El fracaso de las exportaciones navales del Imperio Alemán

Principios del siglo XX y periodo de Entreguerras.

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El fracaso de las exportaciones navales del Imperio Alemán

Mensaje por Lutzow »

Durante el siglo XIX y principios del XX Gran Bretaña y Francia habían dominado con puño de hierro la exportación de buques de guerra para otros países que, ya sea por su retraso tecnológico o falta de capacidad de sus astilleros, no disponían de las condiciones necesarias para construir su propia Armada. En lo respectivo a Alemania sus éxitos se concretaban en dos acorazados construidos para China (clase Zhenyuan) en la década de 1880 y algunos cruceros tanto para este país como para Japón, pero desde entonces no había igualado la pujanza de sus rivales. Sin embargo el panorama cambió radicalmente con el advenimiento del HMS Dreadnought, muchas Potencias se mostraban interesadas en este nuevo modelo de barco, y eran pocos los países que disponían de la capacidad de construirlos; una ventana de oportunidad se abría para la industria naval militar del Imperio Alemán.

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Acorazado Zhenyuan tras su captura por los japoneses

La carrera naval en Sudamérica.

Gracias a la exportación de caucho y café la economía brasileña despegó a principios del siglo XX, momento en que se decidió que el país debía convertirse en una Potencia internacional, y para ello nada mejor que disponer de una Marina poderosa, máxime cuando tanto Argentina como Chile habían modernizado sus respectivas Armadas a finales del XIX. Por ello se firmó un acuerdo con Gran Bretaña por el cual se construirían tres acorazados, que tras la aparición del HMS Dreadnought se cancelaron a cambio de dos acorazados modernos, el Minas Gerais y el Sao Paulo, cuyos contratos obviamente fueron firmados con Gran Bretaña, sin que los astilleros de Alemania o cualquier otro país tuviesen oportunidad de presentar un proyecto. Sin embargo la construcción de los clase Minas Gerais causó una gran inquietud tanto en Argentina como en Chile, que se aprestaron a recaudar fondos para disponer de sus propios acorazados tipo dreadnough, considerando acertadamente que uno solo de los nuevos acorazados brasileños era más poderoso que toda su flota reunida. Argentina tomó la delantera tras que la economía chilena se viese penalizada tanto por la caída en el mercado del nitrato como por el terrible terremoto que afectó a Valparaíso en 1906, mientras en 1908 el gobierno argentino ya había aprobado los fondos para la adquisición de dos dreadnoughts. Una delegación naval argentina recorrió Europa solicitando presupuestos para los buques requeridos, recibiendo ofertas de quinces astilleros de los cinco países capaces de construir este tipo de buques; Gran Bretaña, Estados Unidos, Alemania, Francia e Italia, pero todos los proyectos fueron rechazados, oficialmente debido a la aparición de los denominados “super-dreadnoughts” con la comisión del HMS Orion, mientras los países implicados en los diseños mostraban su enfado tanto por el tiempo y dinero destinados a los distintos proyectos presentados como por el temor a que Argentina pudiese revelar sus secretos de ingeniería naval. Finalmente el contrató se adjudicó a la empresa estadounidense Fore River Ship and Engine Company, que pudo ofrecer el precio más bajo, en parte por la disponibilidad de acero más barato, aunque los países europeos acusaron a EE.UU. de dumping y que el Departamento de Estado había influido decisivamente en la resolución adoptada. Quizá algo de ello había, pues como compensación Argentina ordenó la adquisición de una docena de destructores a astilleros británicos, franceses y germanos, pero en cualquier caso resultó la primera oportunidad perdida por Alemania.

Para 1910 Chile había conseguido los fondos necesarios para la adquisición de dos acorazados modernos, solicitando ofertas a diversos astilleros internacionales, aunque pocos se hacían ilusiones dada la estrecha unión existente entre este país y Gran Bretaña, desde que en 1830 los Oficiales de la Armada chilena se adiestraron en la Royal Navy, relación que se acrecentó cuando en 1911 una misión naval británica se instaló en Chile a petición de su gobierno. El acorazado USS Delaware visitó Valparaíso llevando los restos del Embajador chileno en EE.UU., mientras el crucero de batalla SMS von der Tann recalaba en Brasil y Argentina como muestra de su tecnología, pero sus esfuerzos resultaron inútiles y el diseño ofrecido por la empresa británica Armstrong Whitworth resultó el elegido. El primero de los buques, Almirante Latorre, estaba en construcción cuando estalló la Gran Guerra, y la Royal Navy llegó a un acuerdo con Chile para adquirirlo, siendo comisionado en Octubre de 1915 bajo el nombre HMS Canada. De este modo la Grand Fleet añadía a sus efectivos un poderoso acorazado armado con diez piezas de 356 mm, en una palpable demostración de las ventajas de disponer de un Imperio de ámbito mundial y las relaciones internacionales inherentes a esta condición. Pero existían muchos otros países interesados en disponer de dreadnoughts, y el Imperio Alemán estuvo presente en todos los proyectos, como veremos.

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HMS Canada.


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Re: El fracaso de las exportaciones navales del Imperio Alem

Mensaje por Lutzow »

El Imperio Ruso

Tras el desastre de Tsushima la Armada rusa había descendido del tercer al sexto lugar en el escalafón mundial, el gobierno reformaba el Ministerio Naval y obligaba a retirarse a muchos de sus Oficiales más conservadores, al tiempo que se perdía la confianza en sus ingenieros navales tras el mal resultado obtenido por los buques rusos en la guerra contra Japón. Había que reconstruir la Escuadra del Báltico, y pese a que la Duma puso impedimentos económicos en 1906 que impidieron el desarrollo de un diseño ese mismo año, al siguiente se autorizaron los fondos para la construcción de los primeros dreadnoughts rusos. La británica Vickers partía con ventaja, pues ya estaba construyendo el crucero acorazado Rurik en sus astilleros, llegando a presentar un proyecto que casi es aceptado por la Armada rusa, aunque finalmente se anunció un concurso internacional el 30 de Diciembre de 1907, con el requisito de entregar un diseño antes del 12 de Marzo de 1908 para un buque de 22.000 t, armado con doce piezas de 305 mm y una cintura acorazada de 254 mm, con la condición de que fuesen construidos en Rusia. Para la fecha prevista se presentaron nada menos que 51 proyectos de 13 astilleros, incluidos tres alemanes: Blohm & Voss, Schichau y Germaniawerft. El primero de ellos presentó once variantes del esquema básico denominado 627, de los cuales el 627-IV había sido elaborado en detalle, un buque de 22.000 t, con una torre triple en proa y popa, otras dos dobles superpuestas a las anteriores y otra doble más en el medio del buque. Las variantes iban desde el 627-I, con seis torres dobles hasta el 627-X, con cuatro torres triples situadas todas en crujía, a proa, popa y dos situadas en el centro del buque. El Comité Técnico Naval de Rusia desechó todos aquellos diseños con disposición de armas en echelon y con torres superpuestas, el primer aspecto porque debido a las experiencias de la Guerra Ruso-Japonesa entendía que se debía priorizar el tiro por banda en lugar de en caza o retirada, el segundo debido al temor de que los disparos de la torre superpuesta dañasen a la inferior, de modo que de todos los proyectos presentados quedaron como finalistas el 627-X de Blohm & Voss y otro de la firma italiana Ansaldo, ambos con diseños de cuatro torres dobles situadas en crujía.

Blohm & Voss continuó el desarrollo del diseño 627-X (627-Xa, 627-Xb y 627-Xc) con diferentes disposiciones en la ubicación de las salas de máquinas, cubiertas y armamento secundario, trabajo que dio sus frutos porque en Otoño de 1907 Rusia descartó el diseño de Ansaldo, decantándose por el germano, lo que llevó al Káiser Guillermo II a enviar un telegrama de felicitación a Blohm & Voss. Felicitación prematura, porque en ese momento intervino la diplomacia francesa, quejándose de que los fondos de los importantes préstamos del país galo al Imperio Ruso, concedidos con la idea de modernizar el Ejército y construir vías férreas en el Oeste del país, fuesen a parar a manos de Alemania. Ante este argumento Rusia no tuvo más remedio que recular, decidiéndose finalmente que fuesen astilleros nacionales quienes construyesen los buques, no sin antes llegar a un acuerdo con Blohm & Voss para comprar los diseños aprobados, lo que daría lugar a que la clase Gangut resultase muy similar al proyecto 627-X.

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Acorazado clase Gangut.

En 1911 el Imperio Ruso lanzó un nuevo concurso internacional para la construcción de sus futuros cruceros de batalla, y en esta ocasión la chasqueada Blohm & Voss se asoció con el astillero ruso Putilovskii para diseñar conjuntamente un buque con el requisito de montar nueve piezas de 356 mm. Este fue cambiado más tarde por otro con doce cañones del mismo calibre, lo que dió lugar a diseño 707-XVII, que aunque resultó del agrado del Estado Mayor, finalmente fue desechado al decidirse que los cruceros de batalla clase Izmail (o Borodino) serían construidos por los astilleros de San Petersburgo. Curiosamente el vínculo entre Blohm & Voss y Putilovskii se mantuvo, contribuyendo la primera de forma significativa en los estudios balísticos para la fabricación de cañones de 406 mm hasta bien entrado 1914...

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Perfil de la nonata clase Izmail, antes y después de que se cambiase el requerimiento de nueve cañones de 356 mm por doce, en la equivocada idea de que Alemania estaba aumentando el calibre de sus buques capitales.
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Re: El fracaso de las exportaciones navales del Imperio Alem

Mensaje por alejandro_ »

Muy buen tema, y muy poco tratado.
Felicitación prematura, porque en ese momento intervino la diplomacia francesa,
Esto es lo que primero he pensado, porque si Rusia no estaba aliada con el Reino Unido, las relaciones con Alemania tampoco eran buenas.

Supongo que los británicos tenían la ventaja de poder ofrecer buques a mejores precios porque disponían de la Marina más grande (economía de escala, más experiencia en los astilleros). Su presencia en todos los continentes seguro que también ayudaba. Alemania en cambio era una recien llegada en comparación.

¿hay detalles sobre los créditos ofrecidos a los diferentes clientes? En muchas ocasiones es lo que decide la balanza.

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Re: El fracaso de las exportaciones navales del Imperio Alem

Mensaje por Lutzow »

Gracias Alejandro. Efectivamente las relaciones institucionales entre Alemania y Rusia no eran las mejores, lo que no evitaba que a nivel comercial sí existiesen numerosos contactos, incluso entre empresas militares (cuando lo leí me asombró la investigación conjunta sobre un cañón de 406 mm...). Por otra parte las élites británicas se mostraban más unidas al Imperio alemán que a Rusia, aunque esta última apareciese en el horizonte como un probable aliado en caso de guerra, como finalmente aconteció... Como bien indicas los grandes buques británicos resultaban hasta un tercio más baratos que los germanos, y su construcción más rápida. En el caso de Rusia desconozco detalles sobre los posibles créditos, pero también resulta un hecho cierto que eran parte importante de las negociaciones, como ocurrió con los dreadnoughts argentinos y, como veremos, con los turcos...

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Re: El fracaso de las exportaciones navales del Imperio Alem

Mensaje por Lutzow »

El Imperio Otomano.

Aunque como veremos los astilleros alemanes no tuviesen realmente ocasión de participar en la construcción de los dreadnoughts turcos, este es un caso verdaderamente sangrante para el Imperio Alemán, pues dos acorazados de un aliado en la Gran Guerra terminaron alistados en la Royal Navy.

Los contactos entre Turquía y Alemania se remontan a 1883, cuando tras la derrota en la guerra ruso-turca de 1877-1878 el Sultán Hamid solicitó el envío de una misión militar alemana con el fin de modernizar su Ejército, y los germanos no dudaron en corresponder a la petición (y de paso conseguir la concesión de la construcción de la vía férrea Estambul-Bagdad). Durante los doce años que permaneció en el Imperio Otomano el General von Goltz consiguió algunas reformas, como alargar el periodo de estudio y añadir nuevos planes en las Escuelas Militares, de donde saldrían varios de los “Jóvenes Turcos” que a principios del siglo XX controlarían el gobierno del país. Pero al igual que cuando a finales del XIX y principios del XX un Ejército buscaba modernizarse acudía al Imperio Alemán tras la fama de este al vencer en la Guerra Franco-Prusiana, cuando se trataba de reformar una Armada, nada mejor que ponerse en contacto con quien dominaba los mares, Gran Bretaña. Por ello que en 1908 los turcos solicitaron una misión naval al Reino Unido, que se apresuró a enviarla bajo el mando del Contraalmirante Douglas Gamble, a la que siguieron otras dos bajo el mando de los Almirantes Hugh Wiliams y Arthur Limpus, de modo que entre Febrero de 1909 y Septiembre de 1914 la Armada otomana estuvo siempre bajo supervisión británica. La necesidad de construir dreadnoughts se hizo patente cuando en 1911 Grecia comisionó el crucero acorazado Georgios Averof, un buque muy superior a cualquiera que pudiesen oponer los turcos (como se hizo patente durante la Primera Guerra Balcánica). Ante la falta de fondos el gobierno espoleó entre el pueblo la vieja rivalidad con Grecia, iniciándose una campaña de recaudación voluntaria que obtuvo un importante éxito entre todas las capas de la sociedad, lo que permitió disponer de fondos suficientes para pensar en la adquisición de dos acorazados. Dada la estrecha colaboración naval con Gran Bretaña no es de extrañar que directamente se solicitase presupuesto a la Vickers, que ofreció unas condiciones más que generosas al permitir al gobierno turco seis meses de crédito gratuito, al tiempo que los banqueros habituales del astillero, Glyn Mills, garantizaron un adelanto de 600.000 libras. Se acordó la construcción de dos buques de la clase Resadiye, muy similares a la clase King George V, la quilla del primero de ellos se colocó en 1911, mientras el otro no sería encargado hasta Abril de 1914. Como mientras tanto Grecia había tomado sus propias disposiciones para adquirir también dreadnoughts, en 1913 se aprovecha que el tercer acorazado encargado por Brasil se pone en venta debido a los problemas económicos de la excolonia portuguesa para comprar el Río de Janeiro por 2.750.000 libras, que se esperaba estuviese concluido al mismo tiempo que el Resadiye, en el verano de 1914. Así fue, pero como es bien sabido Churchill retrasó la entrega ante la crisis diplomática que se vivió en Julio de 1914, incautando finalmente ambos buques para la Royal Navy, siendo comisionado el primero de ellos como HMS Erin y el segundo como HMS Agincourt.

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HMS Agincourt, que con sus siete torres dobles de 305 mm tiene el récord a este respecto.

¿Qué hubiese sucedido si la influencia alemana hubiese sido mayor en el Imperio Otomano y de este modo conseguir el contrato por los dreadnougts turcos? Seguramente se hubiese construido un clase Kaiser o Konig para Turquía, que debido al mayor tiempo de construcción en los astilleros alemanes, no habría podido ser entregado antes del inicio de las hostilidades, y por lo tanto resulta muy probable que fuese alistado en la Marina Imperial. En el hilo sobre la Kaiserliche Marine se hizo un análisis contrafactual sobre un combate entre la Hochseeflotte y la Grand Fleet en Noviembre de 1914, en la que todo indica que los alemanes deberían haber salido vencedores, sin duda de forma más aplastante si contasen con un buque más mientras los británicos con uno menos (o dos, dependiendo de qué hubiese ocurrido con el Río de Janeiro). Dado que para entonces los marinos alemanes ya tenían claro que Gran Bretaña había optado por un bloqueo lejano (el mayor temor de Tirpitz al construir la Kaiserliche Marine) quizá se hubiesen aventurado a presentar batalla al estar más equilibrada la balanza numérica…

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HMS Erin, armado con diez piezas de 343 mm.

Por otra parte hay que tener en cuenta el profundo malestar que produjo en el Imperio Otomano la incautación de los dos acorazados, y si de no haberse producido este hecho se hubiera entrado en la guerra al lado de las Potencias Centrales, otra pregunta sin respuesta clara…

Añadir un pequeño off-topic. En el contrato entre Turquía y la Vickers se especificaba que se formaría un consorcio tuco-británico para ampliar los astilleros y arsenales en Estambul, y lo que es más importante, el suministro de gran cantidad de municiones, proyectiles británicos que pocos años más tarde caerían sobre sus tropas en Gallípoli… No es un caso único, pues existía un acuerdo entre Krupp y Vickers por el cual la primera suministró a la segunda los modelos de espoleta que utilizarían los británicos, que terminarían estallando sobre las tropas alemanas durante toda la guerra… Incluso tras la misma Krupp batalló legalmente porque se le pagasen las regalías pactadas, consiguiendo en 1926 una pírrica suma de 40.000 libras, pero se endulzó el golpe gracias a que Vickers volvió a comprar a la Krupp los derechos de nuevas espoletas y otras patentes… La historia de los contratos empresariales entre firmas de países que terminarían enfrentados en una guerra daría para un gran hilo (ahí lo dejo caer… :- ).
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Re: El fracaso de las exportaciones navales del Imperio Alem

Mensaje por Schweijk »

Me uno a las felicitaciones por este hilo. Un tema completamente novedoso que nos ayudará a entender mejor las relaciones internacionales de comienzos del siglo XX.
"No sé lo que hay que hacer, esto no es una guerra".

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Re: El fracaso de las exportaciones navales del Imperio Alem

Mensaje por Lutzow »

Gracias Schweijk. Ciertamente los primeros lustros del XX fueron muy interesantes, y en el aspecto naval, la aparición del HMS Dreadnought inició varias carreras por disponer de este tipo de buques... Ya hemos visto la Sudamericana, cuando disponga de tiempo trataré la respuesta de Grecia ante las adquisiciones turcas, y la de los Países Bajos ante la amenaza japonesa...

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Re: El fracaso de las exportaciones navales del Imperio Alem

Mensaje por APV »

Lutzow escribió:que se apresuró a enviarla bajo el mando del Contraalmirante Douglas Gamble, a la que siguieron otras dos bajo el mando de los Almirantes Hugh Wiliams y Arthur Limpus, de modo que entre Febrero de 1909 y Septiembre de 1914 la Armada otomana estuvo siempre bajo supervisión británica. La necesidad de construir dreadnoughts se hizo patente cuando en 1911 Grecia comisionó el crucero acorazado Georgios Averof, un buque muy superior a cualquiera que pudiesen oponer los turcos (como se hizo patente durante la Primera Guerra Balcánica).
La misión de Gamble chocó con el cambio de régimen en Turquía y las luchas de poder, eso permitiría al agregado alemán lograr el acuerdo para vender los Brandenburg junto a los destructores.
El Georgios Averof no era tan superior, solo lo era su velocidad, frente a los Brandenburg; como ya se ha señalado en otro hilo el problema turco era el pésimo mantenimiento de sus unidades.
Conoce al enemigo y conócete a ti mismo; y en cien batallas no estarás jamás en peligro Sun Tzu.
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Re: El fracaso de las exportaciones navales del Imperio Alem

Mensaje por Lutzow »

Bueno, entre la misión de Gamble y la de Williams transcurrió solo un mes, fue durante la presencia de esta última cuando los turcos se alarmaron por la compra del Georgios Averof y buscaron una solución rápida, pero como los británicos rechazaron venderles algún pre-dreadnought, terminaron por comprar los Brandenburg. Ciertamente bien mantenidos y con tripulaciones mejor entrenadas hubiesen podido dar un mejor resultado en la Primera Guerra Balcánica del que dieron, pero no dejaban de ser buques obsoletos frente al crucero acorazado griego...

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Re: El fracaso de las exportaciones navales del Imperio Alem

Mensaje por Lutzow »

Grecia

Los movimientos del Imperio Otomano por modernizar su flota fueron vistos con creciente preocupación por Grecia, que decidió responder al desafío que suponía el encargo del Resadiye aprobando un programa naval en Marzo de 1912 que, además de otros buques menores, preveía la adquisición de un pequeño dreadnought de 13.700 t (tanto por limitaciones económicas como por el tamaño de los muelles de El Pireo), convirtiéndose de este modo en el *decimocuarto país en encargar o construir un dreadnought. Como en el caso de Turquía, una misión naval británica permanecía en el país heleno desde 1910, lo que en principio otorgaba una clara ventaja al Reino Unido para ser una vez más el constructor del buque previsto, pero a diferencia de su vecino, Grecia decidió realizar un concurso internacional, en el cual la alemana Vulcan ofreció el mejor precio, mientras el diseño de la británica Vickers fue considerado el mejor en lo referente a casco y maquinaria, y el de la estadounidense Bethlehem en armamento y protección. Aprovechando sus vacaciones anuales en Corfú, el Káiser Guillermo II mantiene un encuentro informal con el Primer Ministro Venizelos, que promete aceptar la oferta alemana, aunque después de una nueva ronda de licitación. En la misma los diseños de la Vulcan, Vickers y Orlando (Italia) obtienen el visto bueno del comité técnico griego, siendo aceptada la oferta germana por ser la menos gravosa, aunque sin embargo tanto el armamento como el blindaje debían ser proporcionados por la estadounidense Bethlehem, lo que dismunuía el valor de esta primera victoria de Alemania en la exportación de acorazados modernos.

El buque previsto, con un coste de 1.106.500 libras, portaría una batería principal compuesta por tres torres dobles de 356 mm, pero pronto se estudió un aumento de sus capacidades al considerarse que el turco Resadiye, con sus diez piezas de 343 mm, resultaba sin duda un buque superior. Por ello en Agosto de 1912 se propuso una modificación del diseño, aumentando el desplazamiento hasta las 19.815 t, y su armamento principal a ocho cañones de 356 mm en cuatro torres dobles, aprobándose la modificación en Diciembre de 1912, con un nuevo coste de 1.693.000 libras. Se puso la quilla del futuro Salamis en Julio de 1913, con una fecha de entrega firmada para el 28 de Marzo de 1915, y al iniciarse la Gran Guerra el casco y parte de la maquinaria estaban casi terminados, pero tanto la armadura como la artillería permanecían en EE.UU., y debido al bloqueo británico ya nunca podrían llegar a Alemania. Se estudió por parte de la Kaiserliche Marine la posibilidad de completar el buque para su propio servicio, pero dado que el desarrollo del armamento y la armadura previstas demoraría la entrega en unos dos años se desechó rápidamente esta eventualidad, máxime cuando los astilleros ya estaban sobrecargados de trabajo con la construcción de los clase Bayern y los previstos clase Mackensen. El casco fue botado en Diciembre de 1914 con el fin de dejar el espacio libre en el dique y fue utilizado como buque cuartel durante la guerra. Tras la misma Grecia rechazó el casco aludiendo que ya sería un buque obsoleto y que no podría ser armado en Alemania debido a las cláusulas del Tratado de Versalles, por lo que la Vulcan, que solo había cobrado 450.000 euros por anticipado, denunció al país heleno. Tras un largo proceso a través del tribunal de arbitraje impuesto por los Aliados, en 1932 los astilleros germanos recibieron una compensación de 30.000 libras y el casco fue desguazado en Hamburgo. Respecto al armamento, EE.UU. declinó entregarlo a Grecia, pero sin embargo fue vendido en Noviembre de 1914 a Gran Bretaña, que dotó con las torres de 356 mm a los cuatro monitores de la clase Abercrombie, y utilizó las baterías secundarias para la defensa costera de Scapa Flow.

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Perfil del Salamis, de inconfundible aire germano.

Tras la compra del Rio de Janeiro por Turquía, Grecia encargó a Francia un clase Bretagne, cuyos trabajos fueron iniciados en Junio de 1914, pero paralizados tras el comienzo de la Gran Guerra dos meses más tarde, por lo que Grecia nunca llegó a disponer de un dreadnought pese a haber encargado dos. En su lugar compró en Julio de 1914 dos pre-dreadnoughts a EE.UU., ambos clase Mississippi, el líder de la clase y el USS Ontario, armados con cuatro piezas de 305 mm, y que sirvieron en la Armada griega bajo los nombres de Killis y Lemnos.

* Gran Bretaña, EE.UU., Alemania, Japón, Francia, Italia, Rusia, Imperio Austro-Húngaro, Brasil, Argentina, Chile, España, Turquía y Grecia.
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Re: El fracaso de las exportaciones navales del Imperio Alem

Mensaje por Lutzow »

Países Bajos


La Armada de los Países Bajos basaba la defensa de las aguas metropolitanas y las Indias Holandesas en buques de defensa costera o Pantserschip, buques mejor armados y protegidos que los cruceros pero muy inferiores a un acorazado, el último de los cuales, HNLMS Zeven Provincien, fue comisionado en 1911, con un armamento compuesto por dos cañones de 280 mm y cuatro de 150 mm. El Ministro de Marina, J. Wentholt, era partidario de continuar construyendo este tipo de buque, proponiendo en 1912 una nueva clase con un desplazamiento de 7600 t, cuatro cañones de 280 mm y diez de 105 mm, pero el diseño inicial fue rechazado por el Parlamento, que propuso aumentar el calibre del armamento secundario y la protección. El nuevo diseño desplazaría 8.600 t, lo que presentaba el problema de que excedía las capacidades de los astilleros estatales en Amsterdam, por lo que debería ser construido en el extranjero. En cualquier caso no dejaba de resultar un barco incapaz de enfrentarse a un acorazado, en un momento en el que Gran Bretaña retiraba su Escuadrón del Pacífico y Japón renovaba su flota, principal contrincante en los planes de guerra holandeses. Ante la amenaza que constituirían los dreadnoughts nipones y la incapacidad de los buques propuestos para enfrentarse a ellos, el Parlamento no aprobó la construcción de más Pantserschip, obligó a dimitir al Ministro de Marina en Mayo y, apoyado por un numeroso grupo de Oficiales navales, abogó por la construcción de buques similares a la clase España, pequeños dreadnoughts de 15.700 t y armados con ocho piezas de 305 mm. El nuevo Ministro de la Marina, H. Colijn, no perdió el tiempo y formó un Comité para el estudio de la defensa de las Indias Orientales ante un ataque del enemigo más probable, Japón. Se llegó a la errónea conclusión de que la Teikoku Kaigun pronto dispondría de nueve buques entre acorazados y cruceros de batalla, por lo que se solicitó nada menos que la construcción de nueve acorazados, cuatro para las aguas metropolitanas y cinco con base en Asia. A finales de Julio de 1912 se formulan las especificaciones para el nuevo diseño, buques de 21.000 t, con un andar de 22 nudos, armados con ocho piezas de 343 mm y doce de 150 mm, aunque con un blindaje horizontal de solo 250 mm, en la creencia de que, al contrario que en el Mar del Norte, la buena visibilidad en los mares orientales conllevaría que los combates se desarrollases a mayor distancia, y por lo tanto los proyectiles caerían sobre cubierta en lugar de golpear los costados. Se solicitó a los astilleros alemanes Germaniawerft que diseñara tres variantes con los requisitos establecidos, uno donde las calderas fuesen todas de petróleo, otro en las que fuesen de carbón y otro mixto. El 25 de Septiembre Germaniawerft presenta el proyecto 743, basado en un clase Kaiser pero eliminando la torre superpuesta a popa, con una cintura acorada de 250 mm y 300 mm de blindaje en torres y barbetas. Para ahorrar peso la subdivisión interna era menos compleja, por ejemplo los Kaiser disponían de 16 calderas en 10 compartimentos, mientras el proyecto 743 de 12 calderas en solo tres salas. Tampoco gustó la disposición de las dos torres centrales en echelon por la limitación del arco de disparo, por lo que el proyecto resultó rechazado y se solicitó uno nuevo, aumentando el desplazamiento a 22.000 t.

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Proyecto 743

El 4 de Marzo Germaniawerft presentó el proyecto 753, con dos torres principales superpuestas a proa y otras tantas en la popa, 16 cañones de 150 mm, una disminución del espesor del blindaje en barbetas y puente blindado pero un aumento en las torres principales, aunque nuevamente para ahorrar peso la subdivisión interna resultaba mejorable, pues solo existían dos salas de calderas en lugar de tres.

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Proyecto 753

Se solicita un nuevo diseño alimentado únicamente por petróleo, y se presenta uno con dos torres cuádruples ubicadas en proa y popa, que es rechazado por el peligro de que un solo impacto pudiese dejar fuera de combate la mitad de la artillería principal.

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Proyecto con dos torres cuádruples.

Mientras hubo otro cambio en el Ministerio de la Marina, que pasó a estar encabezado por el Capitán de Navío J.J. Rambonnet, y aunque en un principio se mantuvieron las especificaciones anteriores, las noticias de que la clase Kongo estaría armada con ocho piezas de 356 mm llevó al cambio de las mismas, y en un concurso internacional se solicitó la presentación de un diseño de 25.000 t, armado con ocho cañones de 356 mm (que en cualquier caso serían suministrados por la Krupp), 16 de 150 mm y 22 nudos de andar. Se presentaron siete propuestas, de las que tres fueron seriamente consideradas, el proyecto 806 de Germaniawerft, que se comprometía a entregar el primer buque en 28 meses, el diseño 733 de Blohm & Voss, que lo entregaría en 27 meses, y el 694 de Vickers, también en 28 meses.

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Los tres proyectos finalistas.

En Julio de 1914 el gobierno holandés aprobó el presupuesto para comprar cuatro acorazados y otros buques menores, siendo el diseño de Germaniawerft el favorito, pero el estallido de la Gran Guerra dio al traste estos planes, que finalmente solo se concretaron en la compra del diseño de un crucero ligero (clase Java) a Germaniawerft, pero que serían construidos en Amsterdam.

La construcción de los proyectados dreadnoughts holandeses fue una gran oportunidad perdida para el Imperio Alemán, cuatro buques un tanto débiles en lo referente a protección pero poderosamente armados, que podrían haber resultado un adición muy importante para la Hochseeflotte de haber estallado la guerra dos años más tarde. Todo lo contrario ocurrió con la Royal Navy, que pudo añadir a la Grand Fleet dos acorazados nada más iniciarse el conflicto (momento en el que los números resultaban más parejos con la Marina Imperial) y otro en Octubre de 1915. De no haber sido por el atentado de Sarajevo y las tensiones diplomáticas posteriores, los dos acorazados turcos hubiesen sido entregados a sus legítimos propietarios y el HMS Canada a Chile. En 1917 la Grand Fleet ya habría comisionado tanto la clase Queen Elizabeth como la clase Revenge, pero Alemania habría concluido la construcción de los cuatro clase Bayern y quizá los cuatro clase Mackensen: si a ellos añadimos la confiscación de ¿dos-tres? buques construyéndose para los Países Bajos, la batalla que casi con toda seguridad se produciría en el Mar del Norte hubiese dejado en una anécdota la de Jutlandia.
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Re: El fracaso de las exportaciones navales del Imperio Alem

Mensaje por Lutzow »

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Re: El fracaso de las exportaciones navales del Imperio Alemán

Mensaje por COLDOWN »

Buenas.
Les comparto un diseño de acorazado ofrecido a Argentina en 1908.
Notarán las similitudes con la futura clase Rivadavia.
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Según las crónicas de la época los alemanes si bien perdieron el contrato se conformaron con que no ganaran los británicos. Jajaja
Saludos
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Re: El fracaso de las exportaciones navales del Imperio Alemán

Mensaje por Carlos Villarroel »

¿Su artillería principal, eran 12 cañones de 280 mm?
Cien millones de ducados en picos, palas y azadones para enterrar a los muertos del enemigo. Ciento cincuenta mil ducados en frailes, monjas y pobres, para que rogasen a Dios por las almas de los soldados del rey caídos en combate. Cien mil ducados en guantes perfumados, para preservar a las tropas del hedor de los cadáveres del enemigo. Ciento sesenta mil ducados para reponer y arreglar las campanas destruidas de tanto repicar a victoria. Finalmente, por la paciencia al haber escuchado estas pequeñeces del rey, que pide cuentas a quien le ha regalado un reino, cien millones de ducados
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Re: El fracaso de las exportaciones navales del Imperio Alemán

Mensaje por COLDOWN »

Carlos Villarroel escribió: 02 Ene 2021 ¿Su artillería principal, eran 12 cañones de 280 mm?
Armamento principal
12 x 305/45 mm.
Proyectiles de 350 kgs. a 942 m./s. o 445 kgs. a 835 m./s.

Armamento secundario
16 x 150/45 mm.
Proyectiles de 41 kgs. a 941 m./s. o 51 kgs. a 844 m./s.
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Re: El fracaso de las exportaciones navales del Imperio Alemán

Mensaje por Lutzow »

COLDOWN escribió: 02 Ene 2021Según las crónicas de la época los alemanes si bien perdieron el contrato se conformaron con que no ganaran los británicos
Siempre es un consuelo que tu principal rival no logre el contrato, y no solo por dinero y prestigio, sino porque como hemos visto, si estalla la guerra y tienes en tus astilleros varios acorazados en construcción para terceros países, no te resultará muy complicado apoderarte de ellos, ya sea por las buenas como con Chile o por las malas como con el Imperio otomano...

Saludos.
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