Reflexiones sobre la vida de un soldado

[Bruno Stachel]

- El fuego amigo no lo es mucho.

- El fuego de supresión no siempre suprime.

- Si es idiota pero funciona, no es tan idiota.

- En el frente intenta pasar siempre desapercibido. El enemigo no gastará munición en alguien que no merece la pena y el sargento no se acordará de tí a la hora de dar oportunidades para una medalla (a título póstumo).

-Si a la primera no te sale, llama a la artillería (si a la tercera tampoco, a la aviación).

-Si estás en una posición avanzada, la artillería propia se quedará corta. Siempre.

-Nunca te olvides de que quién fabricó tu arma hizo la oferta más baja al gobierno.

-El enemigo siempre te atacará en dos supuestos: cuando ellos estén listos y cuando tú no lo estés.

-Los detonadores de cinco segundos duran tres.

-Durante un bombardeo no hay ateos.

-Un enemigo que se retira probablemente se esté reagrupando. O preparando una emboscada.

-Lo importante es siempre complicado. Lo fácil está minado.

-Trabajar en equipo es vital: le da al enemigo muchos objetivos contra los que disparar.

-No atraigas el fuego enemigo. Resulta molesto para los que están cerca de tí.

-Si te falta de todo menos enemigos, es que estás en primera línea.

-Cuando asegures una zona, procura que el enemigo esté al tanto de ello.

-El fuego enemigo tiene prioridad de paso.

-Si el enemigo está al alcance de tus armas, seguramente tú lo estés al de las suyas.

-Todo lo que hagas te puede matar. Y lo que no también. Sobre todo esto último.

-Las trazadoras funcionan en ambas direcciones.

-En caso de duda, dispara a la cabeza.

-Si tu sargento te puede ver, imagina el enemigo...

-El enemigo nunca te ve hasta que metes la pata.

-Lo único más preciso que el fuego enemigo es el fuego amigo.