Poco antes de esa fecha, el Ministerio del Aire había establecido una escuela de entrenamiento para las Fuerzas Aerotransportadas, donde unidades especiales y agentes secretos serían instruidos por miembros de la RAF. Allí, a esta escuela, llegó destinado el 24 de junio de 1940 el mayor John Rock, de los Ingenieros Reales, para hacerse cargo de la organización de las Fuerzas Aerotransportadas. Sin información acerca de la política a seguir ni de la misión a llevar a cabo, ni hombres ni aviones y sin haber visto en toda su vida un paracaidas, este enérgico e imaginativo oficial se dispuso a resolver los problemas en orden lógico, para lo que contó con la inestimable ayuda del comandante en jefe de la Escuela Central de Salto, el comandante L.A. Strange, y de los instructores y plegadores de paracaídas reclutados en la unidad de entrenamiento que la RAF tenía en Henlow. A pesar de la desesperante escasez de aviones, se pudo disponer de seis Amstrong-Withworth Whitley. Con la llegada posterior de un suministro de paracaídas Irving, ya se podía comenzar el trabajo.
Se había decidido que algunas de las unidades de comandos recientemente formadas deberían de ser entrenadas como paracaidistas, pr lo que el Mando número 2, creado solamente unas semanas antes, apareció en Ringway en el momento adecuado para hacerse cargo ed esta tarea. El primer salto en paracaídas de un soldado británico tuvo lugar el 13 de julio de 1940.
En aquellos tiempos estaba de moda el horrible método del "tirón" para saltar del avión. La torreta de cola del Withley fue reemplazada por una especie de púlpito abierto, en el cual el paracaidista se mantenía de pie mirando hacia adelante y agarrado a un pasamanos.El lanzador tiraba de la cuerda de apertura y el paracaídas, al desplegarse, tiraba a su vez bruscamente del paracaidista. Era, por decirlo de algún modo, un experiencia poco agradable. Más tarde se eliminaría la pequeña torreta central del Withley, de manera que se pudiera saltar a través de un agujero de aproximaamente un metro abierto en el suelo del fuselaje. Para entonces los paracaídas ya habían sido modificados y se usaba la cuerda estática que automáticamente abría el paracaídas mientras el hombre saltaba.
El 25 de julio tuvieron su primera baja cuando el paracaídas no se desplegó adecuadamente. Éste y otros incidentes relacionados con los Whitley, impulsaron al mayor Rock a prohibir que se realizaran más saltos. El problema del paracaídas fue resuelto por sir Raymond Quiller y James Gregory, fundadores de la compañía de pracaídas GQ. A diferencia del modelo Irvin, en el que la campana se abría en primer lugar y ésta tiraba de las cuerdas, sacándolas de su alojamiento, lo que resultaba en una apertura rápida pero brusca, el modelo GQ permitía que la campana replegada y el arnés se desplegaran completamente antes de la apertura de campana, produciendo una sacudida suave. Una combinación de la campana y el arnés Irvin y el método de desplegado de GQ llevaron a uno de los mejores paracaídas del mundo: el tipo X.
El tipo X tenía una campana de seda o rayón de unos 9 metros de diámetro, 28 cuerdas unidas en cuatro "paneles sustentadores" que formaban parte integral del confortable y seguro arnés y una abertura central que reducía las oscilaciones. Solamente tenía un problema: si la campana estaba húmeda, su apertura (si llegaba a producirse) era muy lenta. En esos primeros días no se utilizaban paracaídas de reserva, de hecho no se utilizaron hasta bien avanzada la Segunda Guerra Mundial. El agujero en el suelo del Whitley era demasiado pequeño para permitir un paracaídas de reserva plegado en el pecho.

Paracaidistas dentro de un Whitley, Mk V en 1942
https://en.wikipedia.org/wiki/Armstrong ... th_Whitley