HISTORIAS BREVES 8: UN SOLDADO EN PETICIÓN DE AUXILIO

"Personajes" que han dejado o pretendido dejar huella en la Historia siempre dentro de un contexto militar.

Moderador: Hans Joachim Marseille

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laguno
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HISTORIAS BREVES 8: UN SOLDADO EN PETICIÓN DE AUXILIO

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Campesino nacido en la localidad de Alora, provincia de Málaga, el veintiocho de febrero de 1870, pensó que para mejorar su vida y poder aspirar a algo más que destripar terrones, podía intentarlo sirviendo en el Ejército, por lo cual, ni corto ni perezoso, en 1891 se alistó por un periodo de doce años (aunque luego fueron menos años)

Hay que hacer notar que debido a que era analfabeto no logró ascender, pasando los doce años en clase de soldado raso y ello a pesar de los sobrados méritos que adquirió para, al menos, ser cabo.

Una vez filiado, pasó por Barcelona, Mahón y Cádiz, desde donde a bordo del vapor Ciudad de Santander parte en febrero de 1893 rumbo a Cuba, siendo destinado a la primera compañía del segundo batallón del Regimiento de infantería Tarragona Nº 67, donde realizó instrucción y juró banderas.

Imagen

En el momento de su llegada se estaba tendiendo la línea férrea que uniría las localidades de Puerto Príncipe con la localidad portuaria de Navieras, proyecto de gran importancia para el transporte tanto de tropas como de víveres, siendo, por tanto, objetivo de constantes ataques y sabotajes por parte de los independentistas y ello a pesar de que se había levantado una línea defensiva de fortines, situados estos cada dos kilómetros y dotados cada uno de ellos con unos diez soldados de media.

Poco antes de que Gonzalo Estrada, nuestro malagueño, llegara a su destino, los rebeldes habían logrado reducir a cenizas la estación de Redención, levantando las autoridades de inmediato un pequeño fuerte, aunque de mala calidad, al que pusieron por nombre El Ramblazo, dotándolo con un pelotón al mando del sargento Manuel Domínguez Garrido y del cabo Venancio Mena Ortiz, siendo precisamente este fuerte al que vino a parar Gonzalo, completándose así su dotación, la que incluyendo al cabo y al sargento sumaban diecisiete hombres.

No tengo la información que me diga en qué fecha llegó Gonzalo a este fuerte, calculo que poco después de jurar banderas, pues se le envió en operaciones de campaña a la zona, pero si sé que el día ocho de agosto de 1895, los vigías del fuerte empezaron a ver un movimiento sospechoso del enemigo a lo largo de la vía férrea y en las proximidades del fuerte, comprendiendo de inmediato la situación comprometida en la que estaban a punto de verse, pues iban a verse asediados por una fuerza numéricamente superior y, probablemente, bien armada.

Algunas fuentes cifran la fuerza rebelde atacante en más de cuatrocientos hombres, de modo que ante esa cifra quizás se comprenda mejor la magnitud de la hazaña llevada a cabo por ese escaso puñado de españoles.


"...como jueces de la competición están los dioses, que, naturalmente, se pondrán de nuestra parte, ya que nuestros enemigos han jurado en falso sobre ellos, mientras que nosotros, teniendo ante nuestros ojos tanta abundancia de posesiones, nos hemos mantenido firmemente apartados de ellas en virtud de nuestro juramento a los dioses" Jenofonte - Anábasis.
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laguno
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Re: HISTORIAS BREVES 8: UN SOLDADO EN PETICIÓN DE AUXILIO

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Ante esta comprometida situación, a la que se añadía que de los diecisiete miembros de la dotación del fuerte, tres habían muerto y los demás estaban maltrechos en mayor o menor grado, se decidió mandar a alguno de los soldados a la estación llamada El Lugareño a dar aviso al capitán al mando, pidiendo el envío urgente de refuerzos. La idea era perfecta, lo no que era perfecto era que se trataba de una misión que rayaba lo suicida dada la lejanía de la estación y que el camino estaba infestado de rebeldes.

Encomendándose probablemente a la virgen de su pueblo y a toda la corte celestial, partió Gonzalo decidido a cumplir con su cometido, dejando a sus compañeros en la defensa, los cuales la ejercieron a cara de perro, los cuales

"... cuando ya debilitados por la pérdida de sangre caían al suelo, contribuían á la defensa entregando cartuchos á los que aún quedaban en pie; considerando que aun antes de llegar la columna de auxilio sólo podían hacer fuego los cabos Venanillo Mena y Julián Dominguez, y soldado Faustino Martin, heridos también, y el sargento Domínguez, y que todos estaban dispuestos á defender con sus machetes la entrada del fuerte, que no tenia puerta..."

Mientras esto ocurría, Gonzalo avanzaba en su camino, decidido, costara lo que costara, a llegar a su destino, aunque eso le supusiera tener que hacerlo a rastras y desollándose con la maleza y espinos, cosa que consiguió, pudiendo llegar los refuerzos a tiempo y desalojar a los enemigos, los cuales estaban ya en las mismas puertas del débil fuerte instando a su guarnición a rendirse y endureciendo el ataque.

Gracias a la encarnizada defensa de unos hombres que ante el asedio se crecieron, hubo tiempo de que los refuerzos actuaran a tiempo y salvaron a sus camaradas y al fuerte.

Por estos hechos y por orden de veintinueve de abril de 1896, los cabos Venancio Mena Ortíz y Julián Domínguez García, y los soldados Alonso Fernández Mondelo, Faustíno Martín Sánchez, Jerónimo Manrique Manrique, Guillermo Fernández Vallejo, Isidro Sanvicéns Bonet, Isidoro Vázquez Marqués, Joaquín Jerónimo Billera, Claudio Peña López, Jaime García Boneda, José Puig Fabregat, Juan Llodrá Durán y nuestro Gonzalo Estrada García, todos del regimiento Infantería de Tarragona 67, fueron agraciados con la cruz de primera clase de San Fernando, con la pensión anual de cien pesetas a contar desde el nueve de agosto del año anterior, que tuvo lugar el hecho de armas antes narrado.

Tras estos hechos, nuestro hombre, acompañando a su regimiento, se halló en las acciones que tuvieron lugar contra los insurrectos el siete de enero de 1896 en el lugar llamado Potrero México, que se saldó con victoria de las tropas nacionales y por su buena actuación, recibió nuestro Gonzalo la cruz al Mérito Militar de plata con distintivo rojo.

Poco después, por su buena actuación en el encuentro sostenido con los rebeldes en los lugares de Marina, El Faro y San Fernando, en las cercanías de Puerto Príncipe, los días uno, dos y cuatro de agosto de 1896 mientras conducían un convoy desde Cascorro a Guaimaro, fue agraciado nuevamente con otra cruz al Mérito Militar de plata con distintivo rojo.

Tras ser repatriado el regimiento a España en 1898 y posteriormente disuleto, la siguiente noticia que de este héroe malagueño tenemos, es que en mayo de 1900 finalizó su contrato con el ejército, trasladándose a su Álora natal, donde al parecer vivió hasta su muerte.

Fuentes Documentales
1- Facebook. Grupo de historia "Blas de Lezo y los héroes olvidados". Información y foto
2- Diario Oficial del Ministerio de la Guerra, 8-5-1896, p. 549.
3- Diario Oficial del Ministerio de la Guerra, 20-5-1896, p. 685
4- Diario Oficial del Ministerio de la Guerra, 29-1-1897, p. 447
5- https://www.oocities.org/pentagon/8745/ ... ia/43t.htm
6- Diario Oficial del Ministerio de la Guerra, 17-2-1901, p. 467
"...como jueces de la competición están los dioses, que, naturalmente, se pondrán de nuestra parte, ya que nuestros enemigos han jurado en falso sobre ellos, mientras que nosotros, teniendo ante nuestros ojos tanta abundancia de posesiones, nos hemos mantenido firmemente apartados de ellas en virtud de nuestro juramento a los dioses" Jenofonte - Anábasis.
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