daviddelta escribió:Buenas:
Esta semana he presentado el libro “Malvinas 1982” de HRM en Antena Historia podcast. Aquí dejo el enlace para los interesados en este conflicto. Aunque se hace una pequeña reseña de la obra, el resto del podcast es una pequeña charla –tertulia (de 4 horas) sobre la Guerra de las Malvinas….por si os aburrís creo que es un buen entretenimiento histórico.
Este es el enlace:
https://www.ivoox.com/06x06hdlg-1982-co ... 476_1.html
Un saludo
Estoy disfrutando mucho con el podcast. Ahora voy a empezar con la parte terrestre del conflicto.
Sólo una pequeña puntualización: cuando hablas del hundimiento del
HMS Sheffield aduces como una de sus causas a que el aluminio arde y no es del todo así.
El aluminio no arde, sino que se funde. Su punto de fusión se sitúa en torno a los 660º. El problema que tiene esto en un buque es que al fundirse el aluminio (se licua) puede transmitir con mucha facilidad el calor del incendio de un compartimento a otro y hacer que materiales más combustibles se inflamen espontáneamente y por ello se extienda con mayor rapidez el fuego a bordo.
Para comprender lo que le ocurrió al malhadado destructor británico hay que responder primero a una pregunta fundamental ¿Cuál fue el efecto inmediato del impacto del
Exocet? El misil no explotó al impactar en el destructor, sino que inicialmente cortó una tubería aérea de carburante. Todo el combustible se derramó por la ruptura y se inflamó por efecto del calor desprendido por el misil mismo, por el violento roce con las partes del barco que atravesaba y por su motor a pólvora que seguía funcionando. Se puede pensar también que la pólvora que aún quedaba en el motor se inflamó bruscamente. Todos estos focos iniciales, alimentados por el combustible que brotaba por las cañerías rotas, se transformaron rápidamente en tremendas hogueras.
Sin embargo, teóricamente todavía hubiera sido posible contener el incendio del
HMS Sheffield. Los equipos de extinción de incendios llegaron inmediatamente al lugar, y el centro nervioso del buque que es la sala de control de las máquinas no había sufrido ningún daño. Pero intervino otro factor muy grave, que inhibió y finalmente anuló todos los esfuerzos de los bomberos. El calor despedido por los incendios inflamó todo a su paso. Además, desgraciadamente, muchos objetos estaban construidos o revestidos con materiales de base plástica. Así, el cableado forrado de PVC, los colchones de poliéster, los mamparos recubiertos de paneles de poliestireno y los asientos provistos de cojines de espuma de plástico, ardieron despidiendo un humo negro, denso y tóxico. Estos incendios se produjeron directamente debajo de la sala de control de las máquinas, de suerte que el humo prontamente la invadió, así como al centro de extinción de incendios, asfixiando a todos cuantos allí se encontraban.
Cuando la fragata
HMS Arrow se abarloó al
HMS Sheffield para brindarle la ayuda de sus bombas contraincendios, ya era demasiado tarde.
Como bien comentas en el podcast, el incendio del
HMS Sheffield sacó a relucir el problema de la ropa reglamentaria de poliéster. A consecuencia del intenso calor, esas ropas se fundían y se pegaban a la piel, causando horribles quemaduras. En este punto, al menos, la lección tan dolorosamente aprendida no fue olvidada.
Enhorabuena por el podcast y por tu libro.