Los errores del CTV en Guadalajara
Moderador: fco_mig
Los errores del CTV en Guadalajara
El Estado Mayor del CTV cometió, varios errores gravísimos en el planteamiento de la batalla de Guadalajara.
Despreocupadamente en un ambiente triunfalista, ajeno a los mínimos planteamientos militares, desecharon cualquier posibilidad de que el enemigo pudiera tener más intención que la de salir corriendo en cuanto aparecieran las aguerridas tropas italianas.
De igual manera despreciaron las condiciones metereológicas que se estaban agravando por momentos. Las tropas italianas estaban llegando a las mesetas heladas de la Alcarria —1.000 metros de altitud suponen, en las noches normales de marzo, seis a ocho grados bajo cero y en las noches de ventisca, que fueron precisamente las de la batalla, se alcanzaron temperaturas inferiores a los quince bajo cero— con el mismo equipo que vestían procedente de su intervención anterior en el clima siempre primaveral de la costa malagueña. Ahora en Trijueque estaban bajo un frío casi glacial y Bergonzoli, aprisa y corriendo, tuvo que pedir a la Intendencia española millares de pasamontañas y calcetines de lana.
Como estaban convencidos que se iba a llegar en cuatro o seis días a Madrid, no se hizo nada para adelantar a primera línea las cocinas de campaña y los soldados del CTV estuvieron sin comer caliente bajo la ventisca toda una semana fatal.
Y, pora rematar aquel cúmulo de despropósitos, el Estado Mayor italiano utilizó despectivamente los mapas Michelin de carreteras, sin preocuparse de pedir a Salamanca los topográficos del Instituto Geográfico (que la Quinta Columna había enviado con profusión desde Madrid). En los mapas Michelin el hoyo de Brihuega estaba aparentemente a la misma altura que el alto de Torija, y sufrieron las consecuencias del error.
En cuanto a la aviación, arma clave en pleno desarrollo táctico y técnico, le correspondió al mando de la aviación legionaria, el aeródromo base para la ofensiva —el soriano de Almazán—cuya logística funcionó tan mal como la de las tropas de tierra y el resto de las quince pistas secundarias de despegue eran de tierra que el mal tiempo las hizo impracticables, y sus cuatro aeródromos principales estaban situados bastante más al norte (Soria, Ávila, Vitoria y Zaragoza).
Por el contrario, en los días de Guadalajara los republicanos podían utilizar —temporales aparte— cinco aeródromos principales y nada menos que setenta y ocho secundarios con excelentes pistas de hormigón, que les permitían prescindir de la meteorología en un grado mucho más favorable que al enemigo. A esto se añadió la inteligente concepción logística de Ignacio Hidalgo de Cisneros, el aristócrata jefe de la Aviación republicana junto a su compañero el subsecretario del Aire, Camacho, y el consejero soviético Schmuckiewitz “Douglas” que tenían preparados a todo evento los aeródromos principales de Madrid y la zona Centro—Barajas, Alcalá, Los Llanos de Albacete, Madrid-Este y Guadalajara—lo que permitió la aviación gubernamental ser dueña absoluta del cielo en los días más importantes de la batalla alcarreña. Para colmo, los “ratas” (“moscas”) y “chatos” esos dos estupendos modelos de las fábricas soviéticas Ilyushin— eran, dato a dato, netamente superiores a los cazas alemanes y a los Fiat CR-32 de la época; la superioridad técnica de los aviones alemanes sobre los soviéticos no empezaría a notarse hasta la llegada de los Messerschmidt que combatieron en Brunete.
En cuanto a la artillería republicana era de mayor calibre medio que la italiana y estaba dirigida por técnicos —españoles y soviéticos— más competentes.
Otra de las sorpresas dentro de la gran sorpresa militar que supuso la batalla de Guadalajara, serían los carros; aquellas nerviosas y corretonas tanquetas Ansaldo de tres toneladas y media quedaron clavadas ante el heroísmo de los antitanquistas de Madrid y ante la imponente presencia de los carros Pavlov —uno de sus modelos rozaba las veinte toneladas—certeramente manejados por las tripulaciones de la URSS, que habían aprendido perfectamente las lecciones de su desastre de Seseña a las puertas del Madrid de noviembre.
Despreocupadamente en un ambiente triunfalista, ajeno a los mínimos planteamientos militares, desecharon cualquier posibilidad de que el enemigo pudiera tener más intención que la de salir corriendo en cuanto aparecieran las aguerridas tropas italianas.
De igual manera despreciaron las condiciones metereológicas que se estaban agravando por momentos. Las tropas italianas estaban llegando a las mesetas heladas de la Alcarria —1.000 metros de altitud suponen, en las noches normales de marzo, seis a ocho grados bajo cero y en las noches de ventisca, que fueron precisamente las de la batalla, se alcanzaron temperaturas inferiores a los quince bajo cero— con el mismo equipo que vestían procedente de su intervención anterior en el clima siempre primaveral de la costa malagueña. Ahora en Trijueque estaban bajo un frío casi glacial y Bergonzoli, aprisa y corriendo, tuvo que pedir a la Intendencia española millares de pasamontañas y calcetines de lana.
Como estaban convencidos que se iba a llegar en cuatro o seis días a Madrid, no se hizo nada para adelantar a primera línea las cocinas de campaña y los soldados del CTV estuvieron sin comer caliente bajo la ventisca toda una semana fatal.
Y, pora rematar aquel cúmulo de despropósitos, el Estado Mayor italiano utilizó despectivamente los mapas Michelin de carreteras, sin preocuparse de pedir a Salamanca los topográficos del Instituto Geográfico (que la Quinta Columna había enviado con profusión desde Madrid). En los mapas Michelin el hoyo de Brihuega estaba aparentemente a la misma altura que el alto de Torija, y sufrieron las consecuencias del error.
En cuanto a la aviación, arma clave en pleno desarrollo táctico y técnico, le correspondió al mando de la aviación legionaria, el aeródromo base para la ofensiva —el soriano de Almazán—cuya logística funcionó tan mal como la de las tropas de tierra y el resto de las quince pistas secundarias de despegue eran de tierra que el mal tiempo las hizo impracticables, y sus cuatro aeródromos principales estaban situados bastante más al norte (Soria, Ávila, Vitoria y Zaragoza).
Por el contrario, en los días de Guadalajara los republicanos podían utilizar —temporales aparte— cinco aeródromos principales y nada menos que setenta y ocho secundarios con excelentes pistas de hormigón, que les permitían prescindir de la meteorología en un grado mucho más favorable que al enemigo. A esto se añadió la inteligente concepción logística de Ignacio Hidalgo de Cisneros, el aristócrata jefe de la Aviación republicana junto a su compañero el subsecretario del Aire, Camacho, y el consejero soviético Schmuckiewitz “Douglas” que tenían preparados a todo evento los aeródromos principales de Madrid y la zona Centro—Barajas, Alcalá, Los Llanos de Albacete, Madrid-Este y Guadalajara—lo que permitió la aviación gubernamental ser dueña absoluta del cielo en los días más importantes de la batalla alcarreña. Para colmo, los “ratas” (“moscas”) y “chatos” esos dos estupendos modelos de las fábricas soviéticas Ilyushin— eran, dato a dato, netamente superiores a los cazas alemanes y a los Fiat CR-32 de la época; la superioridad técnica de los aviones alemanes sobre los soviéticos no empezaría a notarse hasta la llegada de los Messerschmidt que combatieron en Brunete.
En cuanto a la artillería republicana era de mayor calibre medio que la italiana y estaba dirigida por técnicos —españoles y soviéticos— más competentes.
Otra de las sorpresas dentro de la gran sorpresa militar que supuso la batalla de Guadalajara, serían los carros; aquellas nerviosas y corretonas tanquetas Ansaldo de tres toneladas y media quedaron clavadas ante el heroísmo de los antitanquistas de Madrid y ante la imponente presencia de los carros Pavlov —uno de sus modelos rozaba las veinte toneladas—certeramente manejados por las tripulaciones de la URSS, que habían aprendido perfectamente las lecciones de su desastre de Seseña a las puertas del Madrid de noviembre.
- Bruno Stachel
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Y la mía, pues no es la primera vez que leo sobre esos míticos tanques de 20 toneladas y no se me ocurre cual pudo ser.
PD: este link del mismo autor nos puede ser de utilidad sobre este tema
viewtopic.php?t=8629
PD: este link del mismo autor nos puede ser de utilidad sobre este tema
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Última edición por Bruno Stachel el 12 Sep 2006, editado 1 vez en total.
Palo Dixit: posible Anticristo, Cule y Salido que provoca manifas por donde pasa y vacalentacialano parlante.
"Que no panda el cúnico, chicos", dijo ella.
Brunodamus de día, Nostrastachel de noche, Talibán onanista.
"Que no panda el cúnico, chicos", dijo ella.
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Los italianos no aprendieron de sus errores, en la invasión de Grecia continuaban subestimando al enemigo. Esperaban que los griegos no combatieran y huyeran ante el avance italiano. Una frase de un sorprendido soldado italiano a su oficial: "Pero señor, los griegos disparan...".
Como el sastre se sirve de la aguja para juntar retazos, así usé yo de mi espada para unir provincias separadas. Desde que la razón me despuntó, nada me pareció tan odioso como la fragmentación del imperio. Pregunta a mis fronteras si queda algún lugar en poder enemigo. Te contestarán que no; pero si afirmativamente te dijeran, presto allí llegaría enlorigado, empuñando mi espada. Interroga también a los cráneos de los súbditos rebeldes, que brillan a la luz del sol, esparcidos sobre la llanura como calabazas hendidas, te dirán que los he abatido sin descanso.
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- Bruno Stachel
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El BT-5 no actuo en Guadalajara.EL mando del Regimiento de carros pesados,donde quedaron englobados los BT-5, lo tuvo el Coronel Kondraiev y su primera accion de guerra tuvo lugar durante la segunda ofensiva Republicana sobre Zaragoza.
De todas formas el BT-5 no llegaba a las 12 toneladas.
De todas formas el BT-5 no llegaba a las 12 toneladas.
Magnifico,pero esto no es hacer la Guerra
Quedo gratamente sorprendido con la celeridad de las respuestas obtenidas en tan corto espacio de tiempo.
No me duelen prendas en reconocer mi poco conocimiento sobre las características de los armamentos utilizados en la GCE que en varias ocasiones habéis corregido y ampliado.
Esta carencia mía me obligó a tomar por bueno los datos suministrados por Confortti y refrendados por La Cierva sobre el tema.
He ido al Google y esta es la información que del carro T-26 B he obtenido. Dice que pesaba nueve toneladas y su blindaje oscilaba entre 6 mm. en la parte más débil hasta 15 mm. en la mejor protegida. ¿Es correcta esta información, la podéis ampliar?
Espero sepais disculpar no haber sabido filtrar el error.
Saludos
No me duelen prendas en reconocer mi poco conocimiento sobre las características de los armamentos utilizados en la GCE que en varias ocasiones habéis corregido y ampliado.
Esta carencia mía me obligó a tomar por bueno los datos suministrados por Confortti y refrendados por La Cierva sobre el tema.
He ido al Google y esta es la información que del carro T-26 B he obtenido. Dice que pesaba nueve toneladas y su blindaje oscilaba entre 6 mm. en la parte más débil hasta 15 mm. en la mejor protegida. ¿Es correcta esta información, la podéis ampliar?
Espero sepais disculpar no haber sabido filtrar el error.
Saludos
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- Bruno Stachel
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Primero, de disculparte nada, que de los errores aprendemos todos. Estas cosas pasan -algun lapsus así he tenido yo...caracalla escribió:He ido al Google y esta es la información que del carro T-26 B he obtenido. Dice que pesaba nueve toneladas y su blindaje oscilaba entre 6 mm. en la parte más débil hasta 15 mm. en la mejor protegida. ¿Es correcta esta información, la podéis ampliar?
Espero sepais disculpar no haber sabido filtrar el error.
Saludos
Sobre el T-26B, tenía un blindaje que oscilaba entre 6mm y 13mm, alcanzando los 18mm con blindaje extra.
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- Cabo Mayor
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LA BATALLA DE GUADALAJARA
Hemos recogido un síntesis interesante sobre las causas de la pérdida de Guadalajara.
La versión aunque editada en 1968, es interesante, de ahí que la traigamos a este foro, para su análisis y comparaciones con otras investigaciones.
“Terminadas las operaciones en el frente de Málaga, las formaciones de voluntarios italianos fueron trasladadas a la zona Valladolid-Soria, donde, en unión de otros contingentes de la misma nacionalidad llegados a España posteriormente, pasaron a constituir el llamado «Corpo Truppe Volontarie» (C.T.V.), integrado por cuatro Divisiones y otras unidades complementarias, con un efectivo total aproximado a los 35.000 hombres.
A este Cuerpo de Ejército, ampliamente motorizado, cuyo mando asumió el general Roatta Mancini, se le encomendó la misión de avanzar rápidamente por la carretera general de Aragón en dirección de Guadalajara, para completar el cerco de Madrid, ya esbozado en la batalla del Jarama. A la derecha de esta gran unidad había de operar también la 2ª Brigada de la División de Soria (coronel Marzo), que avanzaría a su vez por la carretera interprovincial Soria-Guadalajara, en dirección de Torre del Burgo, y por la de Hiendelaencina a Cogolludo y Puebla de Beleña, procurando enlazar en este punto con las fuerzas de la Primera Brigada de la misma División, que en el momento oportuno se lanzarían al ataque en dirección de Torrelaguna.
El peso principal de la operación recaía, pues, sobre el C.T.V., cuya maniobra había de descomponerse en dos fases: una de ruptura, a ejecutar con sus potentes medios en el sector de la carretera de Aragón comprendido entre Algora y Almadrones, y otra de explotación, efectuada por fuerzas motorizadas. Como líneas sucesivas a alcanzar en esta última fase, quedaron señaladas las de Valdearenas-Brihuega, Torija- Tomellosa.y Guadalajara-Armuña, debiendo ser alcanzadas las dos primeras en una sola jornada, y la tercera, al día siguiente. El flanco izquierdo del avance legionario se apoyaría en el río Tajuña, que discurre por aquella parte entre márgenes escarpadas.
Mientras se realizaba este avance sobre Guadalajara, que atraería hacia allí la gran masa de las reservas republicanas del frente del Centro, las fuerzas nacionales del sector del Jarama progresarían, a su vez, en dirección de Arganda, Loeches y Alcalá de Henares.
-Pero esta operación, tan bien planeada, fracasó por diversas causas, entre las que conviene destacar: ante todo, el intenso temporal de lluvia y nieve, que entorpeció el avance, impidió el apoyo aéreo y retrasó considerablemente el ritmo de la ofensiva, dando tiempo a que acudieran a contenerla las reservas republicanas; en segundo lugar, la deficiente actuación de las fuerzas legionarias, bisoñas y mal entrenadas, y, por último, el gran desgaste sufrido en la anterior batalla por las fuerzas nacionales del sector del Jarama, que carecían así de suficiente potencia para abrirse paso a través de un enemigo todavía numeroso y bien atrincherado. Los acontecimientos se desarrollaron, pues, del siguiente modo:
El 8 de marzo, la 2ª División legionaria rompió el frente enemigo al sudoeste de Algora, conquistando Mirabueno, pero no Almadrones, cuya ocupación hubo de aplazarse para el día siguiente.
La fase de explotación no pudo comenzar así hasta bien entrado el día 9, en el que la 3ª División legionaria, completamente motorizada, se lanzó en dirección de sus objetivos. Pero su avance se realizó con tal excesiva circunspección, que hasta el 10 no logró alcanzar el primero de ellos: la línea definida por la carretera transversal que desde el kilómetro 83 de la general de Aragón conduce a Brihuega. El día 11, la 2ª División ocupaba este punto, mientras la 3ª llegaba a Trijueque. Más el avance concéntrico de ambas Divisiones sobre Torija se vio detenido en días sucesivos por la tenaz resistencia y los insistentes contraataques desencadenados por las reservas republicanas (tres Divisiones de choque, una Brigada independiente y unidades sueltas), concentradas en la zona Torija-Brihuega- Trijueque, al amparo de los espesos encinares que la cubren. Mientras tanto, las columnas españolas del coronel Marzo habían ocupado, entre otros pueblos, los de Jadraque, Miralrío, Cogolludo, Espinosa de .Henares y Padilla de Hita, situándose así a la altura de las posiciones alcanzadas por las fuerzas legionarias sobre la carretera general.
El 13, las 2ª y 3ª Divisiones legionarias fueron relevadas en sus respectivas posiciones por las 1ª y 4ª del mismo Cuerpo, con la orden de permanecer a la defensiva, en espera de que el ataque de las tropas nacionales del sector del Jarama aliviase la presión republicana en el frente de la carretera de Aragón. Pero dicho ataque no alcanzó los resultados que se esperaban, y de este modo, la citada presión, lejos de disminuir, se fue acrecentando en días sucesivos, obligando a las fuerzas legionarias a evacuar sus posiciones avanzadas de Trijueque y el Palacio de Ibarra.
Finalmente, el día 18, se inicia la contraofensiva general republicana en el frente de Guadalajara, con gran superioridad de fuerzas terrestres y aéreas sobre las que los nacionales tenían desplegadas en primera línea. Tal superioridad se hacía particularmente sensible en el dominio del aire, debido a que la aviación nacional y legionaria no podía despegar de sus campos avanzados de la meseta de Soria, que se hallaban encharcados por las persistentes lluvias.
-En tales condiciones, la situación de las fuerzas legionarias que defendían Brihuega se hizo insostenible, por hallarse dominada la población desde las alturas de la margen izquierda del Tajuña ocupadas por los republicanos. Atacadas, pues, por numerosas tropas enemigas, entre las que figuraban las Brigadas Internacionales XI y XII, aquellas fuerzas abandonaron sus posiciones con alguna precipitación, y aunque este pánico momentáneo pudo ser contenido, el mando del C.T.V. estimó necesario replegar sus unidades sobre la línea Ledanca-Cogollor-Abánades, repliegue que se efectuó el 19, sin gran apremio por parte del adversario. Al día siguiente, las tropas legionarias se encontraban ya firmemente instaladas en la nueva línea, donde rechazaron todos los intentos que para desalojarlas realizaron los republicanos en días sucesivos; hasta que el 23 fueron relevadas en la defensa de la misma por la 3ª Brigada de la División de Soria, mandada por el coronel Los Arcos.
-Los republicanos no insistieron ya en sus ataques y se fortificaron en la línea alcanzada; terminando con ello la famosa batalla de Guadalajara, cuyos resultados no fueron del todo infructuosos para la causa nacional, ya que las posiciones propias en aquel frente habían quedado adelantadas en más de 15 kilómetros.
No obstante, el mando nacional desistió de todo nuevo intento contra Madrid, hasta no haber alcanzado la superioridad de medios indispensables para garantizar el éxito; resolviendo empeñar, mientras tanto, el grueso de sus fuerzas en el frente Norte, con el fin de eliminar la amenaza que desde allí pesaba sobre su retaguardia”.
Fuentes: Servicio Histórico Militar: Síntesis Histórica de la Guerra de Liberación 1936-1939. Servicio Geográfico del Ejército, 1968.
Saludos
Hemos recogido un síntesis interesante sobre las causas de la pérdida de Guadalajara.
La versión aunque editada en 1968, es interesante, de ahí que la traigamos a este foro, para su análisis y comparaciones con otras investigaciones.
“Terminadas las operaciones en el frente de Málaga, las formaciones de voluntarios italianos fueron trasladadas a la zona Valladolid-Soria, donde, en unión de otros contingentes de la misma nacionalidad llegados a España posteriormente, pasaron a constituir el llamado «Corpo Truppe Volontarie» (C.T.V.), integrado por cuatro Divisiones y otras unidades complementarias, con un efectivo total aproximado a los 35.000 hombres.
A este Cuerpo de Ejército, ampliamente motorizado, cuyo mando asumió el general Roatta Mancini, se le encomendó la misión de avanzar rápidamente por la carretera general de Aragón en dirección de Guadalajara, para completar el cerco de Madrid, ya esbozado en la batalla del Jarama. A la derecha de esta gran unidad había de operar también la 2ª Brigada de la División de Soria (coronel Marzo), que avanzaría a su vez por la carretera interprovincial Soria-Guadalajara, en dirección de Torre del Burgo, y por la de Hiendelaencina a Cogolludo y Puebla de Beleña, procurando enlazar en este punto con las fuerzas de la Primera Brigada de la misma División, que en el momento oportuno se lanzarían al ataque en dirección de Torrelaguna.
El peso principal de la operación recaía, pues, sobre el C.T.V., cuya maniobra había de descomponerse en dos fases: una de ruptura, a ejecutar con sus potentes medios en el sector de la carretera de Aragón comprendido entre Algora y Almadrones, y otra de explotación, efectuada por fuerzas motorizadas. Como líneas sucesivas a alcanzar en esta última fase, quedaron señaladas las de Valdearenas-Brihuega, Torija- Tomellosa.y Guadalajara-Armuña, debiendo ser alcanzadas las dos primeras en una sola jornada, y la tercera, al día siguiente. El flanco izquierdo del avance legionario se apoyaría en el río Tajuña, que discurre por aquella parte entre márgenes escarpadas.
Mientras se realizaba este avance sobre Guadalajara, que atraería hacia allí la gran masa de las reservas republicanas del frente del Centro, las fuerzas nacionales del sector del Jarama progresarían, a su vez, en dirección de Arganda, Loeches y Alcalá de Henares.
-Pero esta operación, tan bien planeada, fracasó por diversas causas, entre las que conviene destacar: ante todo, el intenso temporal de lluvia y nieve, que entorpeció el avance, impidió el apoyo aéreo y retrasó considerablemente el ritmo de la ofensiva, dando tiempo a que acudieran a contenerla las reservas republicanas; en segundo lugar, la deficiente actuación de las fuerzas legionarias, bisoñas y mal entrenadas, y, por último, el gran desgaste sufrido en la anterior batalla por las fuerzas nacionales del sector del Jarama, que carecían así de suficiente potencia para abrirse paso a través de un enemigo todavía numeroso y bien atrincherado. Los acontecimientos se desarrollaron, pues, del siguiente modo:
El 8 de marzo, la 2ª División legionaria rompió el frente enemigo al sudoeste de Algora, conquistando Mirabueno, pero no Almadrones, cuya ocupación hubo de aplazarse para el día siguiente.
La fase de explotación no pudo comenzar así hasta bien entrado el día 9, en el que la 3ª División legionaria, completamente motorizada, se lanzó en dirección de sus objetivos. Pero su avance se realizó con tal excesiva circunspección, que hasta el 10 no logró alcanzar el primero de ellos: la línea definida por la carretera transversal que desde el kilómetro 83 de la general de Aragón conduce a Brihuega. El día 11, la 2ª División ocupaba este punto, mientras la 3ª llegaba a Trijueque. Más el avance concéntrico de ambas Divisiones sobre Torija se vio detenido en días sucesivos por la tenaz resistencia y los insistentes contraataques desencadenados por las reservas republicanas (tres Divisiones de choque, una Brigada independiente y unidades sueltas), concentradas en la zona Torija-Brihuega- Trijueque, al amparo de los espesos encinares que la cubren. Mientras tanto, las columnas españolas del coronel Marzo habían ocupado, entre otros pueblos, los de Jadraque, Miralrío, Cogolludo, Espinosa de .Henares y Padilla de Hita, situándose así a la altura de las posiciones alcanzadas por las fuerzas legionarias sobre la carretera general.
El 13, las 2ª y 3ª Divisiones legionarias fueron relevadas en sus respectivas posiciones por las 1ª y 4ª del mismo Cuerpo, con la orden de permanecer a la defensiva, en espera de que el ataque de las tropas nacionales del sector del Jarama aliviase la presión republicana en el frente de la carretera de Aragón. Pero dicho ataque no alcanzó los resultados que se esperaban, y de este modo, la citada presión, lejos de disminuir, se fue acrecentando en días sucesivos, obligando a las fuerzas legionarias a evacuar sus posiciones avanzadas de Trijueque y el Palacio de Ibarra.
Finalmente, el día 18, se inicia la contraofensiva general republicana en el frente de Guadalajara, con gran superioridad de fuerzas terrestres y aéreas sobre las que los nacionales tenían desplegadas en primera línea. Tal superioridad se hacía particularmente sensible en el dominio del aire, debido a que la aviación nacional y legionaria no podía despegar de sus campos avanzados de la meseta de Soria, que se hallaban encharcados por las persistentes lluvias.
-En tales condiciones, la situación de las fuerzas legionarias que defendían Brihuega se hizo insostenible, por hallarse dominada la población desde las alturas de la margen izquierda del Tajuña ocupadas por los republicanos. Atacadas, pues, por numerosas tropas enemigas, entre las que figuraban las Brigadas Internacionales XI y XII, aquellas fuerzas abandonaron sus posiciones con alguna precipitación, y aunque este pánico momentáneo pudo ser contenido, el mando del C.T.V. estimó necesario replegar sus unidades sobre la línea Ledanca-Cogollor-Abánades, repliegue que se efectuó el 19, sin gran apremio por parte del adversario. Al día siguiente, las tropas legionarias se encontraban ya firmemente instaladas en la nueva línea, donde rechazaron todos los intentos que para desalojarlas realizaron los republicanos en días sucesivos; hasta que el 23 fueron relevadas en la defensa de la misma por la 3ª Brigada de la División de Soria, mandada por el coronel Los Arcos.
-Los republicanos no insistieron ya en sus ataques y se fortificaron en la línea alcanzada; terminando con ello la famosa batalla de Guadalajara, cuyos resultados no fueron del todo infructuosos para la causa nacional, ya que las posiciones propias en aquel frente habían quedado adelantadas en más de 15 kilómetros.
No obstante, el mando nacional desistió de todo nuevo intento contra Madrid, hasta no haber alcanzado la superioridad de medios indispensables para garantizar el éxito; resolviendo empeñar, mientras tanto, el grueso de sus fuerzas en el frente Norte, con el fin de eliminar la amenaza que desde allí pesaba sobre su retaguardia”.
Fuentes: Servicio Histórico Militar: Síntesis Histórica de la Guerra de Liberación 1936-1939. Servicio Geográfico del Ejército, 1968.
Saludos
HISTORIA MAGISTRA VITAE
- David L
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Para los italianos( Roatta) la clave de su descalabro estuvo en la ineficacia de las tropas de Orgaz en la línea del Jarama, que hubieran impedido la llegada masiva de tropas republicanas al frente de Guadalajara. Desde luego este es el punto de vista del mando italiano. Lo que si parece que está claro es que Franco tampoco esperaba gran cosa de esta operación, si acaso aliviar la presión de las debilitadas tropas de Orgaz, las cuales podían ser presa de una nueva presión republicana, aunque éstas tampoco estaban como para echar flores.
Mi opinión personal es que una avance de Orgaz hubiera ayudado a retrasar la llegada de refuerzos al frente de Brihuega, pero ¿a qué coste?...por otra parte si las condiciones climatológicas hubieran sido un poquito más favorables el avance del CTV habría sido apoyado por la aviación italiana y , tal vez, podían haber puesto en marcha la "guerra celere" rebasando a las tropas republicanas en Guadalajara y lanzándose hacia la línea de Alcalá de Henares-Madrid en masa.
Un saludo.
Un saludo.
Mi opinión personal es que una avance de Orgaz hubiera ayudado a retrasar la llegada de refuerzos al frente de Brihuega, pero ¿a qué coste?...por otra parte si las condiciones climatológicas hubieran sido un poquito más favorables el avance del CTV habría sido apoyado por la aviación italiana y , tal vez, podían haber puesto en marcha la "guerra celere" rebasando a las tropas republicanas en Guadalajara y lanzándose hacia la línea de Alcalá de Henares-Madrid en masa.
Un saludo.
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"Lo que me interesa es la historia, vivir la historia, estar lo más posible dentro de la historia".
Josep Pla (1897-1981), escritor y periodista catalán.
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- Cabo
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Ehem, yo leí en un libro titulado "La batalla de Guadalajara", que después de la toma de ¿Malaga? (escribo de memoria), los italianos se volvieron extremadamente arrogantes, pidiendo ellos de hecho ser los responsables del maniobra de pinza sobre Madrid, dado que se consideraban muy superiores a cualquier fuerza española. Esto no le hacia mucha gracia a Franco (normal), que veia que, en caso de una toma de Madrid por parte italiana, el Duce podría aducir que "le debía una" hasta el fin de los tiempos (de hecho, el embajador italiano le dijo en pocas palabras, que como compensación por ganarle la guerra quería que pusieran a otro Saboya como rey de España, por eso de sacarse la espínita de lo que pasó con Amadeo). Es por eso que al parecer Franco no mvió un dado por ayudar al CTV, y acabó brindando por el triunfo de los republicanos, según la leyenda.
Por cierto, creo que fué en Guadalajara la batalla en la que un T-26 destruyó una tanqueta italiana a base de empujarla hasta tirarla por un desnivel, lo que da una idea de la diferencia de potencia entre medios blindados. Lástima pra los repúblicanos que los tanques fueran de papel si los comparamos con los cañones de la época.
Por cierto, creo que fué en Guadalajara la batalla en la que un T-26 destruyó una tanqueta italiana a base de empujarla hasta tirarla por un desnivel, lo que da una idea de la diferencia de potencia entre medios blindados. Lástima pra los repúblicanos que los tanques fueran de papel si los comparamos con los cañones de la época.
- Urogallo
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El primer error fué la autocomplacencia y el alejamiento de la realidad. A pesar de que ni siquiera en Abisinia habían sido posibles las maniobras motorizadas de gran alcance ( y estamos hablando de un país donde los soldados llevaban lanzas), Mussolini autorizó una operación a gran escala, con la que esperaba ya no solo rodear Madrid, si no incluso...¡Llegar a Valencia!.
La experiencia en Abisinia debería haberle enseñado que incluso los medios motorizados, con independencia de la resistencia enemiga, tenían limitaciones.
La experiencia en Abisinia debería haberle enseñado que incluso los medios motorizados, con independencia de la resistencia enemiga, tenían limitaciones.
"Adoro Alemania. Por eso me gusta que haya dos" Charles de Gaulle.
- cañaytapa
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Franco quería que la victoria fuese suya y, de otra parte, evitar injerencias extranjeras en sus asuntos.
El taque a Valencia para partir la zona respublicana en dos era el proyecto inicial de Mussolini, pero ante la negativa de Franco tocó Guadalajara.
La respuesta escrita de Franco a Mussolini tratab la derrota italiana como "pequeño contratiempo".
El taque a Valencia para partir la zona respublicana en dos era el proyecto inicial de Mussolini, pero ante la negativa de Franco tocó Guadalajara.
La respuesta escrita de Franco a Mussolini tratab la derrota italiana como "pequeño contratiempo".
"El ajedrez es muy complicado" (Napoleón Bonaparte)
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- David L
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La idea de que el CTV llegara a Valencia era algo que Franco no hubiera aceptado nunca. En la ciudad levantina estaba la sede del gobierno republicano y, aceptar que un ejército extranjero tomara la "capital" de la República era algo inaceptable para cualquier mando nacional.
Un saludo.
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"Lo que me interesa es la historia, vivir la historia, estar lo más posible dentro de la historia".
Josep Pla (1897-1981), escritor y periodista catalán.
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Yo creo que partimos de un error de planteamiento.
¿Creéis de verdad que Franco se tomó en serio un solo momento la posibilidad de que una fuerza tan reducida, y no tan bien armada como alardeaba, puediese realizar una campaña de ese alcance sin apoyos?.
¿Qué unos pocos miles de hombres lograsen romper el frente republicano, defender un pasillo tan profundo, y tomar una ciudad del tamaño de Valencia?.
Que lo creyese Mussolinni pase, pero es de ciencia ficción.
http://www.elgrancapitan.org/portal/ind ... 6&Itemid=2
¿Creéis de verdad que Franco se tomó en serio un solo momento la posibilidad de que una fuerza tan reducida, y no tan bien armada como alardeaba, puediese realizar una campaña de ese alcance sin apoyos?.
¿Qué unos pocos miles de hombres lograsen romper el frente republicano, defender un pasillo tan profundo, y tomar una ciudad del tamaño de Valencia?.
Que lo creyese Mussolinni pase, pero es de ciencia ficción.
http://www.elgrancapitan.org/portal/ind ... 6&Itemid=2
Podríamos resumir esta batalla dejando claro que el frente italiano estaba, al final de la batalla y pese a su derrota, más avanzado que cuando comenzó la ofensiva, y que los italianos solo perdieron menos de 3.000 hombres entre muertos y heridos, así como unos 300 prisioneros. Esto sobre una base de más de 30.000 soldados.
Nadie puede dudar que constituyó una derrota, pero no tuvo las características de debacle que se le han venido atribuyendo por la mayoría de los autores de ambos bandos(6). Más aún dadas las espantosas condiciones metereologicas, y la desprotección absoluta de los flancos por los italianos en su avance, sorprende que las consecuencias no fuesen mas graves. Fue un avance mal planeado, peor dirigido y sobre todo, basado en apreciaciones erróneas sobre el enemigo. Todas las bravatas y las ilusiones de Mussolini se ahogaron en el barro.
"Adoro Alemania. Por eso me gusta que haya dos" Charles de Gaulle.
- Urogallo
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Mussolinni estaba totalmente convencido. Pero también estaba convencido de que los soviéticos iban a enviar un millón de soldados a España.cañaytapa escribió:Yo no he dicho que Franco lo creyera posible, sino que parece ser que Mussolini sí.
"Adoro Alemania. Por eso me gusta que haya dos" Charles de Gaulle.
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Acaba de salir un librito, "Las Tres Batallas de Guadalajara" de Artemio Mortera, que con alguna de las cosas de Mortera, deshace muchos errores y es muy interesante especialmente para conocer el planteamiento y fuerzas italianas, a veces muy sobrevaloradas.
Cien millones de ducados en picos, palas y azadones para enterrar a los muertos del enemigo. Ciento cincuenta mil ducados en frailes, monjas y pobres, para que rogasen a Dios por las almas de los soldados del rey caídos en combate. Cien mil ducados en guantes perfumados, para preservar a las tropas del hedor de los cadáveres del enemigo. Ciento sesenta mil ducados para reponer y arreglar las campanas destruidas de tanto repicar a victoria. Finalmente, por la paciencia al haber escuchado estas pequeñeces del rey, que pide cuentas a quien le ha regalado un reino, cien millones de ducados
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¿Tre batallas?
La primrera sería la de los primeros días de la Guerra, cuando la columna de mera y Puigdendolas retoman Alcalá, Guadalajara y Sigüenza.
La segunda es la conocida ofensiva sobre Guadalajara.
¿y la tercera?
La primrera sería la de los primeros días de la Guerra, cuando la columna de mera y Puigdendolas retoman Alcalá, Guadalajara y Sigüenza.
La segunda es la conocida ofensiva sobre Guadalajara.
¿y la tercera?
"El ajedrez es muy complicado" (Napoleón Bonaparte)
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Pos mirando un poco por ahi, por ejemplo en la web de guinea Hobbys, es de reciente públicacion, de Quiron ediciones, cuesta unos 14 euros, multipkles fotos, gráficos mapas y similar, tiene bastante buena pinta.
http://www.hobbiesguinea.com/product_in ... s_id=13221
creo que puede ser una futura lectura, aunque se acumulan jeje
saludos
http://www.hobbiesguinea.com/product_in ... s_id=13221
creo que puede ser una futura lectura, aunque se acumulan jeje
saludos
¡Pero no dispares más, hombre, que le vas a dar a alguien!
Dicho desde una trinchera republicana a otra nacional. Y pararon...
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- David L
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¿Alguien sabe si la editorial Quirón envía sus pedidos por Correos? este de Guadalajara tiene muy buena pinta, pero me parecido entender en su página web que los envíos son a través de mensajería. Yo vivo en Francia y tengo un apartado de Correos en España, así que la segunda opción no me es posible aceptarla.
Un saludo.
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Josep Pla (1897-1981), escritor y periodista catalán.
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Hay una cosa que no me cuadra...
Durante la ofensiva a Guadalajara hubo batalla en Brihuega, hubo también en Torija, pero los italianos no pasaron de ahí, luego la única batalla en Guadalajara fue durante los primeros días de la guerra.
Esto fue debido a que en Guadalajara se sublevó la guarnición de Ingenieros y tuvo que ir una columna de milicianos a restituir la lealtad a la república.
Durante la ofensiva a Guadalajara hubo batalla en Brihuega, hubo también en Torija, pero los italianos no pasaron de ahí, luego la única batalla en Guadalajara fue durante los primeros días de la guerra.
Esto fue debido a que en Guadalajara se sublevó la guarnición de Ingenieros y tuvo que ir una columna de milicianos a restituir la lealtad a la república.
"El ajedrez es muy complicado" (Napoleón Bonaparte)
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