Seguimos con el libro en cuestión
Una vez terminados los preliminares, comienza el libro "auténtico". Y empieza por donde debe empezar, por el principio. No sólo por el principio, sino por el principio del principio. Me explico.
El primer capítulo es
El viaje del Escuadrón de Asia Oriental y lo primero es explicarnos por qué y cómo había un escuadrón de cruceros alemanes en el Pacífico. Alemania había empleado la mitad última del siglo XIX en su unificación interna por lo que hacia finales de siglo, cuando quiso expandirse fuera de Europa ya todos los emplazamientos que pudieran aportar riquezas parecían adjudicados, pero aún logró llegar a tiempo para (en los últimos acuerdos de reparto) conseguir importantes territorios en el Golfo de Guinea, Namibia y el África Oriental Alemana. En el Pacífico se consiguió algunas islas ya que prácticamente es lo único que hay en ese océano. El caso es que en 1897 fueron asesinados unos misioneros alemanes en la zona de Tsingtao que un año antes Alemania había intentado que China les rentase como concesión. Se presentó el Escuadrón de Asia Oriental con la excusa de proteger a los alemanes presentes, se desembarcó una fuerza de infantería de marina y se impuso el acuerdo de arrendamiento que se había rechazado en 1896.
El Kaiser invirtió una fortuna en crear una ciudad alemana modelo y, por fin, el Escuadrón de Asia Oriental tenía una base en una estupenda bahía. Y ahí nos cuenta el libro por qué falló la estrategia alemana en el Pacífico. La idea era que los enemigos más probables en una guerra eran Rusia y Francia y se esperaba que el Escuadrón pudiese defender los dispersos territorios en el Pacífico mientras atacaba el tráfico mercante enemigo. En definitiva , no se esperaba que ganase la guerra en un lugar tan lejano y repartido, pero sí que se las apañase y distrajese fuerzas enemigas sin demasiados problemas. El problema llegó cuando Alemania invadió Bélgica y provocó la entrada en la guerra de Inglaterra. Y ya contra ese enemigo, la guerra en el Pacífico estaba perdida de antemano. No había comparación posible con las fuerzas de la Royal Navy en el mayor océano del mundo.
A continuación viene una descripción resumida, pero muy clara de los buques del Escuadrón resaltando sus virtudes y defectos. Aquí el autor demuestra su conocimiento de estos buques por la claridad de exposición. Hay autores que abruman con los datos (y es un buen método, a mí me encantan los libros de Glantz) y otros, como Carlos Ruiz Mateo que de entre todo el cuadro general sacan los puntos más significativos y con ellos componen el resumen para los que sabemos menos. No sólo es importante saber, sino transmitir el conocimiento. Si se resume demasiado el cuadro se queda incompleto, si se resume poco nos queda tochazo. Si quieres hacer un tocho, ya digo que me encantan los tochos, pero hazlo a conciencia, pero si quieres resumir, hazlo bien, justipreciando cada dato. Así lo hace el autor.
Un ejemplo: "Von Tirpitz no prestó la debida atención (también por falta de presupuesto) a los cruceros ligeros, que por lo general eran más pequeños, menos rápidos y estaban peor armados que sus rivales británicos, deficiencias que resultarían fatales para varios de ellos." Viene después de la breve descripción de los cruceros ligeros del Escuadrón. Es decir, nos da los datos que necesitamos para entender lo que pasará luego y nos explica la almendra del asunto. Este libro no está dedicado a los cruceros ligeros, sabemos lo que necesitamos saber para seguir la narración. Otra cosa es que ahora deseemos leer un libro sobre los cruceros ligeros por parte del autor, a lo mejor antes de que decida meterse con Jutlandia
Luego sigue una semblanza de Von Spee, el comandante del Escuadrón. Un hombre muy interesante que nos es descrito en tres párrafos que nos llegan muy hondo. Conocemos su familia (sus hijos servían en buques del Escuadrón), su especialización como artillero, su mezcla de resolución y paciencia (o sea, un hombre capaz de pensar con claridad bajo presión y luego ejecutar el pensamiento con decisión) y además su pasión como naturalista. Todo muy lejos del estereotipo de militarote prusiano obcecado y obtuso.
Me estoy enrollando lo más grande
Mea culpa, ya dije que soy aficionado a los tochos. Mejor seguimos otro día después de escribir
Continuará...