¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

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RODRIGO1
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por RODRIGO1 »

Es gracioso, pero es muy parecido el cuadro de situación a 1914 y 1941.


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Flavius Stilicho
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Flavius Stilicho »

13. España (I): “Los Provisionales”.
En otoño de 1807 Napoleón está organizando la campaña de “Portugal”. El 16 de octubre ordena la creación de una brigada de caballería pesada compuesta por 2 regimientos provisionales. Dichos regimientos -a cuyo frente se pone a un “major” en vez de a un coronel- están formados por destacamentos (de los quintos escuadrones) de los 2 regimientos de carabineros y de 8 de los 12 de coraceros. Para el mando de la brigada es designado el general Rigaud. El destino final de la brigada no fue Portugal sino Madrid.
En enero de 1808 se añadió un tercer regimiento, en base a destacamentos de los 4 regimientos de coraceros restantes (cuyos quintos escuadrones se encontraban en Italia). Dicha unidad no marcha a reunirse con sus hermanos, sino que se integra en la brigada Bessières, cuyo destino es Barcelona.

Madrid (2-V).
El 2 de mayo de 1808 pilla a la brigada de coraceros en Madrid, formando parte del 2º Cuerpo de Observación de la Gironda del general Dupont. Los coraceros se encontraban acuartelados en los Caranbacheles (municipios que por entonces no formaban parte de Madrid) y van a ser una de las fuerzas convocadas para reprimir a los madrileños. Reciben ordenes de cerrar el acceso por la Puerta de Toledo y penetrar en Madrid. Al llegar a la Puerta de Toledo la encuentran defendida por una muchedumbre de hombres y mujeres de los barrios cercanos y tienen que tomarla al asalto. Suben por la calle de Toledo y cargan contra la multitud reunida en la Plaza de la Cebada para finalmente llegar a la Plaza Mayor.


2º Provisional.
Al generalizarse el levantamiento el destino de los dos regimientos de la brigada Rigaud sería diferente. El 2º provisional permanece asignado a Dupont y participa en su fatídica campaña de Bailén.

Mengibar (16- VII).
La fuerza francesa presente en esta acción contaba con un nutrido destacamento de coraceros, bajo el mando del general La Grange: unos 400. Los coraceros intervienen en un momento crítico cuando los franceses se están replegando de la superior fuerza española de Reding y el general al mando, Gobert, cae herido. Su preocupado sucesor, el general Dufour, temiendo que sus fuerzas se vinieran abajo, ordenó a los coraceros cargar para frenar el avance español.
La Grange carga al frente de tal vez unos 200 coraceros del 2º provisional, encabezados por un escuadrón del 9º de Coraceros. Al paso le sale la caballería española, con el propio Reding al frente. Los jinetes españoles se desordenan al ponerse al galope mientras que los coraceros avanzan al trote. La caballería española es desbaratada y corre a refugiarse entre la infantería vecina, que no tiene tiempo a formar adecuadamente. La línea española es brevemente rota por una parte de los coraceros pero rápidamente se rehace y los coraceros que la han penetrado reciben un fuego devastador por todos lados. La rehecha caballería española contracarga y persigue a los coraceros que huyen.
Aunque la carga, en palabras de un oficial francés, no tuvo los brillantes resultados que se esperaban, el caso es que dio un respiro a los franceses para organizar su repliegue. Al menos 3 oficiales del 2º Provisional (todos ellos del 9º regimiento) resultan muertos/heridos.

Bailén (19-VII).
El grueso del 2º provisional, que constituían la “brigada” La Grange, tras participar en Mengibar acompañaron a la división Vedel, por lo que no participaron en la batalla. Junto a Dupont, únicamente quedaba en torno a un escuadrón o poco más del regimiento (150 sables aprox.), agregado a la brigada de dragones Privé. Dicho contingente se llegó a fraccionar ya que Dupont solicitó unos cuantos coraceros para reforzar su escolta de dragones.

A pesar de su escaso número, los coraceros tendrían una presencia destacada en la batalla. Su momento de mayor lucimiento fue durante el primer ataque de la caballería de Privé al ala izquierda española. El escuadrón de coraceros seguido por un destacamento de dragones, consiguió flanquear de manera inadvertida (aprovechando el relieve del terreno) la posición española. De repente bajaron desde un cerro sobre el flanco de una fuerza española que se replegaba ante la presión francesa. El regimiento de caballería España se retiró dejando desprotegido al regimiento Provincial de Ciudad Real que fue desorganizado y cuyos hombres tuvieron que buscar refugio entre los olivares. Los coraceros se dispersaron entre dichos olivares y ahora sí el regimiento España actuó, contracargando con éxito, siendo salvados los coraceros por los dragones franceses.

Un grupo de coraceros (tal vez un pelotón) también tuvieron tiempo de estar presentes en medio del polémico incidente del enfrentamiento entre suizos al servicio de Francia y suizos al servicio de España. En medio del desorden que se generó al creer los del lado español que los otros venían a desertar, los coraceros aprovecharon para cargar y tomaron una de las banderas del regimiento español Reding nº 3, antes de que los soldados del regimiento se pudieran reorganizar.

En cuanto a los coraceros de la escolta de Dupont; estos junto a los dragones participaron en una carga durante el ataque general a la línea española. Estando concentrada toda la caballería francesa en las alas, dicha escolta era la única unidad montada a la que recurrir ante la presencia de caballería española en el centro en forma del regimiento Farnesio que acosaba a una unidad de infantería francesa. Los jinetes españoles fueron perseguidos hasta una batería, pero ahí se les acabó el fuelle a los franceses y los de Farnesio contraatacan. En medio de la batería, con los artilleros luchando con lanadas y espeques contra coraceros y dragones, se produjo una melé en la que salieron victoriosos los españoles.

Como es bien sabido, la batalla acabó con la rendición de Dupont, en la que se incluyeron a las tropas de Vedel. El grueso del 2º regimiento provisional cae prisionero y desaparece. La parte del regimiento no presente en la campaña se une al 1er regimiento provisional.


3º Provisional.
Siguiendo con la mala costumbre de fraccionar a los coraceros, el no muy nutrido 3º provisional (en torno a 400 sables) va a operar normalmente durante los años 1808-1809 en pequeños destacamentos, siendo una parte importante de la guarnición de Barcelona. Los coraceros van a estar presentes en múltiples acciones, la mayoría de poca entidad. Se pueden mencionar entre ellas a la famosa emboscada del Bruc a la brigada Schwartz (06-VI-1808). También están presentes en la batalla de Molins de Rei (21-XII-1808).
La desgracia para el regimiento viene en el invierno de 1808-1809. En la acción de San Feliú (24-XII) tienen 45 bajas y en la de Mollet (21/01) un escuadrón es capturado casi por completo.
Después no hay muchas noticias del regimiento, tal vez por que se suele confundir con el 13º, pero todavía en abril de 1810 se le menciona con la designación de un nuevo coronel (Pierre de Rolland).
En principio el regimiento sería disuelto en 1811, y es de suponer que sus supervivientes se integrarían finalmente en el famoso 13º.


1º Provisional.
Cuando el 2º provisional marchó hacia Andalucía, el 1º quedó atrás. Un destacamento participó en la batalla de Medina de Rioseco (14-VII). Replegado al otro lado del Ebro, al hilo del repliegue francés tras la derrota de Bailén, el regimiento es transformado en el 13º de Coraceros (octubre de 1808). En realidad la orden inicial de Napoleón es la de hacer un regimiento a partir de todos los regimientos provisionales de caballería pesada existentes en España. En la práctica eso supuso transformar el 2º en el 13º pues como hemos visto del 1º ya poco quedaba y el 3º siguió teniendo vida independiente durante un tiempo.

El 13º estuvo presente en la batalla de Tudela (23-XI) como parte de la brigada Digeon, que en principio apenas fue empeñada en el combate mas que para la persecución de los españoles. Un escuadrón de marcha de coraceros estaba integrado con húsares y lanceros del Vïstula en la brigada Wathier, y es posible que sean ellos a los que se refiere un testigo durante la retirada: “se nos echaron encima los Polacos lanceros, los húsares y los granaderos a cavallo (sic) franceses, cogiéndonos ya sin formación ninguna”. Sí había carabineros en dicho escuadrón de marcha, serían fácilmente confundibles con granaderos a caballo. Las Tablas Martinien recogen 3 oficiales del 13º heridos en Tudela.
El caso es que los coraceros parecen haberse ganado una especial reputación entre los fugitivos españoles, pues ya hemos visto al comenzar el tema, la proclama de Palafox, en la que los pone como ejemplo de grito derrotista: “que vienen los coraceros, que nos cortan”.
Los coraceros participan en el segundo sitio de Zaragoza, no como tropa de asalto sino como parte del cordón para aislar la ciudad. Al finalizar dicho sitio, permanecen integrados en la caballería del III Cuerpo; cuerpo cuyo mando asume Suchet, general con el que pasaran a estar asociados por el resto de la guerra.



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Justo Jimeno Bazaga. Lucha en las calles de Madrid.


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J.A. Gros. Retrato del “sous-lieutenant” Charles Legrand del 9º de Coraceros. Charles (hijo del general Legrand) moriría durante los sucesos del 2 de Mayo.


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Estampa de finales del XIX dedicada al Episodio de Bailén (Hª de Europa de Emilio de Castelar). Visión romántica y llena errores.


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F. Vela. Bailén, el “sous-lieutenant” de coraceros Chustait captura una bandera española. Los jinetes de Privé capturaron dos banderas, una por parte de los dragones y otra por los coraceros. En la ilustración se muestra como capturada por los coraceros una del regimiento Jaén, pero los testimonios parecen apuntar a que en realidad la que capturaron fue una de las del Reding nº 3.


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D. Muñoz y Cuesta. “El juego de cartas”. Un coracero y un dragón, en su tiempo de asueto.


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D. Muñoz y Cuesta. “El interrogatorio”. Tropas francesas, entre ellas varios coraceros, durante un interrogatorio en España.
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por APV »

Flavius Stilicho escribió:Madrid (2-V).
El 2 de mayo de 1808 pilla a la brigada de coraceros en Madrid, formando parte del 2º Cuerpo de Observación de la Gironda del general Dupont. Los coraceros se encontraban acuartelados en los Caranbacheles (municipios que por entonces no formaban parte de Madrid) y van a ser una de las fuerzas convocadas para reprimir a los madrileños. Reciben ordenes de cerrar el acceso por la Puerta de Toledo y penetrar en Madrid. Al llegar a la Puerta de Toledo la encuentran defendida por una muchedumbre de hombres y mujeres de los barrios cercanos y tienen que tomarla al asalto. Suben por la calle de Toledo y cargan contra la multitud reunida en la Plaza de la Cebada para finalmente llegar a la Plaza Mayor.
En Carabanchel estaba la Brigada Rigaud con el 1º Provisional (1º y 2º de Carabineros, y 1º, 2º y 3º de Coraceros) y el 2º Provisional (5º, 9º, 10º, 11º y 12º de Coraceros).

Su entrada por la Puerta de Toledo consistió en el avance del 2º Provisional (494 sables en cinco compañías) que llegó primero y dispersó a algunas docenas de civiles cargando. El resultado dos españoles muertos, cinco muy graves y cinco leves; los franceses tuvieron un herido, el teniente Mongeout pertenenciente al 5º (aunque ese día perderían un subteniente del 9º muerto).
Los coraceros persiguen a los paisanos haciendo más heridos hasta la plaza de la Cebada donde estaban acuartelados los Regimientos de dragones del Rey y Lusitania, además los Carabineros Reales. Las vacilaciones hacen que los jinetes españoles no salieran antes, y cuando se deciden a abrir las puertas frente a ellos está un escuadrón de coraceros reforzado por un batallón de infantería y dos piezas de artillería.
Flavius Stilicho escribió:La fuerza francesa presente en esta acción contaba con un nutrido destacamento de coraceros, bajo el mando del general La Grange: unos 400.
Posiblemente unos 430, porque de unos 550 llegados a Bailén el día 15, 120 son enviados de vuelta a Linares.
Flavius Stilicho escribió:La Grange carga al frente de tal vez unos 200 coraceros del 2º provisional, encabezados por un escuadrón del 9º de Coraceros. Al paso le sale la caballería española, con el propio Reding al frente. Los jinetes españoles se desordenan al ponerse al galope mientras que los coraceros avanzan al trote.
Eran unos 270 jinetes de los regimientos de Numancia (24 bajas) y Olivenza (8 bajas) que se habían precipidado y se rompen (y puede que apenas ofreciesen resistencia). Caen los coraceros sobre el Regimiento de Infantería Ligera de Barbastro que estaba en línea (23 bajas en todo el combate) que rompen e incluso llegasen hasta el REgimiento de La Reina. Pero ya la carga estaba desorganizada perdiendo hombres y caballos.
Flavius Stilicho escribió:A pesar de su escaso número, los coraceros tendrían una presencia destacada en la batalla. Su momento de mayor lucimiento fue durante el primer ataque de la caballería de Privé al ala izquierda española. El escuadrón de coraceros seguido por un destacamento de dragones, consiguió flanquear de manera inadvertida (aprovechando el relieve del terreno) la posición española. De repente bajaron desde un cerro sobre el flanco de una fuerza española que se replegaba ante la presión francesa. El regimiento de caballería España se retiró dejando desprotegido al regimiento Provincial de Ciudad Real que fue desorganizado y cuyos hombres tuvieron que buscar refugio entre los olivares. Los coraceros se dispersaron entre dichos olivares y ahora sí el regimiento España actuó, contracargando con éxito, siendo salvados los coraceros por los dragones franceses.
Privé recibió la orden de limpiar el Haza Walona con el 1º de Dragones (350), el 2º de Dragones (500) y el 2º de Coraceros (150), estos últimos cubriendo la derecha. Logran dispersar al Regimiento de Jaén de la cima y caen sobre los restos replegados al Cerrajón. La caballería del Regimiento España (120) fue barrida. Complicándose la lucha entre los olivares. El 3º de Reding estaba llegando a la colina cuando la Brigada Schram subía por el otro lado.

La carga a contrapendiente es discutida porque el Provisional de Ciudad Real (aunque lo diga Arteche y no otras fuentes) no estaba allí sino en el centro y durante la batalla solo tuvo 25 bajas (2 muertos); por lo que la otra bandera podría ser que fuera la del otro batallón del Regimiento de Jaén (dos batallones con banderas distintas)
Si cargaría Privé contra el Farnesio que retornaban a sus líneas tras su carga, es en ese momento cuando los jinetes franceses llegan a los cañones pero agotados y sin apoyo de la infantería.
Su última acción sería al apoyar por el flanco los restos de la caballería el avance de los Marineros de la Guardia, las Legiones y los restos de la infantería en el último avance.

La batalla había costado 45 coraceros de los 150 iniciales (no estaban entre los prisioneros), y había 3 oficiales heridos.
Conoce al enemigo y conócete a ti mismo; y en cien batallas no estarás jamás en peligro Sun Tzu.
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Flavius Stilicho
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Flavius Stilicho »

Gracias por la ampliación y los detalles, APV.
Para el tema de Bailén básicamente he consultado a Sañudo, Stampa & Arcón (Batallas campales de 1808; primera campaña de 1808. Ediciones SIMTAC, 2008).

Banderas capturadas.
Un tema discutido. Los autores afirman que la capturada por los coraceros tuvo que ser una del Reding nº 3 durante el primer ataque de Privé, mientras que la capturada por los dragones sería una del regimiento Jaén durante el segundo ataque de Privé.

Para la bandera del Reding nº 3, se basan en dos relatos.
1. Nazario Reding reconoce la pérdida (insinuando que momentánea) de una bandera en los siguientes términos:
Entre estos (se refiere a los suizos del enemigo) había también coraceros a caballo y de la Guardia de París; y todo esto se hizo con la aviesa intención de apabullarnos y persuadir a nuestros hombres a que se pasaran a los franceses. Reiniciamos las hostilidades al minuto. Hubo un gran número de muertos, heridos y prisioneros por ambas partes; (...); ya se habían apoderado de una de nuestras banderas, que fue recobrada por los valientes soldados del Regimiento (...) Mi regimiento hizo prisioneros a cinco coraceros con sus caballos, y a dos oficiales de Reding (el nº 2 al servicio francés) que decían haberse pasado.
2. El subteniente Ramaeckers relata:
Nuestos coraceros, a la cabeza de los cuales se encontraba el general Dupré (Privé) forzaron a los suizos españoles a abandonar una posición muy ventajosa que dominaba nuestro flanco derecho, y les tomaron una bandera que fue mostrada a toda la División por este general al grito de ¡Vive l´Empereur!

Aun así añaden que aunque se acepta que son dos las enseñas perdidas, el Journal de Privé habla de tres. Los autores mencionan, al hablar de la captura de la enseña del Jaén:
Según algunos autores, la otra bandera no pertenecía a Reding nº 3 sino a la milicia de Ciudad Real, lo que deducen probablemente tanto de la Relación de Ramón Zaragoza, que menciona un arrollamiento de un batallón de milicias, como de la alusión que hace uno de sus oficiales -el teniente Félix Pérez de Guzmán- a un encuentro desfavorable con jinetes fanceses. Sin embargo dado el corto número de bajas que tuvo el regimiento, comparable al sufrido por las demás milicias provinciales de la 2ª División, deducimos que Ciudad Real no debió padecer el grave descalabro que pudiera justificar la pérdida de su bandera. Por otro lado, no es descartable que la unidad perdiera su bandera en alguna de las cargas de Privé. De hecho, el Journal del general francés habla de tres banderas capturadas en distintos ataques.

Como se vé también se menciona en el libro que las bajas del "Ciudad Real" no fueron graves, pero los autores lo siguen colocando en el ala izquierda española y no en el centro.


Coraceros persiguiendo a Farnesio hasta la artillería.
Los autores no atribuyen la carga a los coraceros de Privé sino al escuadrón del propio CG de Dupont, que como ya se comentó incluía coraceros que el propio Dupont había solicitado previamente a Privé para reforzar su escolta. Los autores lo relatan así:
Ante la aproximación de al caballería enemiga (Farnesio), Dupont, recurrió a la única fuerza montada que disponía, el escuadrón afecto al cuartel general. Todavía tuvo ocasión -recordaba Giraldo de Chaves, miembro de su plana mayor- de dirigir unas palabras de ánimo a sus coraceros, y también al veterano maréchal-de-logis de la compañía:
"-¡Id y acordaos que sois la confianza del Emperador, y que siempre habéis arrancado los laureles de las manos de vuestros contrarios! Y dirigiéndose al comandante de estos, exclama:-¡Haced cuenta, La Barke, que estáis en Marengo!"

Tras relatar como la carga acaba malograda frente a la batería española. Se menciona:
Al brigadier Giraldo de Chaves, le pareció un augurio de la derrota el saludo que les dirigió el suboficial La Barke, al volver de su malograda carga: -¡A estos no los han parido las mismas madres que a los del puente de Alcolea!

Saludos.
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Flavius Stilicho
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Flavius Stilicho »

14. España (II): Los coraceros de Suchet.
En mayo de 1809, cuando Suchet asume el mando del III Cuerpo, se encuentra con una caballería (general Wathier) formada por básicamente por el 13º de Coraceros (+/- 500 sables) y el 4º de Húsares (junto a un escuadrón de lanceros polacos), regimiento con el compartiría muchas de sus aventuras. Al final, y tras la desaparición del 3º provisional, el 13º quedó como único regimiento de coraceros operando en España. A pesar de que los coraceros estaban pensados para actuar “en masse”, el solitario regimiento se iba a ganar una excelente reputación por su papel en las batallas de María, Margalef y Sagunto.

María.
Dos escuadrones de la unidad están presentes en el desastroso debut de Suchet en Alcañiz (23-V), no teniendo mayor protagonismo que cubrir la retirada.
Un papel bastante más relevante va a tener el regimiento (4 escuadrones, 480 sables) en la batalla de María (15-VI). La brigada Wathier recibe la orden de cargar por el camino Zaragoza-María. Húsares y coraceros arrollan a la brigada de caballería española O´Donoju. La carga continúa hasta el puente de María que es tomado, apoderándose de una batería española que lo guardaba. Los coraceros tienen al menos dos oficiales heridos durante la batalla. Estarían de nuevo presentes en Belchite (18-VI), pero enviados junto a una fuerza de flanqueo se perderían la acción en sí.
A continuación el regimiento sería utilizado, generalmente de manera fraccionada, en misiones contra-guerrilla en la zona de Aragón. Misiones poco apropiadas para los coraceros, y que se cobran una sangría en hombres y caballos. Así tenemos que el 1 de noviembre, el regimiento se encuentra en Daroca y sus 4 escuadrones reducidos a una fuerza operativa de 298 hombres.


Margalef.
En enero de 1810, le llegan al 13º ingentes refuerzos traídos por el 2º regimiento de marcha. Se trata de coraceros procedentes de la disolución de los quintos escuadrones del resto de regimientos (el 5º escuadrón del 13º se salva y se mantiene activo en Francia). En teoría el regimiento llega a un tope de fuerza de 1.100 hombres, aunque en la realidad son algunos menos y en unos cuantos meses el regimiento quedara reducido a un tamaño más normal.
La unidad participa en el sitio de Lérida (abril-mayo), siendo protagonista en el combate de Margalef (23-IV), librado contra las fuerzas que acudían en socorro de la ciudad. Los coraceros (cerca de 450 sables) se encontraban abrevando a sus caballos, cuando reciben el aviso de que tienen que montar a toda prisa y unirse a la columna Musnier. Una columna española es localizada reagrupándose en Margalef y los coraceros son enviados a cargar, acompañados por una batería a caballo. La débil caballería española presente se vino abajo, permitiendo un avance cómodo de los coraceros sobre el flanco de la línea española -que al parecer estaba ejecutando un cambio de columna a línea- a la que acometieron arrollando varios batallones que fueron capturados casi por entero por la infantería que seguía a los coraceros. Uno de dichos batallones era uno suizo (Wimpffen) que consiguió contener un tiempo a los coraceros permitiendo a una parte de las fuerzas españolas la retirada. La brillante acción se salda sólo con 17 bajas.
A lo largo de 1810, el regimiento seguiría participando de nuevo en numerosas pequeñas acciones de “control del territorio”.


Ulldecona.
La mayor parte del tiempo la pasaría el regimiento librando pequeñas acciones de “control del territorio” a lo largo de Aragón y más tarde Valencia; acciones en las que participaban pequeños destacamentos del regimiento.
Algunas de ellas podía llegar a ser tan sangrienta como una batalla. En el combate de Ulldecona (12-IV-1811) los coraceros (57 según los franceses, 80-90 según el parte español) libran una reñida acción con el regimiento de Dragones del Rey (unos 200). Los coraceros sufren 17 bajas, incluido su comandante, el chef d´escadron Robinchon, que los españoles dan por muerto aunque sus hombres consiguen retirarle herido del campo de batalla. Según el parte español de la acción, los coraceros se salvaron de la aniquilación por la llegada de un destacamento de húsares. Lo cierto es que ambas partes se atribuyen la victoria.


Sagunto.
El gran triunfo francés en el año de 1811 es el de Sagunto (25-X), con protagonismo del 13º. Integrados en la brigada Boussart, hay presentes 3 escuadrones (350 sables). Hay un momento crítico en la batalla en que se suceden en el centro de la lucha una carga del 4º de húsares (al parecer apoyada por un escuadrón de coraceros) y un contraataque español a manos de la caballería española que pone en fuga a los húsares y en peligro a la infantería francesa. Suchet ordena a los coraceros cargar, siendo herido en ese mismo momento. En sus memorias, Gonneville -comandante de unos de los escuadrones del 13º- se atribuye todo el mérito de lanzar la que iba a ser una devastadora carga, que hace huir en desbandada a la caballería española (cayendo prisioneros los generales Caro y Loy), siendo atropellada la infantería adyacente y recuperando los coraceros varias piezas de artillería que se habían perdido en la derrota previa de los húsares. El centro español quedó roto. Los coraceros sufren 20 bajas (entre ellas 3 oficiales).


Las dos batallas de Castalla.
Un par de escuadrones del 13º (180 sables) están presentes en el combate (1ª batalla) de Castalla. (21-VII-1812) Tambaleándose las fuerzas españolas por un ataque de flanco de los dragones franceses, los coraceros -recién llegados desde Ibi- lanzan un ataque frontal en apoyo del avance de dos batallones de infantería. La caballería española opuesta vuelve grupas y la infantería es arrollada por coraceros y dragones, que además toman un par de cañones españoles. Tras la brillante carga los coraceros dejan a los dragones la explotación del éxito y regresan a toda prisa hacia Ibi, amenazada por otro destacamento de tropas españolas.
Tras Castalla, sólo hay un puñado de pequeñas acciones durante los siguientes 9 meses. De nuevo vuelve a haber una batalla (2ª) en Castalla (13-IV), esta vez contra un combinado de fuerzas anglo-hispanas. El terreno es poco propicio para la caballería, y el papel del 13º limitado a uno de apoyo y de cubrir la retirada francesa tras su derrota.


Ordal.
La última actuación relevante del 13º en España se va a dar en el combate de Ordal-Vilafranca (12 y 13-IX-1813). Los coraceros intervinieron cuando Suchet comprobó que las fuerzas aliadas se estaban retirando. Por dos veces cargaron junto a los húsares -y apoyados por una batería a caballo-, pero la caballería británica -integrada por una mezcolanza de escuadrones británicos (20º dragones ligeros), alemanes (Húsares de Brünswick), sicilianos y multinacionales (Húsares “Extranjeros”)- se interpuso. Aunque superados, los jinetes británicos ganaron tiempo para que la infantería se fuera retirando, de posición en posición y rechazando con su fuego a algunos jinetes que consiguieron acercarse.
Tras unos meses de calma, el 13º de Coraceros abandona el territorio español a finales de enero de 1814.



Imagen
Courcelle & Girbal. El 13º de Coraceros en Daroca, finales de 1809. Daroca sirvió como una de las bases principales de los coraceros desde septiembre de 1809 y a lo largo de 1810.


Imagen
D. Muñoz y Cuesta. Coraceros patrullando por España.


Imagen
P.A. Leroux. Coracero del 13º.


Imagen
C. Warner. Suchet herido en Sagunto (1811) junto a un corneta del 13º (acaba de ordenar una carga) y un ayudante de campo.


Imagen
P. Benigni. Coracero del 13º.


Imagen
A. García Pinto. Carga de dragones y coraceros contra la artillería española en la 1ª batalla de Castalla.
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Lutzow »

Flavius Stilicho escribió:Tras unos meses de calma, el 13º de Coraceros abandona el territorio español a finales de enero de 1814.
Menos mal, porque por los combates narrados da la impresión de que los coraceros franceses se imponían con cierta facilidad a la caballería española...

Saludos.
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por APV »

Lutzow escribió:Menos mal, porque por los combates narrados da la impresión de que los coraceros franceses se imponían con cierta facilidad a la caballería española...
Lógico, malos caballos, pocos jinetes instruidos (algunos de los mejores sacrificados o enviados a Dinamarca).
La caballería española tenía un nivel malo frente a la francesa.
Flavius Stilicho escribió:Aun así añaden que aunque se acepta que son dos las enseñas perdidas, el Journal de Privé habla de tres. Los autores mencionan, al hablar de la captura de la enseña del Jaén:
Según algunos autores, la otra bandera no pertenecía a Reding nº 3 sino a la milicia de Ciudad Real, lo que deducen probablemente tanto de la Relación de Ramón Zaragoza, que menciona un arrollamiento de un batallón de milicias, como de la alusión que hace uno de sus oficiales -el teniente Félix Pérez de Guzmán- a un encuentro desfavorable con jinetes fanceses. Sin embargo dado el corto número de bajas que tuvo el regimiento, comparable al sufrido por las demás milicias provinciales de la 2ª División, deducimos que Ciudad Real no debió padecer el grave descalabro que pudiera justificar la pérdida de su bandera. Por otro lado, no es descartable que la unidad perdiera su bandera en alguna de las cargas de Privé. De hecho, el Journal del general francés habla de tres banderas capturadas en distintos ataques.

Como se vé también se menciona en el libro que las bajas del "Ciudad Real" no fueron graves, pero los autores lo siguen colocando en el ala izquierda española y no en el centro.
Yo he seguido el libro de Vela.

Éste señala el escaso número de bajas y la duda sobre su posición que parece más en el centro-izquierda, y que señala que había dos banderas distintas en el Regimiento de Jaén por ser dos batallones perdiéndose ambas.
Flavius Stilicho escribió:Los autores no atribuyen la carga a los coraceros de Privé sino al escuadrón del propio CG de Dupont, que como ya se comentó incluía coraceros que el propio Dupont había solicitado previamente a Privé para reforzar su escolta. Los autores lo relatan así:
Podría ser, vemos que el Regimiento Farnesio es pequeño y su carga totalmente desordenada, aunque suficiente para hacer que se replegaran parcialmente los infantes. Pero sufren el ataque por el flanco al retirarse, con lo que deberieron bajar desde la colina (que es donde estaba Privé).

Obviamente como en Waterloo la caballería sola no podía romper las posiciones de la artillería y la infantería si la infantería francesa no les apoyaba.
Ahí si deberían haber estado los Marinos de la Guardia, y no en la fase final donde en realidad no demostraron casi ningún esfuerzo (muy pocas bajas).
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Flavius Stilicho »

APV escribió:
Lutzow escribió:Menos mal, porque por los combates narrados da la impresión de que los coraceros franceses se imponían con cierta facilidad a la caballería española...
Lógico, malos caballos, pocos jinetes instruidos (algunos de los mejores sacrificados o enviados a Dinamarca).
La caballería española tenía un nivel malo frente a la francesa.
Un arma cara y en decadencia antes de estallar la guerra. Decadencia que "lloramos con lagrimas de sangre" en palabras de un oficial español. Durante la propia guerra, pues mucho peor, una vez que se han perdido los ya escasos jinetes y caballos del ejército de 1808. Es mucho más fácil levantar nueva infantería que caballería.
La falta de caballería o la mala calidad de la presente fue causa de numerosos desastres durante la guerra. Los ejércitos españoles tienen que tratar de moverse siempre por terreno difícil para la caballería, ya que cuando bajan al "llano" lo pasan mal a manos de los jinetes franceses.
Lo cierto es que salvo unas cuantas ocasiones de mérito como la "sorpresa de Miajadas" (1809) la caballería española no tuvo mucho lucimiento. Aunque hacia el final de la guerra, la escasa caballería existente sí parece haberse desenvuelto razonablemente bien en pequeñas escaramuzas.
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por APV »

Flavius Stilicho escribió: Aunque hacia el final de la guerra, la escasa caballería existente sí parece haberse desenvuelto razonablemente bien en pequeñas escaramuzas.
La caballería francesa había decaído mucho al tener que trasvasar a Alemania para recomponer unidades.

Sorprendentemente la infantería española, no tanto maniobrando pero si retirándose era rápida (o aprendió a serlo), en cambio la inglesa era muy lenta, mientras la francesa era rápida maniobrando.
Los franceses acostumbrados a aniquilar ejércitos enteros durante sus retiradas no lo tuvieron tanto éxito en la Península (con excepciones como Ocaña).

Y eso les supuso un problema, batían un ejército que se deshacía pero al cabo de unas semanas se rehacía y volvía a reaparecer.
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Flavius Stilicho »

Campaña de 1809 (I): coraceros vs coraceros.
Para la campaña de Austria de 1809 nos volvemos a encontrar a los coraceros&carabineros agrupados en sus acostumbradas 3 divisiones. De hecho no ha habido cambios en la composición interna de divisiones y brigadas. En cuanto a los mandos divisionarios, continúan los mismos que dos años antes: Nansouty (1ª), Saint-Sulpice (2ª) y d´Espagne (3º).

Las divisiones Nansouty y Saint-Sulpice acompañaban a Napoleón al comienzo de la campaña, y a falta de un cuerpo de reserva de caballería, fueron basculando entre depender del propio Napoleón o estar asignadas a un cuerpo mixto provisional al mando del mariscal Lannes. Por su parte la división d´Espagne marchó hacia el teatro de operaciones acompañando al cuerpo de Massena.

Las divisiones Nansouty y Saint-Sulpice están presentes en los combates de Abensberg (20-IV) y Landshut (21-IV). En el primero, los coraceros contribuyen a destruir a la brigada austriaca Thierry, y en el segundo llegaron a cargar hasta dentro de la propia ciudad.


El 22 de abril era el 2º día de la batalla de Eckmühl. La división d´Espagne llegaría demasiado tarde para intervenir pero las otras dos participarían en el famoso combate de Alteglofsheim, un gran combate de caballería librado al atardecer y finalizado bajo la luz de la luna.
La división Nansouty formó en primera línea con sus tres brigadas desplegadas en dos líneas lado a lado. En segunda línea, formó en dos grandes columnas la división Saint-Sulpice. Protegiendo el flanco derecho de los coraceros había varios escuadrones ligeros de Württemberg y franceses; y en reserva, la caballería bávara y una unidad de Baden. El flanco izquierdo de los coraceros estaba protegido por 24 cañones de la artillería a caballo. En total había 60 escuadrones de los que 40 eran de coraceros & carabineros.
Enfrente de Nansouty se encontraban los coraceros de Gottsheim, con su flanco derecho protegido por una batería de 12 cañones (que pronto se retiró por prudencia), seguidos por los coraceros del regimiento Kaiser. Los coraceros austriacos contaban con el apoyo de 3 excelentes regimientos ligeros: húsares de Stipsicz, húsares del Erzherzog Ferdinand, y chevau-légers de Vincent. En total 29/30 escuadrones, de los que 12 eran de coraceros.

Los austriacos eran la mitad pero estaban dispuestos a disputar el terreno y ganar tiempo para el repliegue de su ejército. Los coraceros de Gottsheim cargaron resueltamente contra la masa de Nansouty que avanzaba tranquilamente al paso. La brigada de carabineros (Defrance) marchaba en el centro y se detuvo para disparar sus carabinas contra los carabineros a unos 100 pasos, mientras que los coraceros de sus flancos pasaban del paso al trote. Tras disparar, los carabineros se pusieron también al trote, aunque rezagados respecto de sus camaradas
El impacto del fuego de las carabinas no parece que fuera muy importante, siendo más relevante que dicha acción devino en que la línea francesa adoptara una formación de semicírculo que amenazaba con engullir los flancos austriacos. Aun así la carga austriaca progresó y parece que algunos coraceros consiguieron penetrar la primera línea francesa, siendo rechazados por la segunda línea. Con sus flancos sobrepasados, el regimiento Gottsheim parecía destinado a la aniquilación. Es en este momento cuando quedó patente la vulnerabilidad de sus desprotegidas espaldas.
Los coraceros de Gottsheim se salvaron (con fuertes pérdidas) gracias a la carga de la 2ª línea austriaca; los coraceros del regimiento Kaiser cargaron apoyados por los húsares de Stipsicz. Los del Kaiser rescataron a sus camaradas pero no pudieron progresar mas allá. Por su parte los chevau-légers de Vincent intentaron atacar por el flanco a los coraceros franceses pero se vieron frenados por la intervención de los jinetes de Württemberg. Los austriacos no pudieron aguantar mucho más ante la gran masa francesa y se retiraron mientras el regimiento Erzherzog Ferdinand hacía un fútil intento de frenar la persecución francesa.
En su huida de Alteglofsheim, los jinetes austriacos se dirigieron hacia la zona de Köfering, donde se encontraba el propio comandante austriaco, el archiduque Carlos, con varias unidades que se estaban retirando. En medio del caos, un nuevo regimiento de coraceros austriaco, el Kronprinz Ferdinand, intervino para tratar de frenar a la caballería pesada francesa, pero se vio arrastrado por la masa de fugitivos. Varias unidades de infantería se dispersaron ante la carga francesa, y el caos invadió a las columnas austriacas.
Unos pocos escuadrones austriacos realizaron un nuevo intento contra cada flanco del avance de la caballería francesa. En principio era poco lo que podían hacer, pero coraceros y carabineros ya estaban exhaustos tras haber realizado una marcha de 45 km durante ese día, y había caído la noche, por lo que el pequeño contraataque sirvió de excusa para dar por finalizada la jornada y reagruparse.

Las bajas francesas entre el combate parece que fueron bastante leves. Marbot destacó que las bajas austriacas fueron mucho más elevadas; habla de 13 austriacos muertos por cada francés, asi como de 8 a 1 en heridos; aunque a la hora de calcular dichas proporciones se incluirían probablemente no sólo los coraceros sino también los jinetes ligeros de ambos bandos.


Al día siguiente (23) las caballería rivales se iban a enfrentar de nuevo en Ratisbona. En esta ocasión se iban a enfrentar 60 escuadrones, cuya columna vertebral la formaban los 40 de Nansouty y Saint-Sulpice, contra una fuerza austro-húngara de 56 escuadrones (24 de ellos de coraceros).
Un enorme combate del que lamentablemente no hay descripciones. Se supone que el combate fue bastante disputado, extendiéndose a lo largo de bastante terreno y durante unas dos horas. Al parecer la caballería austriaca se encontró en desventaja al ser usada de forma fragmentada y no operar en una gran formación. Finalmente la caballería austriaca se retiró a Ratisbona a través de un puente sobre el Danubio, tras haber hecho lo posible para proteger la retirada del ejército.
Las bajas de los carabineros en Ratisbona fueran bastante fuertes. El 1º tuvo 18 muertos, 165 heridos y 17 prisioneros. El 2º tuvo 22 muertos y también numerosos heridos. En comparación el resto de regimientos pesados involucrados parecen haber tenido muy pocas bajas. Probablemente eso señale una mayor implicación de los carabineros en los combates. En cualquier caso, se especula que este fue el momento en que Napoleón le empezó a dar vueltas a “acorazar” a los carabineros.


Imagen
P. Courcelle. General de coraceros (Nansouty) durante la campaña de 1809.


Imagen
L. Rousselot. Alteglofsheim (Eckmühl); coraceros austriacos sin espaldar contra coraceros franceses con coraza completa.


Imagen
Altegofsheim. Coraceros franceses cayendo sobre la espalda de los coraceros austriacos.


Imagen
P. Benigni. Combate entre un oficial de carabineros y un granadero austriaco.


Imagen
Fritz Neuman: El cabo Thomas Kozabek (IR3 Erzherzog Carl) rescata durante la Batalla de Ratisbona la bandera regimental del ataque de los coraceros franceses. Kozabek consiguió cruzar a nado el Danubio con el estandarte de su unidad.


Imagen
P. Courcelle. Coraceros del 7º; 1809.
Última edición por Flavius Stilicho el 10 Oct 2017, editado 1 vez en total.
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Lutzow »

Muy bueno Flavius, como siempre... :dpm:

Pero esto no lo entiendo:
Las bajas francesas entre el combate parece que fueron bastante leves. Marbot habló de que hubo 13 muertos y 8 heridos por cada uno de los franceses,
Saludos.
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Flavius Stilicho »

Lutzow escribió:Muy bueno Flavius, como siempre... :dpm:

Pero esto no lo entiendo:
Las bajas francesas entre el combate parece que fueron bastante leves. Marbot habló de que hubo 13 muertos y 8 heridos por cada uno de los franceses,
Saludos.
Ufff. Lo he explicado fatal, no me extraña que no se entienda. gc80gc
Gracias por la rapidez de contestar, lo he corregido un poco. A ver si ahora sí.
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Lutzow »

Me suponía que era algo así, pero ahora se entiende mucho mejor... :dpm:

Saludos.
Delenda est Putinlandia

Es mejor permanecer con la boca cerrada y parecer un idiota, que abrirla y confirmarlo...
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Flavius Stilicho »

16. La campaña de 1809 (II): las sangrientas Aspern-Essling y Wagram.
Essling (21 y 22 de Mayo).
Constituida ya una Reserva de Caballería, bajo el mando del mariscal Bessières, se agruparon las 3 divisiones pesadas: Nansouty (3.518 sables), Saint-Sulpice (2.289 sables) y d´Espagne (2.579 sables).
La batalla estuvo marcada por la dificultad francesa en mantener operativo el puente de la isla Lobau tendido para cruzar el Danubio. Justo antes de que comenzara la batalla, la división d´Espagne consiguió pasar por el puente recién reparado; teniendo que pasar los coraceros de manera lenta: a pié y llevando a sus caballos de manera cautelosa a través de los puentes. Tras el paso de la 3ª división y de una brigada de caballería ligera, el puente se volvió a romper.

Ante el ataque del grueso del ejército austriaco, los aislados franceses en la orilla norte del Danubio establecieron su posición defensiva en los pueblos de Aspern y Essling, con la nutrida caballería francesa (4.500 jinetes ligeros y 2.500 coraceros) formando entre ambos pueblos.
La 1ª intervención de los coraceros de d´Espagne se produjo sobre las 15:30, cuando cargaron contra los coraceros austriacos de la división Hessen-Homburg (casi 2.200 sables). Los coraceros austriacos rehusaron contracargar, afrontando estáticos la carga. Esto probablemente se debió a que eran conscientes de que en breves momentos iban a acudir en su ayuda, coraceros y dragones de la división Kienmayer. Aun así, los superados coraceros franceses aguantaron hasta que finalmente llegaron más refuerzos austriacos en forma de húsares y una unidad de lanceros: los ulanos de Schwarzenberg. Los coraceros de d´Espagne se tuvieron que retirar tras la zanja que se extendía entre los pueblos, al amparo de la artillería francesa que frenó a la caballería austriaca.

Tras un par de horas de descanso, los coraceros de d´Espagne volvieron a intervenir, esta vez junto a dos regimientos de la 2ª división pesada recién llegados. Previamente la caballería ligera había sido enviada a parar el avance de la 3ª columna austriaca. Tras haber fracasado les tocaba el turno a los coraceros. Se cuenta que la caballería francesa se detuvo a 300 pasos y conminó a los austriacos a la rendición antes de cargar. La infantería austriaca, lejos de arrugarse, formó en masas de batallón (una alternativa al cuadro en el que las 6 compañías de un batallón marchando en columna se cerraban unas sobre otras) y abrió fuego sobre los coraceros cuando estos estaban ya únicamente a 15 pasos. Incapaces de romper los batallones austriacos, algunos coraceros continuaron mas allá hasta chocar con la caballería austriaca de retaguardia. Derrotados, los coraceros franceses se retiraron.

Los coraceros de d´Espagne tuvieron poco descanso. Nada mas reagruparse se les ordenó volver a cargar, esta vez contra la 4ª columna austriaca, que se replegaba tras un fracasado ataque contra Essling. Sin embargo la infantería austriaca no se dejó sorprender y los coraceros se volvieron a encontrar enfrentados a masas de batallón que permanecían firmes. La caballería austriaca de la zona pronto contraatacó y la división d´Espagne se encontró en serios apuros, hasta el punto de que el propio general cayó muerto y el general al mando de la 2ª brigada, Fouler, cayó prisionero. D´Espagne había sido alcanzado por un impacto de metralla y cayó al suelo; cuando trató de levantarse del suelo con el apoyo de dos ayudantes, se desplomó a causa de sus graves heridas. Sus hombres consiguieron sacar el cadáver del campo de batalla y lo enterraron en la isla de Lobau.

Mientras tanto más coraceros seguían llegando a través del puente. Parte de la división Nansouty consiguió pasar antes de que se rompiera de nuevo el puente justo cuando pasaba el 2º de Coraceros (ahogándose algunos de sus miembros). Napoleón ordenó a Nansouty cargar con sus 3 (2 y pico) regimientos de coraceros presentes. Su objetivo eran las baterías austriacas al nordeste de Aspern. Por el camino se deshicieron de varios escuadrones ligeros austriacos, pero la carga francesa se vio frenada por el fuego de un par de batallones que protegían a los cañones. A su vez un regimiento de coraceros austriacos aprovechó la confusión en las filas francesas para contracargar, y los coraceros franceses se retiraron sin haber cumplido su objetivo.


En el segundo día de batalla volvió a haber problemas con el puente. De hecho este se rompió cuando le iba a tocar el turno de pasar a la brigada de carabineros. En cuanto a la maltratada 3ª división pesada, su mando lo asumió el general Arrighi (casado con una prima de Napoleón), ascendido a general de división y sirviendo hasta entonces en la caballería de la Guardia.
En la mañana del 2º día, la caballería pesada fue empeñada en el gran ataque al centro austriaco. Su objetivo era el punto de unión entre la 3ª columna austriaca y la columna de Reserva. Los coraceros derrotaron a la caballería austriaca que les salió al paso, y su mera aparición hizo huir sin luchar a dos flojos regimientos de caballería ligera. El ataque progresó hacia la infantería austriaca, que de nuevo se defendió correctamente. Pero esta vez los coraceros venían acompañados de artillería y algunos batallones austriacos vieron como sus cerradas filas eran masacradas a corta distancia. Se produjo una brecha en la línea austriaca que amenazaba con convertirse en un desastre. El archiduque Carlos reaccionó pronto y acudió con batallones de Reserva de Granaderos a taponar la brecha, y se cuenta que enarboló la bandera de un destrozado IR.15 Zach para reagruparlo cuando amenazaba con desintegrarse ante los coraceros. Tras los granaderos venía más caballería austriaca; rehechas las líneas, los coraceros franceses se vieron obligados a retirarse.

Fracasado el ataque francés, a mediodía eran los austriacos los que hacían un avance general. Para cubrir el repliegue francés, Napoleón ordenó un ataque combinado contra el centro de la línea austriaca. Los coraceros cargaron contra una brecha que se vislumbraba en la línea austriaca, brecha que se taponó a tiempo pudiendo la infantería austriaca repeler de nuevo las cargas francesas. Aun así la fiereza del ataque francés hizo mella, y los austriacos se mostraron remisos a seguir avanzando, facilitando la retirada francesa.

Las bajas de los coraceros fueron enormes entre muertos y heridos. Según las tablas Martinien en los regimientos de la división Saint-Sulpice fueron baja al menos 64 oficiales y en la de d´Espagne al menos otros 61; e incluso en la de Nansouty hubo 41 a pesar de no estar presente toda la división. Si aplicáramos la proporción 1:10 nos saldrían unas bajas totales escandalosas de 166 oficiales y casi 1660 jinetes entre muertos y heridos.



Wagram (5 y 6 de Julio)
Reagrupada la Reserva de Caballería, su fuerza para esta batalla apenas difería de la presentada en Aspern-Essling. Las terribles bajas se vieron compensadas por la incorporación de rezagados y la recuperación de los heridos mas leves, quedando así las divisiones: Nansouty (4.039 sables), Saint-Sulpice (1.994 sables) y Arrighi (2.202 sables). Asimismo dentro del cuerpo sajón, IX cuerpo de Bernadotte, nos encontramos de nuevo a los coraceros sajones del Leib-Kürassier-Garde (575 sables), aunque es posible que estos no usaran corazas en la batalla.

El primer día de la batalla fue tranquilo para las divisiones pesadas, asumiendo su papel de reserva. En dicho papel continuaban en la mañana del día siguiente. Al comienzo del combate fueron llamadas para acudir en apoyo del ala derecha francesa (Davout) pero no se necesitó de su intervención al constatar que el ataque austriaco en esa zona era mucho menos serio de lo temido. La división Arrighi quedó con Davout y el resto regresó a su posición.

El verdadero peligro austriaco venía por el otro lado, el izquierdo, y sobre las 10 de la mañana Napoleón ordenó a Bessières intervenir. La caballería de Reserva debía atacar el punto de unión entre el III Korps y la Reserva de Granaderos; siendo el objetivo principal frenar el avance de dichas fuerzas y cubrir el movimiento del cuerpo de Massena que debía ejecutar una peligrosa marcha de flanco hacia Essling para cubrir el flanco y retaguardia francesa.
La carga estuvo pésimamente organizada por Bessières: a la caballería de la Guardia le llegó muy tarde la orden de participar, y la división de Saint-Sulpice fue mantenida en su puesto de reserva. El resultado es que Nansouty tuvo que cargar en solitario. Su división sufrió un elevado número de bajas en su aproximación a causa de la artillería austriaca. En la práctica, sólo la brigada de carabineros de Defrance consiguió aproximarse realmente al enemigo pero su único éxito fue destrozar a un débil batallón de grenzers. A continuación, la brigada de carabineros giró hacia la derecha para intentar caer sobre la artillería austriaca pero fue tomada de flanco por un contraataque de la caballería austriaca y obligada a retirarse. Bessières había sido dado erróneamente por muerto al ser derribado de su caballo de un cañonazo, justo cuando por fin se aproximaba la caballería de la Guardia. Dada la confusa situación y el fracaso del ataque inicial, Nansouty consideró que era más prudente replegarse de vuelta a las líneas francesas.

Como ya se comentó, la división Arrighi había quedado como reserva a las ordenes de Davout. Tras expulsar a los austriacos de su fuerte posición en Markgrafneusield, Davout ordenó a Arrighi que atacará la nueva línea austriaca, confiando en que ésta todavía no estuviera muy consolidada y se viniera abajo. Arrighi no estaba muy convencido con la orden ya que el terreno por el que tenía que cargar no era muy adecuado para la caballería.
Los coraceros tuvieron que avanzar a través de un terreno que no sólo estaba surcado de zanjas y obstáculos naturales sino que además contenía los restos de campamentos austriacos como cabañas y vivaques, algunos de ellos todavía en llamas; todo ello para finalmente tener que subir por unas pendientes para llegar a la posición austriaca. El resultado fue el esperado, y Arrighi fue incapaz de realizar ninguna carga efectiva a pesar de sus denodados esfuerzos. Finalmente consiguió convencer a Davout para que la división de coraceros marchara hacia el flanco derecho francés a unirse con las fuerzas de caballería ligera y dragones que luchaban allí en un terreno más favorable.

De vuelta al centro-izquierda francés, se ordenó a Nansouty colaborar en un nuevo ataque contra los cuerpos III y Reserva de Granaderos austriacos. Esta vez era la infantería de Macdonald la que atacaría y la caballería de reserva debía proteger sus flancos y apoyar el ataque; del flanco derecho se ocuparía la caballería de la Guardia y del izquierdo la división de Nansouty. El hecho de que el herido Bessières no hubiese sido reemplazado provocaba que las ordenes no fluyeran de manera adecuada y a la caballería le llevó mucho tiempo reorganizarse y marchar hacia Macdonald. El resultado es que cuando Macdonald inició su avance, únicamente 4 escuadrones de coraceros estaban disponibles como apoyo, situados en la retaguardia izquierda de su formación. Así pues la formación de Macdonald -que, mezcla de improvisación y necesidad, adoptó para proteger sus flancos una forma de “Π” (mal descrita habitualmente como “gran cuadro” o “gran columna”)- tuvo que hacer frente inicialmente con sus propios medios a las cargas de caballería austriaca.
Una vez que la formación de Macdonald se atascó, recibiendo un fuego atroz por tres lados, éste ordenó a la caballería atacar. Tanto Nansouty como la Guardia tardaron mucho en reaccionar, para desesperación de Macdonald que afirmó que de haberse producido antes, el ataque la caballería podía haber aprovechado una brecha en la línea austriaca. La tardanza de la Guardia se debió a su testarudez ya que no admitía de buen grado recibir ordenes que no fueran del ausente Bessières o del propio Napoleón. En el caso de Nansouty justificó su tardanza en que no se le había consultado sobre el papel de su división en el ataque y que era complicado improvisar maniobras sobre la marcha; lo cierto es que Nansouty había tenido que traer sus división desde bastante atrás y siendo un comandante cauto no era de los que gustaban lanzar su caballería a la carga sin antes haberla organizado a su gusto.
El caso es que la tardía carga de Nansouty fracasó ante el fuego austriaco, sufriendo bastantes bajas. Días después de la batalla, el propio Napoleón le cuestionaría a Nansouty su actuación. El mordaz y orgulloso general tras dar las explicaciones,que consideró pertinentes acabó zanjando la cuestión espetándole al “artillero” Napoleón algo así: “Después de todo, no es su Majestad en ningún caso aquel que pueda enseñarme como dirigir la caballería”.

La división de Nansouty sufrió bastantes bajas en Wagram: cerca de 600 entre muertos y heridos (y el doble de caballos muertos o heridos). La de Arrighi rondaría los 250-300.
La división Saint-Sulpice se perdió los grandes combates de Nansouty y Arrighi. Al principio había permanecido de reserva en el centro pero después fue enviada como apoyo a Massena en el extremo del nuevo flanco izquierdo francés en Essling. Al finalizar la batalla participaría activamente en la persecución de los austriacos, saliendo del sangriento combate de Wagram con muy pocas bajas.



Imagen
J. Girbal. Carga del general d´Espagne en Aspern. Jean-Louis-Brigitte d´Espagne (1769-1809) ingresó en la caballería en 1787, ascendiendo a general de brigada en 1799 y en 1804 a general de división. Fue a finales de 1806 cuando por fin pasó a comandar una división de coraceros, convirtiéndose rápidamente en uno de los mandos más respetados.


Imagen
F.E. Von Habermann, Aspern; los coraceros de d´Espagne son contracargados por la caballería austriaca.

Imagen
A.F. Telenik. Coraceros (del 2º) en Aspern; un jinete ayuda a otro a contener a su caballo.


Imagen
F. Reiner. Aspern; el regimiento IR.57 Colloredo rechaza (en cuadro) una carga de los coraceros franceses.


Imagen
G. Sigistre. Coraceros en Wagram, saludan al Emperador.


Imagen
P. Courcelle. Carabineros durante la batalla de Wagram. En sus memorias un carabinero relató que se encontraron un mensaje austriaco plantado en un caballo de madera: “Los franceses vencerán a Austria cuando el caballo se coma la paca de heno”.


Imagen
L. Rousselot. Cornetas de carabineros, 1810. Tras finalizar la campaña de 1809 se decidió la adopción de corazas por parte de los carabineros, dando lugar a ciertas dudas sobre que hacer con los cornetas. El primero conserva el uniforme original, el 2º porta un uniforme provisional (con coraza) que fue ensayado pero no adoptado, y el 3º el uniforme definitivo (con casco).
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Flavius Stilicho »

17. Campaña de 1812 (I): Marcha hacia el corazón de Rusia.
A finales de 1811 la caballería pesada fue completamente reorganizada. De las 3 tradicionales divisiones pesadas se pasó a 5. Las nuevas divisiones se dividieron en 3 brigadas con lo que de 7 brigadas pesadas se pasó a 15, pero había truco; cada brigada sólo contenía un único regimiento. Una organización extraña (también presente en otros cuerpos) que provocó problemas entre los generales de brigada y los coroneles de regimiento, ya que no estaban claras las funciones de cada uno. Dado que el 13º de Coraceros seguía combatiendo en España, las cuentas (15 regimientos pesados) salían gracias a la incorporación del 14º de Coraceros (antiguos coraceros holandeses).
A cada una de las 5 divisiones se le asignó uno de los nuevos regimientos de lanceros (chevau-légers lanciers). La intención era que cada división contuviera 3.500 hombres (2.700 coraceros/carabineros y 800 lanceros). Al final para la campaña de Rusia hubo que conformarse con un escuadrón de lanceros por división, al no estar todavía completamente organizados los regimientos.
Para la campaña se contó con una división pesada adicional compuesta por regimientos aliados, bajo el mando del general Lorge. Los sajones aportaron su Garde du Corps (sin corazas) y el regimiento Zastrow Kürassiere; los polacos, el 14º de Coraceros; y Westfalia, sus dos regimientos de coraceros.

Las cinco divisiones pesadas francesas se distribuyeron de la siguiente manera. El Cuerpo I de caballería, al mando de un viejo conocido de los coraceros, el general Nansouty, recibió las divisiones 1ª (Saint-Germain) y 5ª (Valence). El Cuerpo II (Montbrun) recibió las divisiones 2ª (Saint-Alphonse) y 4ª (Defrance); en esta última división militaban los dos regimientos de carabineros. El Cuerpo III (Grouchy) contaba con la 3ª división (Doumerc), y como división adicional “pesada” se tuvo que conformar con una de dragones. Cada uno de estos cuerpos, aparte de sus dos divisiones pesadas contaba con una división de caballería ligera. Finalmente estaba el Cuerpo IV (Latour-Mabourg) que estaba integrado por la 7ª división pesada (Lorge) y unicamente una división de caballería ligera (polaca) adicional.


La invasión de Rusia empezó el 24 de junio con el cruce del Niemen. Los cuerpos I, II y III formaron parte de una reserva de caballería bajo el mando de Murat, formando parte del eje principal del avance francés. El cuerpo IV fue enviado en apoyo de las fuerzas del eje sur, reuniéndose, reintegrándose dichas fuerzas con Napoleón en Smolensko.
Los planes de Napoleón habían previsto una victoria rápida cerca de la frontera; el alargamiento de la campaña se iba a cobrar un fuerte precio en el potencial de combate de la caballería pesada.
La marcha francesa pronto se volvió un infierno alternando días de intenso calor que a los veteranos les recordaba el verano español, con otros de lluvias torrenciales. Según muchos testimonios la alimentación de los caballos ya había sido deficiente durante la marcha desde los acantonamientos hasta el Niemen. Aunque el sargento Thirion del 2º de Coraceros opinaba que el estado de la caballería era magnífico en el momento de su concentración, por lo que puede que la caballería pesada hubiera estado mejor cuidada al ser la élite. En cualquier caso, enseguida se hicieron notar los efectos de avanzar por un terreno prácticamente desprovisto de forraje y en unas condiciones climáticas atroces; los cadáveres de caballos se empezaron a amontonar en las cunetas ya durante los primeros días de marcha.
A comienzos de agosto se estimaba que la reserva de caballería, sin haber librado ningún combate de importancia estaba reducida al 50%. Muchos eran rezagados (algunos de antes de cruzar el Niemen) pero ya había jinetes pesados que tenían que seguir al ejército a pié. Unos pocos de los que perdieron su caballo consiguieron reemplazarlos por los pequeños caballos locales, una solución de emergencia pero sin duda poco aptos para la función de caballería pesada.
Hay una famosa anécdota que se suele contar sobre el estado de la caballería en el avance hacia Moscú. Supuestamente habría sucedido poco antes de Borodino. Murat se habría quejado a Nansouty de la falta de vigor de su caballería y el mordaz general habría respondido algo así: “Sire, los caballos carecen de patriotismo; los soldados lucharan sin pan pero los caballos demandan avena”.


Durante los mas de dos meses de marcha desde el cruce hasta la batalla de Borodino, coraceros y carabineros apenas tuvieron oportunidades para intervenir. En batallas como Smolensko y Valutina permanecieron en reserva como espectadores, dejando que el peso de la acción recayera en la caballería ligera. Probablemente hubo un intento deliberado de preservar la “delicada” caballería pesada hasta poder emplearla en una batalla decisiva.
Los coraceros del cuerpo de Nansouty se estrenaron en el combate de Ostrovno (25-VII). Nansouty contaba al inicio de la batalla con su división ligera y la división pesada Saint-Germain. La fuerza de Nansouty había localizado un cuerpo ruso y se propuso entretenerlo hasta la llegada de refuerzos; Murat llegó pronto para tomar el mando. Los laureles del día correspondieron a la caballería ligera pero los coraceros tuvieron al menos una breve oportunidad de intervenir. En una ocasión, Murat localizó un regimiento de dragones ruso saliendo de una arboleda y ordenó a los coraceros cargar, deshaciendo al regimiento ruso.
La división Defrance del Cuerpo II no se estrenaría hasta Dorogobuj (26 y 27-VIII) en la que en pequeños combates los carabineros perderían unos pocos hombres.


La división que más combate vería durante esta primera fase de la campaña sería la 3ª de Doumerc. La razón fue que acabó desgajada del Cuerpo III y asignada como apoyo de la fuerza de Oudinot, que quedó atrás protegiendo el flanco norte de la línea de comunicaciones de la Grande Armée. En la batalla de Kliastitsy (30-VII y 1-VIII) los coraceros se mantuvieron en retaguardia al considerarse el terreno boscoso poco apropiado para ellos. En el combate de Swolna (11-VIII) los coraceros tendrían una pequeña intervención en apoyo del repliegue del ejército.
La verdadera acción para los de Doumerc llegaría con la 1ª batalla de Polotsk (17 y 18-VIII). Durante la batalla se vieron envueltos dos de los 3 regimientos de la división (el 4º y el 7º). Los coraceros tendrían una actuación destacada en el 2º día de la batalla, cuando el general Saint-Cyr (sustituto de un herido Oudinot) consiguió sorprender a los rusos.
Al verse sorprendidos los rusos, sus jinetes realizaron furiosos contraataques contra las columnas francesas para detener su avance. El contraataque fue llevado a cabo por un par de escuadrones de depósito de la Guardia, otros dos de coraceros así como escuadrones de los dragones de Riga y húsares de Grodno. El contraataque fue inicialmente todo un éxito, deteniendo a las columnas francesas -el propio Saint-Cyr se tuvo que tirar a una hondonada para no caer prisionero- y derrotando a las dos primeras líneas de caballería francesa (caballería ligera). En 3ª línea estaba el 4º de Coraceros del general Berckheim que contracargó con éxito y recuperó 13 de los 15 cañones que acababan de capturar los rusos. La intervención de los coraceros y de un regimiento suizo restableció el control francés de la batalla.
A continuación, los coraceros junto a una columna de infantería avanzaron hasta el puente de Polota acabando con una compañía de granaderos que lo custodiaba. Tras cruzar el puente los coraceros se lanzaron sobre un batallón del regimiento Pavlovsky de la Guardia, que estuvo cerca de ser aniquilado; consiguieron mantenerse firmes y escapar con la ayuda de un destacamento de los húsares de Grodno.
En la batalla el 4º tuvo al menos 5 bajas entre los oficiales del regimiento, por sólo una que conozcamos entre los del 7º.


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C. Vernet. Coraceros del 11º haciendo la colada (1812). La cómoda vida en los acantonamientos del periodo 1810-1811 fue el preludio de una campaña infernal.


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C. Vernet. ¿Coronel? del 1º de carabineros (1812).


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P. Benigni. Brigadier (cabo) del 1º montado en un “konia” (caballo en polaco), 1812. La rápida pérdida de caballos por enfermedad/inanición llevó a buscar reemplazos entre cualquier tipo de montura.


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Faber du Faur. Liozna, 5 de agosto de 1812: carabinero y coracero montados en unos ponis rusos. El artista era un oficial de Württemberg que participó en la campaña tomando apuntes en vivo y publicando un testimonio gráfico de la campaña.


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Escaramuza en Swolna (11-VIII). Un destacamento del 4º de Coraceros cargó para hacer retirarse a los tiradores rusos y en su ardor algunos cruzaron el puente de Swolna siendo contracargados por los húsares de Grodno.


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F. Roubaud. Polotsk, ataque de los coraceros al regimiento Pavlovsky.
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Flavius Stilicho »

18. Campaña de 1812 (II): Borodino y Tarutino.
Borodino (7-IX).
Para la gran batalla estaban disponibles las divisiones 1ª (Saint-Germain) y 5ª (Valence) del Cuerpo I de Nansouty; 2ª (Watier de Saint-Alphonse) y 4ª (Defrance) del Cuerpo II de Montbrun, y 7ª (Lorge) del Cuerpo IV de Latour-Mabourg. Lamentablemente no sabemos su fuerza real.

El preludio a la batalla fue el combate por el reducto avanzado de Shevardino. Los cuerpos de caballería de Nansouty y Montbrun formaron en el centro del dispositivo de ataque francés enlazando a los cuerpos de Davout y Poniatowski que ocupaban los flancos.
Los coraceros se emplearon sobretodo en funciones de apoyo. Thirion del 2º de Coraceros (división Saint-Germain) relató como su unidad contempló un fallido ataque de los lanceros de Hamburgo contra coraceros rusos. Ya anochecía y era difícil distinguir la naturaleza de los jinetes rusos. Nansouty ordenó la carga sin que ni él ni los lanceros fueran conscientes de que se iba a realizar contra coraceros (los rusos recuperaron para la campaña sus corazas). La carga resultó un fiasco, con las lanzas rebotando en las corazas rusas y los lanceros huyendo aterrorizados a través de los huecos que les abrieron loc coraceros de Saint-Germain. A continuación los coraceros franceses repelieron a sus homólogos rusos.


Para la batalla de Borodino, la caballería de reserva se destinó para apoyar el ataque que debía ser decisivo en el sector sur del frente de batalla. Batalla que estaría marcada por la lucha en torno a las flèches de Bragation y al gran reducto Rayevsky.
Los coraceros quedaron inicialmente en reserva del ataque que tomó las flèches; siendo puestos en acción para la 2ª fase del ataque: el avance hacia Semenovskoye. Se dio la orden de que los cuerpos I y IV de caballería atacaran la flancos de la posición rusa en dicha localidad; el ataque debía ser simultáneo, permaneciendo el cuerpo II de caballería en reserva.

Hacia el flanco derecho de Semenovskoye avanzó la división pesada aliada de Lorge del IV cuerpo (con su flanco izquierdo cubierto por la caballería ligera del cuerpo). Los coraceros marcharon en columnas de medios escuadrones a través de una zona de marismas para después verse obligados escalar una pronunciada pendiente. Se trata de un avance penoso pero que al menos se produce por una zona a resguardo de la artillería rusa.
En vanguardia de la división iba la brigada sajona de Thielemann. Al coronar la pendiente forman en escalón con los escuadrones de la Garde du Corps en cabeza y arrollan una batería ligera de la guardia y a los granaderos que la custodiaban. Asimismo repelen un intento de contraataque por parte de dragones rusos. Tras el éxito inicial los coraceros de Lorge intentaron caer sobre la retaguardia de la posición rusa pero para entonces se encontraban ya sin apoyos. El resultado es que la división fue contraatacada en el flanco por la división de coraceros rusa de Borozdin y se tuvo que retirar con bastantes bajas.

En el flanco sur los coraceros del cuerpo de Nansouty avanzaron bajo el fuego de la artillería rusa. Según el parte de Murat arrasaron con todo a su paso, pero la realidad es que acabaron estrellándose por dos veces contra los cuadros de las unidades de la Guardia rusa. Los infantes rusos no sólo aguantaron firmes las cargas (y el efecto de la artillería de apoyo francesa) sino que incluso se atrevieron a contraatacar a la bayoneta a los coraceros. Uno de los ejemplos fue el de un batallón del regimiento Litovskii de la Guardia que, tras rechazar un ataque con sus disciplinadas salvas, observaron como los coraceros intentaban reformar una columna a escasos 30 pasos con la intención de cargar de nuevo; los soldados procedieron rápidamente a cargar sin dar tiempo a los coraceros a completar su formación. Una 3ª carga de los coraceros, sería finalmente rechazada por la intervención de los coraceros rusos, y las divisiones de Nansouty tuvieron que replegarse tras el arroyo que marcaba la división de la línea del frente.


Tras su participación en los combates por Semenovskoye, la caballería de reserva adoptó una posición central, rellenando el hueco que había entre la infantería que luchaba en la zona de Semenovskoye y la que se preparaba para asaltar (por segunda vez) el gran reducto Rayevski. El asalto al reducto se retrasó (por una incursión rusa en el flanco izquierdo francés), por lo que la caballería francesa quedó en una incomoda posición estática con parte de sus unidades a tiro de la artillería rusa.
Los coraceros de Westfalia parece que estuvieron entre las unidades afectadas, así como los carabineros franceses. Entre estos últimos hubo quejas en el sentido de que o bien se cargaba o bien se retiraban, quejas que fueron acalladas por los oficiales. El propio Montbrun, comandante del cuerpo en el que estaban integrados los carabineros, resultaría herido de muerte por una bala de cañón. También los coraceros sajones sufrieron lo suyo y el valiente Thielemann estuvo a punto de morir de un cañonazo.
No todo fue espera para los tensos coraceros y carabineros. Cuando hubo que salir a lidiar con una fuerza de dragones rusos Murat ordenó detenerse a la caballería ligera que ya partía para contracargar y cedió a las divisiones Saint-Alphonse y Defrance la oportunidad de intervenir.

Tras una larga espera llegó el momento decisivo: el (segundo) asalto al gran reducto Rayevsky. En dicho asalto la caballería pesada iba a representar un papel decisivo. El Cuerpo de Caballería II recibió un nuevo comandante: el general Caulaincourt (Jean-Gabriel), jefe de los pajes de Napoleón. Las ordenes de Caulaincourt eran despejar el flanco izquierdo del Gran Reducto para después girar y atacarlo por detrás.
Caulaincourt se puso a la cabeza de la 2ª división (Watier de Saint-Alphonse) que marchó al trote con los regimientos 5º y 8º en primera línea. Tras ellos marchaban aparentemente los 2 regimientos de carabineros de la 4ª división (Defrance). Cada una de estas divisiones tenía un tercer regimiento, regimientos que tuvieron muchas menos bajas en la batalla que sus camaradas por lo que parece que quedaron relegados a algún papel de reserva/apoyo. Tras los 4 regimientos pesados franceses marcharon los coraceros aliados de la 7ª división (Lorge).
La versión tradicional francesa cuenta como la primera línea de coraceros arrasó imparable todo a su paso y el 5º de Coraceros penetró en el reducto conquistándolo y defendiéndolo hasta la llegada de refuerzos. La realidad parece haber sido diferente. Los coraceros de la 2ª división despacharon fácilmente a la caballería ligera rusa que les salió al paso pero al acercarse al reducto sufrieron un fuego terrorífico desde varios lados (tanto de mosquetes como de cañones). Algunos coraceros consiguieron penetrar en el reducto pero no consiguieron conquistarlo; a su vez, Caulaincourt caía muerto a causa de un disparo de mosquete.
A continuación intervinieron los coraceros aliados, que también sufrieron bajo un fuerte fuego durante su avance. Habrían sido los jinetes pesados sajones (o tal vez los polacos) los que finalmente tomarían el reducto; algunos escalando los destrozados parapetos y otros penetrando a través de una de las entradas. Aun así los artilleros rusos defendieron con bravura sus cañones e incluso consiguieron sacar 6.


Tras la perdida del Gran Reducto los rusos intentaron reformar su maltrecha infantería con vistas a retomarlo, pero pronto se vieron peleando por su propia supervivencia. La maltrecha 24ª división de infantería (situada tras el reducto) se tuvo que retirar presionada por las cargas francesas. La retirada de dicha división dejaba expuesta la retaguardia de las dos divisiones rusas adyacentes: 7ª y 11ª. La 11ª tuvo que formar rápidamente en cuadro para repeler a unos reagrupados coraceros sajones. Los carabineros franceses también participaron activamente en la carga contra los cuadros rusos pero estos se resistieron a venirse abajo.
La apurada situación rusa fue salvada por la intervención de la caballería rusa que se enzarzó en una fiera melé con su contrincante. La balanza del combate se fue inclinando sucesivamente a un lado y otro según cada bando iba aportando sus reservas. Por parte francesa también acabó interviniendo el cuerpo de Nansouty (que resultó herido en la batalla) .
En un momento del combate los ya cansados coraceros sajones se vieron enfrentados a los jinetes de la 1ª división de coraceros (coraceros de la Guardia); los rusos salieron triunfantes pero reconocieron el gran valor de los sajones. Por su parte los regimientos rusos de húsares de Izum (Izumskii) y los ulanos polacos se encontraron enfrentados a los carabineros franceses, salvándose gracias a la intervención de los dragones de Pskov que cargaron a los carabineros por el flanco.
Los testigos relataron como muchas cargas devinieron en combates individuales a lo largo de la meseta; siendo difícil distinguir las diversas formaciones. La contienda no tuvo un vencedor claro, pero permitió a la infantería rusa reagruparse y posteriormente retirarse en orden.


La brutal batalla de Borodino se cobró numerosas bajas entre coraceros y carabineros. Los peor parados serían los valientes coraceros aliados de la 7ª división que probablemente tuvieron más de 700 bajas. En concreto la brigada sajona tuvo 37 bajas entre sus oficiales y 433 jinetes heridos o muertos.
Extrapolando a partir de las Tablas Martinien (a 10 bajas entre la tropa por cada baja identificada de un oficial) tendriamos el siguiente calculo aproximado para las divisiones francesas, aunque la realidad parece que las bajas fueron superiores (al menos en el cuerpo de Montbrun):
Cuerpo de Nansouty. 1ª (Saint-Germain): 320 bajas; 5ª (Valence): 180 bajas.
Cuerpo de Montbrun. 2ª (Saint-Alphonse): 230 bajas; 4ª (Defrance): 250 bajas.



Tarutino (18-X).
Tras la ocupación de Moscú, la caballería de Murat (con apoyo del cuerpo de Poniatowski) quedó encargada de vigilar al ejército ruso que se había establecido en Tarutino (al SO de Moscú) controlando el estratégico camino de Kaluga. Aunque se llegó a librar una escaramuza con los rusos , pronto la situación devino en una suerte de armisticio.
Mientras los rusos iban recuperando progresivamente fuerzas, la caballería de Murat poco podía hacer no sólo tenía complicado reponer las suyas sino para ir perdiendo fuerza paulatinamente por la perdida de caballos. La 7ª división pesada prácticamente había desaparecido ya que por ejemplo la brigada sajona sólo contaba con 50 caballos. En unidades como el 2º de Coraceros los escuadrones contaban con 18-24 jinetes. A principios de octubre un alarmado Murat tuvo que informar que la caballería ya ni estaba en condiciones de salir a forrajear enfrente de los rusos. Mientras la infantería se recuperaba en Moscú, la caballería se estaba echando a perder. Para cuando Napoleón accedió a moverse ya era demasiado tarde y justo un día antes de la salida de Moscú tuvo lugar la batalla de Tarutino.

La batalla comenzó cuando una columna rusa de caballería, al mando de Orlov-Denisov, compuesta sobre todo por regimientos de cosacos, apareció de improviso sobre los vivaques del II de Caballería, cuerpo comandado por Sebastiani en sustitución del fallecido Montbrun. La caballería ligera y los coraceros de Saint-Alphonse fueron cogidos completamente por sorpresa. Los jinetes franceses huyeron y los cosacos se hicieron fácilmente con un parque de artillería de 26 piezas. La siguiente era la división Defrance, que sí tuvo tiempo a reaccionar y cargar contra los cosacos frenándolos momentáneamente, mientras el 1º de Coraceros intentaba rescatar las piezas capturadas aunque sólo consiguieron salvar 8.
Más columnas de caballería e infantería rusas se fueron acercando contra los vivaques franceses, y Murat reaccionó enérgicamente para contener el pánico y proteger el repliegue francés. Murat hizo intervenir a la caballería (incluidos coraceros) del Cuerpo I, ahora liderado por Saint-Germain (sustituto de un herido Nansouty). Asimismo Murat consigue reagrupar a los coraceros de Saint-Alphonse y los manda de nuevo al combate.
El repliegue francés es complicado y la división Defrance quedó partida. El 1º de Coraceros se encontró por un momento aislado y rodeado de cosacos; consiguen retirarse pero tienen que lamentar la pérdida de su águila. El 2º de Carabineros se quedó rezagado, realizando numerosas cargas contra los perseguidores (y sufriendo importantes bajas). En una de dichas cargas, realizada conjuntamente con el 6º de Coraceros (de la división Valence) consiguieron sorprender y causar numerosas bajas a un regimiento de Jägers ruso.

El Cuerpo de Sebastiani fue el que salió más perjudicado de la batalla con unas 800 bajas entres sus dos divisiones pesada y su división ligera. Por contra el de Saint-Germain sólo registró 184 entre sus 3 divisiones.



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A. Averyanov. Carga de los Coraceros de Zastrow.


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A. Yezhov. Coraceros franceses (y caballería ligera) atacan al regimiento Aleksopol (12ª división) en Semenovskoye.


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A. Yezhov. La Garde du Corps sajona (dejó sus corazas en Varsovia) se enfrenta a los coraceros rusos de Astrakhan, probablemente en el combate alrededor de Semenovskoye.


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A.F. Telenik. Carabineros bajo el fuego de la artillería en Borodino.


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A. Averyanov. Coraceros franceses asaltando el Gran Reducto.


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L. Rousselot. Muerte de Jean-Gabriel Caulacaincourt. Jean-Gabriel era el hermano pequeño del caballerizo mayor (y diplomático) de Napoleón.


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V. Vereshchaguin. Coraceros franceses en la toma del Gran Reducto.


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P. Dennis. La caballería pesada sajona asalta el Gran Reducto.


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A.F. Telenik. Los carabineros cargan contra el 19º de jägers, una de las unidades de la 24ª división rusa que peleó tras el Gran Reducto.


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F. Roubaud. Los coraceros rusos cargan contra los sajones tras la pérdida del Gran Reducto.


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A. Yezhov. Tarutino; los cosacos acosan al 1º de Coraceros.


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A. Yezhov. Tarutino; los carabineros cargan contra el 20º Jäger.
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Flavius Stilicho »

19. Campaña de 1812 (III): la retirada.
La desaparición de la caballería.
Napoleón salió de Moscú el 19 de septiembre y tras un débil intento de seguir la ruta de Kaluga y vengar la derrota de Tarutino se conformó con regresar a través del camino de ida hacia Moscú. La Guardia iba en cabeza (con su caballería todavía en buen estado) de la columna francesa, y tras ella la esquelética caballería de Murat. El pasar de vuelta por un terreno ya esquilmado no era nada bueno para la enferma caballería de por sí.

En los primeros días las noches eran frías pero soportables, mientras que de día hacía buen tiempo. El verdadero mal tiempo, llegó a partir del 4-5 noviembre, y se hizo notar en toda su extensión el día 6. La llegada del verdadero “frio” fue el remate para muchos caballos. Por su parte los hombres tuvieron que ingeniárselas para abrigarse adecuadamente, muriendo muchos helados en el resto del camino. Para coraceros y carabineros, el frio metal de corazas y cascos era un engorro, por lo que lo normal hubiera sido que se desprendieran de las corazas e intentaran sustituir el casco por algún gorro de piel o al menos forrarlo mejor. Aquellos que habían perdido su caballo podían aprovechar la piel de oveja que cubría la silla para hacerse un poncho, además de darse un festín de carne de caballo. Aquellos coraceros que se habían hecho con algún konya u otro tipo de duro caballo local fueron los más afortunados ya que eran más resistentes.
Además de la falta de sustento y el frio, estaban los cosacos que acosaban tanto a cualquiera que saliera de la columna o bien por quedar rezagado o bien en busca de forraje. Los cosacos también atacaban a las fuerzas que mas atrás guardaban la ruta de retirada y se esforzaban en recopilar suministros para cuando llegara la columna de Napoleón.

Cuando el día 13 se llega a Smolensko, para un breve descanso, se reorganiza la caballería. Latour-Mabourg asume el mando de toda la caballería regular que se distribuye en dos divisiones, una ligera y otra pesada, en la que se incluyen coraceros/carabineros y dragones. Sin embargo son divisiones ficticias. La orden es que cada regimiento (de los 3 de cada división) forme o bien una compañía o bien un escuadrón, según lo que pueda reunir.
Para el 23 de noviembre ya no existía caballería mas allá de la de la Guardia. Se llegó al extremo de crear un “escuadrón sagrado” con todos los oficiales que conservaban una montura que pasó a formar parte de la escolta del Emperador. Se trataba de 300-600 oficiales, sirviendo los generales como capitanes y los coroneles como tenientes o subtenientes.

Los últimos coraceros: la división Doumerc.
La 3ª división pesada de Doumerc se había quedado en su día desgajada del ejército principal para apoyar el “ala izquierda”, lo que la salvó de buena parte de las penalidades que sufrieron sus compañeras.
Entre el 18 y el 20 de octubre hubo una 2ª batalla de Polotsk, en la que volvió a participar la división. En los duros combates, participaron los 3 regimientos de la división sufriendo al menos 14 bajas entre los oficiales de la división. Tras la batalla, las fuerzas del “ala izquierda” francesa (cuerpos de Victor y Oudinot) inician un repliegue; un informe del 29 de octubre cifra los efectivos de la división Doumerc en 1.400. Durante el repliegue, la división participa en combates como el de Smoliany (14-XI).

El repliegue les llevaría a unirse a los restos de la Grande Armée justo a tiempo para la batalla del Berézina (26 a 29-XI). Como una de las pocas fuerzas organizadas presentes, la división pasó rápidamente a la orilla occidental y se integró en una fuerza heterogénea bajo el mando del mariscal Ney, cuya misión era proteger desde ese lado el paso del ejército frenando al ejército ruso del almirante Chichagov.
El día 28 los de Chichagov intentaron bloquear el paso francés y se lanzaron al ataque. Tras ver derrotada a su vanguardia, Chichagov mandó avanzar a 2 divisiones contra la infantería de Ney. El avance se realizó por una zona boscosa en orden abierto y Ney se la jugó ordenando a los coraceros de Doumerc y a los lanceros polacos cargar a través de los bosques. En palabras del general ruso Langeron: “una carga a buen seguro muy inesperada dada el terreno donde se encontraban, y con funestos resultados para nosotros”.
La infantería rusa entró en pánico y echo a correr, siendo sableada (u alanceada) en medio del bosque. Los rusos sufrieron en breves momentos casi 2.000 bajas y hubieran sido más de no haber intervenido una contracarga por parte de la caballería rusa.

Finalmente el ejército se salvaría pero todavía quedaban muchas penalidades hasta llegar a Kovno, el 13 de diciembre, por lo que el destino de la división de Doumerc tras la batalla sería la ya vivida por sus divisiones hermanas: desintegrarse por culpa del hambre y el frio.



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B. P. Willewalde: carabineros en cautividad.


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A.F. Telenik. Encuentro con cosacos en Liakhovo (9-X), Los cosacos atacaron y destruyeron una brigada de retaguardia que se encontraba recogiendo forraje para cuando se aproximaran las fuerzas en retirada. Dicha brigada contaba con el apoyo de un destacamento del 5º de Coraceros.


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Coracero bien abrigado durante la retirada, P. Benigni


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P. Benigni. Coraceros desmontados durante la retirada.


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W. Kossak. Coracero sentado sobre su caballo muerto.


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A.F. Telenik. Cosacos con coracero capturado.


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A.F. Telenik. Coraceros franceses camino de la batalla de Berézina.


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E. Detaille. La carga de los coraceros en la batalla de Berézina.


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A. Yezhov. Otro momento de la carga de Berézina.


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A.F. Telenik. Dragones de San Petersburgo atacan a coraceros del 14º, frenando la exitosa carga de Doumerc en el Berézina.


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W. Kossak. Coracero polaco recibe indicaciones; suponemos que un superviviente de la campaña que por fin logra llegar a Polonia.
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Lutzow »

Siempre produce cierta melancolía leer sobre la retirada de la Grande Armée de Rusia, en este caso contemplar la desaparición de tantos Cuerpos de fama imperecedera, como siempre narrado con maestría por Flavius... Por cierto, no has dejado ni una lámina sin rastrear, personalmente me encanta la de W. Kossak...

Saludos.
Delenda est Putinlandia

Es mejor permanecer con la boca cerrada y parecer un idiota, que abrirla y confirmarlo...
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Flavius Stilicho »

Al repasar el tema y ver los relatos, no puedes evitar estremecerte. El hambre, la congelación, los cosacos... Y no sólo los pobres desgraciados que hicieron todo el camino desde Moscú. Tropas que llegaron a Vilna en diciembre para cubrir al ejército retirada perecieron a miles al ser obligados a acampar al raso a -37º. Y por supuesto, los propios rusos también sufrieron bastante durante la persecución.
Entre la caballería los que mejor aguantaron, dentro de lo malo, fueron los polacos que sabían más de como cuidar a sus caballos, y además se preocuparon de herrarlos con herraduras aptas para el hielo.

En cuanto a los láminas, hay por ahí más de coraceros durante la retirada a buen seguro. En otras secciones sí que ha costado, pero la de la retirada ha sido fácil por que es un tema muy popular.
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Rafa.Rodrigo (kappo) »

Con el debido permiso del autor iré subiendo este excelente hilo al portal para que forme parte de nuestros artículos.
[...] y 100 millones de ducados [...]
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Flavius Stilicho »

Como tú veas Rafa. :dpm:
Todavía me quedan 1813, 1814 y 1815 por cubrir. :-{
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Rafa.Rodrigo (kappo) »

Pues con calma, iremos poco a poco....
[...] y 100 millones de ducados [...]
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Rafa.Rodrigo (kappo) »

La caballería pesada napoleónica: coraceros y carabineros.
http://www.elgrancapitan.org/portal/ind ... arabineros
Imagen
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Flavius Stilicho »

Ya en su momento hablamos del tema de la (limitada) protección que brindaban las corazas. El compañero Gabacho ha publicado un artículo en el que habla sobre el tema:
viewtopic.php?f=92&t=24635&p=915837#p915837
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Flavius Stilicho »

20. Campaña de 1813 (I): Dresde.
Napoleón había perdido un ejército en 1812 y levantó otro para 1813. Ejército que iba a estar lastrado por la falta de buena caballería, un arma difícil de reponer en tan poco tiempo, a pesar de la gran actividad presentada por centros de depósito y remonta como los que tenían los franceses en la ocupada Hannover.
Si en 1812 los regimientos equivalían a brigadas y había 3 por división, ahora los 15 reducidos regimientos (sin contar al 13º todavía en España) se integran de 3 en 3 en brigadas. Se forman 5 brigadas pesadas, que se distribuyen entre 3 divisiones: 1ª (Bordessoulle), 2ª (Saint-Germain) y 3ª (Doumerc). En la 2ª división están integrados loc carabineros; mientras que la 3ª se tiene que conformar con una única brigada de coraceros, teniendo que formarse con dragones su 2ª brigada. Las divisiones 1ª y 3ª pasan al Cuerpo I de Latour-Maubourg (Nansouty había pasado a comandar la caballería de la Guardia), mientras que la 2ª se integra en el Cuerpo II de Sebastiani; ambos cuerpos cuentan además con dos divisiones ligeras.
Al comienzo de la campaña (mayo) dichos cuerpos están reducidos a algo más cercano al tamaño de una división, con muchos regimientos equivaliendo a un escuadrón. Poco a poco irán recibiendo refuerzos, pasando a alinear 2-3 escuadrones cada regimiento. Además de refuerzos franceses, será significativa la incorporación de coraceros sajones -en base al regimiento Leib-Kürassier-Garde, intacto por no haber participado en la campaña de Rusia, y a un reconstruido regimiento Zastrow-, que permitirá añadir una 3ª brigada a la división Bordessoulle.

En la primera fase de la campaña (batallas de Lützen y Bautzen) el papel de la caballería fue bastante limitado, y aún más el de los coraceros. Participan de manera poco significativa en la batalla de Lützen y en el intento de persecución de los aliados tras la batalla de Bautzen. Así, tras Bautzen, libraron alguna escaramuza como la de Könnern (24-V) y la de Goldberg (27-V). En esta última acción, el mariscal Macdonald ordenó a la 3ª división de Doumerc realizar varias cargas para desalojar a los rusos de su posición, poniéndose al frente de la última de ellas. Las cargas resultaron infructuosas y los rusos sólo se retiraron ante la llegada de la infantería francesa. Tras la batalla de Bautzen vino un armisticio que permitió a la caballería francesa ir “tomando forma”.


En la reanudación de la campaña, el Cuerpo II de Sebastiani tuvo un papel importante en la batalla de Katzbach (26-VIII) pero el bagaje del cuerpo ocasionó un impresionante atasco en el pueblo de Kroitsch y la división Saint-Germain no pudo atravesar el Katzbach, perdiéndose la acción principal, donde se la echó mucho en falta. Su única intervención tuvo lugar cuando apareció un grupo de cosacos que había cruzado río abajo, pero bastó la carga de un par de escuadrones de la división para ponerlos en fuga.

Por su parte, el Cuerpo I de Latour-Maubourg había acompañado a Napoleón en su marcha en auxilio de Dresde. El 2º día de la batalla (27-VIII) tendría oportunidad para intervenir, formando parte del ala derecha francesa, bajo el mando de Murat. La mañana era lluviosa (ya lo había sido la noche) y los aguaceros dificultaban o directamente impedían el uso de los mosquetes, además de haber convertido el terreno en un barrizal.
La infantería francesa se encargó de expulsar a la infantería austriaca (del flanco izquierdo) de sus posiciones, obligándola a replegarse a terreno abierto. Además los austriacos de ese sector tenían el problema de que un arroyo crecido por las lluvias les separaba de las otras fuerzas aliadas. Enseguida los austriacos vieron como se les venía encima la caballería francesa y formaron cuadros. La caballería francesa, tanto pesada como ligera cargó en medio del barro (a paso ligero) contra ellos, deshaciéndose los coraceros sajones de un par de escuadrones de húsares que trataron de defender a su infantería. Posteriores contracargas de la caballería austriaca (débil en ese sector del campo de batalla) serían igualmente inútiles.

Numerosas unidades austriacas quedaron aisladas y en cuadro, con sus mosquetes inutilizados por la lluvia. Aun así muchas se obstinaron en permanecer firmes confiando en que sus bayonetas rechazarían cualquier carga. Según Marbot, el general Bordessoulle se acercó a un cuadro y personalmente les conminó a la rendición, recibiendo una negativa ante la confianza de que los coraceros no les podían cargar eficazmente (y menos en medio del barro). La respuesta de Bordessoulle fue ordenar que su formación se abriera para mostrar una batería a caballo presta para disparar; y es que la artillería de los bandos no tuvo tantos problemas como la infantería para seguir disparando. En algún caso sí fue necesario el uso de la artillería, y por ejemplo el regimiento Colloredo fue destrozado con tiros de metralla tras rechazar una carga de los coraceros de Bordessoulle
El uso de la artillería no fue el único método empleado. En un caso, los coraceros hicieron uso de sus pistolas para acabar con un cuadro; las pistolas se habían mantenido secas bajo la piel que cubría la silla e incluso los jinetes podían hacer uso de sus capotes para cargarlas a resguardo de la lluvia. En otro caso, fueron los 50 lanceros de la escolta de Latour-Maubourg los que abrieron hueco con sus lanzas para que los coraceros pudieran penetrar en un cuadro.
Los cuadros fueron cayendo uno a uno, algunos rindiéndose y otros ofreciendo resistencia antes de venirse abajo. Los coraceros sajones capturaron 2 cuadros completos con cerca de 1.000 hombres y colaboraron con los coraceros franceses en la destrucción de otro.
Murat presumió de que su caballería (cuerpos de Latour-Mabourg y Pajol, además de la caballería agregada al cuerpo de Victor) había tomado 15.000 prisioneros y 12 banderas. En realidad serían algunos menos, entre 9.000-12.000 pero en cualquier caso un éxito muy notable.



Imagen
P. Benigni. Coraceros con capote a comienzos de 1813.


Imagen
P. Conrad. Corneta del 4º de Coraceros en 1813, luce la nueva librea imperial.


Imagen
Batalla de Katzbach. Los prusianos persiguen al cuerpo de Sebastiani en desbandada, aquí erróneamente presentado en la forma de coraceros cuando estos se habían quedado al otro lado del río.


Imagen
A.F. Telenik. Dresde; coraceros vs infantería húngara.


Imagen
A.F. Telenik. El 9º de Coraceros en la batalla de Dresde.


Imagen
A.F. Telenik. La brigada de coraceros sajona ataca un cuadro de infantería húngara.
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Lasalle »

Muy interesante. Voy a conservar esta página entre mis "Favoritos" :dpm:
"Mi corazón es para ti, mi sangre para el Emperador, mi vida para el honor." (Carta de Lasalle a su esposa)
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Flavius Stilicho »

Muchas gracias Gabacho. gc96gc
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Flavius Stilicho »

21. Campaña de 1813 (II): Leipzig.
Entre el 16 y el 19 de octubre iba a tener lugar la mayor batalla de las guerras napoleónicas. Previamente tuvo lugar el 14 la mayor batalla de caballería de la época: Liebertwolkwitz, batalla en la que los coraceros franceses iban a estar ausente; quienes sí estuvieron, fueron los del 14º polaco de coraceros (reconstruido a duras penas para formar 2 escuadrones). En las batallas del día 16, los coraceros (y carabineros) estarían presentes en la del frente sur conocida como batalla de Wachau.

En la batalla, el Cuerpo II de Sebastiani formó en el flanco izquierdo francés. Los de Sebastini colaboran con el cuerpo de MacDonald en rechazar el ataque del cuerpo austriaco de Klenau contra la posición de Liebertwolkwitz. La caballería de Sebastiani (con la división Saint-Germain en su filas) se lanza en persecucíón de los austriacos y está cerca de destruir una brigada austriaca completa sino llega a ser por la intervención de la caballería aliada. Se desarrolla un intenso combate entre el cuerpo de Sebastiani (y parte del V de caballería de Pajol) y la caballería austriaca y prusiana que apoya a Klenau. Los franceses tienen inicialmente la ventaja del número pero se ven frenados por la aparición de una fuerza aliada de caballería de reserva, así como de un cuerpo de cosacos que amenaza su flanco, y se ven obligados a replegarse.
Según el subteniente Rilliet del 1º de Coraceros su unidad realizó brillantes cargas en dicho combate pero critica a sus compañeros dentro de la brigada Daugeranville: los regimientos de carabineros. En una ocasión, y con el propio Sebastiani acompañándoles, la brigada avanza en columna con el 1º de Carabineros en cabeza, seguido por el 2º y cerrando el 1º de Coraceros. En eso aparece una fuerza austriaca, compuesta mayoritariamente por húsares húngaros y Sebastiani se muestra condescendiente: “Bravo; vamos a ver algo encantador, húsares cargando a carabineros”. Sin embargo a unos 100 pasos del enemigo, el 1º de Carabineros vuelve grupas y siembra la confusión en el 2º, ambos se retiran arrastrando a uno de los escuadrones de coraceros pero los otros 2 se mantienen firmes y contracargan; siendo apoyados finalmente por la 2ª brigada de coraceros de la división.
Según Rilliet, los improperios de Sebastiani contra los carabineros fueron de escándalo. Los coraceros no dejaron de regocijarse en la desgracia de unos carabineros que seguían siendo considerados como la élite, aunque también tuvieran muchos bisoños por esa época; por la noche hubo burlas si algún carabinero se acercaba a un vivaque de coraceros. Aunque el testimonio de Rilliet pueda ser algo exagerado, MacDonald si dejó por escrito en su informe que los carabineros se habían conducido mal (sin entrar en detalles).

En el centro de la batalla de Wachau, una vez la artillería francesa hubo “ablandado” las líneas aliadas, era el momento preciso para un contraataque decisivo que rompiera la resistencia aliada. Se ordenó una carga por parte de la 1ª división de Bordessoulle (casi 2.500 sables). La división de Bordessoulle avanzó con dos brigadas desplegadas en línea: la de Sopransi a un lado y la sajona de Von Lessing a otro, la 3ª brigada (Bessières) se desplegó en reserva. Los regimientos avanzaron aparentemente en columna por escuadrones.
Los primeros en ver venir la carga son los prusianos de la brigada Klüx, que forman rápidamente en cuadro. Los coraceros ignoran a los prusianos y optan por girar a la izquierda hacia el cuerpo ruso de Eugen de Württemberg, cuyas filas han sufrido mucho a manos de la artillería francesa. Cuatro escuadrones sajones se apoderan de 26 cañones rusos mientras que los pequeños cuadros rusos (con unidades reducidas a 100-200 hombres) se vienen abajo y echan a huir.
Los disciplinados coraceros sajones frenaron para reagruparse pero los franceses se dejaron llevar. Eufóricos, siguieron adelante y de hecho llegaron a acercarse al puesto de mando de los soberanos aliados. Sin embargo, agotados y desordenados, fueron fácilmente rechazados por una carga frontal de los cosacos de la Guardia Imperial combinada con una cargo por el flanco de 13 escuadrones de coraceros rusos. La 1ª división, carente de apoyos, se tiene que retirar al amparo de la artillería francesa, sufriendo las dos brigadas francesas de la división bastantes bajas.
La carga podría haber tenido un gran éxito de estar debidamente apoyada. De hecho supuestamente debían haber participado en la gran carga cerca de 10.000 jinetes, pero sólo llegó a intervenir una pequeña fracción: los coraceros de Bordessoulle por un lado y los dragones de Milhaud por otro. Al parecer hubo graves problemas de coordinación y falta de ordenes, ya que habían caído heridos tanto Latour-Maubourg como Pajol (comandante del Cuerpo V de Caballería). La ausencia de Latour-Maubourg se hizo notar especialmente; Doumerc, de la 3ª pesada se hizo cargo del Cuerpo I pero no consiguió organizar un apoyo para Bordessoulle, ni siquiera fue capaz de enviar detrás de la 1ª a su propia división pesada.

En los días 18 y 19 se reanudaría la batalla, con los coraceros actuando de apoyo a los defensores franceses. Especialmente activo estuvo el cuerpo de Sebastiani, donde parece que los carabineros recuperaron parte del honor perdido el día 16.
En la batalla, la división Bordessoulle salió la peor parada con diferencia; puede que llegara a superar las 900 bajas en sus dos brigadas francesas (si extrapolamos las bajas a partir de las Tablas Martinien) y para colmo los sajones cambiaron de bando al final de la batalla, por lo que a efectos prácticos la división había dejado de estar operativa. Por contra las bajas entre las divisiones 2ª y 3ª fueron graves pero más limitadas, en la 2ª no llegarían a 300 entre sus dos brigadas y en la 3ª unos 130 en su única brigada de coraceros.


Hanau (30 y 31-X).
En la batalla iba a participar de manera destacada la caballería del Cuerpo II de Sebastiani, de la que la 2ª división pesada (Saint-Germain) seguía siendo su fuerza de choque. De hecho el cuerpo de Sebastiani iba en vanguardia en el regreso a Francia tras Leipzig, regreso bloqueado por los austro-bávaros (Baviera había cambiado de bando) de Wrede.
La caballería de Sebastiani se distingue apoyando al cuerpo de MacDonald y a la artillería de Drouot, y participa en la carga decisiva contra la caballería aliada. Dicha carga estará encabezada por la caballería de la Guardia, pero detrás marcha en apoyo la división Saint-Germain.


Hamburgo (1813-1814).
A finales de mayo de 1813 el mariscal Davout reocupó la estratégica ciudad de Hamburgo. En dicha ciudad se fueron reuniendo escuadrones de coraceros para su remonta y Davout acabó organizando 3 regimientos provisionales de coraceros. Según el capitán Gonneville, comandante temporal del 1º de ellos, la intención era que su regimiento pasará a convertirse en el 15º de Coraceros y así lo denomina, aunque al parecer nunca llegó a alcanzar carácter oficial dicha denominación. Los regimientos de coraceros de Davout se agruparon en una brigada bajo el mando del general Dubois.

La primera revista que contempló Gonneville fue un desastre: al ordenar que las tropas presentaran armas el ruido y los reflejos provocados por los sables asustaron a los todavía poco entrenados caballos, que se dieron en estampida arrojando a los torpes reclutas al suelo. Un espectáculo totalmente impropio de una unidad “de élite” y que provocó en su comandante deseos de suicidarse en el acto. Los regimientos no sólo estaban faltos de veteranos sino de caballos, y muchos coraceros fueron entrenados inicialmente como infantería. De hecho recibieron mosquetones y correajes de caballería ligera, que según De Gonneville no se podían utilizar a caballo y con coraza.

Los coraceros de Hamburgo empezaron poco a poco a tomar forma, y participaron en cubrir la retirada de Davout hacia Hamburgo cuando tras Leipzig este se vio obligado a replegarse. Durante el sitio que duraría hasta mayo de 1814 (Davout no se rendiría hasta ser informado de la abdicación de Napoleón) participaron en numerosas pequeñas acciones: salidas de forrajeo y golpes de mano, ganándose las alabanzas de Davout.



Imagen
R. Knötel: Coracero del 14º polaco, 1812.


Imagen
J.O.B. Maréchal des logis (sargento) del 7º de coraceros, 1813.


Imagen
P. Benigni. Porta-estandarte del 2º de carabineros, 1813-14; porta el modelo de bandera introducido en 1812.


Imagen
Wachau: coraceros franceses se acercan al puesto de mando de los soberanos aliados.


Imagen
A. Averyanov, Coraceros sajones contraatacados por cosacos de la Guardia. En realidad fueron los franceses los que se acercaron.


Imagen
R. Knötel. Coracero en servicio desmontado en Hamburgo, 1813.
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por hoff »

Flavius Stilicho escribió: La carga podría haber tenido un gran éxito de estar debidamente apoyada. De hecho supuestamente debían haber participado en la gran carga cerca de 10.000 jinetes, pero sólo llegó a intervenir una pequeña fracción: los coraceros de Bordessoulle por un lado y los dragones de Milhaud por otro. Al parecer hubo graves problemas de coordinación y falta de ordenes, ya que habían caído heridos tanto Latour-Maubourg como Pajol (comandante del Cuerpo V de Caballería). La ausencia de Latour-Maubourg se hizo notar especialmente; Doumerc, de la 3ª pesada se hizo cargo del Cuerpo I pero no consiguió organizar un apoyo para Bordessoulle, ni siquiera fue capaz de enviar detrás de la 1ª a su propia división pesada.
La falta de Latour-Maubourg desde luego debió de hacerse sentir: un hombre que cuando le han amputado la pierna le dice a su criado que se consuele porque "ahora solo tendrá que pulir una bota" tiene carácter de sobra para dirigir una carga de caballería como Dios manda.
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Re: ¡Coraceros!: la caballería pesada de Napoleón.

Mensaje por Flavius Stilicho »

22. Campaña de 1814.
Los aliados no estaban dispuestos a dar respiro a Napoleón tras su retirada a Francia y la guerra continuó sin interrupción. La debilitada caballería francesa sufrió una nueva reorganización de cara a la campaña de defensa de Francia.
El Cuerpo I de caballería, comandado por Doumerc, pasó a tener sólo dos divisiones: pesada y ligera. La 1ª división pesada (comandada teóricamente por Bordessoulle, aunque éste recibió otros cometidos en el transcurso de la campaña) contaba con dos brigadas, en la 1ª militaban los restos de 6 regimientos de coraceros, mientras que en la 2ª se combinaban los de 3 de coraceros con los de 4 de dragones. El 17 de enero la suma total del Cuerpo I era de sólo 1.900 hombres.
Por su parte el Cuerpo II de caballería, comandado por Saint-Germain, empezó enero con sólo una división mixta, para a finales de febrero formar igualmente una división ligera y una pesada. La 2ª división pesada (comandada brevemente por el general Delort) volvía a contar con 2 brigadas a 3 regimientos cada una (con los dos regimientos de carabineros sirviendo en la 1ª brigada).
Sin embargo en marzo hay que unificar ambos cuerpos de caballería (bajo el mando de Doumerc) ante la falta de hombres y caballos, y al final de la campaña los regimientos de coraceros y carabineros estarán agrupados teóricamente en una única brigada pesada formada por 3 regimientos provisionales.


Los coraceros del cuerpo de Doumerc están presentes en los combates de Epinal (11-I), Saint-Dizier (27-I), Brienne (29-I), La Rothiere (1-II) y Chaussée (3-II); pero donde finalmente consiguen tener un impacto relevante es en la victoria de Champaubert (10-II).
En Champaubert, la división de coraceros (no está muy claro si con Bordessoulle presente o no) se encontraba apoyando al cuerpo de Marmont y forma a la izquierda del despliegue francés. Los coraceros tienen que dar un rodeo a través del bosque para finalmente aparecer en el camino de Fromentieres a Champaubert. El pequeño cuerpo ruso de Olsufiev pronto se encontró en problemas para encontrar una vía de retirada. Al comprobar que los rusos estaban cada vez más desorganizados en su intento de salir del cerco, Marmont vio la oportunidad para rematarlos y ordenó a los coraceros cargar contra ellos. La carga fue decisiva y la mayoría de las unidades rusas que todavía resistían se vinieron abajo, en medio de escenas de pánico. Los franceses pudieron completar el cerco y la mayoría del cuerpo quedó hecho prisionero.

En la batalla de Vauchamps (14-II) participan tanto los coraceros de Doumerc como los de Saint-Germain, que se han incorporado al ejército de Napoleón; los dos cuerpos franceses de caballería se congregan (casi 3.600 sables entre jinetes pesados y ligeros) bajo el mando de Grouchy. A la caballería de Grouchy se le asignó un movimiento de flanqueo sobre el ala izquierda aliada, y quedó en posición de intentar cortar la retirada de parte del ejército aliado.
La unidad aliada más expuesta era la brigada de Ziethen que se vio asaltada por parte de la caballería de Grouchy, entre la que estaba la división de Saint-Germain. Los prusianos consiguieron replegarse lentamente en formaciones compactas pero a partir de cierto punto tuvieron que abandonar un terreno que les favorecía y acceder a uno más propicio para la caballería. La brigada Ziethen quedó finalmente cercada entre la caballería de Grouchy y la caballería de la Guardia, y sus cuadros se vieron asaltados por los jinetes de Grouchy, quedando la brigada dispersa y siendo hechos prisioneros la mayoría de sus miembros.
A continuación Grouchy, reforzado ahora por los coraceros de la 1ª división pesada, se lanzó contra las formaciones aliadas en retirada más próximas, consiguiendo también dispersar varias de ellas.

Tras participar coraceros y carabineros en algunos como combates como los de Laubressel (3-III), Craonne (7-III) y Laon (9 y 10-III), tiene lugar la batalla de Fère-Champenoise (25-III). En el combate principal (combate de los cuerpos de Mortier y Marmont) tienen un papel relevante los coraceros de Bordessoulle que intervienen para cubrir la retirada francesa.
Los jinetes de Bordessoulle (1.200 sables) logran rechazar dos cargas de la caballería de Pahlen (3.500 húsares y cosacos) pero ceden ante una 3ª carga, teniendo que ser “rescatados” por la caballería de la guardia. A continuación se sucedieron confusos combates con la desorganizada caballería francesa tratando de apoyar a los presionados cuadros franceses, ante la avalancha de jinetes de varios cuerpos de caballería aliados. Los coraceros de Bordessoulle consiguieron reorganizarse lo suficiente como para liderar un feroz contraataque general contra la caballería aliada, pero los jinetes franceses fueron derrotados por los superiores números de los jinetes aliados y el ataque por el flanco de una división de cosacos.

Finalmente, destacamentos de coraceros y carabineros participan en los combates en torno a París (28 y 30-III), antes de que la capital caiga en manos aliadas.


Por su parte el 13º de Coraceros, tras abandonar España, no se había reunido con sus regimientos hermanos sino que fue asignado al ejército del mariscal Augereau (ejército del Ródano). Participa en combates como el de Macon (19-II) y de manera destacada en la batalla de Limonest (20-III). En esta ultima batalla, el 13º se distinguió al ser enviado en apoyo de la amenazada división Digeon; el 13º carga para apoyar la retirada de la división, y consigue de paso aniquilar a la dotación de una batería de 8 cañones.



Imagen
R. Knötel. Combate de la Chaussée; coraceros de la brigada Thiry afrontan la carga de la caballería prusiana.


Imagen
J.C. Langlois. Batalla de Champaubert (fragmento).


Imagen
A.F. Telenik. Fère-Champenoise, encuentro entre coraceros franceses y coraceros rusos de la Guardia.


Imagen
Bogdan Willewalde. Fère-Champenoise, coraceros retirándose ante la carga de los coraceros rusos.


Imagen
L. Rousselot. Trompeta del 9º de Coraceros en el combate de Clayé (28-III).


Imagen
R. Knötel. Carabineros de la guarnición francesa de Magdeburgo. Además de los ya mencionados coraceros de la guarnición de Hamburgo bajo Davout, también hubo otras guarniciones sitiadas con presencia de jinetes pesados, como la de Magdeburgo.
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