por
Arrabalde » 22 Ene 2022 20:11
Hasta el once de agosto de 1936 todas las referencias al frente norte de la provincia son de poca entidad y sin aparecer por ningún lado los “hijos de la noche”, algo lógico ya que en ese momento la prioridad era fijar el frente que protegiera a Aguilar e instruir a los cientos de voluntarios que iban llegando. Vamos, que no existían todavía los “hijos de la noche”.
Como curiosidades, en ese periodo, el inicio de las donaciones al Requeté y también el inicio de donaciones a Falange en especies, así como los constantes avisos por parte del servicio de prensa falangista de los fraudes que se estaban cometiendo al solicitar prebendas en su nombre -dinero, comida e incluso alojamiento- pidiéndole a los palentinos que no dieran nada a quien lo solicitara en su nombre ya que la Dirección Provincial atendía a todos los falangistas de la provincia.
Otra cosa que me llamó la atención es la noticia del bombardeo de la ciudad de Valladolid. No creía que llegaran a adentrarse tanto en la zona nacional. La noticia solo especifica el fallecimiento de seis adultos y dos niños en un barrio popular pero supongo que el objetivo era la estación de tren.
Aprovechando lo del Pisuerga os cuento dos curiosidades sobre Valladolid:
Luce en la fachada de una de sus iglesias -San Benito- el único escudo conservado en España del reinado de José Bonaparte para disfrute de los amantes de la historia, independientemente de que el tipo nos caiga bien o mal forma parte de nuestra historia.
Esa ciudad es el único caso que conozco, sea personal o como entidad, que luce con vergüenza un honor. Porque mira que es fácil: si te avergüenzas de lo que hicieron los vallisoletanos hace 90 años, cosa totalmente respetable, pues no luzcas en el escudo el honor que le concedieron a ellos . Así de fácil.
El ayuntamiento ha puesto en la frente de cada vallisoletano no informado “soy tonto” y si lo están y están de acuerdo “soy tonto y masoquista”. Se han lucido.
Cosas de la política de las que la historia solo puede reírse, y en mi caso a carcajadas. Que quiten la Laureada del escudo y dejen de hacer el ridículo.
Esto no es política, es mi opinión sobre el uso en el “juego político” de la mayor condecoración militar española. Un respeto para para ella y para los que se la ganaron.
Si quieren que la quiten del escudo de la ciudad pero, por favor, si la lucen que no lo hagan con vergüenza. Porque eso es lo que siento cuando veo ese escudo: Vergüenza ajena. Y si no lo hacen que no rechacen el decreto de concesión y que la luzcan con respeto, aunque no compartan los motivos de la concesión. Les guste o no forma parte de la historia de esa ciudad.
Volviendo a Palencia que me he dispersado. Lo mas llamativo, aunque sea anécdotico, es lo que ocurrió en un pueblo en el que todos sus vecinos decidieron sufragar los gastos de los cuatro voluntarios de la localidad que decidieron unirse a Falange. Además cedieron los cuatro automóviles que tenían para ayudar a la causa.
Sin conocer lo que ocurrió en el resto de España, no me extraña nada que José Antonio Primo de Rivera tuviera que rectificar su carta ordenando que Falange no se uniera a los militares golpistas y que aceptara lo que ya era un hecho. Había una riada de gente uniéndose a su organización para luchar contra el gobierno de la República.
En “El Confidencial” publican hoy una carta del hijo de Manuel Hedilla, apelando a su derecho de replica, en la que aporta los siguientes datos:
“El periodo que va desde el 18 de julio del 36 hasta la unificación en abril del 37 es el de mayor crecimiento, expansión y poder de la Falange. Mas de 80.000 milicianos en el frente, dos academias militares de jefes de centuria, una poderosísima segunda línea en la retaguardia, con el Auxilio Social como abanderada, y ocupada de labores encaminadas a surtir de necesidades básicas a los más desfavorecidos, la mayor red de prensa y propaganda de zona nacional, servicio exterior propio, servicio de información. “
https://www.elconfidencial.com/cultura/ ... o_3360784/
Todo el mundo tiene derecho a equivocarse. Pero no a quejarse de las consecuencias de sus errores.
¡ios, qué buen vassallo, si oviesse buen señor!