Dudas de coronel, culpas de comandante

Historia Militar 1936-1939.

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Zhukov
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Dudas de coronel, culpas de comandante

Mensaje por Zhukov »

Lo que me encontre revisando la prensa digital asturiana...
El coronel Aranda cayó en desgracia a mediados de los cuarenta. «Apoyó a don Juan de Borbón, era monárquico cuando lo que entonces había que ser era franquista», señala Fernández. Antonio Aranda Mata fue nombrado general en pleno cerco de Oviedo. «Se cuenta que el fajín de general lo tiraron desde un avión. Consiguió la Laureada de San Fernando, una de las medallas más importantes del Ejército, en plena guerra, en 1937. Fue publicada en Ávila su primera biografía, por el escritor Luis de Armiñán. El historiador oficial del régimen, Joaquín Arrarás Iribarren, lo dibuja como un verdadero héroe». Los años de ostracismo se prolongarían hasta la llegada al trono de Juan Carlos I, tras la muerte del Caudillo.

Los tres días de julio

¿Qué pasó en aquellos tres días previos al cerco? Según los informes que Adolfo Fernández atribuye al comandante Caballero, Antonio Aranda nunca terminó de decidirse, y esta duda fue la que promovió el fracaso del golpe en Gijón. Le reprocha también que dejó marchar a los mineros de las Cuencas en dirección a Madrid, y que armó a los marxistas para luchar en otros frentes.

El 17 de julio Antonio Aranda Mata estuvo reunido en el despacho del gobernador civil Liarte Lausín con el comité provincial del Frente Popular, que se había constituido nada más se tuvo noticia en Asturias del golpe de Franco. En aquel despacho estuvieron presentes, entre otros, los socialistas Amador Fernández y Graciano Antuña y el comunista Juan Ambou, éste recientemente fallecido. Explica Adolfo Fernández que los líderes mineros se fiaron de Aranda, «dado que contaba con el visto bueno de Indalecio Prieto». Sin embargo, Antonio Masip, que historió este período de la guerra, considera que esto «no es más que una leyenda urbana. Aranda estuvo implicado en la sanjurjada (intento de golpe de Estado protagonizado por el general Sanjurjo en 1932), así que muy de fiar no debía de ser». Lo cierto es que ni Juan Ambou ni el anarquista Álvarez Palomo se fiaron de Aranda. Ambou opinaba que el cerco de Oviedo no habría existido si el comité provincial del Frente Popular hubiera ordenado el arresto de Aranda. Entre una cosa y otra el coronel no se sumó a la sublevación hasta el domingo 19 de julio, después de la toma del cuartel de Santa Clara por parte de Caballero.

Para el comandante Caballero, Aranda no era de fiar. Dice en la primera nota que hubo «vacilaciones y zigzagueos hasta dar con el camino de la verdad, aunque a posteriori se les dé a ellos una interpretación lógica, porque cuando todo sale bien, se puede explicar fácilmente lo sucedido».

Se refiere Caballero, entre otras cosas, a lo que en la biografía de Luis de Armiñán se describe como un mérito, el permiso de salida de los mineros en dirección a Madrid, por ejemplo. Sobre este episodio, Caballero escribe que el 18 de julio Aranda «armó a las milicias rojas, que en un tren especial y una caravana de autobuses salieron de Oviedo en dirección a Madrid. [...] Este hecho se ha explicado como una añagaza tendida a los rojos para descongestionar el núcleo combatiente de Asturias, lo que no quita el hecho de haber armado al marxismo para luchar en otro frente». Fernández considera esta afirmación gravísima: «Le acusa de haber entregado armas a los mineros que iban a defender la capital».

Dice el autor de los informes que Aranda retardó el Alzamiento y piensa también que este retraso provocó el posterior fracaso de Pinilla en Gijón. Hasta las seis de la tarde del domingo 19 de julio Aranda no lo tuvo claro. Lo explica Caballero acudiendo a la toma del cuartel de Santa Clara, donde mataron al comandante Ros, fiel a la República.

Lo más llamativo de todo esto es, sin embargo, el ir y venir de Caballero en busca de Aranda, el sábado 18 de julio. Relata en los informes que a lo largo de la jornada intentó ver a su superior en cuatro ocasiones y que hasta la noche no dio con él. Entonces fue avisado de que la Policía iba detrás de él. Hay que recordar que Caballero renunció a su cargo de jefe de Seguridad de Asturias tras el desfile de la calle Uría, que después fue enviado a Madrid y que al final terminó en Zaragoza. «No le permitieron ir a Asturias, pero ahí estaba, clandestinamente, con la Policía detrás de él, una prueba más de la importancia de Caballero en el Alzamiento», explica Fernández. Ese domingo, según se relata en los dos informes, Caballero lo tenía todo controlado. Un fin de semana para cambiar la historia. «Una verdad», la de Caballero, que finalmente sale a la luz.
La nueva españa, pero no soy capaz de poner el enlace :oops:


«¿Vienes del espacio exterior?», preguntó la anciana.
«Ciertamente, sí» -dijo Gagarin- «Pero no se alarme, soy soviético».
werto
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Las opiniones de Caballero la verdad es que no se sostienen. Aranda hizo lo único que podia hacer, quitarse de encima como pudo a los mineros armados que había concentrados en Oviedo -aunque fuera armandolos, cosa que por cierto hizo el comandante Ros, de la guardia de salato, no Aranda- porqué sino simplemente no había posibilidad de sublevación en Oviedo en el momento inicial.

Además Caballero se olvida de decir que fue la marcha de los milicianos repúblicanos, mandados por oficiales de la guradia de asalto, lo que posibilito la sublevación del cuartel de Santa Clara y de la guardia de asalto en Oviedo. Los mandos de filición republicana del citado cuartel de Santa Clara habián sido enviados como oficiales al mando de los milicicianos repúblicanos, y si estos oficiales se hubiesen encontrado al mando de sus unidades en el momento en que Caballero se presento en el cuartel de Santa Clara para sublevar a la guardia de asalto -acabando por las buenas con el comandante Ros a tiro limpio- es bastante probable que elalzamiento simplemente no se hubiese producido.

Por otra parte el alzamiento en Gijón estaba condenado desde el momento en que el golpe militar se convirtió en una Guerra Civil, Pinilla y Varcarcel no disponoián de fuerzas suficientes para tratar de controlar la ciudad, sobre todo con la guaradia de salto en contra y sabiendo que el frente popular conocia de antemano los planes de losa conjurado. En cualquier caso el golpe en Gijón fracaso realmente en el momento en el que algunos oficiales y soldados decidieron cumplir con su deber, y o se negarona salir contra el gobierno, o se pasaron a la república nada más abandonar el cuartel de Simancas.
werto
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Mensaje por werto »

Por otra parte, conozco personalmente al autor del artículo, es Saul Fernandez, y no esta de más ponerlo.
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Pla
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Mensaje por Pla »

Por lo que yo conozco, Aranda cayó en la crisis de 1942, pero ello no se debió a ninguna razón relacionada con los sucesos de julio de 1936.

La causa fue su participación en las intrigas británico-norteamericanas para asegurar la neutralidad española, actuando como agente británico. Así lo sugiere el general Franco Salgado-Araujo, en sus "Conversaciones privadas con Franco. FRanco Salgado-Araujo era primo hermano de Franco, secretario particular del mismo y uno de los tripulantes del vuelo del Dragon Rapide. También señala lo mismo, con mayor abundancia de datos Joan Garcés en su obra "Soberanos e Intervenidos" (Siglo XXI editores).

Los hechos de 1936, de todas formas, siempre fueron celebrados como una astucia de Aranda quien, como Cabanellas o Queipo de Llano, simularon inicialmente su lealtad al gobiernp, para facilitar el triunfo de la sublevación en sus respectivas zonas.

Saludos
¿Una buena causa justifica cualquier guerra, o una buena guerra justifica cualquier causa?
werto
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Mensaje por werto »

Hombre, más que una astucia de Aranda fue un error de cálculo muy grande por parte de los dirigentes repúblicanos, especialmente Liarte Lausin. Justo antes de del alzamiento, y mientras estaba reunido con el propio Aranda, el gobernador de Astrias recibio sucesivos mensajes de sus informadores y de elementos frente-populistas que le informaban de los preparativos que se estaban llevando a cabo en el Cuartel del Milán, que anunciaba claramente un alzamiento por parte de los militares.

En contra de la opinión de Ambou, que queria poner a Aranda, y a los oficiales de la guarnición asturiana cuya lealtad por la república no estuviese meridinamente clara, bajo custodia, Liarte Lausin decidio confiar en la palabra de Aranda y permitir a éste regresar a los cuarteles, donde a continuación sublevo a la guarnición militar ovetense.

Por otra parte la situación de Aranda a lo largo de la II GM se explica por sus contactos con los circulos de militares monarquicos y conservadores contraraios al régimen franquista. De hecho uno de los motivos fundamentales que inclino a Franco a permanecer neutral a lo largo de la II GM era la inseguridad de su postura, y el conocimiento de que los británicos, que tenián contacto con la mayoria de los militares del régimen, podrián provocar un golpe contra el propio Franco en cualquier momento.
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daviddelta
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Mensaje por daviddelta »

mi modesta opinion es que aranda jugo a 2 bandas,tomo partido por los mineros y cuando en su demarcacion surgio el apoyo a los sublevados claramente se puso del lado que mas creyo que le interesaba
yo lo definiria como un chaquetero,no en sentido peyorativo eh
saludos desde asturias
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Urogallo
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Mensaje por Urogallo »

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nacho

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daviddelta escribió:mi modesta opinion es que aranda jugo a 2 bandas,tomo partido por los mineros y cuando en su demarcacion surgio el apoyo a los sublevados claramente se puso del lado que mas creyo que le interesaba
yo lo definiria como un chaquetero,no en sentido peyorativo eh
saludos desde asturias
pues a mi me parece que en su situacion actua como hubiera actuado una persona con dos dedos de frente, me quito de encima a los elementos mas peligrosos y cuando estan lejos doy el golpe a mi parecer es mejor ser actuar con prudencia y salir ganando que plantear una acion herica y espectacular pero que va directa al fracaso
werto
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Hombre, si Aranda no decide sublevarse el alzamiento de la guardia de Asalto hubiese durado lo que el agua en un cesto, y esto suponiendo que se hubiese producido, porqué si Aranda no hubiese enviado a buscar a Caballero, poniendo a su disposición los medios para permanecer oculto en Oviedo hasta el momento del alzamiento, y despúes los efectivos militares para poder presentarse con "compañía" en el cuartel de Santa Clara la guardia de asalto simplemente no se habría sublevado.

Y en cualquier caso la situación de los alzados en Asturias era tremendamente complicada desde el principio, el plan de aplicación establecido preveía el empleo de una división organica al completo y en la practica los golpistas no dispusieron ni del 20% de los recursos previstos.

La decisisón de Aranda de alzarse contra el gobierno legitimo en un entorno tremedamente hostil no es comprensible si entemos que se trataba de una persona que, como tantos otros, se dejo llevar por los acontecimientos.

El alzamiento en Asturias fue propiciado por Aranda, este promovió la acción de Caballero, y se puso en contacto con los cuarteles de Gijón, con los coroneles Pinilla y Varcarcel, en el momento mismo de la sublevación.

Lo cierto es que las decisiones de Aranda condenaron, en parte, a los cuarteles de Gijón, pero no es menos cierto que el alzamiento en Gijón estaba condenado de antemano en caso de que se tratase de un conflicto pronlongado y no de un pronunciamiento militar.

Dada la distribución de fuerzas en Asturias los sublevados sacaron, generalmente por la incapacidad de los dirigentes del frente popular para adoptar las medidas necesarias -arresto del personal sospechoso desde el primer momento, destrucción sistemática de nucleos rebeldes- muchicimo más de lo que era previsible obtener.
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