El problema con el anarquismo es que apela a algo profundamente enraizado en el alma estadounidense: la desconfianza hacia toda forma de administración, que se siente como una amenaza a la libertad individual.Topo escribió: ↑26 Abr 2022 Habría que analizar la capacidad de atracción de los presidentes de los Estados Unidos hacia los chiflados. Porque a Garfield también lo mató uno, mientras en que intentó acabar con Teddy creía ver al fantasma de McKinley. En fin, llendo a la materia, los atentados anarquistos alternaron los pistoleros individuales con las organizaciónes más o menos estables, normalmente vinculados a sindicatos minoritarios. El asesino de McKinley, entraría en los primeros mientras que la organización de los Galleanesti, dirigidos por Luigi Galleani sería los segundos.
Los Galleanisti fueron los responsables de las dos campañas con bombas postales del 1919. Llegaron a alcanzar unos 600 miembros que se reunían en una casa del Harlem. Lo más subrealista es que las principales víctimas de sus bombas eran ellos mismos. Tres aquí, uno allá. Se requiere una organización más sofisticada para poner en camino 36 bombas en esos años para diferentes políticos, entre alcaldes, gobernadores y millonaros. Y en junio otra tanda de nueve. Los galleanisti fundaron una revista en italiano y fue deportado, por eso la segunda atacó a los jueces que apoyaron esas leyes, que permitían la expulsión de los criminales extranjeros.
Si no existe un partido anarquista operativo en los Estados Unidos es porque se viviría como una contradicción. Pero abundan los lobos solitarios de los que Bakunin estaría orgulloso.