BRIGADIER FRANCISCO HUBERT Y MUÑOZ

"Personajes" que han dejado o pretendido dejar huella en la Historia siempre dentro de un contexto militar.

Moderador: Hans Joachim Marseille

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BRIGADIER FRANCISCO HUBERT Y MUÑOZ

Mensaje por laguno »

Nació en la ciudad serrana de Ronda, provincia de Málaga, el ocho de octubre de 1776.

Ingresó en el Ejército el veinticuatro de junio de 1793, en el regimiento de Órdenes Militares y en clase de subteniente, pasando con su regimiento al año siguiente a la provincia de Vizcaya, donde estuvo prestando sus servicios desde el seis de agosto hasta el veinticuatro de enero de 795, habiendo estado en el ínterin en la retirada de Vergara el veintiocho de noviembre, donde se distinguió y por cuyo mérito obtuvo su ascenso a segundo teniente el siguiente veinticuatro de diciembre.

El treinta y uno de enero de 1796 asciende a segundo teniente de granaderos y con este empleo, el primero de septiembre de 1798 se le destina al regimiento de infantería de Sevilla, con el cual embarcó en la escuadra del teniente general y comandante general de todas las fuerzas del océano José de Mazarredo-Salazar para participar en la defensa de Cádiz contra los ingleses que mandaba el almirante John Jervis y tras finalizadas las operaciones, por sus méritos se le promociona a primer teniente graduado de Capitán el siguiente veintiséis de noviembre y con su nuevo empleo pasa el mes siguiente de guarnición a la plaza de Ceuta, plaza en la que permaneció prestando sus servicios hasta el diez de enero de 1801.

El veintiséis de diciembre de 1802 se le nombra ayudante de su regimiento.

Habiendo estallado ya la Guerra de la Independencia, se le nombra capitán vivo el cinco de junio de 1808, a la vez que recibe el cargo de primer ayudante general de la segunda División del Ejército del Centro y en esta nueva situación se halló en los ataques a Menegaray, Güemes y Balmaseda, ocurridos los días 3, 7 y 8 de noviembre de ese mismo año, así como en la batalla de Espinosa de los Monteros de diez y once de noviembre siguientes, tras la cual se retiraron a Astorga primero y a Galicia después.

Corría ya el año de 1809 y los españoles seguían empeñados en echar del solar patrio a la chusa napoleónica, experta en saqueos, violaciones y asesinatos. Nuestro Francisco no era el último en empeñarse en expulsar a la canalla francesa y así, el diecinueve de marzo lo vemos batirse contra ellos en Villafranca del Bierzo, en los ataque dados a Peguín el quince de abril y a Lugo desde el nueve al veintiuno de mayo.

Entre medio de estas fechas citadas, recibió el cargo de ayudante general de la División de Vanguardia. El siguiente cuatro de junio se le nombra sargento mayor con destino en el regimiento de la Victoria.

En su nuevo destino, se halló ya el resto del año en campaña, actuando en La Bañeza el dieciocho de agosto, en la Batalla de Tamames el dieciocho de octubre, en la de Medina del Campo el veintitrés de noviembre y en la de Alba de Tormes, el veintiséis del mismo mes de noviembre, en la cual fue herido.

El cinco de enero de 1810, se le gradúa de teniente coronel, recibiendo el mando como comandante de batallón en el regimiento de infantería de León el quince de marzo, cargo del cual cesó tres meses después, pues el nueve de junio se le nombra primer ayudante general de Estado Mayor, tras lo cual pasó a Portugal con las tropas del general Pedro Caro Sureda, marqués de La Romana, quedando situado en la línea de Torres Vedras y tras terminal las operaciones en aquellos países, se le destinó a Asturias.

Al llegar al Principado, recibe el nombramiento de jefe de la primera División del sexto Ejército, con el cual se halló en la evacuación del Principado y en la defensa del puente de Comellana, el seis de noviembre del 1811.

Ocho días después, el ocho de noviembre, se le nombra nuevamente ayudante general, a la vez que recibe el empleo de coronel y en esta nueva situación, es enviado el veintiocho de agosto de 1812 al Estado Mayor conjunto de los 5º, 6º y 7 Ejércitos, asistiendo al reconocimiento de Burgos y a la retirada de noviembre, tras lo cual se le destina al Estado Mayor del Ejército de Reserva de Galicia, permaneciendo como jefe interino de julio a septiembre. En octubre obtuvo el mando interino de la primera División, pero fue por pocos días, pues cesó en el el primero de noviembre.

El quince de febrero de 1814, pasa como agregado al regimiento de infantería de África y una vez liquidada la guerra contra el francés, pasó a realizar labores de persecución de bandoleros y malhechores en el Reino de Granada, estando ocupado en esta tarea entre el primero de marzo y el treinta y uno de julio de 1815.


"...como jueces de la competición están los dioses, que, naturalmente, se pondrán de nuestra parte, ya que nuestros enemigos han jurado en falso sobre ellos, mientras que nosotros, teniendo ante nuestros ojos tanta abundancia de posesiones, nos hemos mantenido firmemente apartados de ellas en virtud de nuestro juramento a los dioses" Jenofonte - Anábasis.
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Re: BRIGADIER FRANCISCO HUBERT Y MUÑOZ

Mensaje por laguno »

Antes, por Real Decreto de veintisiete de junio, es destinado al Ministerio de la Guerra y de ahí y como ayudante, pasa el veintidós de septiembre al Ejército de Reserva, donde permaneció hasta el veintisiete de octubre, que retornó al Ministerio de la Guerra.

El dieciocho de octubre de 1815 se hace con el mando del regimiento de Extremadura Geelo, en sustitución del coronel Benito Almiñán.

Durante su mandato estuvo de guarnición en Badajoz hasta fin del año de 1818, pasando el primero de enero de 1819 con el regimiento a Zamora, donde permaneció hasta el siguiente quince de octubre, fecha en la que recibió orden de trasladarse a San Sebastián, plaza desde la que el quince de noviembre salió integrado en el Ejército del Norte a combatir en Navarra a las facciones proabsolutistas que se estaban formando en aquellas regiones.

A primeros de enero de 1822 recibe orden del general Ballesteros de trasladarse con su regimiento a Aragón, donde debía mandar parte del regimiento a ocupar la guarnición de Alcañíz y con la otra parte quedó en campaña hasta el mes de agosto, que ya se reunió el regimiento entero en el centro de las operaciones militares que se estaban llevando a cabo.

En ellas, se halló en la acción de Caspe del veinticinco de agosto, á las órdenes del general Felipe Tolosana formando seis compañías de su regimiento la primera columna de ataque, la cual que derrotó completamente a los facciosos.

Tras esto, se halló e n las acciones de Calanda y Beceite, los días tres y diez de septiembre; en la acción de Corbera y Calaceite los días veintidós y veintisiete siguientes; en la de Horta y nuevamente Beceite los días catorce y quince de octubre; en Campusuis el cuatro de noviembre. Los días del diecisiete al veintitrés del mismo mes vuelve a hallarse en acción en Horta. El dieciséis de diciembre frente a Caspe, concluyen la campaña militar contra los facciosos, habiendo resultado victoriosa.

No acabó aquí su desempeño en el campo de batalla, pues debió nuevamente acaudillar a su regimiento en Albalate el día dos de enero de 1823, en Mequinenza el diecisiete de marzo en el sitio de Murviedro y el cuatro de junio, última de sus acciones militares, pues con la entrada de los Cien Mil Hijos de San Luis, el absolutismo se hizo con las riendas de la nación, tras lo cual fue relevado del mando del regimiento.

Antes, el diecisiete de junio, se le nombra subinspector de infantería de línea y milicias de su Ejército, que al igual que el mando de su regimiento dejó de ejercerlo.

Al acceder al trono el felón y traidor Fernando VII, solicitó el retiro, aunque, no obstante, en 1825 solicitó el empleo de brigadier, lo que se le negó, concediéndosele en su lugar el escudo de Fidelidad.

Desconozco lo que hizo entre 1825 y 1834, pero tras la muerte del tirano, algunas cosas empiezan a cambiar y en esta nueva tesitura, en 1834, el ministro Zarco del Valle, y a pesar de estar prohibido, lo asciende al empleo de brigadier de infantería, concediéndole el ministro Llauder la antigüedad de 1825.

El treinta de junio de 1834 salió elegido diputado por la provincia de Granada, para la legislatura 1834-1835, jurando su cargo el tres de agosto de 1834, integrándose en la Comisión de Guerra. Así mismo, en julio de 1834 fue elegido procurador del reino.

En esta Comisión, denunció la discriminación que sufrían los militares, denunciando que mientras que para que los funcionarios civiles se pudieran jubilar solo necesitaban veinte años de servicios, a aquellos se les exigían veinticinco.

Por Real Decreto de veinticuatro de junio de 1835, fue nombrado secretario de la junta de Inspectores.

Ministro interino de la Guerra entre el once y el treinta y uno de octubre de 1838, hasta la llegada del titular, aunque según la prensa fue que presentó su renuncia al cargo debido a su mal estado de salud y a una serie de sucesos que iban en su contra, tales como una conspiración.

Falleció en Madrid el trece de abril de 1848, donde se hallaba de cuartel. Era miembro de la Real Maestranza de Ronda.
"...como jueces de la competición están los dioses, que, naturalmente, se pondrán de nuestra parte, ya que nuestros enemigos han jurado en falso sobre ellos, mientras que nosotros, teniendo ante nuestros ojos tanta abundancia de posesiones, nos hemos mantenido firmemente apartados de ellas en virtud de nuestro juramento a los dioses" Jenofonte - Anábasis.
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Re: BRIGADIER FRANCISCO HUBERT Y MUÑOZ

Mensaje por laguno »

Fue miembro de la Real Maestranza de Caballería de Ronda y se tiene conocimiento de un par de textos escritos por él:

1-El velo misterioso descorrido.

Se trata de un folleto por medio del cual declinaba toda responsabilidad en lo relativo a la conspiración del veintiocho de octubre de 1838, incluido que el Gobierno había resuelto declarará Madrid en estado de sitio. En dicho folleto hacía una imputación directísima a colegas suyos del Consejo de Ministros -recordemos que Hubert en esa fechas era ministro interino de Guerra-, en concreto del duque de Frías y del marqués de Vallgomera.

Además, en el folleto decía que todos los trabajos para la formación del ejército de reserva se habían hecho sin su consentimiento ni anuencia y dejaba caer que el ministerio de la competencia del duque de Frías ni discutía ni acordaba nada como ministerio constitucional que era, sino que más parecía "que obedecía ciegamente órdenes y disposiciones de alguna misteriosa camarilla"

Descorría así el velo -de ahí el título del folleto- que cubría las miserias y pasiones de un grupo que para conservarse en el poder "comprometía constantemente los altos y sagrados intereses del Estado"

En resumen: se trata de un folleto escrito para disipar y despejar cualquier duda de las inculpaciones que se le hicieron en la representación dirigida a la reina el seis de diciembre del 1838 por Baldomero Espartero. Dicho folleto, lo puso Hubert a la venta a un real en la librería de Pérez, en la madrileña calle de Carretas.

2- Sucinta relación histórica de la carrera militar y política del Brigadier D. Francisco Hubert, escrita por el mismo. Dada a la prensa en Madrid, mayo de 1846.

Fuentes Documentales

- Diccionario biográfico del generalato español. Reinados de Carlos IV y Fernando VIII (1783 - 1833), ps. 433 y 434. Alberto MARTÍN-LANUZA MARTÍNEZ. Villatuerta (Navarra), 2012.
- Diccionario biográfico de parlamentarios de Andalucía (1810-1869). T. II, p. 37. VV. AA.
- Álbum del ejército : historia militar desde los primitivos tiempos hasta nuestros días. T. III, ps. 467 y 468. Ferrer de Couto, José.
- www.dbe.rah.es/biografias/25415/francisco-hubert-munoz
- Estado Militar de España:
1811. ps. 130 y 131 (7 del PDF)
1819, p. 80 (82 del PDF)
1835, p. 34
- Periódico La Revista Española, 7-7-1834, p. 3
- Periódico Eco del Comercio, 28-10-1838, p. 3
- Periódico El Correo Nacional, 2-11-1838, p. 2
- https://www.congreso.es/historico-diput ... _nume=5101
- Historia del tradicionalismo español, T. 5, p. 61. Melchor Ferrer. Sevilla, 1943
- Periódico Gaceta de Madrid:
27-6-1835, p. 711;
12-10-1838, p. 2;
13-5-1848, p. 1
- Espartero: su vida militar, política, descriptiva y anecdótica, ps. 406 y 407. Manuel HIRÁLDEZ DE ACOSTA. Barcelona, 1868.
- Periódico El Heraldo, 24-11-1846, p. 4
- Periódico El Correo Nacional, 11-1-1841, p. 4
- Literatura militar española, p. 582. Francisco Barado. Barcelona, 1890.
"...como jueces de la competición están los dioses, que, naturalmente, se pondrán de nuestra parte, ya que nuestros enemigos han jurado en falso sobre ellos, mientras que nosotros, teniendo ante nuestros ojos tanta abundancia de posesiones, nos hemos mantenido firmemente apartados de ellas en virtud de nuestro juramento a los dioses" Jenofonte - Anábasis.
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