimiento y tenían orden de no involucrarse: tan pronto como vieron a los Invaders que llegaban, se alejaron. A saber, el USS Essex tenía una orden secreta para despachar varios Skyhawks como escolta de los bombarderos contra-revolucionarios, pero se incumplió debido a problemas de comunicación. Los asesores de EE.UU. atacaron a pesar de todo.

Thomas W. Ray, respondiendo al indicativo "Mad Dog 4" con el navegador Leo Baker, bombardearon el HQ de Castro en el central Australia", pero fue derribado luego por el comandante Enrique Carrera, Rolas, con el el T -33 "709". (otras fuentes dicen que fue el fuego AA) Ray y Baker aterrizaron a salvo, pero luego fueron ejecutados por los comunistas. Los otros cuatro atacantes lograron alcanzar sus objetivos también, pero luego otro T-33A, "711", en esta ocasión pilotado por el capitán Álvaro Prendes, alcanzó al Invader líder de la formación "Mad Dog", piloteado por el Mayor Shamburger Rilley , con el navegador Wade Gray, y es derribado.

Los pilotos FAR más éxito fueron los siguientes:

- El mayor Enrique Carrera, Rolas, dos derribos reclamados en sólo siete misiones aéreas, y que de hecho no sólo derribó dos B-26, también hundió un barco de transporte,

- Capitán Alvaro Prendes, tres derribos fueron reclamados (dos confirmados) en - supuestamente - 14 misiones de combate. (se exilió posteriormente a los USA)

- Teniente Rafael del Pino (que en la década de 1980 desertó - volando con toda su familia en un pequeño avión - a los EE.UU., después de que también liderara el contingente aéreo cubano en la guerra de Angola), para el cual fue reclamado el derribo de dos B-26 (sólo un caso confirmado) en diez misiones de combate.

Los pilotos contrarrevolucionarios les fue al menos tan bien. Sin embargo, con sus Invaders más lentos y menos maniobrable simplemente no podían ganar los combates aéreos contra las Sea Fury más rápidos y T-33As de las FAR. Sin el apoyo prometido de los EE.UU., y después de sufrir fuertes pérdidas en combates aéreos, no es de extrañar que finalmente se rindieran a la frustración. Su destino ilustra perfectamente cómo las operaciones de este tipo dependen en gran medida en la posesión de la superioridad aérea.

Para la CIA, la Operación Pluto se convirtió en un sinónimo clásico para un desastre militar, lo que provocó que la Agencia fuera ampliamente reorganizada. Los tiempos en que organizaba operaciones clandestinas y paramilitares en todo el mundo fueron en gran parte terminandos, y la CIA - posteriormente puesta bajo el control directo del Senado de los EE.UU. - se reorganizó en una organización de inteligencia. Esto se mantuvo así hasta el final del siglo 20, y ha cambiado sólo después de severas críticas por inactividad ante la creciente actividad de los extremistas islámicos.

[APV]

Bueno que alguna resistencia, mas que los B26, hubieran ofrecido. No se si por sus caracteristicas hubieran podido actuar como cazabombardero, operando desde la pista de Giron. Ademas, como dijo otro forista en este hilo, es un imperdonable exceso de confianza que no se previeran armas AA para las tropas terrestres.

Ciertamente, aunque no era lo ideal para ataque a tierra si hubieran sido un factor más, quizás disuadirían a los cazas cubanos o al menos los volverían más cautos o incluso podrían atraerlos a un combate en altura.

De todas formas había muchos factores a considerar: su operatividad, el entrenamiento de los pilotos,...

[apatrida]

Aquí una foto curiosa: este B26 se encuentra actualmente en el museo de la aviación de La Habana, está pintado con los colores de la antigua aviación cubana, el mismo esquema empleado en Girón, pero si os fijais en el arreglo de las ametralladoras de la nariz veréis que son diferentes:







En algunos foros se da la siguiente explicación:
En realidad este nunca fue un B26 cubano, sino portugués, empleado en África, y abandonado en Angola después de la retirada portuguesa, y luego llevado a la Isla por las tropas cubanas y repintado.
¿Sería alguno de los aviones conocidos como "Makasi" piloteados por hombres de la CIA, entre ellos algunos cubanos veteranos de Bahia de Cochinos?
Quizá algún compañero forista versado en este tema de la lucha de Portugal en sus antiguas colonias nos pueda dar más datos.

[apatrida]

Aquí otra foto curiosa: esta foto fue publicada en la prensa española durante la invasión, es decir los días 17, 18 o 19 de Abril de 1961. Quisiera recabar la ayuda de los compañeros foristas en la identificación de este tanque, ¿Puede que sea un Stalin? En muchas fuentes se niega que en Cuba existiera este tipo de tanque, por otra parte los invasores de la Brigada 2506 refieren haberse enfrentado a este vehículo. Por la vegetación la foto tiene toda la pinta de haber sido tomada en Cuba, y por la fecha de publicación es probable que estuviera presente en el teatro de operaciones de Bahía de Cochinos, o en alguna otra provincia a la espera de otro desembarco.

[apatrida]

Volviendo a los sucesos del dia D+2 (19-4-1961) y recapitulando un poco: los desesperados contraataques lanzados por Oliva en el frente de Playa Larga y por Alejandro del Valle en el frente de San Blas (bon 3), lograron contener un poco a los milicianos castristas, desorganizados por el ataque aéreo que tan trágicamente acabó. Oliva, con una cortina de fuego de mortero, logró contener el avance comunista hasta las 14:00.

En San Blas, las tropas comunistas volvieron al ataque a las 10:00. La enorme superioridad numérica y en armamento se hizo sentir con más fuerzas, agravada por la escasez de munición de sus oponentes, que se hacía cada vez mayor. No obstante fueron capaces de dejar fuera de combate dos tanques rusos T34, con bazookas y cañones sin retroceso. En uno de estos tanques se desarrolló una tragicomedia en su interior: El conductor pedía al artillero a través del equipo de comunicación interna que disparara, pero este no lo escuchaba. Habían confundido la llave del sistema, y su voz se escuchaba nítidamente en el exterior, como si hablase a través de un altavoz o algo, según refiere Juan Carlos Rodríguez en su libro “Girón la batalla inevitable”
Uno de los camiones artillados con que contaban los brigadistas para defender su posición, fue volado. Poco a poco los paracaidistas, los dos tanques y el Batallón 3 de la Brigada 2506, eran batidos y tenían que retroceder paso a paso. Finalmente cayó San Blas sobre las 11:00, y las tropas de la Brigada tuvieron que retirarse a las posiciones defensivas de El Helechal, a escasos kilómetros de Girón. Estas posiciones muy pronto cayeron bajo el fuego de la artillería y los blindados comunistas, y entonces tuvieron que retirarse al pueblecito y el centro turístico de Playa Girón (14:00).
San Román en su artículo Respuesta escribió sobre esto: “En Covadonga y Yaguaramas se libraron los más duros combates, donde docenas de hombres de los Batallones de Paracaidistas y Armas Pesadas sostuvieron sus posiciones contra miles de hombres. Este valiente frente norte de San Blas-Covadonga-Yaguaramas, fue el último en retirarse de las posiciones iniciales que se tomaron el día 17”.

El Final:

Sobre las 15:00 “…ordene a mis Jefes de Batallones a desentablar combate y retirarse a la ciénaga, por unidades de tamaño de compañía, evitando contacto con el enemigo, “hasta que llegue el Tío Sam”, escribió San Román en la misma fuente mencionada.

"¿Dónde están los aviones?" Crepitaba la radio… "¿Dónde está nuestra munición? Enviad aviones o no podremos mantenernos mas.. “
"No se puede continuar", volvió a sonar la radio de Lynch en el buque de la CIA Blagar - era San Román de nuevo. "No tenemos nada con que pelear ... estamos sin munición ... los tanques rusos a la vista .... Destruyendo mi equipo de comunicación..."

"Las lágrimas inundaron mis ojos", escribió Grayston Lynch. "Por primera vez en mis 37 años me avergonzaba de mi país".

Fuentes:
Juan Carlos Rodríguez en su libro “Girón la batalla inevitable”
An Anniversary Of Heroism And Shame de Humberto Fontova

[apatrida]

Ultima Resistencia organizada:

Según The Bay of Pigs: A Struggle for Freedom de Joe R. English :
“A las 10:00, las tropas de Castro entraron a la población de San Blas y empujaron a través de ella a las tropas de la Brigada hacia Girón. No había prácticamente nada que los detuviera hasta llegar a las posiciones de bloqueo a las afueras de Girón. Las fuerzas de Castro atacaron estas posiciones alrededor de 11:00. Los hombres, reforzados por dos tanques, resistieron allí hasta que ellos también se quedaron sin municiones. Esto sucedió alrededor de 14:00 y luego se retiraron al caserío de Girón. “
Es aquí donde se produjo la orden de San Román de destruir su cuartel general y dispersarse en la cienaga y pasar a la lucha irregular, con la esperanza de un desembarco o una ayuda americana.

En la dirección a Playa Larga:

“En torno a 10:00, una batalla de tanques se estaba desarrollado en el frente Noroeste. Oliva mantuvo la línea y desató un gran fuego de mortero sobre los tanques y tropas que se acercan. Finalmente fue capaz de obligar a las fuerzas de Castro a retirarse y reagruparse. El ataque se renovó a las 14:00, y las líneas de la Brigada estaban empezando a fallar, Oliva ordenó un contraataque. Esta medida desesperada funcionó y se mantuvo la línea. Olivia retiró sus fuerzas a Girón para establecer nuevas posiciones de combate.” (Al parecer no le llegó la orden de San Román de desentablar combate.
Oliva sacó a sus hombres y los llevó hacia Girón, a buscar a San Román. Se encontró con tanques y ametralladoras abandonados al azar, sin munición. Los hombres vagaban sin rumbo a dónde ir y no había forma de salir de la cabeza de playa. Muchos estaban tratando de salir a la mar en pequeños botes y balsas. Cerca de la costa se veía al Destructor USS Eaton, que había entrado en la bahía lo suficientemente cerca como para hacer una evaluación de la situación en las playas. San Román ya se había ido y destruido su cuartel general.
Oliva formó una pequeña unidad con los hombres que pudo encontrar y los condujo hacia el este, hacia Cienfuegos, en busca de las montañas del Escambray. A poca distancia de Girón, la columna fue ametrallada por dos Sea Fury y un T-33. La unidad se rompió y huyó de forma individual hacia los pantanos. Esto puso fin a la última lucha organizada en Bahía de Cochinos. La brigada se había dispersado. La cabeza de playa había caído. La invasión había fracasado."

En el camino de la costa en la dirección Cienfuegos- Playa Girón, se producía el único combate entre los contendientes en ese frente, cuando los milicianos dispararon con una bazooka a un tanque de la Brigada que avanzaba hacia ellos (seguramente la pequeña unidad de Oliva) y el disparo dio en la estera, la infantería que venía detrás del tanque, después de un intercambio de disparos, se retiró.. “Yo iba a ordenar que volvieran a tirarle con la bazooka… Pero no, el tanque estaba allí, inmovilizado, sin dar señales de vida… Los compañeros nuestros corrieron por el lado izquierdo, pegado al mar, y subieron encima del blindado, abrieron las escotillas y apuntando dentro gritaron !Ríndanse¡. Nadie respondió. No, no era un tanque con tripulación fantasma: es que tenía una escotilla en el suelo y por ahí escapó la tripulación, sin que nos diéramos cuenta.” Relato del Capitán Orlando Pupo jefe del Bon 326 que cerraba el camino desde Bahía de Cochinos hacia el Escambray.

Milicianos armados con Bazookas:


Fuentes:
Juan Carlos Rodríguez en su libro “Girón la batalla inevitable”

The Bay of Pigs: A Struggle for Freedom, Major Joe R. English
Marine Corps Command and Staff College, Marine Corps Development and Education Command, segun aparece en la pag. web: A beach-head too far?

[apatrida]

Ese día 19-4-1961 (D+2) se apareció Fidel Castro en el teatro de operaciones. Sobre las 17:00 llegó a las posiciones recién tomadas al enemigo de El Helechal, último punto de resistencia antes del poblado de Girón. Allí ordenó avanzar a sus hombres y tanques:

“Estando en El Helechal, mientras reabastecíamos de combustible y artillería a nuestros blindados —señala Joel—, llegó el Comandante en Jefe Fidel Castro, quien luego de recibir la explicación de cuántos tanques estaban funcionando, me orientó continuar y no parar hasta que las esteras de nuestras máquinas estuvieran en las aguas de Playa Girón. Y así se hizo ya avanzada la tarde de aquel mismo día 19 de abril, fecha en que logramos derrotar a los mercenarios“
Cuenta en la página web de la embajada cubana en Polonia el hoy teniente coronel (r) Joel Pardo Guerra , secretario general del núcleo del Partido Comunista en su zona de residencia, en la circunscripción del Reparto Sierra Maestra, Santiago de las Vegas, Cuba.

Antes ordenó un bombardeo masivo del poblado, con artillería y la totalidad de los aviones que le quedaban, sin saber probablemente que ya hacía 2 horas que la Brigada 2506 había abandonado el caserío y se había dispersado en las ciénagas:

Extractos del libro “Memorias de un capitán rebelde”, del piloto chileno al servicio de Castro Jaques Lagas:
“El 19 de abril de 1961, vuelo mi avión de combate sobre el pueblo de Playa Girón. Había despegado por tercera vez en ese día a las 16:50 horas. Recuerdo las instrucciones que he recibido antes de elevarme: “el enemigo se hace fuerte en el mismo pueblo de Playa Girón, y hay que liquidar esa batalla antes de que caiga la noche; de los contrario pueden reembarcar o recibir repuestos al amparo de la oscuridad”.
Llamo a mi bombardero: “mire Cuadrado, tome nota tranquilamente. Vamos a bombardear a 6.000 pies de altura. De sur a norte, con una velocidad de 250 millas por hora; el viento es del norte de 15 nudos. No hay deriva. ¿Entendido bien? -Sí Capitán, copiado todo correcto- Recuerde- agrego- o pone las cuatro bombas en el pueblo, o le parto la siquitrilla llegando a la base… Cuadrado, lo que ve directamente adelante y pegado a la costa es Girón. Desde aquí ya se puede apreciar el pueblo, la pista y el camino, ¿lo ve?- Si jefe… Por el intercomunicador me llega la voz tensa de Cuadrado: “-cuatro bombas fuera, capitán, Cayeron medio a medio en el pueblo-agrega a media voz, a lo mejor sintiendo lo que habíamos hecho.
Miro hacia Girón. El pueblo no se ve; está envuelto en una inmensa nube blanca que se eleva a más de dos mil pies de altura. Las cuatro bombas de 500 libras cada una hicieron blanco directo. Son las 17:35 horas del miércoles 19 de abril de 1961. Según supe después el enemigo se rindió incondicionalmente a las 17:40 horas de ese mismo día. Exactamente cinco minutos después del bombardeo.
El 19 de abril de 1962 y a pesar de que ya estaba curado de espanto, casi me caigo del asiento en la cafetería Marakas, al ver las fotografías de los destrozos que yo había ocasionado en Playa Girón, cuando bombardeé dicho pueblo por orden de Fidel, el miércoles 19 de abril de 1961, a las 17:35 horas, como producidos por efectos del “brutal bombardeo del imperialismo yanqui”. Aparecían las fotografías acompañadas de grandes titulares de la Revista Verde Olivo, en los periódicos Revolución y Hoy. Miraba atónito, incrédulo y asombrado las fotografías. No podía dar crédito a los que estaba viendo. Engañar y mentir de esa manera caía ya en lo ridículo. Miles de hombres habían sido testigos de aquellos trágicos y sangrientos bombardeos.”

Foto del piloto chileno al servicio de Castro Jaques Lagas:


Poco después entraban las tropas castristas en Girón, último reducto de los invasores

[apatrida]

Fidel Castro señala algunas de las casas bombardeadas durante la invasión de Bahía de Cochinos en 1961.


Piloto castrista Alberto Fernández en una entrevista en Granma:
¿Como lo toma el 19 de abril?
-Yo estaba en vuelo de reconocimiento para ver los barcos estadounidenses, pero de súbito me dicen que en el entronque Cayo Ramona-San Blas había resistencia enemiga y me ordenaron ametrallar y así lo hice.
"A las tres de la tarde Fidel ordena un ataque final y aquello fue grandioso, pues les tiramos a los mercenarios con todas las armas posibles. Cuando regreso a la base llega la noticia de que se suspendieron los vuelos. Habíamos triunfado".


Milicianos victoriosos:

[apatrida]

No he podido saber cuáles fueron las primeras tropas comunistas en entrar en Giron, al parecer fueron las provenientes de Playa Larga (Batallón de la Policía bajo mando de Amejeiras y milicianos) todas bajo el comando del entonces capitán Jose Ramon (Gallego) Fernández.

Tercera parte y final de la entrevista realizada al General de División (r) José Ramón Fernández por Magali García Moré (periódico Granma):
“Girón fue tomado a las 17:30 horas del día 19.
Como Fidel venía en camino le envié de inmediato el siguiente mensaje:
Tomamos Girón a las 17 y 30 horas.
Territorio Libre de América.”
José Ramón Fernández con un prisionero en Bahía de Cochinos:


Momentos de Tension: En la misma entrevista el Gallego Fernández relata los momentos vividos en que estuvieron a punto de enfrentarse las tropas americanas y sus milicianos:
“El acontecimiento de mayor riesgo y tensión de aquella jornada del día 19 de abril fue para mí un hecho que originó pasiones y actitudes encendidas y una verdadera lucha entre nuestra decisión de no hacer fuego contra dos destructores de la Armada estadounidense que estaban en nuestras aguas jurisdiccionales, a menos de dos mil metros de la costa, y la demanda, de los subordinados inmediatos, especialmente de las baterías de artillería, que enardecidos, y muy irritados por las bajas sufridas por nuestras tropas, demandaban con vehemencia hacerlo.
Los destructores se aproximaban con sus cañones desenfundados y apuntando hacia tierra en actitud provocativa y amenazante, mientras que, por el movimiento de botes desde los barcos hacia tierra y desde esta hacia los barcos, yo apreciaba que se producía un nuevo desembarco. No sabíamos que en la retaguardia enemiga había comenzado ya la desbandada y no lo podíamos ver porque nos lo impedían la configuración del terreno y la vegetación.
MOMENTOS DIFÍCILES
Reproduciré a continuación, literalmente, lo que sobre aquellos difíciles momentos se dice en el libro Bahía de Cochinos. La verdad no dicha, de Peter Wyden, que se entrevistó con los dirigentes de los medios de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que estaban allí, de los portaviones norteamericanos, con el jefe de los destructores y con el Almirante que mandaba la flota yanki que acompañaba y protegía a los invasores, y tomó como base lo que ellos le narraron. Por otro lado, Wyden autor norteamericano que con tiempo y detalles investigó los hechos, se entrevistó asimismo con el compañero Fidel y con un grupo numeroso de cubanos que participaron en las acciones. Lo que ese investigador expresa en su obra, luego de confrontar las declaraciones de ambas partes, se corresponde, en nuestra opinión, con la realidad.
Dice:
"El comandante Fernández estaba indignado. Estaba ansioso por haber tomado Girón antes de las 6:00 p.m. del martes, como Fidel había ordenado. Ya era miércoles por la tarde y estaba paralizado, a una o dos millas de la victoria final sobre los invasores. La nueva carretera a lo largo del agua era excelente, pero a la izquierda los espinosos arbustos eran impenetrables; la costa, a menos de veinte yardas a la derecha, era tan rocosa que se hacía difícil encontrar un lugar donde emplazar con seguridad su artillería. El fuego enemigo era intenso. Había muchas bajas. Sus hombres tenían sed y estaban agotados."
"Reiniciaron la marcha durante una tregua en el bombardeo a las 2:10 p.m. De pronto, el capitán Eugenio Teruel Buyreu, señaló con el dedo dos barcos de guerra en el mar. Los dos hombres corrieron hacia un montículo cubierto de hierba debajo de un árbol al lado izquierdo de la carretera. Fernández miró detenidamente con sus binoculares Zeiss. Definitivamente, los barcos eran destructores. Nadie en la zona tenía destructores salvo la Marina de Estados Unidos. Estaban a menos de dos millas de distancia, definitivamente en aguas cubanas, y avanzaban con rapidez. Sus cañones estaban descubiertos. Muchas embarcaciones pequeñas se movían entre la costa y barcos que estaban frente a Girón. Algunas parecían venir, otras ir. Fernández pensó que debían ser unas cuarenta, tal vez cincuenta."
"Escribió a la carrera una nota al cuartel general en el central Australia en la que informó que estaban desembarcando refuerzos para los invasores y pidió otro batallón de infantería y un batallón de tanques. Hurgando en sus bolsillos en busca de papel y pluma, perdió las llaves de su auto de La Habana. Su nota salió con un mensajero en motocicleta. Ahora, sus tropas se habían detenido junto al agua, señalaban con el dedo y hablaban con excitación acerca de los barcos. ‘Todo el mundo quería disparar’. Fernández ‘pudo haberles dado sin duda’. No tenía instrucciones sobre cómo proceder con los barcos estadounidenses. Con anterioridad había descubierto aviones a chorro estadounidenses y había dado orden de dispararles, sin éxito, pero eso era distinto. Los aviones estaban ‘violando nuestro espacio aéreo y participando en la intervención’. Si él hubiera atacado a los destructores que estaban a cierta distancia y ellos hubieran asegurado que solo estaban patrullando en aguas internacionales, las ‘consecuencias podrían haber sido trascendentales."’
"Fernández era muy consciente de que tenía que ser ‘un oficial responsable’. No sentía ningún resentimiento hacia Estados Unidos. Había sido tratado con amabilidad durante su entrenamiento en Fort Sill, no iba a dar a los comandantes de esos destructores una buena excusa para que tomaran represalias e intensificaran la guerra. Tampoco ‘era lógico pensar que dos destructores atacarían solos’. Tendrían que haber ido acompañados de apoyo aéreo, y los aviones a chorro estadounidenses no habían atacado."
"Él no llegó a esa conclusión enseguida. Al principio, manteniendo en la mira de sus binoculares los cañones de los barcos que navegaban a toda prisa, pensó que era posible que los destructores atacaran. Cuando redujeron la marcha y ‘casi pararon’, empezó a pensar que no dispararían. Fue ‘el momento más dramático’ de la guerra. Se sentía muy solo. Echaba mucho de menos tener a otra persona responsable con la cual intercambiar opiniones."
"La presión a su alrededor aumentaba. Sus hombres seguían exigiendo que se disparara. Estaban molestos por las bajas que habían sufrido. Fernández tenía tres obuses de 85 mm y seis morteros." (*)
(*) Evidentemente el Sr. Wayden, que es bastante preciso, por un problema de nombre se confundió, lo cierto es que ese día cuando los dos destructores se acercaron a la costa, yo poseía 2 baterías de cañones 85 mm que significan 12 piezas de artillería, 3 tanques T-34 y 5 SAU- 100, lo que hacen en total 20 piezas de artillería.
"Ordenó que los alinearan a su derecha, casi directamente en el agua. A su izquierda alineó sus tres vehículos blindados semioruga soviéticos con sus cañones autopropulsados. Girón se olvidó por el momento. Dio orden de disparar los cañones individualmente, solo contra las embarcaciones pequeñas; pensó que podrían traer ‘otra brigada’. Nadie debía disparar contra los destructores. Fernández se mantenía mirando con sus binoculares para estar seguro de que no los habían atacado. En ese momento llegaron alrededor de otros veinte obuses de 85 mm. El jefe que los comandaba también insistió en disparar a los destructores. Fernández ordenó incorporar esos obuses a los demás y seguir las órdenes que él había dado. Su nuevo frente se extendía ahora unas 150 yardas."
"El debate acerca de disparar contra los destructores no duró mucho. Maestro de cadetes militares durante toda su vida profesional, Fernández tenía la voz de un profesor, la actitud de un comandante y la perseverancia que hacían que los estudiantes y subordinados hicieran lo que él decía sin muchas objeciones."
"Entonces Fernández vio aviones de su fuerza aérea que también atacaban las pequeñas embarcaciones. Se alegró mucho. Era la primera vez durante toda la batalla que veía aviones amigos.
"Los destructores se dieron vuelta después de unos treinta minutos, calculó después Fernández. En aquel momento, no pareció ese tiempo: Parecía que nunca terminaría."
"Un extraño silencio invadió el frente."
"Para el comodoro Crutchfield en el Eaton la batalla tampoco parecía terminar."
"Después que su sombra fiel, el Murray, se le volvió a unir, había estado reconociendo lentamente la costa. Washington seguía presionando pidiendo información. Él podía ver algunas embarcaciones moverse al vaivén de las olas entre el Eaton y la costa. De repente, vio tanques que con un ruido sordo se dirigían hacia la playa desde la izquierda. Estaban a solo unas dos mil yardas de distancia. Abrieron fuego."
"Uno de los proyectiles pasó por encima del puente haciendo ‘zuum’ y cayó a unas cincuenta yardas, demasiado largo para dar en el blanco. Otro se quedó a cincuenta yardas."
"El capitán Perkins, también en el puente, pensó que habían determinado el alcance. Los artilleros del barco estaban listos. Pidieron permiso para devolver el fuego."
"Crutchfield no lo dio. Se planteaba muy seriamente devolver el fuego. Si los proyectiles hubieran caído ‘más cerca’ lo habría hecho. Sin embargo, le habían metido tanto en la cabeza la conveniencia de tener extrema cautela que sentía la necesidad de esperar. Era evidente que Washington no quería que los destructores, el portaaviones ni sus aviones a chorro participaran en actos de guerra. En ese momento había que mantenerse sereno. Sí, tenía órdenes de defenderse. Pero ¿se trataba de un ataque serio? Él estimaba que no, que los proyectiles eran proyectiles que se habían desviado de la ruta. Procedían de tanques, no de la artillería, que habría sido mucho más grave. El fuego de artillería de Fernández no estaba cayendo cerca de él. Crutchfield pensó que el bombardeo era errático y en realidad no amenazaba al Eaton ni al Murray."
"Le dijo a Pete Perkins que se pusiera en camino. Seguido del Murray, se movieron hacia el este, lejos de la playa y del fuego enemigo. Detestaban dejar las pequeñas embarcaciones detrás. Podría haber hombres de la Brigada en ellos que estaban tratando de escapar. Era inevitable. La próxima vez algunos proyectiles podrían dar en un destructor y se verían obligados a responder. Nadie quería iniciar la III Guerra Mundial."
Hasta aquí la larga cita de Peter Wyden, en su libro Bahía de Cochinos. La verdad no dicha.
Es verdad que los barcos se retiraron. En ese instante tuve la impresión de que la guerra había concluido, y sentí un silencio enorme en mi cabeza, como si estuviera flotando en el aire. Fue la intensa descompresión que experimenté.
Para mí esos hechos y esa decisión, impuesta con firmeza y clara conciencia de su trascendencia, y la situación que se creó con las fuerzas que mandaba, constituyen el momento más trascendente y quizás los minutos de mayor presión que he experimentado en mi vida.”
USS Murray en una foto de la época:


USS Eaton en una foto de la época:

[apatrida]

Aquí lo que pone en su página web David Barker, tripulante del USS Cony durante la invasión de Bahía de Cochinos. Barker llegó a suboficial de 3ra clase y es veterano de la guerra de Viet Nam. Ha escrito tres libros que están en la Biblioteca del Congreso, son: “En Busca de la Verdad para los Veteranos de Vietnam”, “El veterano de combate de la Segunda Guerra Mundial hasta el presente” y “Tormenta del Desierto: La historia no contada.” Ha representado a miles de veteranos en varias de sus reivindicaciones ante la Administración de Veteranos y, afortunadamente, con una tasa de éxito muy alto.

Foto de David Barker que aparece en su web, del dia 16/4/61 tomada cerca d e20 millas al sur de Bahia de Cochinos, el dia antes de la invasión. Aquí lo que escribe:

“El Eaton, El USS Cony, su nave hermana Conway, el Murray y otros destructores participaron en la flotilla de invasión de Bahía de Cochinos. Algunos marineros, entre los que me encontraba yo, recibimos instrucciones de ir fuera de la borda y cubrir con pintura el primer dígito del número del casco. El Cony se convirtió en el 08 en lugar del 508. También se pintó sobre el nombre “Cony” ubicado en la popa, para borrarlo, en lo que me ayudó otro marinero llamado Peterson . El banderín y la bandera de EE.UU. se eliminaron.

Fotos del USS Cony mostrando los cambios para enmascararlo:




(Dia D+2, 19-4-1961) Recibió el fuego desde la playa, y dos proyectiles perdidos de los tanques cubanos colocados a lo largo de la bahía cayeron muy cerca del barco. Durante la invasión, disparos de pequeñas armas de fuego comenzaron a repicar la nave por lo que esta se trasladó fuera de su alcance.
Por otra parte, un ballenero, llevando marineros fuertemente armados con rifles automáticos Browning, del Cony, quedó varado en un arrecife de coral mientras rescataba sobrevivientes de la Brigada, y fue disparado por un helicóptero cubano, que pronto fue ahuyentado por una aeronave A4D del portaaviones Essex.
El 21 de abril, el USS Cony, USS Eaton y USS Murray se unieron con el USS Conway y el USS Threadfin, submarino asignado a nuestra DesRon así como al hidroavión de la CIA PBY-5A Catalina, y realizaron búsquedas sobrevivientes de la Brigada dispersos en las costas, los arrecifes y las islas hasta el 25 de Abril, hubo casi 30 rescatados.
En el camino de regreso a Norfolk a la tripulación se dijo que debían guardar silencio acerca de dónde estuvimos y qué hacíamos. Recuerdo cuando un hombre de nuestro barco se puso a hablar de ello, mientras estaba en un bar en la playa y la SP lo trajo de regreso. Fuimos los primeros de nuestra época en hacer una operación fantasma. Esto sentó las bases para lo que sucedió después en Vietnam: comprometerse, luchar y dejar el trabajo sin terminar. De esto de ninguna manera se puede culpar a cualquiera de nosotros que estuvimos en Bahía de Cochinos, o a los oficiales al mando, la responsabilidad es del mismo hombre que nos llevó a las profundidades de Vietnam:

El Sr. Robert McNamara, secretario de Defensa, quien suspendió el apoyo aéreo después de que había prometido total apoyo a la Brigada 2506. Incluso tuvimos líderes de la Brigada en el Cony. Nuestros artilleros y otros limpiaron sus armas. Los llevamos en nuestra lancha de motor como un servicio de taxi y los abandonamos a su suerte, basados en el cambio de opinión de McNamara después de que la acción estuviera totalmente en marcha…

Fuimos la primera fuerza americana en alejarnos en la distancia de un escenario de combate y dejar atrás nuestras almas. Cuando fuimos obligados a abandonar la Bahía de Cochinos, y dejar atrás la Brigada 2506, actuamos contra esas buenas personas. A todos nos molestó y molestan estos trágicos acontecimientos.

…Además todo tripulante del Cony en Bahía de Cochinos, recibió la medalla de Expedición de la Armada.”

[apatrida]

Aquí el testimonio de otro norteamericano que estaba a bordo de otro de los destructores de la US Navy que penetraron en Bahía de Cochinos después del colapso de la Brigada, según aparece en el blog Balance Cubano:




En la foto, tomada en la a reunión de la Asociación de Veteranos del USS Conway (DDE-507), celebrada el 11 de febrero de 2011, Henry Agüeros, radarista del barco, (tercero de derecha a izquierda) sostiene el cuaderno de bitácora que cuenta la historia del USS Conway, de la participación de ese barco y su tripulación en la Invasión de Bahía de Cochinos y en los días que siguieron, cuando salvaron a varios brigadistas. Dos norteamericanos de la tripulación que estuvo en Bahía de Cochinos sostienen la bandera de la Brigada de Asalto 2506.


Henry y otros miembros de la tripulación de ese barco, después de la derrota… ayudaron a salvar a varios brigadistas en alta mar y recogieron a varios que habían muerto de hambre y de sed.

Henry ha referido muchas veces como los días 18 y 19 de abril, muchos de los tripulantes norteamericanos, incluyéndolo a él, lloraban de coraje cuando les eran denegadas sus peticiones para entrar en combate. Henry Agüeros, nacido en New York, hijo de padre cubano y madre puertorriqueña, ha relatado como ese día él se juró a sí mismo: "Yo no nací en Cuba, pero hoy Cuba nació en mí". Y desde entonces su vida ha estado dedicada a la lucha constante contra el enemigo castro-comunista y sus cómplices: ex jefe de los Comandos de la "Operación Castigo" del Movimiento Nacionalista Cristiano, ex prisionero político por su prominente participación en la guerra por los caminos del mundo, veterano de misiones de infiltración y exfiltración y de suministros de pertrechos a los combatientes anticomunistas en Cuba, hoy en día Presidente de "Nueva Esperanza de Cuba".


En esa reunión, el Segundo Teniente Charlie Coales, habló de Henry y de sus cualidades como marino y lo ratificó en una carta posterior a la reunión en la que afirma, entre otras cosas: "Cincuenta años después yo quiero elogiar la actuación de Henry Agüeros por su profesionalismo, sus destacado modo de trabajo y su atención a su deber. Nosotros resistimos juntos muchas guardias en el CIC (Combat Information Center-traducción: Centro de Información de Combate), algunas veces en un mar picado y con el equilibrio en precario, y siempre pude depender de él y sus habilidades como radarista."

Sigue contando Henry Agüeros: “Mi nave del U.S.S. Conway - DDE 507, entró en la Bahía de Cochinos en la noche del 19 de Abril de1961. Nosotros recogímos de 20 a 30 brigadistas que nadaban hacia nosotros.

Muchos estaban heridos. Pusimos un pequeño bote en el agua y fuimos hacia ellos. Algunos de nosotros nos metimos en el mar para ayudar a sacarlos.

Cuando ya estaban a bordo y no se pudo encontrar más, el barco se retiró de la zona y se dirigió a Guantánamo Bay. (base americana)

Estos fueron hombres valientes y cada marinero en mi pequeño barco hizo todo lo posible por ellos. Nos sentimos muy enojados con nuestro Gobierno. Estábamos ahí con una flota de barcos y aviones, y se pudo haber atacado a los comunistas si sólo nos hubiesen dado el ok.

Armando Triana, Pelayo García, Manuel Vasconcelos, José Aguila ........ estos son algunos de los nombres de los valientes brigadistas cubanos que recuerdo que fueron rescatados esa noche hace mucho tiempo. Yo sólo tenía 18 años de edad ya partir de esa noche me convertí en un partidario de todo lo anti-Castro.”

Fuentes: Blog Balance Cubano
USS Conway Newsletter.

Mapa que muestra la posición de los destroyers americanos durante el rescate de sobrevivientes:

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Los hombres que murieron en Girón:

El gobierno de Castro reconoció 156 muertos entre sus fuerzas, según refleja el artículo de la periodista Clara Emma Chávez Álvarez publicado en el sitio web oficial del gobierno cubano sobre esta batalla, y además ofrece algunos datos:
“Al estudiar individual y colectivamente la vida de los 156 caídos, observamos entre otros aspectos de interés, que las ultimas ocupaciones que desempeñaron fueron las de jornalero, carpintero, jardinero, zapatero, albañil, chofer, obrero agrícola, mecánico, ferroviario, dependiente, miembro de las Fuerzas Armadas, así como también y de la Policía Nacional Revolucionaria.
Del total el 40 por ciento eran obreros; el 32, militares de las FAR y el MININT; el resto trabajadores de servicios, técnicos; empleados administrativos y trabajadores por cuenta propia. Sólo un 0,6 por ciento constituían pequeños propietarios.
Otro factor digno de la mención es el referido a la procedencia revolucionaria de los héroes, en quienes hemos podido determinar la preponderancia de antiguos integrantes del MR-26-7 (43) y del Ejercito Rebelde (32), así como la militancia activa de 32 Jóvenes Rebeldes (AJR).
Las edades al caer oscilaban entre los 14 y 59. Con esta última murió Juan Pérez Serna, a quien cariñosamente llamaban el abuelo.
(Nelson Fernández Estévez era artillero de la Base Granma, y el 17 de abril recibió heridas en el abdomen. No obstante siguió peleando hasta que las fuerzas lo abandonaron.
Trasladado al Hospital Provincial de Matanzas, entre la vida y la muerte, al ver triste a su mamá, le dijo: "…tu sabes como yo pienso (…) tan pronto este bien, y me necesite la Revolución, allí estaré…".
Falleció el 26 de abril de 1961 a la temprana edad de 14 años.)
La media general se establecía en los 24, 7 años.
En cuanto a su escolaridad, según el sistema de educación vigente en 1961, la mayoría -87- sólo habían vencido la enseñanza primaria, 3 eran analfabetos, 37 graduados de nivel medio y 4, universitarios.
La proyección ideológica de los inmolados, quedó contenida en cartas, conversación con los familiares y compañeros, en las que afloran conceptos que reflejan la condición humana y la convicción revolucionaria de aquellos hombres que entregaron la vida por una patria mejor. En ellos aparecen con notable frecuencia: Fidel, Revolución, libertad, Cuba, Patria, pueblo, lucha, deber, madre, honor e hijos.”

Además menciona cinco civiles muertos, y le achaca la culpa al enemigo.

Del otro lado del estrecho de la Florida creen que el numero de bajas castristas debió ser superior a las declaradas oficialmente. Se manejan muchas cifras, por ejemplo Pérez San Román, comandante de la Brigada 2506, en su artículo Respuesta dice:
“Más tarde, el Fiscal General, Robert F. Kennedy y el que suscribe, hablamos frecuentemente del pasado y el futuro, mientras, a caballo, recorríamos los hermosos pasajes de McLean, Virginia; cuando entonces mi familia y yo vivíamos por tres meses (marzo a junio, de 1963) como invitados suyos, en una casa a unas cuadras de distancia del hogar de los Kennedy’s. Cada semana Bob Kennedy llegaba a mi casa, montado a caballo, llevando de la brida uno para mí. En una de nuestras tan largas conversaciones, en la que siempre mostraba gran admiración, me dijo que: “las fuerzas de Castro sufrieron más muertos que el número total de brigadistas desembarcados. Que de acuerdo con fuentes de inteligencia del gobierno de los EE.UU., las tropas comunistas sufrieron 1,800 muertos y entre 3,000 a 4,000 heridos”.

Es mi opinión que quizá no sean tan altas pero seguramente serán mas que las declaradas oficialmente.
La mayoría de los cuerpos fueron entregados a sus familiares y enterrados en sus lugares de residencia. Ignoro si actualmente existe algún proyecto para edificar un mausoleo común.

Monumento en Playa Girón con los nombres de los milicianos y militares castristas caídos en aquel combate:


Milicianos muertos en la batalla:





Civiles muertos en la batalla:

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Los hombres que murieron en Girón: Brigada 2506:

Aquí lo que pone El Pais internacional en el artículo “Las cuentas pendientes de Washington”, de PEDRO SCHWARZE - Madrid - 18/04/2011:

“A 50 años de esa batalla, los brigadistas que murieron en esa operación no están en cementerios de EE UU. Unos porque cayeron al mar y sus cadáveres nunca fueron recuperados. Los otros siguen en Cuba al no haber sido nunca reclamados por las autoridades de Washington o por no haberse abierto una instancia de negociación al respecto con el régimen de La Habana. El Gobierno estadounidense nunca ha buscado vías para repatriar los cuerpos de aquellos que envió a pelear, a diferencia de lo que ha hecho por los combatientes muertos o desaparecidos en la guerra de Vietnam.

…Por los muertos no se hizo nada o casi nada. Ni siquiera sus familiares recibieron alguna pensión especial por el fallecimiento de sus esposos, padres o hijos, como reconoce el exbrigadista e historiador de la Brigada 2506, Esteban Bovo. Y sobre el tema de haber buscado una negociación para repatriar los muertos responde: "Nada se puede negociar con ese señor", en referencia a Fidel Castro …

Este veterano explica que, de los 104 brigadistas muertos a consecuencia de los hechos de 1961 (que incluye a quienes fallecieron en los entrenamientos en Guatemala, en la travesía hacia Cuba y quienes murieron en un bote que estuvo 15 días a la deriva tras huir, después de la batalla), y aparte de aquellos cuyos cuerpos no fueron recuperados, muchos fueron enterrados en el mismo lugar donde cayeron; otros fueron sepultados en el cementerio de Jaguey Grande, cerca del central azucarero Australia, y no pocos fueron depositados en fosas comunes en el cementerio Colón, de La Habana.

Entre este último grupo se encuentran cinco brigadistas que, tras ser capturados por haberse infiltrado en Cuba en las semanas previas al desembarco de Playa Girón, fueron fusilados el mismo 19 de abril de 1961, y otros cinco invasores que fueron ejecutados el 5 de septiembre del mismo año por orden de un tribunal cubano. Asimismo, en el camposanto habanero se encuentran nueve brigadistas que murieron asfixiados cuando eran trasladados a la capital cubana en camiones cerrados.”

Al parecer de la Brigada 2506 murieron 63 en combate, de los 104 muertos totales.

Muertos de la Brigada 2506:






Esta foto del brigadista muerto sobre el tanque, que se ha publicado mucho, se me antoja un montaje, ¿recordáis aquella famosa foto del panzer alemán con un muerto en las arenas de África, que tanta polémica suscitó? Pues esta me la recuerda mucho.




Los cadáveres están todos descalzos, ya en Cuba se empezaba a notar la crisis inherente al comunismo, y no era cosa de desperdiciar las buenas botas de paracaidista americanas.

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Los hombres que murieron en Girón:

Sin embargo, los casos que mejor reflejan el destino de los muertos de la Brigada 2506 son precisamente los de los cuatro norteamericanos de Alabama muertos cinco décadas atrás. Uno de los B-26, donde iban Riley W. Shamburger y Wade C. Gray, se estrelló en el mar, por lo que sus cuerpos nunca fueron hallados. Pero el otro bombardero cayó en tierra. Thomas Willard Ray y Leo Francis Baker habrían sobrevivido al derribo, pero fueron muertos por los milicianos, aparentemente al haberse resistido a su captura. Como sea, sus familias debieron realizar una larga lucha por recuperar sus cadáveres y por conocer las circunstancias en que habían muerto, algo de lo que nadie les informó durante años.
Así, tuvieron que pasar casi dos décadas para que la viuda y los dos hijos de Thomas Pete Ray pudieran enterrar el cadáver de su padre. Sólo en 1972 la CIA reconoció que Ray pertenecía a su plantilla. Tiempo después la familia se enteró que el cadáver del aviador estaba en un congelador en el Instituto de Medicina Legal de La Habana. Fue entonces cuando la hija de Ray, Janet Ray Weininger, reclamó el cuerpo a las autoridades cubanas, tras lo cual fue repatriado a Alabama, en diciembre de 1979.
Catherine Baker ha tenido menos suerte. Después de décadas de hacer preguntas y de golpear puertas, la esposa de Leo Francis Baker vino a obtener algunas respuestas en 1982. Sólo ese año el Departamento de Estado le comunicó que su esposo había muerto en Bahía de Cochinos y que su cuerpo estaba sepultado. Tras años de requerimientos de la viuda, el aparato diplomático estadounidense había actuado y le había solicitado a las autoridades cubanas información por el caso de Baker. La respuesta no se hizo esperar: la descripción del miembro de la Guardia Nacional de Alabama coincidía indudablemente con los de un cuerpo identificado con el número 425-E y enterrado en la manzana 5, segunda clase, fila 10, tumba 18 del cementerio de Cristóbal Colón, en La Habana. Sin embargo, no habría funeral en Birmingham. No era posible exhumarlo, ya que el cuerpo fue arrojado en algún momento a una fosa común, por lo que sería muy difícil distinguir sus restos de los de otros combatientes.

Foto de la esposa de Riley W. Shamburger, junto a un cuadro de su difunto marido:



Fuente: El Pais internacional en el artículo “Las cuentas pendientes de Washington”, de PEDRO SCHWARZE - Madrid - 18/04/2011:

[apatrida]

Cuando terminó todo, los sobrevivientes de Alabama fueron rápida y silenciosamente devueltos a Birmingham y ordenados que se olvidaran del asunto. A pesar de la controversia que rodeaba el fiasco de Bahía de Cochinos y sus sentimientos de traición, los guardias de Alabama guardaron silencio durante décadas. Cuatro de los guardias de Alabama que habían ayudado a formar y asesorar a los exiliados cubanos: Ulay Littleton, Livingston Dalton, Charles Weldon, y Carl Sudano- continuaron trabajando con la CIA después de la invasión. Nunca nadie más, ni siquiera sus familias, supieron donde habían estado. El fracaso de Bahía de Cochinos tenía implicaciones de largo alcance para el Gobierno de los EE.UU. y sus políticas de Guerra Fría.
Wilson, que había volado dos misiones como ingeniero de vuelo a bordo de un avión de abastecimiento de C-54, fue uno de los primeros aviadores Birmingham en volver a casa:

"La parte triste de esto es que yo vivía a una cuadra y media de uno de los muchachos que mataron, TW Ray", recuerda. "Su madre sabía que yo estaba con él y me preguntó: '¿Dónde está Peter?"

"Y yo le dije, “señora Ray, no puedo hablar con usted”.
"Negación (Denial en ingles)", dijo Patterson (otro de los miembros de la GNA). "He aprendido una nueva palabra durante este tiempo. Tenga siempre una negación, siempre invente una historia que pueda negar que usted estuviera involucrado. Esta es la forma en que la CIA operó".

Foto de la esposa e hijos de Leo Francis Baker, en los años 60´s:



Para la Guardia Nacional Aérea de Alabama no habría medallas por Bahía de
Cochinos pero por su silencio merecían ya una insignia de honor.
En 1998, a raíz de la desclasificación de archivos, la CIA reconoció la participación de estos hombres en la invasión.
Según un artículo de Nicanor Leon Cotayo, aparecido en Granma, diario oficial cubano:
La muerte de Willard Ray “..fue el comienzo de un baile de mentiras. Para la CIA Ray no existía, para el gobierno estadounidense el hombre había desaparecido en la nada y para los familiares del piloto era el comienzo de una pesadilla”, el comienzo de una larga batalla para obligar a las autoridades a admitir que Ray había muerto en acción de guerra, y no en un accidente en una misión humanitaria, como se les intentó hacer creer. “..la Agencia incluso creó una falsa sociedad que por años le pagó una pensión a la viuda y subsidió a los huérfanos”

Fuente: Periódico The Birmingham News y Granma

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B26 de la Guardia nacional de Alabama:

El periódico The Birmingham News publicó el 17 de Abril del 2011 algunas entrevistas a sobrevivientes de esta operación, ex miembros de la Guardia Nacional de Alabama GNA:
Uno de ellos, Roy Wilson, un ingeniero de vuelo de Pinson, que había volado con la Fuerza Aérea en Corea, aprovechó la oportunidad cuando la CIA lo llamó para reclutarlo:

"Yo estaba muy emocionado por el dinero", recuerda Wilson. "Hice 2.850 dólares al mes, y que era buen dinero en aquel entonces. Y además ganaba $ 500 por misión.

"Éramos realmente soldados de fortuna, por lo que ello reportaba", añade. "Yo era joven entonces. No me importaba."
Otro de apellido Yates, que en 1961 estaba esperando para empezar la escuela de odontología en el otoño, al salir de la reunión con Doster (el hombre de la CIA) dijo que estaba listo para ir también.

"No hay duda de que me iba", dice. "Mis amigos se van, y yo quería estar allí.

"Todos queríamos servir a los Estados Unidos de alguna manera, de lo contrario no habría estado en la Guardia Nacional."

La única cosa que su esposa sabía es que se iría lejos con la GNA por un tiempo, y él no estaba seguro de cuándo iba a volver.

"Nadie sabía que había salido del país", dice Yates. "Y no podías decir dónde estabas si no querías verte en problemas."
A los aviadores se les dio nuevos nombres y documentos de identidad falsos, y se les dijo que fueran a comprar ropa nueva sin etiquetas de EE.UU.

Wilson se convirtió en Roy Waggenhoffer de El Paso, Texas, y Yates se convirtió en Charles Yaden de Yankton

"Yo no creía que hubiera un lugar llamado así, pero allí estaba ", dice Yates. "tuve que buscarlo en el mapa".
Foto de Roy Wilson, a la izquierda, y Charles Yates, en el Museo Aereo del Sur, sirvieron en la Guardia Nacional Aérea de Alabama y con la CIA en Bahía de Cochinos en 1961. "Somos amigos y hemos permanecido así durante años", dice Yates. (The Birmingham News):

Los exiliados cubanos, conocidos como la Brigada 2506, sufrieron numerosas bajas, y al final del segundo día, sus pilotos estaban agotados.

En el tercer día, a pesar de que la invasión parecía ser una causa perdida, los aviadores Alabama se ofrecieron a ir a combatir.

"Se pidieron voluntarios, y es entonces cuando los pilotos de la GNA se acercaron y se ofrecieron", dice el historiador de la Fuerza Aérea Warren Trest de Montgomery, quien co-escribió "Wings of Denial", un libro sobre el papel de la guardia aérea de Alabama en Bahía de Cochinos….
Es aquí cuando perecen los 4 aviadores norteamericanos.


Tres semanas más tarde, en una ceremonia de firma de proyecto de ley en la Casa Blanca, dice Patterson, Kennedy confesó que lo sentía por la pérdida de "los cuatro residentes de Alabama" y dijo que esperaba vivir lo suficiente para hacer algo para reconocer lo que hicieron…
Fuente: Periódico The Birmingham News