Sobre esto, varias cuestiones.
La primera: “tefra” es una palabra adecuada, pero la entenderemos mejor como “cenizas”. Lo llamativo es el daño que hicieron a los aviones, porque normalmente las cenizas caen templadas o frías. Si cayeron calientes, es que la base estuvo casi al borde de una colada piroclástica. Y me explico.
Las cenizas volcánicas suponen varios riesgos, unos mayores que otros:
- Son tóxicas si se aspiran o si se ingieren (unas más que otras). Contaminan cultivos y pastos. Pueden causar graves hambrunas, y las mayores catástrofes causadas por volcanes han sido por esa causa.
- Si se movilizan por lluvias, pueden causar torrentes de lodo (lahares) similares al que destruyó la población de Armero en Colombia (aunque en ese caso la causa fue otra).
- Son muy abrasivas, dañan los motores (especialmente los de los reactores, los de combustión interna son más seguros), taponan filtros, dañan cristales, etcétera.
- Son muy resbaladizas y causan muchas caídas (causa frecuente de muerte).
- Son muy pesadas, y pueden hundir techos (con capas superiores a 20 o 30 cm ya puede ocurrir, recordemos que es piedra). Puede desequilibrar o aplastar aviones. Eso le pasó a un DC-10 en la base aérea Clark tras la erupción del Pinatubo:
En todo eso no se cita para nada el daño por calor. Si cayeron calientes, el problema es otro: cuando un volcán expulsa magma muy disperso (escorias, lapilli, cenizas, tienen diferentes nombres según el tamaño) estas salen al rojo, a cerca de 1.000º. Al mezclarse con el aire, lo calientan, y este se eleva tan violentamente que es capaz de elevar las cenizas, incluso fragmentos de tamaño considerable:
Playa Paraíso en Tenerife
En esa foto se ven “incrustados” fragmentos de color oscuro, grandes como una sandía, emitidos durante una erupción muy violenta en Tenerife (hace millares de años, tranquilidad). Esos depósitos están a más de 20 km del punto de emisión, es decir, esos pedruscos fueron flotando en una nube de gas y ceniza. Esas nubes avanzan a gran velocidad (hasta cientos de kilómetros por hora), pueden recorrer grandes distancias (en el Krakatoa se documentaron más de 40 km) y son letales, una nube de ese tipo fue la que calcinó la ciudad de St. Pierre en Martinica.
Hay varios tipos de estas nubes, según tengan más o menos contenido sólido, tienen diferentes nombres (coladas piroclásticas, nubes ardientes…). El Vesubio es notable por producirlas a veces, siendo la más famosa la de Pompeya. La erupción de 1944 fue efusiva (emitió lava) y poco violenta (escasas explosiones) pero se produjeron pequeños flujos piroclásticos. Es posible que uno de ellos que se acercase a la case de Terzigno fuese la causante de la destrucción de los aviones. Y eso quiere decir que el ala entera se salvó por los pelos, de haber progresado la colada piroclástica unos kilómetros más hubiese aniquilado al ala entera y causado miles de víctimas.
Lo llamativo es que fue por culpa de la USAF. El Osservatorio Vesuviano s ecreó para prevenir esos desastres, pero tras la ocupación aliada parte del personal fue despedido por sus relaciones con el fascismo, y el resto del personal (incluyendo a su director Giuseppe Imbò) fue relegado a una única habitación, pues el resto del observatorio había sido ocupado por una estación meteorológica aliada. Por ello la erupción pilló por sorpresa a los aliados. La población civil fue evacuada a tiempo, y a penas hubo víctimas, pero no pudieron hacerse predicciones sobre el riesgo volcánico, y pasó lo que pasó.
Saludos