Se cuenta que el 14 de julio de 1943 un caza estadounidense sobrevoló Villalba con una bandera dorada, adherida a su fuselaje, con una gran '
L' en el centro. Dejó caer un paquete sobre la parroquia de monseñor Giovanni Vizzini; el paquete fue interceptado por un soldado italiano que se lo llevó al comandante de los carabineros.
Cuatro días antes se había iniciado la 'Operación Husky'. Los británicos se dirigían al nordeste; los estadounidenses avanzaban hacia el norte y el oeste.
Villalba, situada en el mismo centro de Sicilia, no era un objetivo estratégico importante.
El caza estadounidense volvió al día siguiente obstentando la misma bandera; lanzó otro paquete el cual esta vez sí llegó a las manos correctas. El envoltorio llevaba escritas unas palabras en siciliano:
'zu Calò', el cual no era otro que el capo mafioso local don Calogero Vizzini, hermano mayor del cura de Villalba. El paquete lo recogió un servidor de Vizzini; dentro había un pañuelo de seda de color dorado con una 'L' negra en el centro.
Aquella misma noche salió un jinete de Villalba con una misiva para un tal
'zu Peppi', de Mussomeli. El mensaje decía así:
"El martes 20 Turi partirá hacia la feria de Cerda con los terneros. Yo saldré el mismo día con las vacas, los bueyes y el toro. Prepara la leña para la fruta y organiza los corrales para los animales. Di a los otros capataces que se preparen"
La carta estaba cifrada. El destinatario,
'zu Peppi', era Giuseppe Genco Russo, capo mafioso de Mussomeli, al que se le comunicaba que otro mafioso, Turi, conduciría a las divisiones motorizadas estadounidenses, los 'terneros', hasta Cerda. Mientras, don Calogero Vizzini partiría el mismo día con el grueso de las tropas, (las 'vacas'), los blindados, (los 'bueyes') y el comandante en jefe (el 'toro'). Los mafiosos al mando de Genco Russo debían preparar el campo de batalla (la 'leña') y proporcionar refugio a la infantería (los 'corrales').
𝐆𝐢𝐮𝐬𝐞𝐩𝐩𝐞 𝐆𝐞𝐧𝐜𝐨 𝐑𝐮𝐬𝐬𝐨
El 20 de julio tres blindados llegaron a Villalba. La torreta del primero exhibía una bandera dorada con una gran '
L' en el centro. Un oficial norteamericano preguntó respetuosamente con acento siciliano por don Calò; éste se acercó y les ofreció el pañuelo de seda que le había llegado en el paquete lanzado por el caza estadounidense. Subió al blindado y se alejó de la aldea.
Seis días después don Calò regresó a Villalba en un coche americano con su misión cumplida. Un movimiento de pinza había conducido a los 'terneros', las 'vacas' y los 'bueyes' a Cerda, completando de ese modo la conquista de la Sicilia central por los aliados.
¿Verdad o fábula?, quien sabe.
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Nota: Esto lo perpetré en otros lares un 20 de septiembre del 2011.
Un saludo.